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Capítulo 7: "Los sentimientos crecen más"


Un atractivo jovencito de cabello alborotado se encontraba parado a las afueras de un gigantesco edificio esperando la salida de su amiga.

A los pocos minutos de espera ella salio por una puerta gigantesca de lunas.

¡Hola Gokú¡ lamento haberte hecho esperar, lo que pasa es que a Dieciocho y a Bulma se les ocurrió querer hacerme un peinado, decía la pelinegra que llevaba el cabello suelto ondulado en las puntas y vestía un sencillo vestido color morado mientras sonreía

Pues te vez muy bien y por lo que veo ya no les dices señoritas a tus jefas, dijo Gokú sonriendo mientras se acercaba a darle un beso en la mejilla a la pelinegra al tiempo que la rubia y la peli azul miraban desde una de las ventanas del edificio al par de pelinegros.

No hace unos días ya no les digo así, ellas insistieron en que no las trate con tanta formalidad ya que me consideran su amiga, dijo Milk sonriendo.

Claro, bueno ¡vamos¡ dijo Gokú sonriendo mientras se acercaba a un auto para abrir la puerta del mismo.

¡Gracias¡ dijo Milk dulcemente mientras subía al auto, todo ello era observado por la rubia y peli azul desde el edificio.

¡Que bellos se ven¡ decía la rubia.

Si es cierto hacen una bellísima pareja, decía Bulma.

Minutos después:

El joven de cabello alborotado estacionaba su auto frente a un pequeño café.

Este café es uno de los más antiguos de esta ciudad, ¿has venido aquí alguna vez?, decía Gokú con una encantadora sonrisa.

No, es la primera vez que vengo aquí, dijo Milk dulcemente.

Entonces bajemos, dijo Gokú bajando primero para abrirle la puerta a la pelinegra.

El par de jóvenes entraron al café y se sentaron en una pequeña mesa para dos. Gokú hizo el pedido mientras la pelinegra lo miraba dulcemente.

Mientras tanto:

Un calvo y un joven cabello de flama se encontraban en el departamento de uno de ellos jugando videojuegos.

No me ganarás insecto, decía Vegueta mientras miraba la pantalla del computador.

Vegueta ya me cansé de esto, ¿por qué mejor no les llamamos a las chicas?, decía Krilín sonriendo mientras dejaba el pequeño equipo con el que jugaba sobre el sofá.

Ya te dije que no, no quiero que vayan a pensar cosas que no son, decía Vegueta con firmeza.

Pero yo si estoy interesado en Dieciocho, decía el calvo con ojos soñadores.

Entonces llámala tú a ella e invítale a salir pero a mí no me metas en tus asuntos, dijo Vegueta cambiando de juego.

No seas así Vegueta, salgamos con ellas en plan de amigos, decía Krilín.

No, ya te he dicho que no, prefiero seguir jugando solo mis videojuegos, dijo Vegueta con firmeza.

Está bien, tú te lo pierdes yo pensaba invitar la cena, dijo el calvo poniéndose de pie para ir a tomar su celular que lo había dejado sobre una mesa.

Vegueta no dijo nada, solo levanto sus hombros como no dándole la importancia a lo que el calvo le dijo.

Cafetería:

Un par de pelinegros bebían sus tazas de café mientras platicaban.

Entonces piensas estudiar diseño de modas, decía Gokú.

Si, en unos meses me inscribo en la universidad, dijo Milk.

¿Y cuándo cumples los 18 años?, dijo Gokú.

En un par de meses, dijo Milk dulcemente.

¿Y lo celebras?, dijo Gokú con curiosidad.

No, lo paso con mi padre, vamos al cementerio a dejarle flores a mamá y luego a algún restaurante a comer algo por mi cumpleaños, decía Milk con nostalgia.

Que torpe soy, no debí preguntarte ello, decía Gokú.

No te preocupes ya lo superé, papá dice que yo soy un regalo del cielo que mamá vive en mi pues me parezco mucho a ella, decía Milk.

Si eres un angelito, dijo Gokú sin darse cuenta mientras la pelinegra se ruborizaba al oír ello.

¿Y tú cómo es que perdiste a tus padres?, decía Milk con nostalgia.

Un accidente de buses, mis padres habían ido de paseo por su aniversario a otro pueblo, como yo tenía clases en la escuela pues decidieron dejarme con mi abuelito, al regreso de ese viaje el bus donde venían se estrello, mis padres fallecieron en el mismo lugar del accidente, dijo Gokú con nostalgia.

Lo lamento, ¿debió ser muy duro para ti?, dijo Milk con tristeza.

Fue lo más duro que me ha tocado vivir en la vida, tanto así que no se si sea capaz de resistir la muerte de otro ser querido aunque solo me queda mi abuelo, yo no tengo a nadie más, solo a mi abuelito y a mis amigos de gimnasio, decía Gokú con nostalgia.

Ahora me tienes a mi, tu amiga Milk, dijo la pelinegra dulcemente tomando una de las manos del joven de cabello alborotado sobre la mesa haciendo que el corazón de ambos palpitara.

¡Gracias Milk¡ tus palabras me llenan de alegría, tú eres muy especial para mí, dijo Gokú dulcemente.

Departamento de Vegueta:

Un joven cabello de flama "jugaba solitario" mientras un calvo hablaba por celular con una rubia.

Entonces si aceptas rubiecita bella, decía el calvo con una amplia sonrisa en los labios.

Claro que sí, la verdad estoy aburrida sin hacer nada, decía la rubia a través de la línea telefónica.

Entonces dime donde estás para pasar por ti para ir al lugar que desees con tal de que se te pase el aburrimiento, decía Krilín feliz mientras el joven de cabello de flama lo observaba y sonreía.

Entonces así quedamos, ya voy por ti, decía el calvo cortando la llamada.

Vez como no era tan difícil, tú pudiste solo, dijo Vegueta mientras seguía jugando su videojuego.

Si es cierto si pude ¿pero en verdad Vegueta no quieres salir un rato?, decía Krilín intrigado.

No enano, ve diviértete, yo estoy bien aquí jugando mis videojuegos, dijo Vegueta sonriendo.

Bueno si tú lo dices voy a mi departamento a alistarme para mi cita, bueno no es precisamente una cita es una salida de amigos, ¿o si es una cita Vegueta?, decía Krilín sonriendo.

Es una cita enano y ve, ve alistarte para ella, ya no pierdas más el tiempo, dijo Vegueta riendo.

Cafetería:

Un joven de cabello alborotado colocaba unos billetes sobre la mesa al tiempo que la pelinegra se ponía de pie.

¿Ya tienes que volver a tú casa?, dijo Gokú mirando a la pelinegra.

Si, ¿por qué?, dijo Milk intrigada.

Es que me hubiera gustado seguir platicando contigo, decía Gokú al tiempo que la pelinegra miraba su reloj.

Papá ya debe estar por llegar a casa, si gustas vamos a mi casa y allí podemos seguir platicando, decía Milk dulcemente.

¿A tú casa?, dijo Gokú sonriendo.

¡Disculpa¡ si seré tonta no debía proponerte algo así, decía Milk ruborizada.

No digas eso, no eres tonta, eres muy dulce y sincera, sabes la idea de ir a tu casa me agrada, ¡vamos¡ será un honor para mí conocer a tú padre, dijo Gokú.

El te admira mucho, dijo Milk.

Ah, si, dijo Gokú sonriendo mientras la pelinegra asentía.

Mientras tanto:

Un calvo recogía a una rubia de una gigantesca casa.

¡Gracias por haber aceptado mi invitación¡ decía el calvo.

Somos amigos no, no le veo lo malo, dijo la rubia con calma mientras subía al auto del calvo.

Si tienes razón somos amigos, dijo Krilín sonriendo.

Me gustaría ir a bailar, dijo la rubia.

Entonces vamos a un pub, yo conozco uno muy bueno, dijo el calvo.

Pues vamos, dijo la rubia sonriendo.

Departamento de Vegueta:

Un joven cabello de flama luchaba dentro de un pequeño gimnasio que tenía en su departamento con unos pequeños robots.

Es lo mejor, las modelitos solo son unas frívolas mentirosas, decía Vegueta mientras combatía con los robots.

Corporación Cápsula: "Habitación de Bulma"

Una peli azul miraba a través de su ventana el anochecer mientras pensaba: Y si lo llamo, Milk salió con el bombón de Gokusito, Dieciocho con Krilín y yo a aquí sola. No creo que se moleste por una llamadita, podría decirle que lo llamo para saber si los robots no han presentado alguna falla, si eso haré, además no tiene nada de malo que una chica llame a un chico, aunque siempre dije que yo nunca haría esto pues siempre hay una primera vez.

La peli azul saco su celular del bolsillo de su chaqueta y timbro al joven cabello de flama.

Departamento de Vegueta:

Vegueta le daba de patadas a los pequeños robots cuando el sonido de su celular interrumpió su combate.

¿Quién puede ser?, dijo Vegueta tomando una toalla para secarse el sudor de sus rostro mientras se dirigía a tomar sus celular.

Vegueta al llegar junto a este y al ver el nombre de la persona que lo llamaba sintió los latidos de su corazón acelerarse más.

No debo contestarle, dijo Vegueta pero el celular seguía timbrando.

Ring ring ring

¿Qué querrá?, ¿y si es algo importante?, además el contestarle la llamada no quiere decir que este interesado en ella, decía Vegueta tomando el celular para contestar la llamada.

¡Alo¡ dijo Vegueta.

Vegueta soy yo Bulma disculpa que a estas horas te llame pero quería hacerte una pregunta, decía la peli azul a través de la línea telefónica.

No te preocupes, dime, ¿Cuál es la pregunta?, dijo Vegueta con calma.

Es sobre los robots, quisiera saber si siguen funcionando de manera óptima, decía Bulma.

Si, si siguen funcionando bien......., decía Vegueta empezando una amena platica con la peli azul por vía telefónica que hacía que ambos se sientan muy felices.

Pub:

El calvo bailaba de lo más feliz con la rubia en medio de muchísimos jóvenes.

¡Que divertido eres Krilín¡ decía la rubia.

¡Gracias¡ dijo el calvo.

La próxima vez vengamos con los demás chicos, decía la rubia.

Si es buena idea, dijo Krilín sonriendo mientras pensaba: Hay Dieciocho si supieras el efecto que causas en mí, yo por ti soy capaz de permanecer de cabeza por un día entero.

Casa de Milk:

Una bella pelinegra junto a un joven de cabello alborotado entraban a una modesta vivienda.

Papá, dijo Milk al entrar.

Hija ya llegaste dijo un gigantesco hombre saliendo de una de las habitaciones que daba a la pequeña sala quedando callado al ver al joven de cabello alborotado.

Papá el genio de las artes marciales está aquí, como te lo comente es mi amigo, decía Milk con orgullo.

No lo puedo creer cuando me lo dijiste pensé que bromeabas hija. Joven Son, mucho gusto, soy admirador de su forma de combatir, decía el padre de la pelinegra mientras tomaba la mano del joven de cabello alborotado.

Pues es un honor para mí que aprecie mi talento señor Ox, decía Gokú sonriendo.

Pero tome asiento, ¿un refresco, un café?, decía el padre de la pelinegra.

No se preocupe señor Ox, acabo de tomar un café con su hija, dijo Gokú sonriendo mientras la pelinegra miro a su padre y se ruborizo.

Bueno, entonces supongo que vinieron a....., decía el padre de la pelinegra siendo interrumpida por esta.

Quería que lo conocieras papá, dijo Milk dulcemente.

Gokú platico por algunos minutos con la pelinegra y con su padre, luego los tres compartieron una deliciosa cena preparada por la pelinegra.

Está delicioso, decía Gokú.

Mi Milk, es muy buena para la cocina, dijo el padre de la pelinegra con orgullo.

¡Gracias¡ dijo Milk.

Minutos después:

Una bella pelinegra junto a su padre despedía con un movimiento de manos a un atractivo jovencito de cabello alborotado que subía a su auto.

Nunca imagine que él estaría aquí en mi casa, fue una noche maravillosa la que pase junto a ti Gokú nunca olvidaré este día, mi chico ideal, pensaba la pelinegra mientras veía partir al joven de cabello alborotado.

Gokú mientras manejaba también iba pensando en la maravillosa noche que había pasado junto a la pelinegra y su padre mientras una amplia sonrisa se plasmaba en sus labios.


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