Una pelinegra colocaba unas flores en un jarrón, mientras pensaba: Son sencillas pero hermosas, por ello me gustan tanto, además la frescura que transmiten me hacen sentir libre, si libre.

El pensamiento de la pelinegra se vio interrumpido por el sonido de la puerta de su habitación.

Toc toc toc

Adelante, dijo Milk.

Tras algunos segundos la puerta se abrió y por la misma entro su gigantesco padre.

Hija, te estaba esperando, pronunciaba un gigantesco hombre.

¿Para qué padre?, respondió la pelinegra.

Te traigo un presente, dijo el señor Ox, entregándole una cajita a la joven, al tiempo que su mirada se posaba en el jarrón donde estaban las flores que el joven de cabello alborotado le había dado.

¡Gracias papá! pero no comprendo no es mi cumpleaños, contesto Milk.

No te lo compre yo hija, te lo envía el hijo de un amigo, el cual por cierto está ansioso de conocerte personalmente..., decía el gigantesco hombre sin dejar de quitarle la mirada a las flores.

No debiste aceptarlo padre, pronunció Milk, tras ver lo que había en la caja.

¿Por qué?, es su manera de cortejarte hija, el hijo de mi amigo ha visto tu foto en mi oficina cuando fue con su padre y ha quedado prendado de tu belleza, como todos los que la ven, claro..., decía el señor Ox.

Papá, no me gusta recibir regalos de este tipo, lo sabes, si alguna vez recibí algo similar a alguien que no seas tú fue a Vegueta, pues es como mi hermano; o a Broly, pero cuando fue mi prometido; antes no, aunque a este le devolví todos sus presentes cuando lo nuestro termino, agrego con amargura Milk.

Lo sé hija, lo sé, pero como podía rechazar su voluntad, eso sí le dije que mejor hasta que no sea tu novio te corteje con flores, ya que estás te encantan, y hablando de ello, ¿de dónde sacaste estás flores?, nunca las he visto a la venta en las florerías, añadió el señor Ox.

Me las regalaron, dijo la pelinegra con calma, mientras pensaba: Es cierto no se venden en las florerías de nuestro círculo social, sin embargo, es maravilloso que en otras florerías si las vendan, pues son hermosas.

Pues no es el típico regalo que jóvenes de nuestra clase social harían, ¿no?, de hecho, si te regalarían flores serían Orquídeas, Tulipanes o Rosas, pero flores silvestres, pronunció el gigantesco hombre.

Sí, es cierto, pero estás son mis favoritas, y también eran las favoritas de mamá, por ello le gustaba tanto que vayamos al campo, pues allí era el único lugar donde podía conseguirlas, por ello aprecio mucho este presente y por lo mismo me las traje de mi oficina para la casa, dijo Milk, haciendo una pausa para agregar: Las flores silvestres me recuerdan aquellos días junto a mamá, en el campo, junto a la laguna, además transmiten mucha tranquilidad y son hermosas también, ¿no lo crees?

Tu madre amaba la naturaleza, y tú le heredaste ello a ella, respondió el señor Ox, haciendo una pausa para acotar con cierta inquietud: ¿Quién te las dio hija?

¿Qué?, pronunció la pelinegra.

¿Quién te las envío?, volvió a decir el señor Ox.

Nadie me las envío, Gokú las llevo para decorar la oficina, y como me gustaron yo se las pedí, y él me las regalo, dijo Milk con la mayor calma posible, para así evitar alguna sospecha de su padre, aunque ello fue inevitable, pues este ya conocía los sentimientos del joven hacia su hija.

Las llevo a la oficina, pronunció el señor Ox con ironía.

Sí, y yo le pedí que me las regalará, dijo Milk, mientras pensaba: No puedo decirle que me las trajo para mí, pues si solo al saber que se las pedí está furioso, no quiero ni imaginar cómo se pondría si supiera la verdad.

Claro, y el gustoso te las dio, ¿verdad?, respondió con molestia el gigantesco hombre, haciendo una pausa para agregar: Ese muchachito es un terco.

¿Qué?, dijo Milk.

Mira hija no debería de decirte esto, pero de hecho tú ya lo has notado, pues eres muy inteligente,..., pronunciaba el señor Ox.

No comprendo, dijo Milk.

