Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

34. AUDACIA

Eres mi principio y mi fin.
Incluso cuando pierdo, estoy ganando,
Porque yo te doy todo de mí
Y tú me das todo de ti.
***


ASIER

Después de responder las preguntas que mis padres le hacen, Naira recuesta su cabeza sobre el respaldo del asiento. Cierra los ojos con una sonrisa decorando sus labios mientras sus dedos juguetean con el dije de su pulsera.

Luce tan linda así relajada que lo único que quiero hacer es besarla, pero debo reprimirme. Parece cansada, como si no hubiera dormido bien anoche, y no quiero despertarla. Además de que sería raro sacarla de su sueño y besarnos frente a mis padres. Mejor me espero. Tendremos bastante tiempo para nosotros solos durante toda esta semana. Eso me pone algo... nervioso. Y emocionado. Esto último más que nada.

Escucho a mis padres conversar en voz baja y veo a mi otro lado, donde Alba se encuentra durmiendo sobre su sillita. Sonrío enternecido.

Cuando miro hacia mi novia de nuevo me doy cuenta de que ha caído completamente dormida. Tomo su mano y entrelazo nuestros dedos sin que ella lo note, entonces recargo mi cabeza en el respaldo del asiento y cierro los ojos también, diciéndome que solo descansaré un poco.

***

—Hemos llegado.

La voz de mi mamá atraviesa mi neblina de sueño y una sacudida en mi hombro me trae de regreso por completo. Abro mis ojos y lo primero que llama mi atención es el color verde que nos rodea por fuera del coche mientras este sigue avanzando. Sin duda estamos en medio del bosque.

Sonrío y entonces mi enfoque se centra en la chica de sonrisa adormilada que se encuentra sentada a mi lado.

—Bonito, ¿eh?

Ella me mira y asiente.

—Una vista preciosa.

—Y que lo digas —susurro sin despegar mi vista de su perfil.

Ella se da cuenta y me mira por el rabillo del ojo. Me da una sonrisa tímida y luego desvía la vista de nuevo al paisaje. Algunos metros más adelante nos encontramos con unas cuantas cabañas, son bastante grandes, y justo después se puede visualizar un gran lago.

—Espero que hayas traído tu traje de baño —murmuro al tiempo que mi papá estaciona y apaga el coche.

—Vamos a ir a registrarnos. Aún es temprano así que no sé si quieran ir a pasear. Podemos encontrarnos a la hora de la comida y de ahí les ayudo a acomodar su tienda.

—Claro —respondo. Abro la puerta, tomo la mano de Nai y luego la saco del vehículo—. Nos vemos.

Comienzo a caminar aprisa adentrándome en el bosque y oigo a Nai reír detrás de mí.

—¿Estás seguro de saber a dónde vamos? —pregunta.

—Conozco este lugar mejor de lo que conozco ni casa, con eso te digo todo.

La miro por encima de mi hombro y le sonrío para tranquilizarla. En eso, una piedra salvaje aparece en mi camino causando que me tropiece, caiga y que Nai aterrice encima de mí con un grito.

—Juro que esa piedra no estaba ahí —me quejo.

La risa de Nai llena mis oídos y elevo la cabeza para encontrarla sonriendo sobre mi pecho.

—Espero que no haya acantilados por aquí. No vaya a ser que no recuerdes que uno se hallaba cerca.

Le saco la lengua ante su burla y ella vuelve a reír, por lo que le hago cosquillas. Se retuerce sobre mí gritando que me detenga y haciendo chillidos de frustración.

—¡Para! Por favor..., no puedo... respirar...

Dejo de hacerle cosquillas y veo su rostro sonriendo y con lágrimas en los ojos. Coloco una mano en su nuca sin dejar de verla, y entonces tiro de ella en un suave beso.

Ahí tumbados sobre la tierra fresca, no me importa ensuciarme. Lo único en lo que puedo pensar es en la sensación de sus labios sobre los míos, su pecho contra el mío, los apresurados latidos de su corazón igualando a los míos.

Si hay algo que me gusta de besarla, además de su suavidad y sabor, es la manera en que todo parece desaparecer a nuestro alrededor. Solo quedamos ella y yo, solos.

Después de largos segundos, Nai se separa de mí con el rostro acalorado y ojos brillantes.

—Wow —susurra.

Yo río y la atraigo con rapidez a otro beso antes de ponerme de pie y tirar de ella a la misma posición.

—La naturaleza puede hacer cosas mágicas.

—Sí, claro. La naturaleza...

Tomo su mano y la dirijo más adentro del bosque. Caminamos en silencio, solo disfrutando del día. Aún es temprano por lo que el clima es agradable, pero sé que llegada la tarde el calor se volverá casi insoportable.

—¿Qué es eso? —pregunta en un susurro.

Aguzo mi oído para escuchar a qué se refiere y sonrío al percibir el sonido del agua.

—Oh, eso. Ven.

Caminamos solo unos metros más y entonces nos encontramos con un pequeño arroyo de agua clara.

—Dios...

—Lo sé. Vengo a bañarme aquí todos los veranos. —Me encojo de hombros y miro hacia mi novia, quien de repente ha enrojecido—. Nai, ¿estás bien?

Sus ojos se encuentran con los míos y asiente apenas.

—Todo... bien. Sí. —Carraspea y desvía su mirada al agua.

—¿Quieres entrar?

Comienzo a quitarme la camiseta y la arrojo sobre el suelo. Me quito los zapatos, los calcetines y los dejo en el mismo lugar.

Cuando Nai voltea yo ya me encuentro desabrochando mis pantalones.

—Eh...

Sonrío cuando sus ojos se desvían por mi cuerpo y entonces los desvía a sus pies.

—Vamos.

Tiro mis pantalones sobre mi camiseta y entro al agua, la cual llega un poco abajo de mi pecho.

—No creo que sea una buena idea, Asier.

Hundo mi cabeza para mojarme completamente y cuando salgo veo a Nai alejándose.

—¡Nai!

—Iré a... —Sus palabras son cortadas por un chillido cuando salgo y la atrapo entre mis brazos mojados.

—Si no es por las buenas será por las malas.

—No, espera. No tengo ropa para...

Una mirada mía la interrumpe. De repente parece ser consciente de sus manos presionadas contra mi pecho porque las quita y desvía la mirada una vez más.

—Puedes entrar en ropa interior —sugiero sintiéndome audaz.

—¡No!

Río y sigo caminando hasta quedar en la orilla del arroyo.

—Entonces con ropa será.

Y antes de que pueda decir nada más, la arrojo al agua.

Después de algunas horas de estar en el agua, ella regañándome por echarla vestida y yo riendo por su linda indignación; después de habernos besado hasta sentir que se nos desgastaban los labios, decidimos salir e ir por algo de comer.

Nuestros dedos parecen pasitas y Nai tiembla porque tiene frío, pero yo sigo alegre, sintiendo que este es el mejor día que he tenido en mucho tiempo.

—V-vas a p-pagar por es-so —dice con los dientes castañeteando. La atraigo a mi lado y la abrazo para transmitirle algo de calor. Beso su sien y susurro una disculpa, entonces seguimos caminando hasta llegar a donde mis padres y comemos viendo cómo el sol comienza a ocultarse.

Mis manos sudan con el conocimiento de que, en tan solo unas horas, dormiré con Naira entre mis brazos.


Instagram: cmstrongville
Twitter: cmstrongville
Grupo en fb: Leyendo a Cee


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro