cap. 18. ahora estaremos unidos.
En el capítulo anterior se vio que el juez era ahijado tanto del cardenal Luis y de Daniela, el sabía que Darién estaba en San Luis bajo ordenes de encontrar pistas, había ordenado la libertad de Darién, Diana estaba furiosa porque en el juicio de Julieta ella había aceptado la participación y que la mitad del dinero era de Daniela y que Antonio había sobornado para quedarse con todo, eso no quería, Darién salió de la cárcel pero en el camino se encontró con Fernando y Luis quienes reconocieron a los hombres de Darién que eran los que los habían atacado, aparte ellos escucharon la identidad de Darién ( artillano), hubo un intercambio de espadas, quedando muertos Luis y Fernando, Darién estaba herido de la pierna y del hombro, sus mismos hombres lo llevaron a la casa de Daniela, quien al verlo se asustó mucho, Yaten se fue a buscar al cardenal, guardias encontraron a Luis y Fernando casi moribundos, los llevaron a curar ahí mencionaron que había sido el artillano, Kaname lo supo y tomó en caso, Luis y Fernando murieron, Kaname fue a la casa de Daniela a saber que había pasado, ahí supo que Darién solo se defendió y que estaba siendo cuidado por Serena, ya el doctor se había ido y había dado indicaciones de que no hiciera esfuerzo.
- N: en el cuarto de Darién estaba Serena cambiándole la toalla húmeda que tenía en la cabeza, estaba casi desnudo, solo lo cubria una sabana su entrepierna, ya que no debía cubrir la herida de la pierna.
- Serena: todo esto es por mi culpa, amor por favor reacciona.
-N: Darién aún adolorido empezó a reaccionar.
- Darién: mmm mmm cisne nunca digas eso, tu no tienes la culpa.
- N: Serena lo vio, se emocionó mucho y lo abrazo, no le importa estar tan pegada a su pecho desnudo..
- Serena: mi amor, reaccionaste tuve mucho miedo de perderte.
- Darién: nunca me perderás, te prometo siempre volver a tu lado, pase lo que pase, estaremos juntos, que bien se siente tenerte así.
- Serena: lo siento no debi, estas mal herido, estoy cuidandote, iré a avisar a tu mamá.
- Darién: aún no te vayas quiero estar así un poco más, no quiero separarme de ti.
-N: Serena nerviosa por estar asi, estaba sonrojada, Darién se acercó buscando los labios, hablándole al oído susurrandole " No me importa estar así, ardo en deseos por ti" sus labios pasaron suavemente de su oído pasando por la mejilla hasta llegar a los labios, besandola con deseo, ella correspondió el beso, iba subiendo poco a poco de tono, hasta que la puerta se abrió y se separaron aún sintiendo el calor, era el cardenal junto con Daniela.
- cardenal: bendito Dios que ya reaccionaste venia a preguntar a Serena como seguias, pero te veo bien, hija necesitas descansar, no te vayas a enfermar estas muy roja.
- Serena: verdad que si que Dios nos hizo el milagro, no se preocupe cardenal estoy bien, es solo que no he dormido bien pero me repondré rápido.
- doña Daniela: es que todo que ha pasado te ha tenido con los nervios, pero roguemos en Dios que ya acabe, se acaba de ir Kaname.
- Darién: pobre mi sirena que ha sufrido por mi culpa, sus cuidados me han curado, y la herida esta mucho mejor, que dijo Kaname.
- doña Daniela: Kaname dice que el llevará a los cuerpos a San Luis a entregarlos a sus familiares, explicando que sufrieron un asalto y no pudieron salvarlos.
- Serena: a ver si don Sabio cree esa explicación.
- cardenal: lo tendrá que creer hija, porque un juez de tribunal lo va a decir, Kaname es muy convincente en ese sentido, m dijo que por lo que estas lastimado esperará un poco por las demás pruebas, porque a el también le están exigiendo algún avance.
- Darién: si entiendo, no te preocupes padrino, con los cuidados de mi sirena y de mi madre me tendrán de pie pronto.
- cardenal: eso espero hijo, mañana vendrá Kaname antes que se vaya a San Luis te tiene que entregar un documento para iniciar un juicio contra Diana por el dinero que don Antonio le quito a tu padre, y lo más probable que ella tenga que entregar la mitad de los bienes.
- doña Daniela: otra vez se juicio y estar frente a esa muchachita, y que se ha sabido de Julieta.
- cardenal: por el momento esta en juicio, aun no le han dictado sentencia, pero lo más probable que sea llevada a la cárcel por cómplice de Antonio.
- Darién: y Diana ¿que ha hecho?, a ver si no hará algún problema.
- Doña Daniela: pues según Kaname solo esta pagando el abogado pero en los juicios no ha llegado, esperemos que no.
- Serena: en algún sentido me siento culpable, si desde un principio le hubiera dado su dinero, tu no estarías así, ella no te hubiera amenazado y doña Julieta no estuviera en la cárcel.
- Darién: nunca digas eso, no me arrepentirá de defender a mi mujer.
- doña Daniela: nunca repitas eso, eres la vida entera de mi hijo, y eres la hija que Dios no me dio, así que cuando todo esto termine nos iremos de regreso a san Luis planearemos la boda porque ya los quiero juntos, y me den muchos nietos.
- N: Darién y Serena se vieron y se sonrojaron, el cardenal y doña Daniela solo se rieron con las caras que hicieron, en otro lado en la casa de Diana, estaba molesta ya que el licenciado le estaba informando sobre lo que pasaba con doña Julieta y de su dinero.
- Diana: no es posible que aún no la haya sacado.
- licenciado: es que el caso de doña Julieta esta complicado, ya que las pruebas que se presentó fueron contra ella, y la llevarán a un juicio, aparte su dinero tiene que entregar la mitad a doña Daniela.
- Diana: pero porque.
- licenciado: si en el juicio su tía sale culpable, al ser demostrado que don Antonio mando a matar a su hermano para apoderarse de su dinero, en ese momento condenan a su tía y se demostrara que el dinero no es del todo suyo, tendrá que entregar lo que le corresponde a su tía Daniela, le estoy diciendo lo que puede suceder, solo para que este preparada.
- Diana: no es posible que esto me pase, apenas pude quitarle el dinero a la fursia, pensé que al acusar a Darién se arrepentiria de su desprecio pero no fue así, la escogió a ella, retirese, haga lo posible por sacar a mi tía e impedir que pierda mi dinero.
- licenciado: haré lo posible, aunque no aseguró nada.
- N: el licenciado se despidió de Diana y ella furiosa quedó hablando y pensando que iba hacer para cobrar venganza contra Serena. En San Luis estaba Seiya intranquilo, era constante los problemas con Lina, quien su embarazo estaba avanzado.
- Lina: enserio sigues pensando en ella, soy tu esposa madre de tu hijo, ella se fue con ese hombre y aún no regresan.
- Seiya: callate Lina, se que eres mi esposa, pero no te amo, amo a Serena, eso que te quede claro.
- Lina: no puede ser, que seas tan descarado.
- N: Lina se retiró de la carpintería molesta, doña Mónica vio todo, siguió a Lina le ayudó a que se acostara.
- Lina: Mónica porque tu hijo es así conmigo, he demostrado de diferente manera que lo amo, pero siempre está la sombra de Serena, solo si ella desaparece yo estaré tranquila.
- doña Mónica: no digas eso, Seiya no te dejara, Serena no se interpondrá entre ustedes ya lo veras, aparte ese joven Darién se ve interesado en ella, llegará un momento que Seiya entienda.
- Lina: ¿cuando sucederá eso?, poco a poco ya perdí las esperanzas, de Serena no espero nada, le gusta llamar la atención, ahí está don Sabio también está obsesionado con ella, por su culpa Seiya y Samuel estuvieron apuntó de morir y que regresa como si nada para arrebatarme mi tranquilidad.