A él le gustas, me lo ha dicho abiertamente, respondió el señor Ox, dejando sorprendida a la pelinegra, al tiempo que agregaba algo que hizo que la pelinegra sienta un profundo dolor en su corazón: Y si no lo despedido aún, es porque yo confío en ti, y sé que tú no le vas a dar esperanzas, además lo necesitamos en la empresa pues aún nos faltan concretar algunos negocios, y los empresarios piden que el trato se haga con él ya que con él iniciaron las negociaciones, pero en cuanto estos negocios se cierren le pediré que presente su carta de renuncia.

Tal como lo pensé, algo entre él y yo es muy difícil, así él diga que no lo es, no es así, y no solo por mis temores, sino también por mi padre, pensaba la pelinegra.

Milk, creo que lo mejor es que estos días que restan para la fiesta te quedes en casa, yo también haré lo mismo, tenemos tanto que preparar para este día, escucho.

¿Qué?, dijo Milk.

Que no irás a la empresa, llamare a ese muchacho irrespetuoso para decirle que se haga cargo de todo estos días, pronunció el señor Ox.

En tanto: "Gimnasio Son"

Cuatro jóvenes platicaban mientras realizaban la limpieza de un ambiente.

¡Gracias por el apoyo amigos! decía Gokú.

No hay nada que agradecer, para eso estamos, además tu nos tienes que contar algo, decía Ten.

Si, cierto, traes una carita de felicidad, acotaba Piccolo.

No me digas que al fin lograste que la hija del señor Ox..., decía Krilín intrigado.

Aún no he logrado nada concreto con ella, pero si pudimos hablar con mayor calma, le hable de mis sentimientos, despeje las dudas que tenía, y le pedí que me dé una oportunidad, y ella me dijo que lo pensaría, contesto Gokú.

Pues ¡felicidades amigo! dijeron Piccolo y Ten.

¿En verdad lo pensará?, pronunció sorprendido el calvo.

Sí, eso me dijo, respondió Gokú.

Pues espero que no se deje llevar por sus prejuicios amigo, sino por los sentimientos que tú debes haber despertado en ella con tus acciones y con tu físico, dijo Krilín sonriendo.

Al día siguiente: "Empresa Ox - Oficina de Milk"

Hasta el lunes de la próxima semana, decía Gokú con nostalgia, mientras contestaba el teléfono de la oficina.

Si muchacho, si, por ello te encargo su empresa, escucho.

Pero, ¿por qué no vendrá?, ¿está enferma?, agrego el joven de cabello alborotado en tono preocupado.

No, claro que no, mi hija no asistirá porque está organizando la fiesta en la que conocerá a su futuro prometido, escucho Gokú.

¿Pro...me...ti...do?, balbuceo el apuesto joven.

Sí, alguien de nuestra clase, que cuente con tanto dinero como nosotros, en fin, ya sabes ocúpate de todo, fue lo último que estucho Gokú.

No, no, ella no puede comprometerse con alguien sin amor, bueno, tal vez a mí no me ame tampoco, pero me ha tratado más que a cualquiera que vaya a esa fiesta de ello estoy seguro. ¿Qué hago?, necesito hablar con ella, pero no tengo su número de celular privado y el celular de la oficina lo dejo aquí, pensaba el joven de cabello alborotado, mirando a este que estaba sobre el escritorio de la pelinegra.

Minutos después:

Marón, si, ella me puede ayudar, si eso haré, en cuanto me desocupe le marco, para decirle que iré a verla y así pedirle el favor de que me ayude a contactarla, pensaba Gokú.

Horas después:

Un par de jóvenes se encontraban en el pasillo de un lujoso edificio.

¿Qué haces aquí?, dijo uno de ellos furioso, tras haber salido de uno de los departamentos que se encontraban en el mismo.

Ya que no contestabas mis llamadas, vine a recordarte que solo faltan un par de semanas, pronunció el otro.

Ya deja de molestar Hit, ya te dije que Milk volverá conmigo, respondió Broly con firmeza.

Pues ver para creer, ni siquiera estarás en la fiesta del sábado, contesto Hit, haciendo una pausa para agregar: Se rumorea que su padre le elegirá novio ese día.

No lo creo, el señor Ox, nunca le impondría a alguien a su hija, tal vez organizo la fiestecita esa para que ella empiece a tratar a otros jóvenes, pero que ese día ella lo termine con novio, no es cierto, dijo Broly con firmeza.

Pues es lo que escuche, pero ello es bueno, ¿no?, pronunció Hit.

¡Bueno! dijo con molestia Broly.

Claro ello nos confirma que el haraposo ese que uso para librarse de ti no es nada de ella, contesto Hit.

Sí, es cierto, pensó Broly.

Bueno, es todo lo que venía a decirte, ¡ah! algo más, pronto te haré llegar la invitación de mi boda, dijo Hit.

¿Qué?, respondió Broly.

Con Milk por supuesto, dijo Hit, echando a reír, continuando su camino.

Estúpido, ella jamás te hará caso, pronunció Broly.

En tanto:

Fuera de un lujoso edificio un modesto auto estaba estacionado, al tiempo que al mismo se acercaba una joven.

¡Hermoso! me tomo por sorpresa tu llamada, decía Marón, mientras abordaba el auto del joven de cabello alborotado.

Necesito de tu ayuda, pronunció Gokú.

Claro, dime, ¿en qué puedo ayudarte?, agregó la joven.

Pues verás...., decía Gokú poniéndole al tanto a la peliazul de todo lo que el señor Ox le dijo, y de todo lo que había acontecido tras el día en que ella provoco los celos de la pelinegra.

Minutos después:

Era de esperarse, dijo Marón con calma.

¿Qué?, pronunció el joven de cabello alborotado que tenía la mirada entristecida.

Que ya imaginaba esa reacción de parte del señor Ox, lo que si no me imagine es que tú te atrevieras a hablarle de tus sentimientos también a él, agrego la peliazul.

Es que yo quería demostrarle a mi princesa que mis sentimientos son sinceros, además fue una especie de prueba que me puso el joven Ouji para que me dé su apoyo, respondió Gokú.

Vegueta, ¿también sabe de tus sentimientos hacia Milk? pronunció Marón.

Sí, aunque no se sorprendió, él ya lo intuía, claro al igual que todos los que lo conocen, me dijo que ella era un imposible para mí, sin embargo, yo termine convenciéndolo de que nadie podría amarla más que yo, y él me dijo que, si el señor Ox me aceptaba, él también lo haría, pero él señor Ox como ya te comente no me acepto, él simplemente ignoro mis sentimientos, y me dijo que no los vuelva a mencionar, y que me dedique a trabajar, añadió el joven de cabello alborotado.

Esa respuesta era de esperarse Gokusito hermoso, Milk es su única hija, su heredera, la heredera de toda su fortuna..., decía Marón.

Pero yo no quiero su fortuna, yo solo la quiero a ella, pero él no quiere entender mis sentimientos, ni siquiera me permite luchar por el amor de su hija, ya de ella dependerá si me elige sobre todos esos jóvenes ricos que conocerá en la fiesta que su padre le está organizando, contesto Gokú en tono celoso.

Pues ningún chico rico que asista a esa fiesta es físicamente más apuesto que tú, además tú eres un ser que transmite tanta calidez, que creo que Milk, te preferiría a ti sobre cualquier hijo de magnate si su padre te permitiera que luches con ellos por su amor, pero como ya lo intuía el señor Ox no iba a darte la posibilidad de que luches por el amor de su hija, sin embargo, de Milk dependerá finalmente la decisión, ella es mayor de edad ya, por lo tanto, puede tomar sus propias decisiones, así estas no concuerden con las de su padre, lo malo es que Milk, a pesar de ser ya mayor de edad, no le gusta contradecirlo, pero el amor puede darle el valor de al menos una vez en su vida contradecir a su padre, respondió Marón.

Yo también espero ello, porque yo siento que yo para ella no le soy indiferente, dijo Gokú.

Por supuesto que no le eres indiferente, sino no hubiera reaccionado así ante mis coqueteos para contigo, pronunció la peliazul sonriendo, haciendo una pausa para añadir: Ahora yo te contacto con ella para que le digas lo que le quieras decir

Tras algunos segundos escucho: Marón.

Sí Milk, soy yo, te paso con alguien que quiere hablar contigo, decía la peliazul, entregándole el celular al joven de cabello desordenado.

Princesita bella, ¿Cómo estás?,..., decía Gokú, viéndose interrumpido por la voz de la pelinegra.

Esta Marón junto a ti, escucho.

Sí, estamos en mi auto, no tengo tu número personal, dejaste el celular de la oficina en ella, y llamarte a tu casa no pareció correcto, pues tu padre podía contestar el teléfono, por ello le pedí que ella me ayudara a contactarte..., añadía Gokú.

Por lo visto ya le platicaste a ella de tus intenciones para conmigo y de la respuesta que te di, escucho.

Sí, es que estaba desesperado, además Marón ya conocía mis sentimientos,..., decía el joven de cabello alborotado, mientras la peliazul lo observaba.

Es un gran chico, aparte de bello, ojalá Milk venza sus prejuicios y le dé esa oportunidad que él busca para ganarse su corazón por completo, pensaba la peliazul.

Minutos después:

Solo quiero que no vayas a tomar alguna decisión que no desees, yo considero que para que elijas a alguien al menos debería de tratarlo por algún tiempo, así sea un solo día, pero completo, añadía el joven de cabello alborotado.

Un solo día, pero completo, escucho.

Sí, si tú me dieras un día completo para demostrarte que yo soy el indicado para ti, lo aprovecharía al máximo, dijo Gokú, mientras la peliazul sonreía.

Sin duda esta perdidamente enamorado de ella, y me hace tener envidia, pero de la sana, espero algún día encontrar a alguien que me ame tanto como él ama a Milk, pensaba Marón, mientras escuchaba a su amigo hablar por su celular con su amiga.

Bueno, ya veremos, tengo que colgar, mi padre me está llamando, escucho el joven de cabello alborotado.

Bien, hasta el lunes princesita, y no te olvides de pensar en mi respuesta, dijo Gokú.

Hasta el lunes, y, no, no me olvido de ello, es más aprovechare el fin de semana para pensar, escucho.

¿Qué te dijo?, pronunció Marón.

Qué no sé piensa comprometer en la fiesta, pero que tampoco puede oponerse a asistir a ella, además me dijo que aprovechará el fin de semana para pensar si me da una oportunidad para conquistar su corazón, respondió Gokú, con una amplia sonrisa en su rostro.

Pues me alegra que Milk, este considerando tu propuesta, dijo la peliazul.

Sí, su respuesta me da mucha esperanza, de que me dé, aunque sea un solo día para demostrarle que yo la puedo hacer inmensamente feliz, contesto Gokú.

Mansión Ox: "Habitación de Milk"

Una pelinegra caminaba hacia la puerta de su habitación, con la mirada meditabunda, mientras pensaba: No pude regañarte esta vez cuando me llamaste princesita, no pude hacerlo, pues me gusto, me gustó mucho, en realidad a pesar de la incomodidad que me has hecho sentir con tu comportamiento tengo que aceptar, que tus actitudes conmigo me gustan, pero hoy tu voz la sentí más cálida, tal se deba a que ya no tengo temor al amor, y solo me estoy dejando cortejar por ti, sin importarme nuestras diferencias sociales.

Milk, salió de su habitación y se encontró con su padre, quien la esperaba para que vaya con él ver como estaba quedando todo para la fiesta.

2 horas después: "Café"

Un par de jóvenes platicaban mientras bebían sus deliciosas tazas de café.

Pues no he recibido ninguna invitación, decía una peliazul.

Lo supuse, pronunció un joven cabello de flama.

¿Qué está pasando Vegueta?, contesto Bulma.

Creo que mi padrino está organizando una fiesta donde la única mujer será Milk, para imponerle un compromiso, dijo el joven cabello de flama, con la mayor calma posible.

Pero, ¿por qué haría algo así el señor Ox?, él siempre ha respetado las decisiones de Milk, agrego la peliazul.

Si, ello es cierto, pero las respetaba porque estás eran justo las que él esperaba, pero creo que él ahora intuye que ella no tomara una decisión que le agrade, por ello ha planificado esa fiesta, fiesta en la que, si bien me considero, solo hizo por cortesía, pero no porque me tenga en sus planes para prometido de Milk, ya que yo estoy comprometido, en cambio los otros 9 jóvenes que asistirán, no, dijo Vegueta con firmeza.

¿Y por qué crees que él señor Ox haya planificado algo así?, respondió la peliazul.

Porque de seguro Son le hablo de sus sentimientos, agrego el joven cabello de flama.

Minutos después:

¿Qué piensas hacer?, pronunció Bulma.

Estar junto a Milk como siempre, dijo Vegueta.

La peliazul sonrió ante la respuesta de su novio, quien tomo sus manos para depositar en las mismas unos besos.