El fin de semana llegó y la fiesta organizada por el señor Ox se llevaba a cabo en los jardines de su gigantesca mansión.

Milk observaba con nostalgia el lugar lleno de jóvenes, pero solo varones, al tiempo que pensaba: ¿Qué pretende papá con una reunión en la que yo soy la única chica?

El pensamiento de la jovencita se vio interrumpido por la voz de su padre.

Hija, te presento a Jiren, él es el hijo de mi amigo, él que te envío aquel bello detalle, decía el señor Ox, mientras el joven se acercaba a la pelinegra a tomar su mano.

Eres más bella en persona, pronunció el joven, mientras besaba la mano de la joven.

¡Gracias! y en cuanto al...., agregaba la pelinegra.

La gargantilla de diamantes le encanto a mi hija, ¿no es así Milk?, decía el señor Ox.

Es un regalo muy lindo, pero..., pronunciaba la joven.

Jiren, luego sigues hablando con mi hija, ven hijo, te presento con otros jóvenes como tú, decía el señor Ox, haciendo una pausa para agregar mirando a la pelinegra con firmeza: Luego hablamos Milk.

Una vez que el señor Ox se retiró, la pelinegra se tornó pensativa, sin notar que desde lejos dos jóvenes ubicados en sentidos contrarios la observaban.

Si Broly viera a Milk con ese vestidito que lleva puesto, se arrepentiría de haberla rechazado, en un año se ha vuelto más mujer, pensaba Cell, mientras bebía una copa.

Broly sin duda fue un estúpido al seguirme el juego, como pudo arriesgar su futuro con una belleza como ella, por andar con una chica que hubiera tenido al momento que quisiera por unos cuantos billetes, en fin, él la perdió, y yo solo haré que ella este con la persona que siempre debió estar, ósea conmigo, además de fresita ya no tiene nada, sino no se hubiera puesto un vestido que muestre todos sus atributos, pensaba Hit, mientras observaba a la joven, que llevaba un vestido color coral, que delineaba perfectamente su figura.

Minutos después:

Milk escuchaba las presentaciones que le hacían unos apuestos jóvenes que se acercaron a ella con la finalidad de cortejarla, al tiempo que pensaba: Ninguno de ellos me hace sentir nada, ni con sus palabras, ni con su cercanía.

Cuando tengas tiempo, me gustaría llevarte a que conozcas la casa de campo de nuestra familia, decía un joven de cabello rubio.

La pelinegra no respondió nada, solo sonrió ante las palabras del joven.

Ya no asfixiemos tanto a Milk, dejémosla respirar un poco, decía un apuesto joven de cabello negro lacio hasta los hombros.

Sí es cierto, pero luego bailarás con nosotros, ¿verdad?, pronunciaba otro de los jóvenes.

Claro, dijo Milk.

Bueno hablemos un poco de negocios, ¿les parece?, agregaba el joven de cabello negro lacio.

Aprovechando que los jóvenes empezaron hablar entre ellos, la pelinegra se alejó de ellos rápidamente, hacia una de las mesas del lugar, en donde tomo asiento.

¡Gracias Diecisiete! de no ser por ti, no hubiera podido librarme de todos ellos, pensaba la pelinegra, sin darse cuenta que a la distancia un par de jóvenes no le quitaban la mirada desde que llegaron al lugar.

En tanto:

Ox, tu hija es más bella en persona, decía un hombre maduro.

Lo sé, respondió con orgullo el gigantesco hombre.

¿Y en verdad sigue en pie lo que me comentaste?, porque de ser así, ya sabes que mi hijo quedo encandilado con ella con solo verla en una foto, además nosotros tenemos tanto dinero como tu...., decía el hombre.

Lo sé amigo, lo sé, ¿y dónde anda tu hijo que no lo veo?, pensé que tras ver a mi hija en persona no se alejaría de ella, respondió el señor Ox.

Salió un rato, tuvo que contestar una llamada urgente, nos quedaron en dar una respuesta de un negocio que pensamos poner en el extranjero y Jiren está a cargo del mismo, pero ya debe estar por entrar, dijo el hombre, haciendo una pausa para acotar: Aún no has respondido a mi pregunta.

Sí, si sigue en pie lo que te dije, como ya lo sabes la finalidad de la fiesta es elegir a los candidatos a prometido de mi hija,...., respondía el señor Ox, mientras su amigo lo escuchaba con atención.

Minutos después

Mira allá esta tu hijo, pronunció el señor Ox.

Sí, es cierto, dijo el otro hombre, al tiempo que un grupo de hombres maduros se acercaban a estos.

El señor Ox realizo las presentaciones respectivas y empezaron entre ellos hablar de posibles negocios.

Mientras tanto:

Una pelinegra se ponía de pie, sin notar que alguien se acercaba a ella, y que un joven cabello de flama ingresaba al lugar donde se estaba llevando a cabo la fiesta.

¡Buenas noches Milk! hoy luces aún más hermosa, pronunció una voz, haciendo que la pelinegra gire su rostro ante la misma.

Hit, pronunció con molestia la pelinegra.

Sí, soy yo belleza, tu padre tuvo a bien considerarme para esta gran fiesta, en donde él elegirá a tu nuevo prometido, respondía el nombrado.

Yo no elegiré prometido hoy, no sé porque dices eso, y en cuanto a que mi padre te haya invitado, no sabía a quién había considerado para invitar, porque si él me hubiera dado la opción de elegir a los invitados a esta extraña fiesta, yo no te hubiera tenido en cuenta, dijo Milk con firmeza causando malestar en Hit.

¿Por qué dices eso Milk?, respondió el joven, tratando de sonar calmado.

No te hagas, bien sabes porque lo digo, dijo Milk con firmeza.

Pues no, no lo sé, contesto Hit con una sonrisa en su rostro, al tiempo que el joven cabello de flama llegaba junto a la pelinegra.

¡Hola linda! pronunció Vegueta, tras besar la mejilla de la pelinegra.

¡Vegueta! qué bueno que ya llegaste, respondió Milk, mientras el nombrado miraba al otro joven.

¡Hola Vegueta! a los tiempos que te veo, decía Hit, extendiendo su mano.

¡Hola! respondió con seriedad el joven cabello de flama, mientras tomaba la mano de Hit.

Escuche que estuviste en el extranjero, agrego Hit.

Así es, respondió con seriedad Vegueta.

¿Por estudios?, añadió Hit.

Sí, dijo el joven cabello de flama, haciendo una pausa para acotar, mirando a la pelinegra: Bailamos linda.

Claro, respondió Milk.

Luego bailas conmigo, dijo Hit, pero la pelinegra no le respondió nada.

Vegueta y Milk se alejaron de Hit, al tiempo que a este se acercaba otro joven, de vestimenta bastante elegante.

Me la gano, decía en tono quejumbroso el joven.

¿Qué?, pronunció Hit con molestia, posando su mirada en el dueño de la voz.

Venía a solicitarle una pieza, pero se me adelanto ese joven, y me parece que se tienen mucha confianza, añadía el joven.

Vegueta no es rival en esta fiesta, él es como un hermano para Milk, dijo con firmeza Hit.

Ah, sí, que bueno oír ello, respondió el otro joven, haciendo una pausa para agregar: Mi nombre es Jiren, ¿y el tuyo?

Hit, respondió con seriedad el nombrado.

¿A quién elegirá el señor Ox para candidato a prometido de su bella hija?, dijo Jiren.

También oíste ello, pronunció Hit.

Sí, el señor Ox le dijo a mi padre que esta fiesta era para encontrarle al candidato a prometido para su hija, solo 3 de nosotros tendremos el privilegio para cortejarla y tener así la posibilidad de ser elegido por ella, dijo Jiren, al tiempo que el señor Ox se acercaba al par de jóvenes.

En tanto:

En una modesta habitación un joven de cabello alborotado se encontraba sentado sobre el borde de una cama, mirando su celular mientras pensaba: En este momento debe estar en la fiesta que le organizo el señor Ox, ojalá que ella no se deje imponer ningún compromiso, ojalá que ella no lo permita, y elija a su prometido llevada por sus sentimientos.

Mansión Ox: "Jardines"

No se preocupen muchachos ahora mismo voy a hablar con mi hija, decía el gigantesco hombre.

¡Gracias señor Ox! respondió Hit.

Luego de ello el gigantesco hombre se alejó del par de jóvenes.

Ahora si podremos bailar con ella, pronunció Hit, mientras Jiren asentía, mientras observaba a la pelinegra.

En tanto:

Debiste decirle a mi padrino Milk, decía Vegueta.

Ya no tiene caso, ese mal momento quiero dejarlo atrás, eso sí, no sé cómo puede pensar que yo voy a creer en sus palabras, respondió Milk con firmeza.

Si, tienes razón, pronunció el joven cabello de flama, haciendo una pausa para añadir: Pero a pesar de ello creo que deberías decírselo a mi padrino, he escuchado que él piensa elegir a 3 jóvenes esta noche para que luchen por conquistar tu corazón.

¿Dónde escuchaste eso?, dijo Milk con amargura.

Lo escuche mientras me acercaba a ti, los pocos jóvenes que tu padre considero para esta fiesta lo saben, y hablaban de ello, agregó Vegueta, al tiempo que el gigantesco hombre se acercó a la pelinegra.

Hija, vamos a que bailes con tus invitados, decía el gigantesco hombre tomando del brazo a la pelinegra, haciendo una pausa para acotar, mirando al joven de cabello de flama: ¡Disculpa hijo, pero hay que atender a los invitados!

Pero padre, estoy bailando con Vegueta, respondía Milk, mientras el joven cabello de flama la miraba con nostalgia, mientras era llevada de su brazo por su padre.

Hija, Vegueta es de la familia, en cambio el resto de jóvenes no, además la idea es que trates a otros jóvenes, dijo el señor Ox.

Solo ello, tratarlos, ¿o esta fiesta fue planificada con otra finalidad?, pronunció con firmeza la pelinegra mientras caminaba junto a su padre.

¿Qué?, respondió el señor Ox.

Dime la verdad papá, ¿Cuál es la finalidad de esta fiesta tan íntima?, agrego la pelinegra con cierta ironía.

Milk, nunca pensé oírte hablarme así, dijo el señor Ox.

Es que escuche algunos comentarios que no son de mi agrado, contesto la pelinegra.

¿Qué comentarios?, acotó el gigantesco hombre.

Que me quieres buscar prometido entre los asistentes a esta fiesta, pronunció Milk con molestia.

Hija, eso suena a imposición, y yo nunca te impuesto nada, ¿no?, dijo el señor Ox con firmeza, deteniendo su andar.

Lo sé, pero ello es lo que escuche, y por ello me sorprendió los comentarios, respondió Milk, tratando de sonar calmada.

Vamos al despacho, dijo el señor Ox.

Bien, contesto la pelinegra.

Minutos después:

Voy hacer directo Milk, aunque ya te he comentado la finalidad de esta fiesta, te lo volveré a decir, como ya sabes la finalidad de esta fiesta es de que empieces a tratar a otros jóvenes, de nuestra clase por supuesto, por ello como ya sabes aquí solo esta lo selecto de lo selecto de nuestra sociedad, ya que tú, la hija del hombre más multimillonario de Japón, solo puede relacionarse tanto en lo amical como en lo sentimental con personas de este nivel,..., decía el señor Ox, mientras la pelinegra escuchaba con nostalgia las palabras de su padre.

Casa Son: "Habitación de Gokú"

Amigo, gracias por escucharme, decía un apuesto jovencito de cabello alborotado.

No hay nada que agradecer, eres mi amigo, escucho.

Krilín, ¿crees que el señor Ox la obligue a comprometerse?, decía Gokú.

No lo sé amigo, no he tratado mucho al señor Ox, las pocas veces que he cruzado palabra con él, he notado que es una persona muy segura y firme en lo que quiere, por ello es un magnate, ¿no?, y en cuanto a su bella hija, pues tampoco he tenido la dicha de tratarla, sola la vi en algunas oportunidades cuando iba ella a la empresa de su padre, eso sí, quienes han tratado más a ambos dicen que él señor Ox si bien es una persona justa, también es bastante prejuicioso, por ello su hija siempre lo ha complacido en todo así ella no esté de acuerdo muchas veces con el pensamiento de su padre, creo que alguna vez te lo dije, escucho.

Sí, es cierto, decía con nostalgia Gokú.

Mansión Ox: "Despacho"

Y es por ello que realice la fiesta, decía el señor Ox.

Entonces después de todo si son ciertos los rumores, pronunció Milk.

Hija, solo quiero lo mejor para ti, y ello está entre estos jóvenes que vinieron a la fiesta, acotaba el gigantesco hombre.

¿Y el amor?, dijo la pelinegra.

Pues se irá dando conforme los empieces a tratar, yo como ya te dije, elegiré a tres jóvenes, o si te parece más justo haremos la elección juntos,..., pronunció el señor Ox.

La pelinegra escuchaba las palabras de su padre, al tiempo que a su cabeza venían las palabras del joven de cabello alborotado.

Solo quiero que no vayas a tomar alguna decisión que no desees, yo considero que para que elijas a alguien al menos debería de tratarlo por algún tiempo, así sea un solo día, pero completo.

Milk, me escuchas, decía el señor Ox.

Me distraje un poco padre, pero si te escuchaba a pesar de ello, respondió Milk.

Bueno, entonces dime, ¿Qué te parece mi propuesta?, añadió el gigantesco hombre.

Justa, pero para que lo sea aún más me gustaría que me permitieras agregar en la lista de las personas que me cortejaran a alguien más, dijo Milk.

¿A alguien más?, pronunció confundido el gigantesco hombre.

Sí, esa es la condición para que yo acepte a tus tres candidatos a futuro prometido, respondió Milk con firmeza.

¿A quién?, dijo el señor Ox, con cierta molestia, pues, aunque se negaba a creerlo, era el único nombre que se le venía a la cabeza.

A Gokú Son, respondió Milk con firmeza.

Pero él no es de nuestra clase social, dijo el gigantesco hombre con firmeza.

Lo sé, pero él me hablo de sus sentimientos, y me ha pedido una oportunidad para conquistarme, respondió Milk con calma.

Muchacho irrespetuoso, lo despediré, si mañana mismo lo despediré, pronunció el señor Ox.

Mañana es domingo padre, dijo Milk, tratando de evitar reír ante lo que su padre dijo en su rabia.

Sí, es cierto, el lunes lo haré entonces, acoto el hombre.

Padre, no lo hagas, él solo trabajara hasta fin de mes, ya me lo dijo, y aún lo necesitamos, ¿no?, tú mismo me lo dijiste, además el hecho de que le dé la oportunidad de tratarme no significa que me casaré con él, yo después de lo de Broly, si vuelvo a considerar tener una relación y una nueva boda, será porque la persona que este conmigo me demuestre que me ama de verdad, añadió Milk.

Pero él no es de nuestra clase hija, decía el gigantesco hombre.

Papá, mi condición para poder aceptar a tus otros tres candidatos a prometidos es que permitas que Gokú me trate como admirador, aunque sea un solo día, respondió la pelinegra.

Un solo día, decía el gigantesco hombre.

Sí, él solo contara con un día para conquistarme, en cambio los demás con algunas semanas, eso sí, al final tu respetaras la decisión que tome, pronunció Milk.

Bien, acepto esa condición, pero yo pongo otra o más bien otras, respondió el señor Ox, mientras pensaba: En un solo día, él no podrá conquistar el corazón de mi hija, además si ella me está imponiendo a él en la lucha por su amor, lo justo es que de los tres de que faltan elegir uno más lo elija ella y dos yo, además creo que lo mejor sería que la lucha sea por ser su novio, no prometido, si, ello es lo mejor, ya que un noviazgo le permitirá conocer mucho mejor al elegido.

¿Cuáles?, dijo Milk con calma.

Los candidatos elegidos a tu futuro prometido los elegiremos hoy mismo, como ya propusiste a un candidato solo tendrás opción a elegir a otro más, los otros dos lo elegiré yo, pronunciaba el señor Ox.

Me parece bien, igualdad de elección de candidatos a prometidos para los dos, dijo la pelinegra.

Así es, contesto el gigantesco hombre, haciendo una pausa para agregar: A los candidatos restantes los elegiremos hoy mismo, y se les comunicará su elección mañana a primera hora, así ellos podrán empezar a luchar por tu amor desde mañana mismo, así mismo, el que resulte elegido, antes de darlo a conocer como tu prometido en nuestra sociedad, tiene que tener una fase de noviazgo contigo, ello les permitirá conocerse aún más y asegurarnos de que sea el indicado, y así no repetir el error pasado, añadió el señor Ox.

Estoy de acuerdo con ello, contesto Milk.

En cuanto al chiquillo ese no volverá a trabajar en tu empresa, lo hará junto a mi hasta que termine el mes..., pronunciaba el señor Ox.

Ello no es justo padre, dijo Milk con firmeza

Claro que lo es, él no puede seguir a tu lado, respondió el señor Ox.

Padre, solo generaras habladurías en la empresa si lo trasladas de un momento a otro, además él es mi trabajador no tuyo, y yo aún necesito de su apoyo en la empresa, acotaba la pelinegra.

Sí, es cierto, pero..., decía el señor Ox.

Padre, yo hablare con él acerca de esto, él al igual que los demás tendrán su momento para luchar por mi amor, yo sé que él sabrá esperar el momento que le corresponda para demostrarme que puede ser capaz de ganarse la oportunidad de convertirse en mi novio y futuro prometido, y así poder tener mayor tiempo para terminar de conquistarme, respondió Milk.

Bien, hazlo, habla con él, no sacaré de tu oficina, eso sí, te voy a pedir que respetes a los candidatos que elija para ti sin cuestionamientos, dijo el señor Ox.

Así será padre, pero antes déjame hablarte de una persona que debería estar en esta fiesta..., respondía Milk.

Sin cuestionamientos Milk, hoy tenemos en casa a los futuros magnates de Japón, ya que ellos heredaran la fortuna de sus padres como tu heredaras la mía, yo ya tengo en mente a mis dos candidatos, tú ya ve pensando en el que te resta, aunque todos son un millón de veces mejor que el cupo que has desperdiciado en Son, pronunció el señor Ox, haciendo una pausa para agregar: Volvamos a la fiesta.

Tiempo después:

Milk miraba a los jóvenes presentes en el lugar mientras pensaba: ¿A quién debo elegir?, ¿a quién?