Capítulo 6: "Tratando de olvidar: Confesión"
Un apuesto jovencito de cabello alborotado escuchaba con atención lo que un hombre de barba, bajito y gordito le decía.
Y tu pago será semanal por ahora ya que esta en base a tu rendimiento, si eres eficiente, al cabo del mes hablo con mi superior para que te hagan un contrato, ya que en verdad necesitamos más personal en el almacén, decía el hombre.
El pago será en base a lo que produzca en la semana, ¿verdad?, respondió Gokú.
Así es, necesitamos gente joven y fuerte como tú para este tipo de trabajo, sin embargo, no vayas a creer que podrás exceder el monto de pago máximo semanal, como ya te expliqué todos tienen asegurado el monto mínimo a la semana, pero de ustedes depende de que su pago sea mayor según su rendimiento, claro sin exceder el monto que podrías alcanzar a la semana si terminas toda la tarea que se te asigne en ella, decía el hombre.
Ya me quedo claro ello, respondió el apuesto jovencito, mientras pensaba: No espere este tipo de trabajo, pero la paga no está mal, además estoy seguro que podré terminar con la tarea asignada y así mi pago semanal podrá ayudarme a cubrir el pago de los investigadores, además es un trabajo de medio tiempo, así no descuido el gimnasio.
¿Qué dices?, ¿tomas el puesto?, pronunció el hombre de barba.
Sí, respondió con firmeza Gokú.
Bien muchacho, buena decisión, espero y seas tan trabajador como me lo dijo Krilín, en la empresa hay oportunidad para tu crecimiento personal, hoy estás en este puesto, mañana podrías estar en otro, todo dependerá de ti y de tu capacidad de demostrarnos que eres capaz de cumplir retos y asumir nuevos riesgos, dijo el hombre.
¡Gracias por sus palabras! señor...., respondía Gokú.
Yajirobe, pronunció el hombre.
¡Gracias por la oportunidad! dijo el joven de cabello alborotado.
No hay nada que agradecer, respondió el hombre.
Luego de ello el joven de cabello alborotado salió del lugar donde se encontraba, al hacerlo se encontró con su amigo, quien se acercó inmediatamente a él.
¿Cómo te fue?, el señor Yajirobe es un tanto renegón, pero no es mala persona, decía Krilín.
Me fue bien, tome el puesto, respondió Gokú.
Amigo, tal vez no era el puesto que deseabas, pero así empecé yo, y tras algunos meses al ver mi rendimiento y capacidad, me promovieron a oficina, decía un calvo.
Lo sé, alguna vez me comentaste ello, pronunció el joven de cabello alborotado.
En tanto:
En un avión un par de jóvenes platicaban, mientras bebían unas tazas de infusión caliente.
¿Estudiar?, decía una pelinegra.
Sí, ello te ayudaría a tener entretenida tu mente, respondía un joven de cabello de flama, haciendo una pausa para agregar: Podrías llevar el mismo curso que realizare, ello te va a servir para apoyar a tu padre en la empresa.
No lo sé, decía Milk.
No me des ninguna respuesta ahora, pero al menos piénsalo, respondía Vegueta.
Bien, dijo Milk.
Al día siguiente:
Un apuesto jovencito de cabello alborotado que vestía un conjunto deportivo se encontraba frente al mismo hombre que el día anterior lo había entrevistado para el puesto de trabajo dentro de una de las empresas más grandes de su país.
Empiezas bien, llegas con diez minutos de adelanto, decía el hombre, haciendo una pausa para acotar: Sígueme, te llevaré al almacén donde trabajaras esta semana.
Sí, respondió Gokú, al tiempo que empezaba a caminar tras el hombre bajito.
Luego de varios minutos de caminata, ambos detuvieron sus pasos frente a una puerta.
