Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 8

No recuerdo el día en que pensé que la felicidad existía, quisiera recordar ese día y pensar en porque creía en la felicidad, recordar los motivos por los que creí seria feliz.

Hoy ya me es imposible pensar que seré feliz, que viviré para encontrar el amor de mi vida y  tener hijos, quizás sea un poco pesimista, pero creo que mi vida cambio desde que me mude y no debería ser así, debería cambiar para bien, ser un nuevo comienzo lleno de buenos momentos y de oportunidades nuevas.

Pensé mucho en asistir al cumpleaños de esa pequeña niña, pensé tanto en ello que mi cabeza parecía sentirse agotada de tanto analizarlo y no sé porque lo pensaba tanto si era una simple fiesta infantil pero no conocía a nadie y eso me preocupaba, que hacía yo en un lugar en el que no tenía nada que ver.

***

-Si te invitaron, tienes que ir-me decía mi madre en cuanto le dije que la señora me había invitado a la fiesta de su hija.

-Lo sé, pero me preocupa que no conozco a nadie en ese lugar, la gente me vera raro...

-No pienses en nada de eso, si te miran raro los ignoras y listo, ella te invito y debes ir, seria de mal gusto no hacerlo-dijo viéndome con seriedad y yéndose de mi lado a la cocina, dándome a entender que debía ir.

Así que decidí ir, espere la tarde y me vestí normal, unos jean, una camisa con un nudo en la cintura, y me hice una cola larga, sentía que me veía bien para ir a una fiesta de niños, termine de arreglarme y me encamine a la sala donde se encontraban todos viendo un programa.

-Estas muy linda hija-dijo papa viéndome con ternura y mirando a los demás que asentían de acuerdo con lo que decía.

-Gracias papa....

-Se que no eres una niña y que no debo decir esto, pero, no llegues tarde y cuídate...

-Ni que me fuera de fiesta a tomar, solo iría a una fiesta infantil-pensé

-Claro papa-termine diciendo y saliendo de casa.

Camine hasta el bar donde había ido antes con mi tía, suponía ese era el bar de este pueblo porque si no era así estaba perdida y definitivamente no iría, llegue y si era ahí, al lado había una casa decorada con muchos globos color rosa y morado, se escuchaba desde fuera una música infantil, me acerque y entre, inmediatamente me encontré con la madre de la niña que alegremente me recibió.

-Qué bueno que viniste, mi hija se alegrara de conocerte cuando vea su regalo, estoy segura...

-Gracias por invitarme, le traje un pequeño presente a su hija-dije entregándole una bolsa donde mi abuela puso unas galletas que había hecho.

-No tenías porque, pero muchas gracias, seguro le encantara-dijo y asentí.

-Siéntete como en tu casa, camina-dijo tomándome de la mano y llevándome a donde la cumpleañera que sonreía en los brazos de un joven en silla de ruedas.

-Mira, esta es la cumpleañera-dijo presentado a la niña que extrañada me veía.

-Eres hermosa pequeña-dije acercándome y tomando su pequeña mano, el joven me veía y no pude evitar verlo y sentir pena por él.

-Gracias, tú también eres muy linda-dijo y me sorprendí de que hablara tan bien si apenas tenía unos tres años, sonreí en modo de respuesta y ella extendió sus pequeños brazos y entendí que quería que la cargara así que eso hice.

-Le has caído muy bien a mi pequeña Ana María-dijo la madre viendo a su hija en mis brazos y asentí.

-Pequeña, ya no quieres al tío Sebastián-dijo el joven de la silla viendo con un puchero a la pequeña que solo reía de su cara y es que era muy tierno y gracioso como ponía los ojos y la boca haciendo muecas.

-Perdón que no los presente, este es Sebastián y ella es Florencia una nueva vecina-dijo la señora que no sé cómo sabia mi nombre porque yo no sabía si quiera como se llamaba ella, seguro mi madre se lo dijo.

-Mucho gusto Florencia, como ya sabes me llamo Sebastián y vivo en este aburrido pueblo, así que cuando necesites algo puedes buscarme, vivo en la casa de la montaña-dijo sorprendiéndome totalmente, será que conocía a aquel antipático muchacho que me molestaba con su rara actitud hacia mí.

-Ah muchas gracias, lo mismo digo-conteste extrañada.

La niña se removió inquieta en mis brazos y entendí que quería que la soltara así que la deje en el suelo y ella corrió al área donde había mas niños jugando, me sentí incomoda cuando me quede sola con aquel muchacho que me miraba con lo creía era curiosidad.

-Pregunta lo que quieras, pareces tener curiosidad-dije tratando de ser amable.

-No diré que es mentira porque si tengo curiosidad-dijo- ¿Cuándo llegaste aquí porque no te había visto?...

-Hace un tiempo, no mucho la verdad-conteste-y aunque no salgo mucho me parece raro no haberte visto ya que fui a tu casa...

-Ah, ¿Cuándo? -pregunto aún más intrigado...

-He ido varias veces, muy pocas la verdad, pero nunca te vi, conocí a la señora Marta y a su nieto...

-Ah a mi abuela y mi hermano-dijo riendo-que pequeño es este pueblo, ¿no crees? -pregunto viéndome con risa.

-Asi es, es muy pequeño-dije-demasiado pequeño para mi gusto-pensé...

- ¿Y dónde los conociste? -pregunto intrigado.

-A tu abuela simplemente la vi un día, y a tu hermano, bueno digamos que no le caigo muy bien desde que nos conocimos...

-Que raro, porque Simón no es el tipo de persona que alguien le caiga mal, es muy amabl...-no termino de hablar cuando su hermano que ahora sabia se llamaba Simón nos interrumpió.

- ¿Qué haces tu aquí? -pregunto de la misma manera que siempre me hablaba, pero mas calmado supongo porque sabía donde estábamos.

-Acaso debo pedirte permiso para ir a algún lugar-conteste un poco molesta por su actitud, no se parecía en nada a su hermano.

-No claro, pero me parece raro verte aquí, si ni siquiera conoces a la cumpleañera-dijo con una mueca falsa.

-Conozco a su madre y eso es suficiente...

-Ya veo ¿y que haces con mi hermano? -pregunto como si lo hiciera por un niño.

-Conversábamos-interrumpió su hermano molesto por su actitud, vi como Simón empezaba a irritarse por la respuesta de su hermano y no entendía porque se comportaba de esa forma.

-Te lo advertí una vez, no hagas que lo repita-dijo viéndome con rabia y volteando a ver a su hermano-no te confíes, no sabes si hablas con otra tonta y mentirosa mujer-termino diciendo y yéndose lejos de nosotros dejándome enfadada y muy confundida por sus insultos.

- ¿Qué le hiciste a Simón? -pregunto Sebastián viéndome e inmediatamente negué.

****

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro