II
-En la actualidad-
En la actualidad nuestro ojiesmeralda va en preparatoria de Den City con ahora 16 años de edad, en todo este tiempo su forma de ser cambió totalmente de ser un niño tierno y tímido se volvió a uno más maduro y un poco frío.
¿Qué pasó con los hermanos Kusanagi? Bien, en estos 10 años han pasado muchas cosas entorno a nuestro peliazul, una de ellas fue que perdió las ganas de vivir lo único que lo mantenía cuerdo era la promesa que tenía con cierto peliblanco pero con el paso de los años dejó de aferrarse a una promesa "Infantil" y tratar de seguir adelante.
Los hermanos kusanagi fueron un gran apoyo en él crecimiento de Yusaku, ellos lo ayudaban en todo lo que podían junto a los padres de los hermanos, siguió estudiando y sacaba buenas notas en otras más excelentes, los padres de los hermanos lo ayudaban económicamente y emocional junto con los niños ya que se convirtieron en tutores de Yusaku.
La navidad y nochebuena se volvió solo una mala pasada, no le gusta celebrar esas fechas aunque ahora tenía a los hermanos y a sus padres pero . . . para él no era lo mismo, no quería verse como un mal agradecido por todo lo que hacían por él, no quería preocupar a nadie por eso siempre estuvo callado, ocultando sus sentimientos al mundo y de ellos.
Una tarde de otoño mientras las hojas caían y el invierno se acercaba los padres de los hermanos kusanagi murieron, tuvieron una vida plena, llena de alegría y felicidad , para los hermanos fue triste, para este tiempo Yusaku y Jin tenían 14 años y Shoichi tenía 19 años de edad, Yusaku entendía cómo se sentía perder a los padres pero algo que los hermanos tenían y él no es que tenían confort en uno al otro, algo que Yusaku no comprendía del todo.
Cuando la temporada de navidad se acercaba kusanagi-san siempre le decía a yusaku que las pasara con ellos, el ojiesmeralda no se opone a la invitación aunque era algo que ya no le gusta celebrar.
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―Fujuki? despierta las clases se han acabado es hora de ir a las casas― habló un niño de pelo verde intentando despertar al ojiesmeralda.
― Mmm . . . Shima? qué haces todavía en la escuela― Yusaku lo conocía era Shima Naoki un compañero del salón para Yusaku solo eran compañeros pero para el peliverde ellos eran amigos.
― Las clases acabaron desde hace unos minutos y cuando me estaba retirando te vi dormido y tenía que despertarte― sonrió el peliverde, aunque hablar con Yusaku Fujiki es muy difícil por su falta de expresiones es agradable.
― A . . . Bueno gracias y hasta pronto― No era bueno hablando con las personas y menos con las personas como Shima.
― Fujiki espera― Shima se puso enfrente de él para bloquearle el paso. ― Quería darte esto por navidad― le entregó una caja de chocolates amargos a yusaku―Bien ahora si, nos vemos dentro de unos meses adiós y feliz navidad¡ ― Salió casi volando el peliverde, shima sabía que muchos regalos que le dan a yusaku terminaban en la basura o se los quedaba, solo esperaba que el suyo no fuera a la basura.
Para Yusaku recibir regalos que no fueran parte de los hermanos Kusanagi era muy extraño ya que el sabia todos los rumores que rondaban alrededor de él como "El monstruo sin emociones" no le importaba mucho lo que las personas dijeran de él . . . Con el tiempo uno se acostumbra a que las personas hablen a tu espalda sin darle importancia.
El atardecer se hacía presente, y la noche llegaba, faltaban unos días para navidad, las calles y tiendas estaban decoradas con el espíritu navideño, para muchos es una gran calidez del corazón estas fechas pero para Yusaku es otro día sin importancia.
Mientras caminaba por las calles se dirigió hacia la plaza central de Den City donde Kusanagi-san tenía un puesto de hot dog .
― Hola Yusaku, ya casi termino si?― sonrió Soichi a Yusaku terminando de recoger.
Yusaku solo asintió y se metió en el carro de hot dog de Kusanagi-san, siempre saliendo de la escuela va con el mayor a comer algo . . . si sus hábitos alimentarios no eran lo mejor ni lo más sano que se pudiera decir, Soichi siempre lo regaña por las cosas que come y su incapacidad de poder cocinar sin provocar accidentes que tengan que ver con el departamento de bomberos.
― Yusaku como ya casi es navidad, qué quisieras de regalo? . . .― volteo a verlo el mayor esperando una respuesta, sabe que estas fechas son muy malas para él pero no le gustaba verlo así .
― Creo que lo que sea estará bien Kusanagi-san― hablo serio y sin muchas emociones como siempre, hace años atrás hubiera dicho que quería volver a ver a un peliblanco de ojos zafiro, con el cual hizo una promesa, pero después de cumplir los 14 años decidió no aferrarse a una tonta y patética promesa de niños que no vale la pena seguir esperando.
― Mmm . . . Bien es hora de irnos― se fue a la parte del conductor después de recoger todo, esperando a Yusaku a que se sentara en la parte del copiloto.
Después se marcharon al departamento donde vivía Yusaku desde hace un año atrás, kusanagi no le gustaba del todo que él viviera solo pero después de una larga charla con el peliazul acepto pero con algunas condiciones que el peliazul tuvo que aceptar a regañadientes.
Yusaku bajo de la camioneta de Kusanagi-san y se adentro a su casa, no era una casa de tanto lujo pero para él era cómoda y "reconfortante" si se lo podía decir al único lugar donde puedes mostrar debilidad sin preocupar a la gente que te importa.
Dejó sus cosas en la sala y se fue a su habitación, solo quería dormir y desaparecer por unas horas de este mundo.
-En el sueño-
Caminaba en mucha oscuridad, no se podía ver nada más que sombras, nunca estuvo en sus sueños en ese lugar pero algo le decía que no habría nada bueno ahí , caminó durante lo que parecía ser horas, ese lugar era infinito hasta que una luz lo hizo detenerse y voltear atrás, vio una escena donde estaba el de 4 años con sus padres.
La escena era en una donde están en un parque, yusaku se mostraba sonriendo y disfrutando pasar tiempo con sus padres, él estaba en el columpio siendo empujado por su padre y su madre solo los veía con una sonrisa.
― Jajaja más alto Papá! Más alto!― sonreía y se divertía algo que desde hace tiempo no lo ha hecho, esos recuerdos los tenia guardados por que ahora duelen, quema como el fuego más intenso que es difícil apagar.
― Esta bien Yusaku sostente fuerte y no te sueltes― habló su padre empujando un poco más fuerte mientras su madre solo los veía con una sonrisa y tomando fotos.
― Querido solo ten cuidado con mi príncipe si? ― su madre reía pero también estaba al pendiente por si su príncipe se caía.
Ya no quería ver nada de esos recuerdos, sus ojos esmeralda se empezaron a cristalizar, odiaba mostrar debilidad pero en ese momento no podía aguantarlo, no quería recordar esos momentos.
Se empezó a alejar de aquella escena pero mientras escapaba de ella, más de esos recuerdos se le ponían enfrente, cada uno dolía más que el anterior, cada uno le mostraba que todo lo perdió, como una película vieja que no quiere ver ni recordar, corrió, corrió todo lo que sus piernas le dejaban, cuando se alejó todo estaba como en un principio oscuro y frío pensó que todo había terminado pero el sueño tenía otros planes.
De repente enfrente de el apareció sus padres, su cuerpo ya no era como de un adolescente de 16 años si no un niño de 6.
― Mi príncipe me alegra que estés bien ― su madre empezó hablar mientras su esposo la abrazaba. ― has hecho todo bien, aunque lo pasaste difícil me alegra ver que recibiste ayuda de buenas personas―
― Mamá . . . Papá. . . los extrañe mucho― se lanzó a abrazar a sus padres, sabia que solo era un sueño . . . pero eso no le importaba ahora, quería un abrazo, después de 10 años .
Pero eso no iba a pasar, al momento de querer abrazar a sus padres solo los traspaso, cuando los traspasó los volteo a ver. . . no quería eso, quería abrazarlos, quería sentir esa calidez y aroma a jazmines de su madre y confort y seguridad de su padre. . . ¿Por que no podía?
― Yusaku, solo veníamos a decirte que nos alegra volverte a ver, te convertiste en el muchacho que siempre imaginamos― el padre de yusaku miraba a su hijo con tristeza pero con una sonrisa, yusaku tenía la mirada baja, llorando en silencio para que sus padres no lo vieran.
― Eres mejor de lo que pensamos, estamos orgullosos de ti querido― su madre se arrodillo quedando a la altura de Yusaku, lo tomó del mentón para que la viera a su padre, sus padres le sonreían con amor y orgullo.
Sus ojos esmeraldas estaban hinchados y un poco rojos por llorar, su madre y padre lo abrazaron, sintió todo lo que había olvidado desde ese día del accidente los abrazo y lloro, soltó todo lo que se había guardado durante 10 años y que ahora se podía desahogar, pero duró poco para el peliazul, sus padres se separaron de yusaku y se tomaron de la mano, sus padres se miraron entre ellos y le sonriendo a yusaku y empezaron a caminar, alejándose de Yusaku.
Al ver esto, los intento seguir, pero parecía que mientras mas quería acercarse mas se alejaban, tropezó y vio como su padres desaparecieron pero pudo escuchar un "Te amamos y siempre estaremos juntos".
Mientras intentaba levantarse golpeo el piso con su puño, le importaba poco el dolor físico, dolía poco a comparación con el que sufría su corazón.
-Fin del sueño-
Despertó de golpe, respiraba agitado y llorando odiaba esos sueños, solo un maldito recuerdo de todo lo que perdió, a sus padres y a la persona importante para él, aunque ahora ese niño ya no lo recuerde, haciendo la promesa vacía y sin futuro, no le diría a nadie sobre qué lloraba y que más de una vez intentó suicidarse, pero tenía mucho miedo a la muerte . . . aunque ahora no le importaría.
Se levantó de la cama y se acercó a la ventana de su habitación, los copos caían, el frío no le importaba, la luna brillaba a su máxima potencia, las luces de la ciudad hacían ver un paisaje muy decorativo como para una fotografía.
Un fuerte viento golpeo la ventana haciendo que se abriera, el viento tiró algunas cosas que estaban en su habitación, yusaku reaccionó y cerró la ventana pero las cosas ya estaban tiradas.
Cuando las estaba recogiendo encontró una caja cerrada con llave, no recordaba de qué era esa caja y tenía curiosidad.
― Qué será esto?― fue hasta una cajita en su mesita de noche donde tenía un llavero de ahi agarro una llave pequeña que se veía que era de la caja. ―Veamos que tiene la caja― se sentó en su cama para mayor comodidad y la abrió y se arrepintió de haberla encontrado.
La caja contenía la mitad del collar y la pulsera que hace tantos años los guardo por el dolor que le causaba verlas, también la carta que le dio ese hermoso niño de ojos zafiro. . . quería y no leerla, le dolerá pero un corazón roto puede romperse más?
Para yusaku:
~Siento no poderme despedir de la mejor manera pero se que cuando leas esta carta sea pasado de navidad, me fui de la ciudad por mi padre que lo transfirieron de país, no se a que país pero se que no te podre ver, siento mucho esto, quería estar mas tiempo contigo para decirte que te amo y cuando fuéramos mas grandes nos casaremos, se que pasaras o pasaste una linda navidad con tus padres, y nunca olvides pensar 3 razones para seguir adelante como las mías.
1.Después que todo acabe regresare a buscarte.
2.cuando te encuentre te are la persona mas feliz del mundo.
3.Nos casaremos y si quieres tener hijos y formar una familia.
Es una promesa Yusaku y sobre la pulsera, olvidaste tomar la tuya y cuando estemos de nuevo juntos formarán el corazón y estrella completas.
Feliz Navidad Yusaku ❄ Te amo
De: Ryoken kogami~
Mientras leía la carta su vista se ponía borrosa por las lágrimas que querían salir, tomó esa caja y la acercó a su pecho, su fleco ocultaba sus ojos y solo se veía como las lágrimas caían.
― Ryoken. . . te extraño demasiado. . . quisiera verte pero sé que eso no sucederá, creo que ya te habrás olvidado de mí y que solo era una promesa infantil de niños pero. . . ― su voz sonaba quebrada y pausada, las lágrimas salían, ya no podía seguir asi, ya no lo podría soportar.
Con la cajita entre sus manos y pecho se acercó a la ventana y vio la luna, quería ver esa luna que fue una compañía para él antes de que su vida terminara de una vez.
― Jin. . . Kusanagi-san. . . perdóneme por lo que are pero ya no lo puedo soportar, pasaré las fiestas de noche buena y navidad antes de poderme reunir con mis padres. . . y Ryoken . . . donde quieras que estés en estos momentos . . . siempre te amare ― regreso a su cama y puso la cajita de los recuerdos de Ryoken a un lado de él antes de dormir.
-En un crucero con destino a Den City-
En la parte delantera podemos ver a un muchacho de unos 16 años casi 17 observando el horizonte, era de noche y se podía sentir el frío, la luna los acompaña y brillaba haciendo una pequeña luz aparte de las luces del crucero.
El chico tenía el cabello color blanco con detalles azules, sus ojos tan hermosos como piedras preciosas color zafiros y 2 objetos muy curiosos una en su cuello que colgaba una media estrella color azul y en su muñeca derecha un medio corazón de color rosa, por el estado de los objetos parecían de muchos años atrás.
― Señor Kogami-san ya casi llegamos a Den City― una persona de la tripulación le habló mientras lo veía esperando una respuesta.
― En cuanto tiempo estaremos llegando― en ningún momento sus ojos zafiro se apartaron del océano y su límite.
― Si todo sigue como hasta ahora estaremos llegando en 2 a 3 días― contestó el señor de la tripulación.
― 2 o 3 días. . . así que estaremos para noche buena. . .puedes retirarte y gracias por avisarme ― le dijo con amabilidad.
Vio como le hizo una pequeña reverencia de cortesía y se marchó. El ojizafiro volteo su vista al mar comenzando a desear llegar a Den city para encontrar a cierto muchacho de ojos esmeralda pero algo paso que le comenzó a dar cierta ansiedad y preocupación por el chico.
Una brisa le golpeó la cara, sintió un escalofrío que le hizo doler el pecho, se llevó su mano derecha a su pecho, no era un dolor común era como si su corazón se rompiera y tratase de advertirle algo.
― Qué es lo que pasa?― sus ojos zafiros fueron segados por milisegundos por el reflejo del brillo de la luna al collar y pulsera. . . Algo no está bien y tiene que ver con el ojiesmeralda. ― Yusaku. . . sea lo que sea espero llegar a tiempo, no te perderá otra vez, no lo are―
No permitirá perderlo otra vez, no después de la promesa que le hizo de regresar y casarse con él, aunque fueran menores de edad, eso no sería un obstáculo en el amor que sentía por él.
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El día de nochebuena había llegado por fin, en las calles se podía sentir el espíritu de la navidad, niños alegres, música y decoraciones por donde tu vista se enfocara, podemos ver a Yusaku enfrente de un escaparate viendo las cosas, tenía todo listo para dejar el mundo atroz y triste en el que vivía pero esperaría a después de las fiestas para no herir de más a los hermanos kusanagi .
Se podían escuchar las campanas que daban las 7 pm, solo 1 hora más y será el "festejo" de navidad con los hermanos y se despediría de ellos de forma calmada y sin levantar mucho las sospechas.
El frío aumentó levemente aunque estaba muy abrigado con un abrigo de color azul muy calentito, unos guantes que una vez le regaló Jin hace un año, botas y una bufanda que tenía bordado "Yusaku" en un extremo.
Se acomodó la bufanda y fue a dirección a su casa para preparar todo lo de ese día, mientras caminaba podía ver como los copos de nieve borraban sus huellas que dejaba por la nieve en el piso.
― Que fácil sería que nuestra vida se pudiera borrar tan fácil como nuestras huellas― pensó Yusaku, caminaba y más quería desaparecer, las familias sonriendo, los niños abrazando a sus padres, no sentía odio por las familias, solo tenía nostalgia y tristeza por perder eso.
La hora paso rápido, yusaku tenía los regalos de los hermanos y estaba apunto de salir de casa cuando algo golpeó su corazón, como si dijera que olvidaba algo, pero ¿Qué era ese algo que olvidaba?
Un pequeño brillo hizo ver que el collar y la pulsera estaban en la mesa de la sala ¿Por qué estaban ahí? sin darle muchas vueltas al asunto los tomó y se los puso hace más de 5 años que no usaba esos objetos.
Después de eso salió de casa con los regalos de los hermanos y se dirigió a su casa el trayecto era de 5 minutos después de que se cambiaron de casa tras la muerte de los padres de los kusanagi, en el camino no dejaba de ver la pulsera y el collar, no sabía el porqué pero no las dejaba de ver.
Cuando llegó a la casa de los kusanagi e iba a tocar el timbre unas risas lo detuvieron, eran las risas de los hermanos, camino hacia la parte trasera de la casa y se asomo por la ventana para ver lo que hacían.
― Onii-san ya esta todo listo para comenzar― decía Jin sonriéndole a su hermano mientras terminaba de decorar el árbol de navidad.
― Bien hecho Jin ― el más alto se acercó a su hermano y le abrazo. ― Aunque nuestros padres ya no están con nosotros siempre te voy a proteger―
El más pequeño correspondió al abrazo ―Muchas gracias onii-san gracias por todo―
Yusaku veía todo con una sonrisa triste y su flequillo cubriendo sus ojos ― Me alegra saber que mi retirada será más pronto de lo que creí y que tendrán el apoyo del uno al otro―
Dejó los regalos en algún lugar en donde ellos lo pudieran ver y que no se los llevaran. Se alejó de la casa de los hermanos con la mirada baja pero con un solo pensamiento, ¿Qué si tenía ganas de llorar? Sí pero en poco tiempo todo terminara.
Camino hacia ese mismo parque en donde vivo uno de los últimos momentos felices de su vida, recordó todo lo de ese día , la promesa, la confesión que le hizo a Ryoken. Suspiro por esa escena, eran unos niños en ese tiempo pero ahora ¿Cuál es la verdad de esa promesa? para yusaku solo una promesa sin mucho significado después de 10 años.
Empezó a caminar viendo la última vez su ciudad despidiéndose de todo y de todos. El viento empezó a soplar muy fuerte y el frío aumentaba, cuando el viento sopló su bufanda salió volando, quería ir por ella, pero no valía la pena ir a buscar algo que ya no le serviría.
Corrió hacia el puente que conectaba Den city con otra ciudad, no había muchos automóviles y estaba en la parte de los peatones, así que nadie vería cuando saltara .
Se detuvo en la orilla del puente, solo un salto y todo acabara, solo un salto y estará de nuevo con sus padres, en su departamento estaba la nota de su suicidio, lo único que esperaba es no herir demasiado a los hermanos.
― Me alegra haber conocido a los Kusanagi y a Ryoken que donde quiera que esté pero que sea feliz con otra persona ― dio su última sonrisa mientras varias lagrimas salían de sus ojos esmeraldas, su sonrisa desapareció y se volvió seria y se dejó caer.
Mientras caía cerró los ojos y toda su vida pasó como una película vieja , todos los momentos con sus padres, los hermanos . . . y la última sonrisa de ojizafiro.
― YUSAKU!!!― escuchó que gritaban su nombre pero para ese momento ya estaba en el agua, sentía frío, podía sentir como su corazón latía fuertemente, se sentía liviano y pesado por no intentar nadar, sentía mucho sueño y comenzó a cerrar sus ojos lentamente entregándose a la muerte.
Mientras empezaba a perder la conciencia vio como alguien también salto y trataba de ayudarlo, antes de desmayarse pudo ver los ojos de aquella persona y extrañamente se le hicieron muy familiar.
-Unos momentos atrás- (//exactamente cuando yusaku perdió su bufanda)
Tenía un rato que su barco había llegado a Den city todo le traía recuerdos, pero su mente estaba ocupada por un ojiesmeralda que tenía un mal presentimiento, caminaba por el centro de la ciudad no había muchas personas alrededor por ser nochebuena.
El viento comenzó a soplar muy fuerte y los copos de nieve le bloqueaba su vista, en eso vio como lo que parecía una bufanda volaba con el viento y aterrizó enfrente sus pies al verla más de cerca vio que tenía el nombre "Yusaku" en ella.
― Será de él? ― la tomó y pudo oler ese aroma que hace años y hasta ahora lo recordaba. ― Yusaku. . . si es de él pero. . . dónde está?― miraba a todos lados, ese sentimiento de ansiedad de encontrarlo se hacía más fuerte.
Como si su respuesta hubiera sido contestada el viento soplaba en una misma dirección como si lo estuviera guiando a un lugar en específico. Decidió seguir el viento, empezó a correr cuando el viento se volvía más fuerte, pudiera ser solo una tontería pero no se arriesgaría a perder a su amor de hace años. Su corazón más dolía mientras se acercaba a su destino.
El viento lo estaba guiando al puente de la ciudad, no sabia por que lo trajo ahí pero cuando su vista vio a lo lejos a un chico de pelo azul y rosa supo que era yusaku, ¿Qué estaba haciendo? su respuesta fue contestada cuando yusaku se dejó caer.
En ese momento todo paso tan lento. . . no . . . no permitiría que otra vez se separaran, no después de regresar para estar con el y cumplir su promesa.
― YUSAKU!!― esperaba no ser demasiado tarde, salto al agua para salvarlo. Cuando llegó al agua buscaba a yusaku no tardó mucho en encontrarlo, nadó hacia él vio cómo sus ojos se cruzaron por milisegundos antes que el ojiesmeralda perdiera la conciencia.
Lo abrazo y nado hacia la superficie, era difícil por la corriente y por el agua helada pero eso era poco, tenía que ponerlos a salvo, no lo dejaría otra vez y menos en estos momentos que lo volvió a encontrar .
― (No te dejare solo de nuevo yusaku, te amo demasiado como para perderte enfrente de mi ya no estarás solo)― esos eran los pensamientos de Ryoken mientras llegaba a la superficie y podía respirar de nuevo.
Vio como Yusaku tosía agua y podía respirar, estaba inconsciente pero respiraba así que nado hacia la orilla, cuando llegó supo que no se podían quedar ahí por el frío y la ropa empapada, así que tomó a yusaku estilo princesa para llevarlo a donde vivía Ryoken antes de irse.
Pidió un taxi que se alegraba por encontrar uno en nochebuena, dio la dirección y fueron hacia la casa del ojizafiro, en el camino no dejo de abrazar al ojiesmeralda ni un momento, le intentaba dar un poco de calor a lo que él le "respondía" con una sonrisa.
― Después de tanto tiempo estamos juntos y esta vez será para siempre ― se lo decía mientras le daba un tierno beso en los labios y le acariciaba la mejilla.
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