Aquí trabajarás esta semana, necesito que me hagas un inventario de todo lo que encuentres aquí, como ya te explique son materiales de escritorio, materiales con los que no creo que tengas problemas para identificar, una vez que tengas el inventario me lo envías por correo, decía Yajirobe.
Bien, respondió Gokú.
No creas que el trabajo es así de sencillo, aquí hay muchos materiales de escritorio, agregaba Yajirobe, mientras abría la puerta del lugar, dejando ver el interior del almacén, el cual era bastante amplio y estaba lleno de polvo.
Parece que nunca hubieran entrado por aquí, pronuncio Gokú al ver el lugar.
En efecto, este lugar ha estado cerrado desde hace algunos meses, la persona que estaba encargada del mismo ni entraba aquí, justificándose con que sus tiempos no le alcanzaban, ¿ya imaginarás donde está ahora esa persona?, decía Yajirobe.
Claro, respondió Gokú.
Antes de hacer el inventario, tendrás que hacer la limpieza del lugar y ordenarlo todo, claro mientras ordenas iras inventariando, agregaba el hombre de barba, mientras entraba al lugar seguido del joven de cabello alborotado.
Sí, eso haré, dijo Gokú.
Por la limpieza se te dará un extra, acoto Yajirobe, haciendo una pausa para añadir, mientras posaba unas cajas que estaban en la parte trasera del lugar: Esas cajas tienes que colocarlas en otro lugar.
Sí, pronunció Gokú.
Una vez que este todo ordenado, te encargarás de recepcionar el nuevo material que estará llegando en la semana, ello tienes que verificarlo y confirmarme su llegada para adjuntar las cantidades de los productos al inventario, decía el hombre de barba.
Bien, respondió Gokú.
Una vez que este todo en orden te pasare la lista de la distribución a los ambientes de la empresa, añadió Yajirobe.
Perfecto, dijo Gokú.
Bueno, quedas en tu ambiente de trabajo, tienes una semana para concluir con la tarea, claro si no llegas a concluirla tendrás que terminarla en la siguiente semana, pero ya sabes que estamos midiendo tu rendimiento, agrego Yajirobe, luego de ello salió del lugar.
A empezar con el trabajo, dijo Gokú, mientras se acercaba a buscar dentro de los materiales de limpieza algo que le permitiera hacer la misma en el lugar.
Horas después:
El joven de cabello desordenado miraba el lugar, mientras pensaba: Al menos pude terminar con la limpieza, ya mañana empezare con el inventario.
Días después: "Francia"
Una bella pelinegra miraba a través de la ventana de la habitación hacia el exterior, mientras pensaba: Estudiar, estudiar me ayudará a dejar de pensar en todo lo que ha pasado, ¿ello servirá?, ¿o qué debo de hacer para evitar sentir este dolor?, ¿Qué debo de hacer?, ya llevo tres días fuera de mi país y no consigo aún calmar este dolor que siento, este dolor que me hace sentir tan tonta, porque no debería sentirme así, no debería, pero no puedo evitarlo, no puedo, no puedo.
El pensamiento de la bella jovencita fue interrumpida por el sonido de su celular.
¡Vegueta! pronunció Milk, tras tomar la llamada.
Te estoy esperando para cenar, escucho.
No tengo ganas de cenar, creo que aún no me acoplo al cambio de horario, pronunció la pelinegra.
Milk, debes de comer algo, no está bien que no quieras comer, desde que llegamos a las justas has probado bocado, escucho.
En verdad no tengo ganas de cenar, pronunció la pelinegra.
Está bien, no insistiré más, pero mañana si bajas a desayunar o me veré obligado a llevarte el desayuno a tu habitación y dártelo en la boca como si fueras una bebé, escucho.
Vegueta no será necesario, mañana bajaré, lo prometo, dijo Milk.
Al día siguiente: "Cafetín de un hotel"
Me alegra que estés aquí, decía Vegueta, mientras acercaba un asiento a una pelinegra.
