Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Recuerdos de la Infancia

La noche había caído en Paldea, y la feria comenzaba a vaciarse lentamente. Marck y Yor caminaban tomados de la mano, alejándose de la multitud hacia un pequeño parque iluminado por farolas cálidas. Se sentaron en un banco bajo un árbol frondoso, disfrutando del suave murmullo de las hojas movidas por la brisa.

—¿Sabes? Esta noche me ha hecho pensar en cuánto hemos cambiado desde que éramos niños, —dijo Yor con una sonrisa nostálgica, observando las estrellas.

Marck la miró, con una sonrisa ladeada. —¿Cambiar? No creo que hayas cambiado tanto. Siempre has sido increíblemente fuerte, incluso cuando no te dabas cuenta.

Yor rió suavemente, sacudiendo la cabeza. —No era fuerte. Solo era una pequeña Sobble asustada que no sabía qué hacer con su vida.

Marck tomó su mano y le dio un leve apretón. —Quizá al principio, pero siempre vi en ti algo especial.

Yor lo miró, sus ojos brillando con un toque de emoción. —¿Recuerdas cómo nos conocimos?

Marck se recostó en el banco, mirando al cielo. —Claro que sí. Fue en nuestro primer día en la Academia. Tú estabas en una esquina, intentando pasar desapercibida.

---Flashback: Primer Día en la Academia---

La Academia de Espías era un lugar intimidante para cualquier niño, y mucho más para una pequeña Sobble como Yor. Las torres altas de la Academia se alzaban como guardianes silenciosos, y los pasillos estaban llenos de murmullos de estudiantes nerviosos. Yor, con su pequeña mochila al hombro, trataba de no llamar la atención mientras caminaba hacia la sala principal.

El lugar estaba lleno de chicos y chicas de diferentes especies Pokémon, todos ansiosos por demostrar su valía. Yor, sin embargo, solo quería desaparecer.

Fue entonces cuando un niño Scorbunny de cabello desordenado y una energía desbordante apareció frente a ella.

—¡Hola! —dijo el chico, con una sonrisa que irradiaba confianza—. Soy Marck. ¿Y tú?

Yor lo miró con timidez, sus mejillas poniéndose ligeramente azules por el nerviosismo. —Y-Yor...

Marck inclinó la cabeza, curioso. —¿Yor? ¡Es un nombre genial! ¿Quieres ser mi compañera?

—¿Compañera? —preguntó Yor, confundida.

Marck señaló hacia la lista de actividades en la pared. —Dicen que tenemos que formar equipos para las misiones de práctica. Vamos, será divertido.

Aunque dudó al principio, Yor terminó aceptando. No tenía otra opción, y además, había algo en Marck que le inspiraba confianza.

---Fin del Flashback---

—Eras tan insistente, —dijo Yor, riendo al recordar cómo Marck no la dejó sola hasta que aceptó ser su compañera.

—Lo siento, pero sabía que seríamos un buen equipo, —respondió Marck con una sonrisa traviesa.

---Flashback: La Primera Misión de Entrenamiento---

La primera misión de entrenamiento fue un desastre absoluto. A Yor le asignaron escalar una pequeña colina, pero siendo una Sobble, no tenía la fuerza ni la confianza para hacerlo. Tropezó varias veces, sus lágrimas comenzando a brotar de frustración.

Marck, en cambio, la observaba desde arriba, esperando pacientemente.

—¡Vamos, Yor! ¡Tú puedes hacerlo! —gritó, extendiéndole la mano.

—No puedo... —respondió Yor, bajando la mirada.

Marck bajó de la colina y se arrodilló frente a ella. —Oye, no importa cuántas veces caigas. Lo que importa es que sigas intentándolo.

Con una sonrisa, la tomó de la mano y la ayudó a subir. A pesar de las dificultades, completaron la misión juntos, riendo al final por los golpes y rasguños que habían acumulado.

---Fin del Flashback---

—Creo que fue en ese momento cuando supe que podía confiar en ti, —dijo Yor, apoyando su cabeza en el hombro de Marck—. Siempre estabas ahí para ayudarme, incluso cuando yo misma no creía que pudiera lograr algo.

—Y tú siempre me recordabas que hay cosas que valen la pena pelear, —respondió Marck, acariciándole el cabello con ternura—. Desde el principio, hemos sido un equipo, Yor.

Yor levantó la cabeza para mirarlo, una pequeña sonrisa en sus labios. —Creo que eso nunca va a cambiar, ¿verdad?

Marck la miró directamente a los ojos, su voz llena de sinceridad. —Nunca.

La noche continuó envolviéndolos en su calma, mientras recordaban más historias de su infancia, desde los entrenamientos hasta los momentos en los que simplemente se sentaban a mirar el atardecer después de un día difícil en la Academia.

Aunque habían cambiado mucho desde aquellos días, una cosa permanecía constante: su vínculo. Y ahora, con sus sentimientos finalmente confesados, ese vínculo solo se había vuelto más fuerte.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro