Más Allá del Límite no permite aser
El entrenamiento no había terminado. Después de un pequeño descanso, Yor y Carmela estaban listas para continuar. Ambas sabían que no podían conformarse con su desempeño actual si querían estar preparadas para el próximo enfrentamiento con Ivanov y su Rillaboom.
Marck y Marco prepararon un nuevo desafío: un circuito de entrenamiento diseñado para mejorar la velocidad, la resistencia y la reacción en combate.
—Esta vez no será solo lanzar ataques —explicó Marck mientras activaba una serie de mecanismos en el campo—. Tendrán que esquivar obstáculos, superar trampas y enfrentarse a objetivos en movimiento.
—Vamos a ver cuánto han mejorado —añadió Marco con una sonrisa desafiante.
Yor y Carmela se miraron y asintieron. Estaban listas.
El Desafío Comienza
Las dos se posicionaron en la línea de inicio. Al escuchar la señal de inicio, Carmela fue la primera en moverse, usando su increíble velocidad para esquivar los obstáculos iniciales. Saltó ágilmente entre plataformas móviles y esquivó proyectiles de espuma disparados desde máquinas de entrenamiento.
Yor, en cambio, optó por un enfoque más calculador. Utilizando Danza Acuática, se desplazó con fluidez entre los obstáculos, esquivando con movimientos precisos y calculados.
—¡Esto es genial! —exclamó Carmela, riendo mientras daba una voltereta en el aire antes de aterrizar con gracia.
El siguiente desafío era un área de combate en la que debían destruir varios blancos en movimiento en el menor tiempo posible.
—¡Voy yo primero! —dijo Carmela, encendiendo su pierna en llamas y lanzando una ráfaga de Balón Ígneo que impactó en varios objetivos a la vez. Luego corrió entre los blancos restantes, eliminándolos con una combinación de Patada Relámpago y Puño Fuego.
Cuando terminó, volteó hacia Yor con una sonrisa desafiante. —Tu turno.
Yor inspiró hondo, concentrándose. De sus manos, surgieron múltiples proyectiles de agua que disparó con precisión quirúrgica, destruyendo cada blanco sin desperdiciar un solo disparo. Luego desapareció con un movimiento rápido y reapareció tras los últimos blancos, eliminándolos con un Cola Dragón que rompió los objetivos en un solo golpe.
Marck y Marco observaban con asombro.
—Su coordinación es impresionante —comentó Marco.
—Sí... Están alcanzando un nuevo nivel —respondió Marck con una leve sonrisa de orgullo.
El Último Desafío: Combate Uno contra Uno
Para finalizar el entrenamiento, Yor y Carmela decidieron enfrentarse en un duelo completo. Sin contención, sin reservas.
Yor comenzó con un rápido Hidropulso, pero Carmela esquivó ágilmente, saltando por encima del ataque y contraatacando con una Patada Ígnea.
Yor reaccionó justo a tiempo, bloqueando el golpe con Protección antes de moverse con velocidad gracias a Danza Acuática, apareciendo detrás de Carmela y atacando con Disparo Lodo para reducir su precisión.
—¡No caeré en eso otra vez! —exclamó Carmela, girando rápidamente para dispersar el lodo con una explosión de fuego. Luego, utilizó Acróbata para lanzarse velozmente hacia Yor y asestarle un golpe directo.
Yor fue impulsada hacia atrás, pero aterrizó con elegancia. Sus ojos brillaban con determinación.
—Voy a probar algo nuevo —susurró, mientras una aura azulada la rodeaba.
Sus manos se iluminaron con una energía especial y, con una velocidad impresionante, disparó múltiples proyectiles de agua en rápida sucesión.
—¡Esa es... Ráfaga de Agua! —exclamó Marck sorprendido.
El ataque impactó directamente en Carmela, quien apenas pudo reaccionar a la lluvia de proyectiles.
Sin embargo, en el último momento, Carmela se envolvió en llamas y utilizó Patada Ígnea Giratoria, un nuevo movimiento que combinaba su agilidad con una rotación de fuego, creando un ataque devastador.
Las dos técnicas chocaron en el centro del campo de batalla, generando una explosión de vapor y calor que cubrió todo el lugar.
Cuando el humo se disipó, ambas estaban en el suelo, jadeando y sonriendo.
—Creo... que estamos mejorando mucho —dijo Yor, con una pequeña risa.
—Sí... pero la próxima vez, ¡seré yo quien gane! —respondió Carmela, chocando su puño con el de Yor en señal de respeto.
Marck y Marco se acercaron.
—Bien hecho, chicas —dijo Marck, ayudando a Yor a levantarse—. Creo que después de esto, merecen un descanso.
—Sí... y algo de comida —agregó Marco.
Las dos chicas rieron y asintieron. Sabían que su entrenamiento aún no había terminado, pero también entendían que cada día se acercaban más a
su meta: derrotar a Ivanov.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro