Capítulo Tres.
Dos años atrás.
JungKook de dieciséis años, casi diecisiete, suspiraba pesado mientras cargaba en brazos a su pequeño hermano de dos años. Refunfuñaba en sus adentros de solo recordar todos los problemas que tenía en casa.
De las noches que cachaba a su padre SeokJin escaparse con ese tipo universitario ¿qué le veía de especial? Podría ser incluso de su edad ¿por qué su padre estaba saliendo con él?
Negó levemente antes de entrar al restaurante de desayunos rápidos y tomar asiento en una mesa redonda para tres personas.
-Muy buenos días, yo seré su mesero el día de hoy- llegó un chico alto de piel pálida, y por la placa en su uniforme lo reconoció como Oh SeHun-. Dígame en qué puedo servirle el día de hoy.
JungKook revisó la carta por un momento viendo solamente el menú infantil, para después volver con el mesero.
-Un desayuno del día para mí y un plato de hot cakes extra.
-¿De tomar va a pedir algo?
-Un café americano y una malteada de chocolate- contestó y cuando no obtuvo respuesta volteó hacia el contrario-.¿Algún problema?
SeHun arqueo una de sus cejas.
-¿No eres muy joven para tomar café?
JungKook hizo una mueca de molestia.
-¿A ti no te pagan para entregar las órdenes que te piden?
-Ush, supongo que no tienes edad física pero sí mental para tomar café-Jk suspiró y el mayor se encogió de hombros-. En un momento le traigo su orden, caballero.
Recalcó la última palabra y así se retiró.
Por otro lado JungKook acomodó a su pequeño hermano en sus piernas, puesto que SooBin era un niño muy caprichoso y una de las cosas que menos le gustaba era sentarse solo o en esas sillas para bebés. Pensamientos de bebés...
Después de todo el desayuno estuvo listo, comió y bebió tranquilo y ayudó a su hermano a cortar los hot cakes en forma de osos (qué por cierto el mesero había dicho "amablemente" que él mismo hizo")
Hasta que para el tercer hot cake SooBin frunció el ceño con clara evidencia de que su estómago estaba lleno y que no podía dar más bocado. Claro que también la malteada (la cual el mesero fue "amablemente" de dársela jumbo) eran lo suficientemente grandes para el pequeño estómago del bebé.
-No- reclamó JungKook y su hermano negó fuertemente-. SooBin sólo tu desayuno me costó diez dólares, no lo desperdicies es pecado.
Pero SooBin volvió a quejarse negando mientras cerraba sus ojitos.
Y JungKook suspiró cansado, tomando los cubiertos y terminando con el desayuno. Porque apesar de que eran hijos de padres muy bien acomodados y figuras públicas, JungKook tenía que ganarse el dinero que caía en su bolsillo porque así sus padres lo criaron.
Y aunque no le dolía gastar en comida ni mucho menos si era por su hermano, tampoco quería mal acostumbrarse en gastar dinero.
JungKook ignoró todo a su alrededor mientras en su mente pensaba lo ricos que eran los hot cakes y maldiciendo al mesero, que no constó de las personas que entraban al restaurante.
Kim Dong Hyuk, junto con la bola de amigos que lo perseguían a todos lados, entraban mientras hacían burlas entre ellos. Observaron a su alrededor buscando una mesa libre para ellos y cuando la mirada de Dong chocó en aquella mesa al fondo, rió maloso.
Hizo una señal a los demás y con pasos ágiles se dirigieron hacia donde JungKook se encontraba.
-¡Miren! Que tenemos aquí- gritó el mayor y JungKook apretó el interior de sus mejillas al escuchar esa horrenda voz.
-Kim Dong Hyuk- contestó Jk sintiendo el dolor de cabeza cada vez más cercas en tan poco tiempo.
-¿Qué hace nuestro alumno estrella aquí solo? Pensé que los sábados eran familiares, después de todo tu padre se encargó de decirlo en la prensa durante muchos años.
JungKook suspiró cansado, su padre NamJoon era un empresario muy famoso al cual le hacían entrevistas cada cierto tiempo para mantener la reputación de la empresa. Y cuando se trataba de trabajar un sábado o domingo siempre se negaba diciendo que los fines de semana se los dedicaba a su familia y nada más que a su familia.
Rechazaba las ruedas de prensa y las posponía para el lunes a primera hora del día.
-Espera- siguió el contrario-. Ya no son sábados familiares, es cierto que tus padres se divorciaron- su burló y aunque JungKook trató de ignorarlos sabía que las burlas no pararían ahí, ni mucho menos tan fácil.
-¿Qué se supone que es lo que quieres?- preguntó tratando de ir por el lado amable.
-Nada, sólo quería burlarme un rato de ti, no podía esperar hasta el lunes. Además, veo que vienes con tu hermanito, se ve igual de patético qué tú.
-Kim Dong Hyuk, cuida tus palabras antes de que salgan de tu boca- amenazó y el nombrado rió altanero.
-¿Me estás amenazando? Sólo estoy diciendo la verdad. Son un par de hermanos patéticos comiendo panquesitos en forma de oso, hijos de una pareja divorciada. Una pareja patética con hijos patéticos.
Dicho esto, a Dong Hyuk pareció divertido tomar el restante de la malteada y vertirla por encima de JungKook, mojando sus cabellos y de paso los de SooBin por estar en las piernas de su hermano.
-La gente a su alrededor no debe saber que son una basura por tener padres divorciados. Pero luciendo así, no hace falta que sepan la verdad, ya se ven completamente asquerosos.
JungKook apretó su quijada completamente enfurecido por tal humillación. Aceptaba ser el centro de burlas en el colegio, e incluso fuera de este. Pero solo él, no debían involucrar a su hermano en esto y menos sabiendo que sólo era un niño.
Y cuando estaba apunto de dejar a su hermano en la silla de a lado, tomar la taza de café y estrellarla en el rostro de Dong, un grito los hozo voltear.
-¡Oigan!- El bonito mesero Oh SeHun...-. ¿Qué creen que hacen?
De inmediato se acercó, con el ceño totalmente fruncido y parándose con las manos en la cadera en forma de jarra.
-¿Y tú quién eres? Maldito meserete-Siguió Dong escuchando las risitas de sus amigos a sus espladas.
-¡¿Meserete?! Soy el hijo del dueño y a comparación tuya yo sí tengo qué trabajar. Además, el cliente es menor de edad y eso es un delito, está penado por la ley.
Dong Hyuk soltó un ja incrédulo.
-Malditos bastardos, lárguense antes que llame a la policía ¡y no vulevan!
-Como sea, de todos modos este es un asqueroso lugar- siguió antes de dirigirse a JungKook-. Totalmente tu estilo.
Y dicho esto, junto a sus amigos, se retiró del lugar con un mesero pisandoles los talones para asegurarse de que no dieran media vuelta y siguieran.
-¡Asqueroso tú!- gritó SeHun con los demás ya afuera y escuchando un "meserete" de fondo-. ¡Yo soy el dueño!- les gritó una última vez antes de volver al interior cerrando las puertas-. Bueno mi papá...- murmuró para sí mismo.
SeHun finalmente dió media vuelta mientras arreglaba las arrugas de su mandil café, disculpándose con los demás clientes por el inoportuno espectáculo.
Y cuando estaba dispuesto a encarar a JungKook lo observó levantarse de la silla en un sepulcro silencio.
Hizo una mueca de lado viéndolo dejar el dinero en la mesa y antes de poder siquiera consolarlo, lo vió tomar sus cosas, cargar al bebé en brazos y huir del lugar.
- Amor Después del Divorcio -
Dos años después.
-Jin...- murmuró NamJoon, dejándo una taza de té caliente en la barra americana de la cocina, mientras el mayor aún secaba las lágrimas que salían de sus ojos silenciosamente.
-Él tiene razón- contestó antes de cualquier otra palabra-. Cometí un error, pero jamás pensé que JungKook supiera lo que pasaba.
-Vamos Jin, no te tienes por qué culpar de lo que pasó. Todo fue un malentendido y aunque se cometieron errores si yo no te culpo no te debes de sentir culpable por alguien más.
-NamJoon, ése alguien más es nuestro hijo... aún así, ¿en qué momento? Según nosotros tratamos de ocultar lo que había pasado.
Sin embargo, aunque las palabras de SeokJin seguían siendo preocupadas y tristes, NamJoon rió viendo al mayor dándole un traguito al té.
-A su edad debe ser muy chismoso, los chicos como él son muy listos, no dudo que se haya dado cuenta en algún momento.
SeokJin maldijo bajito antes de levantar la mirada y toparse con la de su ex esposo. Quien le sonreía tierno.
Ah... NamJoon siempre fue muy comprensible. Jamás lo juzgó e incluso cuando se enteró de su infidelidad investigó antes de sacar conclusiones erróneas.
Pero, al fin de cuentas, no fue un error, fue una realidad.
Y ahora qué incluso su propio hijo sabía el motivo de su separación, SeokJin no podía sentirse menos que una basura.
Al SooBin chiquito también le tocó se buleado. Bueno ya ni modo.
Estoy tratando de actualizar lo más pronto que pueda, una disculpa no ha sido un buen mes :')
K_S_05.
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