¡Gracias! respondió Milk, mientras tomaba asiento.
Hoy iremos a conocer algunos lugares turísticos de Paris, ¿te parece?, pronunció Vegueta, al tiempo que tomaba asiento frente a la pelinegra.
Me parece bien, dijo Milk.
Y mañana me acompañas a mi curso, agrego el joven de cabello de flama.
¿A tu curso?, pronunció la pelinegra.
Sí, mañana inicia, si te parece interesante hablo con el encargado del mismo para que te permitan la inscripción, dijo Vegueta.
Bien, respondió Milk.
Milk, tienes que volver hacer la misma Milk de antes, dijo Vegueta.
No, esa Milk ya no quiero ser, pronunció la pelinegra con dolor en su voz.
¡Milk! dijo el joven cabello de flama, tomando una de las manos de la joven sobre la mesa.
Esa Milk ya no quiero ser, volvió a decir la pelinegra con voz entrecortada.
¿Por qué?, agrego Vegueta, a pesar que ya intuía la respuesta.
Porque esa Milk es una chica muy ingenua, y yo ya no quiero ser ello, además yo ya nos soy ..., decía la pelinegra quedándose callada al darse cuenta de lo que pensaba decir.
Milk, tu eres una niña encantadora, que nada te haga dudar de quien eres, tu ingenuidad es algo que te hace más bella persona, pues no hay malicia en ti, eres una niña pura, respondía Vegueta, mientras la pelinegra rompía en llanto, llamando la atención del joven de cabello de flama. ¿Qué sucede Milk?, ¿dije algo malo acaso?, agrego confundido el joven.
Yo, yo, traicione mis principios por culpa de Broly, decía Milk rompiendo en llanto.
¿Qué?, ¿acaso el infeliz ese te obligo a...?, pronunciaba Vegueta con rabia.
No, con él no, decía Milk con voz quebrada, mientras el joven de cabello de flama miraba a la pelinegra confundido.
Milk cálmate, ¿Qué te parece si desayunamos y luego lo platicamos?, respondió un impresionado Vegueta tratando de mantener la calma, mientras una pelinegra asentía, al tiempo que se secaba las lágrimas con la palma de su mano.
Japón:
Solo en cuatro días ordenaste todo, lo inventariaste y hasta creaste un programa para este ambiente, bien, bien muchacho, decía Yajirobe.
Me alegra saber que esté a gusto con mi desempeño, pronunció Gokú.
Sabes mucho de organización, ¿acaso tienes algún estudio universitario?, pregunto el hombre.
No, pero administro mi propio gimnasio, dijo Gokú.
¿Qué?, respondió confundido Yajirobe.
Me imagino lo que debe estar pensando, pero si estoy trabajando en otro lugar, es porque necesito un mayor ingreso del que percibo mensual en el mismo, ya que si bien mi gimnasio me genera mis ganancias estas no son las suficientes para algo que necesito hacer, agrego el joven de cabello alborotado.
Claro, dijo Yajirobe.
Mañana empezare con la distribución, pronunció Gokú, para cambiar el tema de conversación.
Sí, pero para ello antes de que te vayas te mostrare la empresa Ox, o mejor dicho una de las empresas Ox, dijo Yajirobe, sonriendo.
Me parece bien, he oído hablar de ella y sé que es muy grande y que se dedica a varios rubros, pronunció Gokú.
Así es, uno de ellos es este, el de la publicidad, este rubro lo maneja el ahijado del señor Ox, al menos por ahora, ya que la señorita Ox aún no ha querido involucrarse en el mismo, y menos se involucrará ahora, decía Yajirobe.
¿Qué?, pronunció el joven de cabello alborotado.
Por ahora el joven Ouji anda de viaje, y es el señor Ox quién está viniendo a ver el funcionamiento de la empresa por horas, el señor Ox es bastante exigente, por ello la distribución de los materiales los tienes que hacer a primera hora, antes de que él llegue, al menos en los ambientes principales de la empresa,..., decía Yajirobe mientras caminaba junto al joven de cabello alborotado hacia la salida del almacén.
