Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

•|Narrador|•

El grupo de cuatro chicos estaba en la azotea de la escuela, dispuestos a disfrutar sus desayunos en tranquilidad, el viento moviendo ligeramente el cabello de los cuatro chicos.

Hyunjin destapó la lonchera ante la atenta mirada del menor, sus ojitos brillando mientras soltaba un grito de alegría y sorpresa combinados.

- ¡Esas son... papas dulces hervidas! - exclamó con alegría viendo el interior de la lonchera.

- No sabía que cocinabas - el mayor de los cuatro habló.

- ¿Tú lo preparaste? - preguntó Seungmin.

- Sí - fue la respuesta de Hwang.

- ¡Es increíble! - exclamó el menor.

- Mi padre debería de aprender de ti - dijo Seungmin, viendo las bolas de arroz en su lonchera.

Seungmin agarró una de sus bolitas de arroz y le dio una mordida, Changbin igual mordió su pan, Hyunjin viendo atentamente a Nule.

- ¡Mira ese color, brillan! - Jeongin tomó una bolita se papa con sus palillos - apuesto a que están saladas - se llevó la papa a la boca, jadeando ante lo ricas que estaban.

- No te quejes - dijo Hyunjin con el ceño fruncido y la boca apretada.

- ¡Era un cumplido! - dijo con la boca llena - saben como las de mi mamá.

Hyunjin relajó su gesto.

- Debiste haber ignorado a esos dos - dijo apretando sus puños sobre su regazo y acercándose un poco a Jeongin.

- Estoy de acuerdo - Seungmin asintió.

- Pueden decir lo que quieran de mí - el peliblanco tomó otra papa - pero no dejaré que te difamen así - metió la bolita en su boca y rápidamente tomó otra - Estas papas hervidas son increíbles - soltó un jadeo de alegría.

Jeongin se puso de pie, sorprendiendo a los tres junto a él.

- ¡Oye! - gritó el más bajo de todos.

- Nule, ¿Qué haces? - preguntó Seungmin quitando su vista de su comida.

El menor colocó su pie vendado en la serca de la azotea, comenzando a subir lentamente.

Cuando llegó a lo más alto acomodó bien ambos pies y gritó.

- ¡Las papas hervidad de Hyunjin están...! - tomó aire - ¡Muy saladas!

Todos los estudiantes que se encontraban en la parte de abajo miraron a Jeongin en la azotea.

Changbin comenzó a reír con su botella de agua en mano, Seungmin miraba hacía su amigo con la boca abierta, y Hyunjin había apartado la mirada, con algo de vergüenza.

- Debiste decir que son deliciosas - dijo Changbin carcajeandose.

- ¿"Muy saladas?" - preguntó el pelinegro en un susurro.

- Ya veo - dijo mirando al mayor - ¡De acuerdo! Entonces... - tomó aire nuevamente - las papas hervidas de Hyunjin están...

- ¡Ya basta! - Hyunjin puso su mano en la serca - ¡no tienes que gritar de nuevo! - exclamó el alto.

Changbin comenzó a reír nuevamente, su amigo abochornado era muy tierno.

- ¿Por qué? - preguntó el menor.

El pelinegro miró a su amigo, que reía sin parar, la risa se le contagió, así que igual comenzó a reír levemente.

- Tal vez su arroz igual esté salado, Nule - dijo Changbin parando de reír un momento.

- ¡Callate! - dijo el alto riendo fuertemente, dándole un codazo a su amigo.

- ¿Acabo de hacer reír a Hyunjin? - preguntó el peliblanco.

Hyunjin se puso de pie y colocó ambas manos en su cintura.

- Ya no saltes de edificios, ¿de acuerdo? - preguntó el pelinegro - no eres un gato.

Jeongin saltó desde el lugar donde estaba, cayendo de pie en el suelo.

- ¡Ta-dá! - levantó ambos brazos en el aire, se giró hacía Hyunjin y levantó un pulgar en su dirección.

- Tiene el mismo aroma - dijo el alto con la boca levemente abierta, viendo al peliblanco.

- Come, Hyunjin - dijo Nule cuando se sentó nuevamente - No tengas vergüenza - tomó algo de comida - Abre grande.

- Es mi almuerzo, ¿sí? - dijo el mayor.

En la residencia Yang, Dahyun se encontraba leyendo unos mensajes que le llegaron hace unos minutos cuando se encontraba picando la cebolla que utilizaría para la cena de esa noche.

Jeongin es mi hijo, no tuyo.

¿Cómo puedes ser tan cruel? Deja de lastimarlo.

La peliazul se encontraba recargada en la mesa, deslizando su dedo por la pantalla de su teléfono, leyendo los mensajes tan hirientes que Nayeon le enviaba. Dori estaba frente a ella mientras se limpiandose con la lengua.

Afuera el peliblanco corría mientras lanzaba su mochila al aire.

- ¡Salto de Hyunjin Sunrise! - exclamó el peliblanco.

La mochila dio un par de vueltas en el aire antes que el muchacho la atrapara con ambas manos.

Después de eso se incorporó y colocó nuevamente la mochila en su hombro, abriendo la puerta principal.

- La puerta está abierta - dijo mientras entraba -  aquí vamos - comenzó a quitarse los zapatos con algo de dificultad.

- Bienvenido a casa - dijo Dahyun cuando vio al peliblanco.

- Gracias - dijo el chico, viendo a Dahyun con su teléfono en mano.

- ¿Que te pasó en la pierna? ¿Estás herido? - preguntó la mayor con preocupación, analizando su pierna. Dori imitando su acción.

- ¿Esto? Es solo un rasguño - dijo el peliblanco, restandole importancia.

- Pero... - la peliazul dejó de hablar.

- ¡No, de verdad! - el chico comenzó a caminar - dejaré mi lonchera en el fregadero.

- Está bien - dijo la mayor sonriendo.

- ¿Cebollas? Eso significa que comeremos... - el peliblanco lavaba su lonchera con una sonrisa - ¿Curry? ¿O tal vez carne y papas?

- ¿Pasó algo? Estás de buen humor - Dahyun descargó sus manos en la mesa.

- ¡No, para nada! - exclamó el chico aún sonriendo, comenzando a caminar hacía la puerta.

Jeongin comenzó a correr mientras subía las escaleras y reía, cuando llegó a su habitación tiró la mochila a algún lado de esta, y se tiró en la parte de abajo de su litera, cerrando las cortinas blancas tras él.

- "¿Estás bien?" - imitó el tono de voz de Hyunjin.

Jeongin comenzó a patalear, mientras soltaba gritos de alegría, sus piernas se movían de arriba hacía abajo, e incluso en algunos en donde el menor ni sabía que podía hacer.

El efecto de la felicidad.

- Hyunjin - colocó ambas manos sobre su rostro sonrojado, jadeando de alegría.

Jeongin siguió retorciendose sobre el suelo soltando sonidos de felicidad unos cuantos minutos más.

Se sentó sobre el suelo, abrazando las cortinas de su cama, su pelo blanco ligeramente alborotado y sus mejillas algo rojas.

- Rayos, quiero verlo reír de nuevo - dijo en voz baja.

- ♡ -

Llevaba tres días sin actualizar y sentí que fue más isbsia

Si ven q ya casi al final la narración es muy mala es pq se me borró esa parte del capítulo y me enojé, siempre m pasa lo mismo D:

El separador no cargaba, casi me pegaba un tiro

No revisé el capítulo, si hay algún error ni modo kjsksjaaja

Espero les haya gustado, nos leemos pronto ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro