Muerdo mis labios para no dejar salir sonido al sentir sus besos en mi cuello. Una corriente recorre mi cuerpo haciendo que me erice.

—Látigo... Dije que quería dormir —a duras penas sale mi voz.

La mano en mi abdomen se desliza hacia mi pantalón adentrándose en mi ropa interior.

—No... No está bien. —El alcohol aún en mi cuerpo no me deja pensar.

Llevo mi mano a la suya para detenerlo, pero sus dedos ya están rodeando mi miembro bajo la ropa.

—Látigo... —digo suave en un suspiro—. Para... Por favor. —Me doy cuenta de que el agarre de mi propia mano se hace más débil, dejándole ser en sus movimientos.

Giro mi cabeza para verle a los ojos como suplicando pero solo logro que me bese. No me da tiempo a reaccionar cuando ahora sus labios ocupan los míos mientras muerde el inferior y hace un avance con su lengua de forma brusca.

La otra mano me toma por el cuello y hace presión un momento, pero parece que se controla.

"¿Qué estoy haciendo?"

Mi miembro se pone más duro con cada movimiento en la zona, juega hasta en la punta con su dedo pulgar y hace que reaccione a ello soltando ligeros gemidos que ahoga con sus besos.

No logro durar mucho cuando termino por venirme en su mano, manchando la ropa interior que tengo puesta.

Se me cae la cara de vergüenza ante esto a lo que él se sienta sobre mí para verme al rostro. Me cubro con las manos, pero las separa pegándolas a la cama dejándome expuesto.

—Látigo... Perdón, yo... para. —Le miro completamente ruborizado y deseando que esto continúe aunque me niegue—. Normalmente duro más... —le digo, pero realmente no he tenido una pareja sexual, no he tenido tiempo.

Su mirada recorre mi rostro y cuello haciendo que amarre las manos con el cinturón que había dejado en la silla cercana a la cama cuando se quitó la ropa.

—Látigo... —pronuncian mis labios, pero él me calla con un beso donde introduce su lengua. Intento zafarme de su atadura y me doy cuenta de que no lo hago en serio. Es como si quisiera que esto continuara. 

Sus manos ahora van a mis caderas buscando retirar mi pantalón manchado junto a la ropa interior. Deja libre mi pene que aún no se recupera de la anterior corrida.

—¡No lo mires! —protesto al observarlo hacer reparo en él de forma detenida.

Toma una de mis piernas ignorando mis palabras y la coloca sobre su hombro. Introduce uno de sus dedos en su boca para humedecerlo. Acto seguido lo lleva a mi trasero y jugar en la zona regresando a besarme.

Continúo el juego de nuestras bocas sin problema hasta que siento el nuevo objeto ajeno dentro y mi cuerpo se curva ante la nueva sensación. Termino por tener una erección de nuevo y volver a humedecerse mi punta.

—No... Sácalo, Látigo, sácalo —protesto mientras muevo mis manos para tratar de detenerlo, sin embargo este comienza a moverlo dentro de mí entrando y saliendo lentamente.

Abro los ojos con dificultad para verle a los suyos y estos son fríos, parecen disfrutar verme así y me hace sentir que es algo solo carnal. Es cierto, solo es sexo, pero no entiendo por qué lo estoy disfrutando si se supone que no me gusta su género.

Su otra mano ahora ocupa mi miembro junto a sus dedos dentro de mí y la sensación es increíble, no pensé que se sintiera tan bien.

—Para... Látigo, para —le digo entre gemidos de placer y de pronto me hace caso y se detiene—. ¿Por qué?...

Le miro con mis ojos pidiendo más, pero él solo me observa los labios.

—¿Por qué te detienes? —pregunto aún con la voz débil hasta que entiendo que desea—. No lo hagas... Si empezaste... Llega al final...

Mis palabras no se hicieron esperar y dos dedos entraron de pronto con movimientos más dinámicos buscando tocar cierta área junto a la masturbación.

No duro mucho y mis gemidos inundan toda la habitación. Qué vergüenza, me siento demasiado vulnerable.

Puedo ver una gran erección en sus pantalones, sin embargo, nunca se los quitó.

—No es justo que sea el único que disfrute.

Él me mira y niega llevando su dedo a mi ano mientras me mira, hace la presión para que entren cuatro dedos, pero cuesta, así que no avanza.

—Yo... Nunca había estado con un hombre.

Él asiente dejándome saber que ya era de su conocimiento.

—Tampoco con ninguna mujer —agrego nervioso.

Sus ojos se abren ante la sorpresa, no se esperaba mis palabras.

—Déjame satisfacerte un poco... Puedo probar —esto es el alcohol hablando, yo no lo haría, no sobrio.

Él se quita su ropa interior dejando ver un pene más grande que el mío en completa erección, parece que sí logré excitarlo.

No creo que eso quepa en mi trasero de forma fácil.

—Me arrepiento de lo que dije.

Una sonrisa se dibuja en su boca y me libera de las ataduras para acostarse a mi lado.

Froto mis muñecas para eliminar la sensación y me subo sobre él dejando que nuestras vergas se rocen.

—No sé qué debo hacer —digo lleno de nervio.

Látigo coge y me levanta en peso acostándome sobre la cama con el cuerpo sobre el mío.

Su boca busca mis labios y juega con ellos besándome, en lo que sus dedos entran por mi orificio, primero uno, luego dos, por último tres con más esfuerzo. No puedo creer que esté así de dilatado y excitado.

—Entra... Entra, pero nunca le digas a nadie de esto... Por dios... —hablo entre jadeos, aunque sea por abrir espacio para su verga, no deja de ser jodidamente excitante los movimientos de sus dedos, lo suficientemente para ponerme duro de nuevo—: ponlo dentro, Látigo, por favor.

Al escucharme decir esto toma su miembro y lo coloca en mi entrada penetrándola lentamente.

Siento que duele un poco, pero el morbo no me deja pensar en ello.

—Suave, sé gentil... —digo mientras abrazo su espalda—. Duele.

De a poco, termina de entrar completamente en mí y muerde mi hombro dejando la marca de sus dientes. Siento que con ello quiso marcarme.

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Buenas :3, espero tengan un lindo día.

¿XD qué les pareció el capítulo?

Bueno... Parece que Pluma la pasó muy bien, OwO

Se desvía un poco de su objetivo y bastaron menos de 24h

Kirara