Esta historia sucede por los años 1800 antes de la independencia, que los mexicanos estaban sometidos al yugo de los españoles, en cada poblado siempre existen los casiquea que hacen su voluntad no importandoles lo que el pueblo quisiera, en el poblado de San Luis estaba dominado por el señor Sabio Castro que tenía su esposa doña Circonia una señora justa, buena, ellos tenian una hija Beryl que le gustaba la buena vida no le importaba a quien maltrataba con tal de hacer su voluntad, aunque sus padres no sabían o se hacían pero ella le gustaba acostarse con cualquier hombre que encontrará y le pudiera calentar su cama,  pero habían bandidos que asaltaban barcos los muy conocidos Piratas o filibusteros como eran conocidos, pero esta historia no se tratara de esa familia si no dos jóvenes que por azares del destino se conocen en circunstancias muy desagradables, pero el destino los unirá, por el momento están separados cada uno lejos del otro.

- N: en la ciudad de San Luis muy cerca de la costa de Veracruz estaba una pareja de enamorados, que estaban apuntó de casarse, Serena y Seiya se adoraban, aunque no todo ers miel sobre hojuelas, ya que entre la familia había alguien que no compartía con la felicidad de ellos, la prima de Serena, Lina envidiaba la belleza de Serena y el amor que le profesaba Seiya, ya que ella estaba enamorada, Serena vivía con sus padres Kenji Tzukino dueño de una tienda que lo trabajaba con durante esposa Ikuko y sus hijos, tiene un hermano Samuel  hombre trabajador y justo, Seiya Kou por su parte era huérfano trabajaba de carpintero, tenía a cargo a su madre Mónica que es curandera, a su hermana Sara que la ayudaba en la casa, Serena y Seiya desde niños siempre han sido muy unidos, ya de adolescentes decidieron ser novios, haciendo felices a sus padres.

- don Kenji: hija ¿como estas?, ¿a donde fueron?.

- Serena: fuimos a misa papá pero ahorita te ayudamos verdad Lina.

- Lina: así es tío.

- don Kenji: bueno hijas, vayan a ayudar a tu madre, para que en la noche iremos a cenar en casa de doña Mónica, Sara y Seiya pasaron a dar el aviso.

- Serena: esta bien papá, vamos Lina ayudemos a mi mamá, papá y Samuel.

- don Kenji: tu hermano fue a dejar un encargo al palacio, cosas que pidió doña Josefina.

- Lina: a ver si la ofresida de Esthefani y el tonto de mi primo caiga como todos los incautos, rendidos a sus faldas.

- N:don Kenji molesto por el comentario de su sobrina le dio una cachetada.

-  don Kenji: respeta y cuida tu boca, antes que digas las cosas, porque estas insultando a tu primo a parte te pueden causar por difamación y tu sabes cual es el castigo sobre eso.

- Lina: lo siento tío, no volverá a pasar, no lo volveré hacer, vamos Serena.

- Serena: esta bién, permiso.

- N: ellas se fueron al Fondo de la tienda, saludaron a Ikuko, empezaron ayudarla en pesar los diferentes productos que ahí se vendían, Lina estaba molesta porque a ella no le gustaba ese tipo de cosas y estar de criada por sus tíos. En otro lugar en el Palacio de  don Sabio estaba en su despacho junto con otros hombres que son sus amigos ( Diamante,Fénix, Fernando, Luis) estaban bebiendo, hablando de las cosas que harán.

- don Sabio: Diamante como va el negocio de plata.

- don Diamante: todo sigue normal, la último embarco se obtuvo un buen botín.

- don Félix: pues ahí que brindar que la corona no sabe que nosotros somos los que asaltan los envíos de plata y oro.

- don Luis: entonces nuestras ganancias van subiendo eso amerita una buena fiesta, Sabio.

- don Fernando: adivinen ¿a quien me encontré saliendo de misa?.

- don Sabio: no me hagas reír tu en la iglesia, pero a quien viste.

- don Fernando: pues a la dulce Serena la hija de Kenji el tiendero, iba junto con su prima Lina.

- don Luis: encantadora muchacha, ayuda al parroco en el rosario y en el catecismo, eso me ha comentado mi mujer.

- don Félix: muy cierto se está poniendo hermosa, hasta donde se es novia del carpintero Seiya creo, hijo de Mónica la curandera.

- don Sabio: Circonia me lo ha comentado, entonces ese muchacho es hijo de Mónica, en su juventud muy bella, sigue siendo.

- don Diamante: de que te acordaste, porque solo al mencionar a la curandera sonreiste, no es la misma que la tomaste hace años.

- don Sabio : me conoces bien, me acorde de eso, pero volviendo al presente, según mi mujer que Serena y Seiya ya son novios y creo que se quieren casar.

- don Diamante: te gusta o no la hija de Kenji.

- don Sabio: a quien no jaja.

- don Luis: si no mal recuerdo tu tienes el poder de pedir la primera noche, ya tiene tiempo que no lo pides.

- don Diamante: pues deberias pensarlo Sabio.

- don Sabio: me convencieron, en cuanto vengan a solicitar permiso, le dire al licenciado Cástulo que cuando vayan a firmar el acta para ir a traerla el dia de su compromiso, jajaja.

- N: los hombres siguieron hablando sobre otros asuntos, doña Circonia estaba en la sala junto con su hija Beryl, estaba recibiéndo sus pedidos.

- Samuel: doña Circonia aquí le manda sus encargos mi padre.

- Estefanía: hola Samuel, ¿como has estado?.

- doña Circonia: muchas gracias Samuel, aquí está el dinero, me saludas a tus padres.

- Samuel: estoy bien señorita Beryl, muchas gracias doña Circonia, claro les daré sus saludos, como ya hice la entrega con permiso, hasta luego.

- Beryl: porque tan pronto, será que si mando a traer cosas tu lo vas a traer verdad ( guiñendo el ojo).

- Samuel: no tendría problema señorita, o lo traería mi hermana o mi prima, pero permiso.

- N: Samuel se despido con una reverencia, doña Circonia le dio una bofetada a Beryl.

- Beryl: ¿pero porque madre? .

- doña Circonia: deja de portarte como una prostituta, demuestran tu educación y deja de estarte ofreciendo a los hombres.

- Beryl: no lo hago, soy joven hermosa, necesito a un hombre no con el vejestirio con el que mi padre me quiere casar, me da asco.

- doña Circonia: mientras no te comportes estaré a favor de tu padre, escoge es la boda o el convento.

- N: doña Circonia se levantó de su silla dejando a su hija furiosa, golpeando el piso con su zapato, se fue a su cuarto, a llorar frustrada. En otro lugar muy lejos de San Luis  en una isla llamada las Artillas, existía la familia Chiba compuesta por dos hermanos hermanos don Antonio un hombre avaro, capas de vender su alma al diablo, vivía con su hermana Julieta y su hija Diana, aparte estaba Darién hijo del hermano de ellos. Darién había tenido una vida tan injusta quedó huérfano de muy pronta edad ya que nadie supo la manera en que murió su padre Armando, Darién vivía con su madre Daniela quien estaba enferma, Antonio y Julieta habían conspirado para quitarle el dinero a Darién siendo el heredero de su padre, lo habían acusado de haber matado a su propio padre cosa que no era cierto todo habia sido plan de Antonio, una vez fuera Darién el se quedó con todo el dinero de su hermano, Darién huyó y se metió a trabajar con los piratas, ya era reconocido en los bajos mundos como el Artillano, por el lugar donde había nacido, se dedicaba junto a su gente de asaltar barcos, capturar,transportar y vender esclavos para ser dados en subastas, un de tantas venidas a su pueblo natal vestido de feligres, llegaba a la casa de su madre.

- mamá Daniela: hijo de mi corazón, te estas arriesgando en venir a verme, te estaba buscando.

- Darién: no te preocupes madre, te tenía que venir a ver, recibí tu carta se que estas enferma, Diana a venido a verte junto con mi tía.

- mamá Daniela : así es hijo, aunque tu tío de oponga ellas vienen a verme, no se con que descaro tu tío de quitar todo lo que era de ti padre, recuperalo hijo, debes tener lo tuyo.

- Darién: no se preocupe madre en algún momento vera que recuperar el dinero y demostrare que no mate a mi padre y poderme salir de todo esto.

- mamá Daniela: pero mientras sucede eso tu te expones a tanto peligro, cada vez que te vas me quedo con un gran vacío y dolor en el corazón, tengo miedo que algo te suceda.

- Darién: no se preocupe madre, estaré bien, me se cuidar, mejor denme por favor su bendición, ya me tengo que ir.

- mamá Daniela: ahí hijo mío, ve con Dios, cuidate, en el nombre del padre, del hijo del espíritu Santo que Dios nuestro señor, te proteja y te bendiga, por favor cuidate y regresa con bien.

- Darién: ( beso en las manos de su madre) claro madre, regresaré, usted se cuida, estas al pendiente de mi tía y de Diana pero no confíes tanto en ella, sabes que aún creo que ella  tiene que ver con lo de mi papá.

- mamá Daniela: no te preocupes, estaré precavida, pero lo importante eres tú.

- Darién: bueno mamá, me tengo que ir, mis hombres me esperan para ir a varios lugares, por unas cosas,  pero en cuanto pueda volveré a verte.

- N: Darién con mucho cuidado se salió de la casa de su madre, se cubrió bien el rostro para evitar que lo reconocieran, subió a su caballo dirigiéndose a donde estaban sus hombres, quienes estaban listos para embarcar.