Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

25. APROVECHAR EL TIEMPO

¿Y qué si tocarte al infierno me envía?
Si probarte es un acto suicida
Yo prefiero morir
A tu lado, a vivir sin ti.
***


ASIER

Los días pasan volando y muy pronto me encuentro cumpliendo un mes con Nai. La he invitado esta noche a salir y espero que su mamá la deje acompañarme. Le tengo una sorpresa.

Las veces que la he vuelto a ver ella ha sido amable y bastante agradable, pero parece que sigue sin confiar en mí aunque no sé por qué. No es como si planeara lastimar a su hija. Prefiero cortarme un brazo antes que verla sufrir, y más si es por mi culpa.

Ella se merece todo y yo trato de dárselo. Nai me hace feliz y trato de hacer lo mismo por ella, aunque estos últimos días la he visto algo decaída. Cuando le pregunté por qué me dijo que era porque ya casi se acercaban las vacaciones. Al principio no entendía, pero luego me explicó que sus padres eran divorciados y que pasa las vacaciones en casa de su padre.

No es como si me agradara mucho la idea de no verla en un mes, pero lo entendía. Le dije que no debía preocuparse, que para eso estaba la tecnología. La consolé diciendo que la llamaría todos los días y que por las noches antes de dormir podíamos tener una sesión en skype.

La tenía abrazada a mi pecho cuando le dije todo aquello y ella me besó antes de murmurar un agradecimiento. Acaricié su mejilla y la volví a besar, entonces, con el aliento entrecortado, le dije que la quería, que dos semanas separados no nos iba a afectar en nada.

Mientras recuerdo esto, me encuentro tumbado sobre la cama sonriendo. Cada vez que pienso en ella sonrío. No tengo remedio.

Suspiro cuando escucho a mi hermanita llorar otra vez.

—Ya, Alba —escucho que mi mamá pide desesperada.

Me incorporo del colchón, tomo mi celular y salgo de la habitación para encontrar a mi madre en el pasillo con gesto agotado.

Sé que está cansada. En su trabajo andan cortos de personal por lo que le toca trabajar más y dormir menos. Su semblante se suaviza cuando me ve acercarme.

—Dámela y ve a dormir un rato —murmuro. Ella asiente y suspira aliviada.

—Gracias, hijo.

Me entrega a Alba y ella al instante se calma. Por alguna razón siempre que está conmigo se relaja y deja de llorar. La llevo a la sala de estar y enciendo el televisor en el canal para niños. La acomodo sobre mi regazo y veo cómo observa concentrada los dibujos animados.

Tomo mi celular y le mando un mensaje a Nai, preguntando si consiguió permiso. Menos de un minuto después llega una respuesta afirmativa de su parte, así que decido llamarla.

Hola —contesta. Puedo percibir la sonrisa en su voz.

—Hola, bonita. ¿Cómo estás?

Mejor, ¿y tú?

—Yo bien, gracias —respondo—. Entonces... ¿vas a querer que hagamos algo hoy después de la salida que tengo planeada? Podemos ir por un café o... No sé, al cine.

O podemos ver películas en mi casa.

—Suena bien.

Suena perfecto. Uh, ¿te marco después? Kea acaba de llegar y... Bueno, tú sabes...

—Okey, no hay problema. Te quiero. Te veo al rato.

—Te quiero. Adiós, Asier.

Cuelgo y entonces, con una sonrisa pintada en el rostro, dedico toda mi atención a Alba, aunque a veces, sin querer, se desvía un poco a mi novia.

Solo un par de horas más y la veré de nuevo.

***

NAIRA

Cuando termina la llamada, abro la puerta y miro a Kea de pie viéndome con ojos irritados sé que es tiempo de sacar el paquete de chocolates.

La llevo a mi habitación mientras la escucho sorber y nos sentamos en mi cama. Yo solo guardo silencio y espero hasta que quiera contarme lo que pasa. No pienso presionarla, no cuando se ve tan mal. Sabe que es mi mejor amiga y que siempre estoy para ella, aunque últimamente ya no nos veamos tanto como antes.

—Yo... Uh, ya no soy virgen —confiesa en un susurro apenas audible.

Exhalo ruidosamente y estiro mi mano hasta la de ella dándole un apretón para instarla a que continúe.

—Fue ayer y... luego terminamos. Solo se acabó. Ya no hay nada entre nosotros, Nai, y no sé cómo me siento. Fue horrible todo. No quería, pero pasó y... Dios, soy una idiota.

Sus manos cubren su rostro y luego la veo comenzar a llorar. ¿Cuántas veces lo habrá hecho desde ayer?

—¿Por qué no me llamaste? —la cuestiono—. Pude haber ido a verte. Habría llevado un envase extra grande de helado, galletas y algunas películas. Te habría distraído, Kea. Ya sabes que no me gusta que estés triste.

—No quería que... Perdón. Quería estar sola —admite con voz rota.

Jalo su brazo y ella se recuesta sobre el colchón dejando reposar su cabeza sobre mis muslos. Comienzo a acariciar su cabello y ella parece sollozar con más fuerza.

Así pasamos eternos minutos hasta que por fin parece calmarse y empieza a respirar con normalidad. Creo que incluso se ha quedado dormida.

—¿Kea?

—Mmm.

Miro la hora en el celular y muerdo mi labio. Ya es tarde y no quiero dejar a mi amiga sola. ¿Deberé llamar a Asier para cancelar nuestra cita?

Dejo escapar un suspiro y recuerdo lo emocionado que se sentía por esta noche. Pero... creo que entenderá. Comienzo a escribir un mensaje cuando mi celular comienza a sonar. Frunzo el ceño a la pantalla y luego contesto poniendo los ojos en blanco.

—¿Qué?

La risa al otro lado me hace apretar los dientes juntos.

Dios, me encantas así de agresiva, florecita. —Bufo ante sus líneas ensayadas y miro hacia mi amiga que parecer haber caído en un profundo sueño reparador.

—¿Qué quieres, Diego?

¿Está Kea contigo?

—¿Desde cuándo te interesa dónde está o qué le pasa? —pregunto molesta.

Es mi hermana, Naira. Siempre me preocupo por ella.

—No parecías pensar eso cuando la dejaste aquí.

Recuerdo lo triste que mi amiga estuvo en aquel entonces y froto mi frente.

Ya pasó eso. ¿No puedes olvidarlo? Ya dije que me equivoqué y que me arrepiento. Ahora estoy aquí, ¿no es eso lo que cuenta? —El tono tan serio con el que dice esas palabras me sorprende.

—Uh...

Solo dime si está contigo. Anoche no llegó a dormir y...

—Sí —suspiro—. Esta aquí conmigo.

Voy por ella.

—¡No! Ella...

Cuelga.

Hago una mueca y miro fijamente la pantalla. Entonces recuerdo que iba a enviarle un mensaje a mi novio y lo hago. Bastante tiempo después la puerta es casi aporreada y salgo de mi habitación con cuidado de no despertar a Kea.

Cuando abro la entrada principal una nube de humo me recibe y tengo que ladear la cabeza para poder toser y respirar aire limpio.

—Dile que he llegado por ella —dice Diego molesto. Puedo notarlo porque su voz es dura y sus ojos miran a cualquier parte menos a mí.

—Está dormida. Te lo iba a decir, pero colgaste y...

—Bueno.

Nos quedamos en silencio un momento hasta que termina con su cigarro y arroja la colilla al piso. Hunde sus manos en los bolsillos de su pantalón y ladea la cabeza fijando sus ojos en mí.

Odio que haga eso.

Me retuerzo nerviosa en mi lugar y miro hacia adentro de mi casa por encima del hombro.

—¿Qué? —pregunta—. ¿Tienes miedo de que tu mamá nos vea?

Clavo mis ojos en su rostro y sacudo la cabeza.

—Kea se va a quedar a dormir —murmuro en respuesta—. ¿Por qué no te vas? Mañana le digo que te llame.

—Me gusta ponerte nerviosa.

Da un paso hacia mí y, por puro instinto, doy uno hacia atrás.

—N-no me pones nerviosa.

Una sonrisa ladeada aparece en su rostro y sacude la cabeza con diversión. Estira su brazo y toma mi mano en la suya más grande. Por alguna tonta razón no me retiro.

Tal vez por esa mirada de arrepentimiento en su rostro o el tono serio cuando dice:

—De verdad te quiero, Nai. Lamento no habértelo demostrado antes.

Da un paso más cerca y mis ojos se abren como platos. Siento a mi corazón latir con más prisa y a mis piernas flaquear cuando su mano se eleva hasta mi mejilla.

Estoy segura que voy a hiperventilar, sin embargo me quedo congelada al escuchar mi nombre siendo llamado.

—¿Nai?

Miro hacia atrás y me encuentro con el rostro dolido y confundido de mi novio.

—Asier.


Instagram: cmstrongville
Twitter: cmstrongville

Grupo en fb: Leyendo a Cee


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro