十一
•|Narrador|•
Los estudiantes llegaban al instituto, algunos en grupo y otros solos; Jeongin se encontraba en su aula sentando en su asiento, viendo hacía el frente con su ceño fruncido, bostezando, Seungmin sentado junto a él.
— ¿Te desvelaste estudiando? Tu no eres así — Kim tenía su mejilla recargada en su mano mientras veía a su amigo.
— Estaba pensando en mi vida — respondió el menor con su vista aún en frente.
— ¡Buenos días! — el peliblanco dirigió su vista a la entrada del aula y vio a Hyunjin saludando a sus compañeros, Changbin venía tras él.
— Hola — saludó Seo.
— Buenos días — saludó uno de ellos.
— Hola — respondió el otro.
Hyunjin fijó su vista al frente y vio como Jeongin lo estaba viendo, así que al pasar junto a él lo saludó.
— Buenos días — saludó el alto.
— ¡Buenos días! — Changbin saludó con una sonrisa.
— Buenos días — respondió Seungmin.
— ¡Buenos días! — Jeongin seguía con el ceño fruncido, alzó un poco la voz.
— ¿Qué te pasa? — preguntó Kim ahora recargando su cabeza en el pupitre.
Jeongin hizo caso omiso a la pregunta de su amigo, levantándose de golpe mientras veía fijamente a Hyunjin, un sobre amarillo en su mano.
— ¿Qué está pasando? — preguntó Seungmin cruzando de brazos.
— ¿Hyunjin? — preguntó el menor detrás de este.
— ¿Qué pasa? — preguntó el pelinegro girandose hacía Yang.
— ¡Esto es para ti! — dijo tendiendo el sobre con ambas manos.
— ¿Qué? — preguntó Seungmin sorprendido desde su asiento.
— ¿Qué? — preguntó ahora el alto.
Changbin igual estaba sorprendido, hasta se giró mejor en su asiento para ver mejor. Hyunjin leyó lo que el sobre tenía escrito arriba.
"Para Hwang Hyunjin" Decía sobre este.
— ¿Eso es una carta Sr. Nule? — preguntó el rubio llegando tras el peliblanco.
Jeongin frunció el ceño fruncido, y colocó el sobre cerca de él.
— No es de tu incumbencia — dijo pegándole con la cadera al chico.
Este frunció el ceño molesto, pero así como apareció, desapareció; una sonrisa con burla formándose en sus labios.
Se estiró y rápidamente quitó el sobre de las manos de Yang.
— ¿Es una carta de amor? — el chico la levantó en el aire.
— ¡Damela! — exclamó el peliblanco.
— Sunho — el rubio le dio la carta a su amigo el castaño.
— ¡La tengo! — dijo Sunho, caminando hacía atrás.
— Nule — Seungmin se levantó de su asiento rápidamente.
— ¡Señorito Nule, señorito Nule! ¡por aquí! — exclamó el castaño.
Jeongin se quedó parado con los puños apretados a su lado, su ceño fruncido y su boca con una mueca.
— ¡Hora de la confesión! — dijo el rubio yendo donde su amigo.
— ¡Ya basta! — Hyunjin se colocó de pie.
— ¿Y si la leo en voz alta? — el chico sacó la carta del sobre.
Sunho soltó una risa atrás de él mientras tomaba el sobre que su amigo le había tendido.
— ¡Ta-dá! — exclamó el rubio cuando abrió la hoja.
— ¡Ya basta, ustedes dos! — exclamó Min desde atrás.
— ¿En verdad vas a leerla, Taekun?
Taekun soltó una risa — ¡Lo dijo todo! ¿Qué tan patético puedes ser? — preguntó con la sonrisa burlona en rostro.
Nule tenía los puños apretados mientras su rostro se tornaba rojo.
— "Para Hyunjin... — comenzó a leer — me siento feliz cada vez que te veo"
— Taekun — Changbin igual se colocó de pie.
— "Hyunjin sunrise no es solo un apodo" — decía mientras colocaba una mano sobre su mejilla e imitaba la voz de Jeongin.
El peliblanco se estaba preparando para abalanzarse sobre Kang.
— ¡Devuelvemela! — Yang se lanzó sobre él, Taekun evitando su ataque.
Kang se hizo hacía a un lado, corriendo para que el menor no lo alcanzara.
— "Eso siento por ti, eres mi amanecer" — el rubio hizo un piquito mientras seguía hablando.
— ¡La carta no es para ti! — exclamó Seungmin cuando este estuvo a su lado.
— Devuelvela — dijo Nule, tirándose de nuevo sobre él — ¡Devuelvela! — exclamó nuevamente, chocando con un pupitre.
— "Hyunjin sunrise es... — se hizo a un lado, esquivando nuevamente a Seungmin — cuando el sol sale en el horizonte y calienta mi alma"
— ¡Basta! — exclamó el pelinegro en dirección a Kang.
— ¡Devuelvela! — Jeongin se subió sobre una silla pero terminó resbalando, cayendo de cara sobre el suelo.
— ¿Por qué estás tan desesperado? — preguntó Kang con una sonrisa — ¿es muy vergonzoso para ti?
— ¿Por que debería avergonzarse? — preguntó enojado el peliblanco yendo tras Taekun — ¡no te burles de mis sentimientos! — golpeó fuertemente el escritorio del profesor, que fue donde Kang se había refugiado.
Taekun cambió su sonrisa por una mueca, pero tan pronto fijó su vista en otro lado la sonrisa burlona apareció nuevamente.
— ¿Aceptarás su confesión de amor? — le preguntó a Hwang — ¿Sr. Sunrise? — comenzó a agitar la carta sobre su cabeza mientras Hyunjin se acercaba a él.
Cuando el pelinegro estuvo frente a Kang le quitó la carta de un tirón, su ceño fruncido y la boca apretada.
Changbin atrás de él estaba con la boca abierta, al igual que Nule a su lado.
— Hyunjin... — susurró Yang a su lado.
Hwang miró la carta entre sus manos y cerró fuertemente los ojos, soltando un suspiro en el proceso. El pelinegro volteó a ver a Jeongin, su ceño aún fruncido.
— ¿Qué? — preguntó el menor con una risa nerviosa, viendo hacía todos lados — ¿Por qué? — preguntó en casi un susurro.
— ¡Hora de la confesión! ¡confesión! — dijo el rubio golpeando el escritorio del profesor con ambas manos.
Hyunjin se dio la vuelta, dándole la espalda al peliblanco, Jeongin se giró hacia Taekun y le tiró el escritorio encima, este aplastando al chico.
— ¡Cállate! — exclamó el menor.
Sunho se iba a acercar a su amigo para ayudarle, pero se quedó quieto cuando Jeongin volvió a hablar.
— Solo quería animarte... — dijo atrás del pelinegro — soy como tú, no puedo decir lo que siento en verdad... — susurró apenas — entonces...
— ¡No soy como tú! — exclamó enojado el mayor.
El peliblanco soltó un ruido de sorpresa.
— Esto es vergonzoso para mí — el pelinegro apretó la hoja entre sus manos — ¿has considerado mis sentimientos? La leyó frente a todos.
A este punto, Nule comenzó a sentir como todo a su alrededor daba vueltas y se volvía borroso.
— Odio a las personas insistentes como tú — exclamó Hwang.
— Solo... si te lo hubiera dicho en persona... — el mayor le interrumpió.
— ¡Solo déjame en paz! ¿no me escuchaste? ¡te odio! — dijo el alto girandose para ver directamente a Yang.
— ¿Me odias? — preguntó el menor en un susurro.
— En verdad te odio — dijo Hwang arrugando la hoja entre ambas manos.
Seungmin veía todo con la boca abierta, pasando su mirada de Yang a Hyunjin.
— Entiendo — apenas se escuchó el murmullo del peliblanco, Hyunjin lo volteó a ver de reojo, los ojos de Jeongin ya se habían comenzado a cristalizar — ¿tanto me odias? — las lágrimas habían comenzado a mojar sus mejillas.
Hyunjin lo veía con los ojos abiertos, el enojo se había esfumado de un momento a otro.
— ¿Nule? — preguntó el alto.
— Qué mal — dijo Jeongin mientras se daba media vuelta comenzando a caminar lentamente, se detuvo un momento y de la nada comenzó a correr.
— ¡Nule! — exclamó Seungmin corriendo atrás de él, dando un salto sobre el escritor del maestro haciendo que Taekun soltara un jadeo de dolor — ¡muerete! — le dijo al rubio.
Todos en el aula se quedaron estupefactos al presenciar tremenda escena, en especial Hwang y su mejor amigo.
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— ¡Te dije que lo dejaras en paz! — exclamó el mayor llorando.
— Yo debería estar llorando, ¿sabes? — preguntó el menor.
Ambos se encontraban sentados en el mismo puente del cual Nule se había lanzado días atrás.
— Deja a Hyunjin en paz — Seungmin se secó las lágrimas mientras veía a su amigo.
— ¿Qué? No puedo — respondió Yang.
— Déjalo en paz o ya no seremos amigos — lloriqueo el mayor, tomando el brazo del peliblanco.
— Tampoco quiero eso — dijo el chico con una sonrisa.
— ¿Seungmin hyung? — preguntó el menor cuando su amigo se puso de pie.
— ¡Eres un tonto! — exclamó el mayor recargado en la columna de este.
Jeongin simplemente se colocó con la cabeza entre sus piernas.
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Cuando dije q actualizaria seguido no era broma idjsia
No coloqué el separador pq no cargaba y casi no tengo paciencia
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