Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 34: Conociendo la carta


Salgo del comedor luego de terminar de almorzar, ya en ese punto Daga no está por ningún lago.

Me dirijo a la carpa de Látigo para buscarle. Necesito hablar con él. Realmente se volvió un gran apoyo para mí, también necesito averiguar cómo es eso de que su padre es el dueño de este lugar. El culpable de ese espectáculo terrorífico nocturno.

Mientras voy metido en mis pensamientos, choco con Cisne.

—Mira por donde andas —dice ella mirándome fríamente.

—Estaba un poco distraído, Cisne —le respondo tranquilamente y por desgracia recuerdo su cara de cinismo al dejar caer al hombre aquel.

—Rata de mierda... —Choca con mi hombro y sigue avanzando, está claro que no le agrado—. Al menos se te va a acabar la diversión en la próxima ciudad.

¿Eh? ¿Qué quiso decir con eso?

- - ┈┈∘┈˃̶༒˂̶┈∘┈┈ - -

Llego a la carpa de Látigo y está vacía, él no parece estar por todo aquello. Todo está como lo dejó la última vez que vine. La única diferencia es la carta sobre la mesa, está abierta. Es la que le ayudé a buscar aquella vez en el correo.

La tomo entre mis manos guiadas por la curiosidad para leer el remitente.

—De Elisa para Christophe —pronuncio en voz baja.

El nombre en la portada me incita a abrirla, pero no entiendo lo que dice, no sé leer. Solo entiendo palabras como "Ciudad Dorada", "es tu deber", "te estará esperando".

—¿Qué es esto? —La dejo sobre la mesa de nuevo en su posición original y me dirijo fuera de la tienda, sería un problema que él me viera aquí con eso así a la cara.

Sin embargo, es tarde, en ese justo momento estaba entrando el susodicho.

—Jeremy, ¿ya no tienes vergüenza de colarte en cuartos ajenos? —Me dice para acercarse a la carta y guardarla en la gaveta, aunque inicialmente parecía en tono de broma—. ¿La leíste?

—¡No!... No... Haría eso. —Mierda, me ganan los nervios. Tengo que aprender a mentir mejor.

—Dime la verdad —exige él llevando su dedo pulgar e índice a su tabique para aliviarlo.

—Sí y no... Lo vi, pero no fui capaz de leerlo —digo con sinceridad.

—Ya, mejor que no sepas. No es un tema que te importe, ni tampoco a nadie de este lugar —responde de la forma más fría que le había visto hablar.

—Ya... Supongo que esa Elisa es alguien importante —digo para darme la vuelta y salir del sitio.

¡Demonios!, ¿por qué esa tontería me molesta?... No debería, no tengo por qué meterme en su vida.

Me alejo lo más rápido que puedo, incluso noto como él se asoma, sin embargo, no me persigue. Molesto, es molesto. Esperaba que me buscara.

- - ┈┈∘┈˃̶༒˂̶┈∘┈┈ - -

Decido pasar a la carpa médica a ver el estado de Nube, pero en el camino veo a un grupo de tres personas.

Una de ellas, la central, es un hombre vestido con chaleco rojo y canas en sus cabellos. Porta un monóculo y parece bastante elegante, a su lado los demás aparentan ser meros compañeros.

¿Quién es? No pierdo el tiempo y lo ignoro, entro donde mi pequeña traidora.

—Oh, visitas —expresa el doctor mientras revuelve un ungüento verde en un bol de metal.

—Sí, ¿cómo sigue?, ¿despertará? —Comento acercándome a la cama de mi "amiga".

—Sí, solo está así por el trauma. Podría despertar en cualquier momento. Lo que digo, nuestro pequeño Daga solamente apunta a donde no mata, eso menos el final, ese sí, no tiene salvación —dice tranquilamente.

—¿Suelen venir muchas personas?, de ese horario —le digo mientras tomo la mano de Nube.

—Normalmente, unos cinco o seis, pero las heridas varían. Mayormente mueren los nuevos... Como tú —dice y noto como su mirada se clava en mí, abandonando su labor.

—Yo también pensé que iba a morir, no te puedo decir otra cosa... Aun así es difícil de asimilar. ¿Qué harán con ella? —Le comento mirando la mano que sostengo.

—No la dejarán ir, nadie sale del circo con vida sabiendo esto, solo le queda ser parte de la función o morir. Ya que quisiste salvarla, o quisieron, parece que solo le queda aceptar este camino —me responde volviendo a su labor.

—Ya eso será decisión de ella... Yo realmente hice todo lo que pude por salvarla. —Siento que su dedo se mueve y respiro más calmado. Está pronta a despertar y prefiero no estar aquí cuando lo haga...

Me salgo de enfermería y dirijo hacia mi habitación, prefiero que pasen los días de forma rápida para poder devolver a mi amiga al pueblo. Solo en ese momento sentiré que no estoy haciendo esto en vano. No me miento, quiero estar aquí en algunos momentos.

Esta noche me escapo del trabajo, solo duermo, ya que me tocó jornada laboral pesada en el día...

Cierro mis ojos mirando el techo de la carpa, trato de salir de esta pesadilla. No quiero dormir solo... Joder, todas esas imágenes van a volver.

Me toma alrededor de dos horas poder conciliar un poco el sueño. Es así hasta que alguien entra en la carpa, creo que Soga, pero no, eso descubro cuando con un pañuelo cubre mi nariz y termino por caer completamente rendido.

- - ┈┈∘┈˃̶༒˂̶┈∘┈┈ - -

Cuando abro los ojos me encuentro desnudo, amarrado a una cama y con Daga observándome mientras mira varios objetos extraños.

—Daga, ¿qué demonios es esto? —Le digo al recuperar la conciencia.

—Pluma, vamos a jugar un rato... Tranquilo. No haré nada que te deje marca o algo que no quieras... Sé que eres bastante nuevo en esto... Así que no seré tan rudo —me dice con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Deja la locura y suéltame! —Expreso haciendo fuerza con las manos para liberarme, pero es inútil.

—Va a salir bien —dice tomando un objeto fálico de madera en una mano y en la otra unas vendas con las que me cubre los ojos.

—Daga, no tienes que hacer esto, ¿por qué demonios te portas así? —Le exijo.

—Quiero jugar contigo... —Escucho sus palabras en mi oído y lo siguiente es como algo húmedo recorre mi cuello—. Me gustas, me gustas y quiero que disfrutemos juntos... Debe ser así.

Acto seguido, contraigo mi abdomen ante la sensación de algo caliente, bastante, gotea sobre mi pecho y va bajando lentamente, gota a gota. ¿Es una vela?

¿Dios mío, esto es lo que había dicho Látigo de los juegos de Daga?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro