•|Narrador|•

El minino blanco abrió levemente sus ojos, algo confundido por el lugar donde se encontraba.

— Esto es... cierto, la casa de Hyunjin — se levantó rápidamente — ¿Qué? ¡Rayos! — vio la hora en el reloj en la pared el cual marcaba 07:54 — ¡mira la hora! ¡llegaré tarde a la escuela! — Nule cayó en cuenta de lo que dijo — es verdad, soy un gato, no tengo que ir.

Jeongin dirigió su vista hacía la ventana, donde visualizo al gato gordo sentado entre el barandal y esta, Yang pegó un pequeño salto por el susto.

— ¡Es el vendedor! — dijo el peliblanco.

El gato de manchas abrió la ventana con ambas patas mientras sonreía como siempre lo hacía.

— ¡Todo es mejor cuando eres un gato! — dijo mientras deslizaba el cristal entre sus patas — todo es amaneceres y arcoíris — dijo mientras soltaba una risa — soy un gato, puedes creerme — el gato gordo entró a casa de Hyunjin — ¡No hay duda alguna!

— Ya me harté — dijo el menor, bajando su colita.

— ¿A que te refieres? — preguntó el de manchas.

— Estoy harto de ser Jeongin — respondió ahora bajando su rostro.

— ¿Es cierto? Bien, muy bien — dijo mostrando sus orbes amarillas, la sonrisa espeluznante en su rostro como de costumbre.

— Estoy harto — Jeongin vio como algo se desprendía de su rostro.

El peliblanco se sorprendió, aún sin comprender que era lo que ahora descansaba en la cama de Hyunjin, el gato gordo dio un salto en la cama la máscara rebotó en esta y cayó sobre su cabeza.

— ¡Gracias! — exclamó el gato gordo sonriendo.

— ¿Qué es eso? — preguntó el menor aún sorprendido.

— Tu rostro humano — respondió el de manchas comenzando a caminar hacia la ventana — se cae cuando ya estás seguro de que ya no quieres ser humano — respondió saliendo por la ventana — ahora serás un gato — aclaró.

— ¿Qué? ¿ya no puedo volver a ser humano? — preguntó el peliblanco alarmado.

— Puedes — respondió dándose media vuelta — ¡pero sólo si te pones esta máscara!, pero debes hacerlo antes de convertirte en un gato real — explicó — tomará más tiempo completar tu transformación — dijo mientras colocaba una de sus patas en la ventana — cuando llegue el momento te llevaré a un lugar maravilloso — abrió sus enormes orbes amarillas — para celebrar la ocasión.

— Espera, no estoy... — el gato gordo le cerró la ventana en la cara,  dejándolo con las palabras en la boca.

El gato de manchas dio un salto hacía atrás, subiéndose en el barandal, dio otro salto esta vez más alto, dando una vuelta en el aire, el traje que siempre traía puesto apareciendo, dio un salto y otra vuelta más, desapareciendo de la vista de Kkami.

— Adiós, Nule — dijo viendo como el gato se llevaba su rostro.

— Kim, Hwang, vengan conmigo — el profesor salió rápidamente del aula.

Ambos chicos siguieron al mayor hasta llegar a la oficina del director, donde se encontraba este sentado junto con el papá de Jeongin y su madrastra.

— ¿Huyó de casa? — preguntó el menor de todos.

— ¿Sabes algo al respecto? — preguntó el director.

— No... — respondió Seungmin bajando la cabeza.

— ¿Tu eres Hyunjin? — preguntó Dahyun, el mencionado se sobresalto.

— Sí — respondió este.

— ¿Estás saliendo con Jeongin? — preguntó nuevamente la peliazul.

— ¿Qué? — preguntó bastante sorprendido el pelinegro.

— Jeongin te mencionó una vez — la mayor habló nuevamente — ¿Fue a tu casa? — preguntó inclinandose levemente hacía el pelinegro.

— No... — respondió Hwang.

— Por favor, di la verdad — dijo Dahyun.

— No nos enfadaremos — Eunwoo se dirigió al menor.

— No son pareja — respondió Seungmin.

— Pero Jeongin se ha escapado de su habitación cada día... — Kim le interrumpió.

— ¡No son pareja! — Repitió el menor — yo lo sé, camino con Nule todos los días.

— Si sabes donde está, por favor dinos — suplicó la mayor.

— Si lo supiera, yo... — los ojos del menor se comenzaron a cristalizar — ¡no sería un amigo tan inútil! — las lágrimas ya habían invadido el rostro del menor, comenzando a correr por lo largo de sus mejillas.

Dahyun solo soltó un suspiro.

— Si nos disculpan... — dijo el pelinegro mientras salían de la oficina.

— Gracias — respondió Eunwoo desde el interior.

Ambos chicos comenzaron a caminar en silencio, el ruido dentro de las demás aulas escuchandose desde el pasillo por el que caminaban, antes de doblar una esquina divisaron un cuerpo bajito salir de ahí.

— ¿Que querían? ¿era sobre Nule? — preguntó el mayor de los tres.

— Sí... huyó de casa — respondió Hwang.

— ¿De verdad? — el bajito se encontraba sorprendido — Taekun y Sunho debieron afectarlo esta vez — dijo el mayor cuando estuvo junto a su amigo, Kim caminaba tras ellos sin decir palabra alguna.

— No estoy seguro — respondió Hwang.

— No hubiera huido por perdedores como ellos — dijo el menor a sus espaldas.

— ¿Eso crees? — preguntó el mayor, luego cayó en cuenta de sus palabras — es cierto, has sido su amigo desde hace tiempo, ¿cierto? — preguntó con una mano en la cintura mientras detenía su paso — no es el Niño Ultra Loco y Enigmático para ti, tu lo entiendes — le dijo Seo al menor.

— ¡Voy a buscar a Nule! — avisó el alto.

— ¿Ahora? — preguntó su amigo.

— ¿Qué? — Kim se encontraba confundido.

— Changbin, avísale a los maestros... — las palabras se quedaron atascadas en la boca de Hwang.

— ¡No! — dijo Seungmin tomandolo de los hombros — ¡no vayas a buscarlo tu solo! — exclamó el menor.

— ¿Qué estás...? — Hwang no pudo continuar.

— ¡No puedes buscarlo!  — repitió Kim.

— ¿Qué? — preguntó el mayor.

— Oye, ¿qué pasa? — preguntó el director saliendo de su oficina.

— ¡Espera, no! — gritaba Seungmin.

— ¿Seo? — el director habló.

Changbin se giró, una sonrisa nerviosa en su rostro.

— ¡Vine a ver si estaban bien! — le respondió el más bajo — Bien, ¡vuelva a clase! — dijo dándose la vuelta, corriendo en dirección a su amigo.

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estoy harta de todo...