Capítulo 12.
―¿Estás segura de esto, Murasaki? ―preguntó Naruto, desconfiado.
Habían ido a la estación del tren a buscar alguna abuelita con bastón, y por fin la habían encontrado.
―¡Obviamente! Miren, ahí está la abuelita.
―¿Y qué pasa si es una abuelita karateca? ―volvió a preguntar Naruto.
-No me vengan con tonterías ―bufó Sasuke―, ¿qué tipo de persona le quiere quitar el bastón a una abuelita inocente?
―No me vengas con tonterías tú, Sasuke-kun. No sabes qué maldades a hecho esa abuelita a lo largo de su vida ―dijo Murasaki.
―Ah, y tú si te las sabes, ¿no?
―¡No seas aguafiestas, Sasuke-kun!
―Estás evadiendo mi pregunta.
―Claro que no. Ahora vamos, cumplan los deseos de esta pobre moribunda.
―No me da gracia que hagas chistes sobre tu enfermedad.
―No me da gracia que sigan ahí parados, par de imbéciles ―masculló Naruto en voz alta, empujando a Sasuke y Murasaki―. ¿El plan es el mismo de siempre?
―Tampoco estoy de acuerdo con el plan.
―Sasuke-kun, tú no estás de acuerdo con nada. Y sí, Naruto, el plan es el mismo de siempre.
El plan era perfecto, no podía fallar... según Murasaki.
Naruto tomó a Sasuke de las manos, como si fueran una pareja. Y pasaron por el lado de la abuelita diciéndose cosas melosas. Murasaki creía que todas las abuelitas eran cristianas, firmes creyentes de todo lo que dijera la biblia, y la biblia dice que las conductas homosexuales son vergonzosas e incorrectas, como buena cristiana la abuelita saltaría sobre los chicos, ofendiéndolos, y ahí Murasaki entraría en acción y le robaría el bastón.
―¡Oh! ―Exclamó la abuelita en cuanto vio a Sasuke y a Naruto tomados de las manos― No puede ser...
Sasuke estaba listo para recibir un montón de insultos, pero recibió algo totalmente diferente.
―¡NO PUEDE SER! ―gritó. Para una persona de su edad, la abuelita tenía mejores cuerdas vocales que Christina Aguilera― ¡UNA PAREJA GAY, NO JODAS! ¡LOS SHIPPEO!
―Una abuelita... fujoshi ―susurró Murasaki, impresionada y olvidándose del plan por unos momentos.
―¿Eh? ¡¿No se supone que usted es cristiana?! ―chilló Naruto.
―¡¿CRISTIANA?! ―rió la abuelita, era como la reencarnación de Hitler troll― ¡SATÁN ES MI PASTOR! 666 ¡Aguanten los otp gays, no me importa nada más!
La abuelita comenzó a convulsionar de felicidad, toda una fangirl.
Murasaki sacudió su cabeza, recordando el plan. Corrió y tomó el bastón de la abuelita, pero esta ni cuenta se dio, estaba muy ocupada arriba de Sasuke y Naruto intentando que ambos se besaran.
Si la abuelita logró que ambos chicos se besaran o no, Murasaki no lo supo pues ya estaba corriendo muy lejos con su nuevo bastón.
**
Los chicos habían regresado rápidamente a casa de Murasaki luego del incidente con la abuelita, que parecía más una jóven corredora que una anciana, ni siquiera había necesidad de bastón, los persiguió a los 3 por más de 2 cuadras.
―Quizás el bastón sólo era una fachada para parecer inocente y atraer a los ingenuos ―razonaba Naruto, poniendo una de sus manos en su mentón y entrecerrando los ojos.
―Te-Tengo el ba-bastón de una abuelita ―sonrió Murasaki con el objeto en sus mano, ignorando a Naruto―. ¡Cumplí el primer deseo de mi lista!
―Eso valió nuestra dignidad ―suspiró Sasuke, cansado.
―No, Narusasu, no muerdas eso ―le pidió Murasaki al pato―. Es un bastón, y los bastones no son comida.
El pato había sido adoptado por Murasaki, hasta incluso le estaba tejiendo un chalequito por el frío que había en la temporada de Otoño.
―¿Sabes qué cosas comen los patitos bebés? ―preguntó Naruto, acercándose al pato y mirándolo raro. El pato era bastante... feo.
―Sí. Comida para patitos bebés.
―No tienes ni la menor idea. Esa cosa se te va a terminar muriendo.
―¿Sabes qué cosa está muerta, Sasuke-kun? ―preguntó Murasaki, ofendida― Nuestra relación.
―¿Y eso alguna vez empezó o existió?
―¡Qué cruel, Sasuke-kun!
Murasaki siguió tejiendo el chaleco para el patito mientras que escuchaba a Naruto y a Sasuke hablar entretenidamente, hasta que terminó. Desenvolvió a Narusasu de la pequeña manta en la que lo tenía envuelto para que no se muriera de frío y se lo colocó rápidamente.
―¡Ah, mira! ―Dijo Murasaki sonriendo, tomando la manta y estirándola en el aire― Narusasu deja huevitos de chocolate. Aunque... se derritieron por el calor.
―No... no creo que sean de chocolate, Murasaki ―balbuceó Sasuke, alejándose lentamente de ahí.
Murasaki dejó de sonreír ―S-Son...Es... ¡ES DIARREA DE DRAGÓN!
―No ―corrigió Naruto, de lo más tranquilo―, sería diarrea de pato.
―¡ES DIARREA DE TODAS FORMAS!
Murasaki tiró la manta al aire, la cual cayó sobre la cara de Naruto. Todo fue silencio por una fracción de segundo, para que luego estallara la bomba.
―¡¿CÓMO MIERDAS SE TE OCURRE TIRAR ESTAS COSAS AL AIRE?! ―gritó Naruto sacándose la manta cagada de la cara y tirándosela a Murasaki.
La castaña la atrapó en el aire, chillando despavorida, aunque con gana de reír.
―¡ES QUE ME DA ASQUITO! ―se excusó, tiró la manta una vez más al aire, pero esta vez, cayó sobre la camisa de Sasuke.
De un momento a otro, Murasaki y Naruto estaban en el suelo, con grandes chichones en la cabeza, y Sasuke caminando enojado fuera de la casa de Murasaki.
**
Sasuke había llegado a su casa, se había cambiado de ropa y le había entregado la camisa sucia a su madre para que la lavara enseguida.
―¡Sasuke! ―gritó Mikoto desde la primera planta.
―¿Qué pasa? ―preguntó el pelinegro asomándose por las escaleras.
―¿Qué chocolate tan curioso es este? Nunca lo había probado. ¿Qué estabas haciendo? ―preguntó Mikoto, llevando una de sus manos a la camisa y probando el «chocolate». ―¿Cómo te manchaste?
―Mamá... eso no es chocolate.
El capítulo es cortísimo pero no di más, además me daba mucho cringe subirlo dkdjid k berjuensa
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