Después del intenso entrenamiento de Yor y Carmela, Marck y Marco sabían que necesitaban una ventaja adicional si querían enfrentarse a Ivanov y su poderoso Rillaboom. Por ello, emprendieron una misión especial: encontrar Piedras Gigamax para sus compañeras.

La búsqueda los llevó a una cueva oculta en las profundidades del Bosque Umbrío, un lugar donde, según los informes, se encontraban fragmentos de energía Gigamax.

—Si estas piedras realmente existen, esto cambiará las cosas a nuestro favor —dijo Marco, avanzando con una linterna en la mano.

—Sí, pero debemos tener cuidado. Lugares como este suelen estar protegidos por Pokémon salvajes muy fuertes —advirtió Marck.

No tardaron mucho en encontrar el corazón de la cueva, donde dos piedras brillaban con una intensa luz rojiza. Eran las Piedras Gigamax.

—Ahí están... —susurró Marco, acercándose con cautela.

Sin embargo, antes de que pudieran tomarlas, un Steelix Gigamax emergió del suelo con un rugido ensordecedor.

—¡Lo sabía! ¡Esto no iba a ser tan fácil! —exclamó Marck mientras lanzaba su Pokébola.

La Batalla por las Piedras

Steelix rugió y atacó con Colmillo Rayo, dirigiéndose directamente hacia Marco.

—¡No tan rápido! —Marco reaccionó rápidamente—. ¡Lucario, usa Aurasfera!

Lucario apareció de inmediato, lanzando una poderosa esfera de energía que impactó en Steelix, haciéndolo retroceder momentáneamente.

—¡Vamos a ayudar! —gritó Marck—. ¡Greninja, usa Shuriken de Agua!

El ataque de Greninja golpeó directamente la cabeza de Steelix, pero el Pokémon de acero no se detuvo y respondió con Terremoto, sacudiendo toda la cueva.

El combate fue feroz, pero después de un último ataque combinado entre Lucario y Greninja, lograron debilitar a Steelix, quien se retiró al fondo de la cueva, dejándolos tomar las Piedras Gigamax.

—¡Lo logramos! —exclamó Marco, recogiendo una de las piedras.

—Sí... ahora veamos si funcionan con Yor y Carmela —dijo Marck, con una sonrisa confiada.

El Despertar del Gigamax

De regreso al campo de entrenamiento, Yor y Carmela miraban con curiosidad las Piedras Gigamax que sus compañeros habían traído.

—¿Y dices que esto... nos hará crecer gigantes? —preguntó Carmela, escéptica.

—Así es. Pero solo si tienen el potencial para hacerlo —respondió Marck, entregándole una piedra a cada una.

Ambas tomaron las piedras y sintieron una energía recorrer sus cuerpos. Algo estaba despertando en su interior.

Para probar el poder de las Piedras Gigamax, Marco y Marck organizaron un combate de prueba.

—¡Muy bien, intentémoslo! —gritó Marck—. ¡Yor, Carmela, activen la Gigamax!

Las dos chicas cerraron los ojos y concentraron su energía. Las piedras brillaron con una luz intensa y, en un instante, sus cuerpos comenzaron a crecer exponencialmente.

Yor se transformó en un Inteleon Gigamax, con su estructura alargada y una mirada imponente.

Carmela, en su forma Cinderace Gigamax, se veía más ágil y poderosa que nunca, con un enorme balón de fuego flotando a su lado.

Marck y Marco quedaron boquiabiertos.

—Increíble... —susurró Marco.

—Con este poder... ¡Ivanov no tendrá oportunidad! —exclamó Marck, con una sonrisa triunfante.

Yor y Carmela se miraron y asintieron. Era hora de llevar su entrenamiento al siguiente nivel.