- doña Mónica : como veo que no te haré cambiar, mejor te dejó sola.
- N: Mónica salió del cuarto de Lina, se fue a la cocina a preparar la cena. En la casa de don Sabio, el estaba con Diamante.
- Diamante: alguna novedad sobre Luis y Fernando.
- Sabio: ningúna, ya debieron haberme mandado algo, a estas alturas debieron a ver terminado el juicio, no soporto no saber nada, casi diario voy a pedir informes con Kenji pero esta igual que yo, el carpintero también hace lo mismo que yo, tiene un carácter muy fuerte, brioso me recuerda tanto a mi cuando tenía esa edad.
- Diamante: eso ya lo había notado, no será que puede ser un bastado tuyo, no mal recuerdo que me dijiste que tomaste a la fuerza a Mónica cuando antes de casarse con su difunto esposo.
-Sabio: lo recuerdo, también se que después de que la tome ella regreso con Taiji ya casada, tu crees que el carpintero puede ser mi único hijo varón.
- Diamante : todo puede ser, puedes presionar a Mónica, que no hay duda de que guapa sigue siendo, y su es tu hijo que vas a ser.
- Sabio : no niego sigue siendo guapa, ha sido de las pocas mujeres que han logrado satisfacerme, exigere que me digan la verdad.
- Diamante: daré cuenta si ese muchacho sale siendo cierto tendrás un sucesor de sangre no que la corona lo ponga al morir tu, ya vez tu hija Beryl no tiene sosiego le gusta brincar de cama en cama.
- Sabio: lo se pero investigaremos, encargate.
- Diamante: claro yo me encargo.
- N: Diamante se salió del despacho pensando, que era buena oportunidad, si Seiya resultaba ser hijo de Sabio era indicado para Lita así estaría a un pie el el dominio de la ciudad. De regreso en las Artillas Serena seguía velando en la recuperación de Darién que había días buenos y malos, por ser impulsivo la herida se le había abierto.
Los dias pasaron Kaname aviso a su madrina que el juicio contra Julieta se estaba realizando que en su regreso se llevaría acabo el regreso del dinero, Kaname partio para san Luis para entregar los cuerpos de Luis y Fernando, los días pasaron Kaname llegó a San Luis, se presentó como juez del Tribunal a don Sabio indicando que había pasado, Sabio no entendía porque sus amigos regresaban muertos, prepararon los funerales en las dos familias, Diamante empezó a investigar en el poblado donde Mónica se había casado y nacido Seiya, las fechas no concordaban al matrimonio y el nacimiento, el nació antes de cumplir los 9 meses de estar casados, Diamante tenía una base, ahora le quedaba presionar a Mónica, en las Artillas los días fueron pasando se inició el juicio contra Julieta Chiba, Kaname ya había regresado el presedia el juicio, Daniela junto con Mina y el cardenal fueron al juicio, Serena, se había quedado con Darién quien no entendía que no hiciera esfuerzos porque su herida de la pierna no sanaba lo que provocaba que le diera calentura.
- Darién: Tengo que ir cisne, debo acompañar a mi madre.
- Serena: de nada sirve si vas en este estado, debes recuperarte, mira estas bañado en sudor, te tengo que limpiar, iré por toallas limpias y otra muda de ropa, pediré que te preparen el baño para que te bañes.
Pensamiento: verlo semidesnudos no se como contenerme, lo deseo.
- N: Darién como que le hubiera leído la mente, el entre su fiebre pudo mirar las miradas de Serena y el nerviosismo en sus movimientos, él sonrió vio que se fue, y regresó con toallas y otra muda de ropa, la fue siguiendo con la mirada vio que empezó a desabotonar la camisa con cuidado, se lo fue quitando, ya que estaba sin camisa ella con una toalla empezó a secar el sudor, Darién tomó fuerza y la jalo, quedando ella encima del pecho de él, con la otra mano le levanto la barbilla y la empezó a besar, ella correspondió el beso, fue un beso apasionado, el la soltó y apretó más el cuerpo, empezó a desatar el corset de ella, quedando suelto, ella se separó y se lo quito junto con la blusa, dejando al descubierto sus pechos, Darién se relamio los labios, pero ella se desprendio de la falda estando solo con ropa interior, ambos exitados, se volvieron a besar, Darién se movió para ponerse sobre ella, pero hizo un gesto de dolor, ella lo detuvo, y se monto sobre él.