Claro, respondió Gokú.
Francia:
Un par de jóvenes estaban parados junto a una pileta en un hermoso parque.
Soy una cualquiera, ¿verdad?, decía Milk, mientras rompía en llanto.
No, claro que no, tú solo te dejaste llevar por el dolor, y tu sed de venganza, respondió Vegueta, mientras se acercaba a abrazar a la pelinegra.
¿Te decepcione?, acotaba Milk, con voz entrecortada.
No, claro que no, tú sigues siendo una niña inocente, el hecho de que hayas tenido una experiencia de pareja no te hace una cualquiera, decía Vegueta mientras la abrazaba.
Pero ni conocía a ese joven, añadía la pelinegra.
Estabas cegada por el dolor, y ese joven pues aprovecho la situación, eres una niña muy bella, te estabas poniendo a su disposición, no puedo juzgar al insecto que te hizo mujer, dijo Vegueta con molestia.
Sí, ese joven no tuvo la culpa de nada, como te dije, fui yo quien lo sedujo, fui yo quién se lo propuso, es más él parecía no querer aprovecharse de la situación, pero yo me encargué de hacerle cambiar de opinión, yo solo pensaba en vengarme de Broly, en pagarle con la misma moneda lo que me hizo, yo solo pensaba en ello, yo quería restregarle en su cara que no era pura como él lo creía, pero no pude decírselo, no pude, ya que después de todo yo no soy como él, pronunció la pelinegra con voz entrecortada.
Así es hermanita, tú no eres como él, tú eres distinta, eres muy valiosa, no como ese infeliz que no vale nada, y el hecho de que ya no seas pura no será ninguna barrera para que puedas volver a amar y ser amada, porque quien te amé, te aceptara como eres, y aceptara tu pasado, porque será ello pasado, dijo Vegueta, dándole un beso en la frente a la pelinegra.
No se lo digas a papá, ¡por favor! si te lo platique es porque ya no podía más con lo que hice, y tú eres como mi hermano, siempre me has inspirado confianza, pronunció Milk.
No se lo diré, no te preocupes, será nuestro secreto, y tú también eres para mí como una hermana, dijo Vegueta, haciendo una pausa para agregar: Lo que si me preocupa es si ese día...
No quede embarazada, no te preocupes por ello, yo me hice una prueba días después, respondió Milk, rompiendo el abrazo.
¿De igual manera para estar completamente seguros te harás unos exámenes aquí?, esas pruebas podrían ser no muy certeras, dijo Vegueta.
Está bien, respondió Milk preocupada.
Bien vamos a un hospital para que te los realicen, dijo Vegueta, mientras la pelinegra asentía. Sea cual sea el resultado, no temas yo te apoyare, acoto el joven cabello de flama.
Tiempo después: "Hospital"
Un joven cabello de flama recibía un sobre, mientras una nerviosa pelinegra lo observaba.
Merci (Gracias), decía Vegueta, mientras una mujer de bata blanca asentía.
¿Qué dice?, pronunció la pelinegra, mientras el joven de cabello de flama observaba el resultado.
¡No estás embarazada!, si estuvo en lo cierto la prueba que te hiciste, dijo Vegueta, haciendo una pausa para agregar: Ahora que ya sabemos que nada va a cambiar en tu vida, vamos a disfrutar de este día y olvidémonos de todo lo pasado.
Sí, respondió Milk, al tiempo que pensaba: A pesar de saber que ese día no tuvo consecuencias, a partir de ese día mi vida cambio, pues ya no me siento la misma Milk de antes, pues ya no lo soy, ya no lo soy, esta Milk ya no será la misma Milk de antes, esa Milk soñadora, esa Milk confiada, esa Milk ya no volverá, ya no, ya no.
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