- Darién: no no Serena, te amo, pero así te dolerá, mejor esperar hasta que este mejor.
- Serena: no no te amo, quiero que esto pase, te deseo al igual que tu me deseas.
- N: Serena siguió ensima de él, empezó a desatar el calzoncillo de Darién sacando el miembro ya erecto, ella lo empezó a jugar con la mano, subía y bajaba, ella se acercó y lo empezó a besar, el renuente le siguió el beso, ella se fue colocando entre sus piernas fin dejar de besarlo, con la otra mano hizo un lado su ropa interior fue colocando el miembro de Darién y de una estocada ella lo metió y se bajo, ella grito.
-Serena: ahhhhh.
- Darién: sirena no. Serena no, amor porque, esto es muy doloroso si es tu primera vez, porque Serena ( con lágrimas).
-N: Serena aun no respondía, estaba agachada, se empezó a mover de un lado a otro, se estaba acoplando, si le dolía pero no iba a permitir que la herida se le fuera volver a abrir, al estarse moviendo empezó poco a poco a subir y bajar, levanto la vista encontrándose la mirada de Darién, le tomó las manos se las llevó a los pechos para que jugara con ellos, con ese movimiento Darién se estaba exitando más.
- Serena: estoy bien, quiero hacer el amor contigo y no iba a dejar que te lastimaras.
- Darién: mi amor, estas bien.
- Serena: si estoy bien, ahora somos uno.
- N: ellos continuaron con esa entrega, Serena se le fue pasando el dolor y se volvió placer, continuaron así, Darién masajeaba los pechos de Serena, ambos gemian ante la union, bañados de sudor, el único ruido que había eran las palabras de amor que de decían, y el sonido de sus cuerpos al unirse, Darién jugaba con la clítoris de ella, así llegaron al tan anhelado orgasmo, Serena se desplomó en el pecho de él, el con sumo cuidado la colocó a lado abrazandola.
- Darién: te amo mi sirena.
- Serena: yo también te amo, ahí Dios tu herida, te tengo que curar, pero antes tengo ver tu baño.
- Darién: no te preocupes por mi, me preocupas tu, te sientes bien.
- Serena: me siento bien, me duele un poco pero no me arrepiento, iré a pedir la tina y tu agua para que te bañes.
- Darién: nos bañemos, así te relajas más, ahora eres mi mujer.
- Serena: siempre lo he sido, mejor nos apuramos no tarda en que venga tu madre del juicio y te tengo que curar.
- N: Serena se levantó aún adolorida, se vistió fue a pedir lo del baño y otro juego de sabanas, porque había unas manchas de sangre tanto de ella como de Darién, después de un rato la servidumbre llegó dejó la tina, el agua, cambiaron la sabanas, ella ayudó a Darién a meterse a la tina, ella lo empezó a bañar con la esponja, y toallas, Darién extendió la mano a ella invitándola a que se metiera, así lo hizo se quito la ropa y ambos se unieron adentro del agua, ella se estaba relajando ahí de cólico dándole la espalda de él, Darién la tenía abrazada y en el oído le decía.
-Darién: como te amo mi sirena, eres mi mujer, hoy hasta que me muera.
- Serena: siempre seré tuya, nadie nos separara, mi alma y mi cuerpo es solo tuyo.
-N: aun así abrazados Darién besaba el hombro se Serena, se fue acercando pasando sus labios por el oído, bajando por la mejilla, con su mano, voltio el rostro encontrándose de frente ] se unieron en un beso.
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