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Regreso Y Encuentro

Christophe ladeo un poco la cabeza al escuchar ese nombre ¿quien era ese tal craig y que tan especial era para el blondo?

-¿Craig?...-pregunta el chico esperando una buena explicación.

Tweek mantenía la cabeza gacha y triste, al parecer tendría que contarle todo a su amigo, hablarle sobre ese chico del cual seguía enamorado a pesar de los años.

Viendo a Christophe a la cara el rubio nota su mirada impaciente y preocupada, su amigo sólo quería saber que era lo que lo tenía tan triste, así que sin más opción y cansado de guardar silencio decidió sincerarse con el.

-Craig... El es... - empieza a decir con algo de dificultad, volver a hablar de craig lo hacía sentir bastante triste - el es un viejo amigo y... Bueno, el fue quien me obsequio este hermoso collar hace seis años...-

-Ohh... Pero entonces... Ese chico era tu... - dice Christophe entendiendo un poco más, aunque aún no sabía que tipo de relación tenía el rubio con el.

-... Yo lo amaba... - confiesa tweek y este se sorprende un poco.

-... Tweek ¿eres gay? -pregunta sabiendo ya la obvia respuesta, sólo quería asegurarse.

El rubio  sólo suspira más tranquilo y se le queda viendo a su dudoso amigo.

-Se supone ¿no?... - le confirma viéndolo.

-Eso es... Bueno... - Christopher no sabia muy bien que decir, en los seis años que llevaba conociendo al rubio jamás sospecho que lo fuera, es decir, si era un poco raro que nunca se mostrará interesado en las chicas y eso, pero pensó que era porque sólo estaba concentrado en su carrera, además nunca pregunto si tenía una novia.

-Ngh ¿que, chris? ¿Raro? ¿Antinatural? ¿Que es lo que vas a decir? - pregunta tweek algo inquieto.

-No, no, no es eso, es sólo que... me sorprendió un poco jeje... - explica con una sonrisita nerviosa.

-... ¿Crees que soy raro por eso?- tweek aparta su mirada de este y ve preocupado hacia los cuadros que tenia como adorno en la pared, por algo razón le incómodaba la situación en la que se encontraba, era la primera vez que le decía a alguien sobre sus gustos.

-¿Que dices? ¡Claro que no! - le dice con una sonrisa despreocupada- ¿como crees que voy pensar eso?-

-Es lo que cualquier persona pensaría... -

-... Pues no es ese mi caso, amigo, hasta donde yo se eres una excelente persona, inteligente, trabajador, y muy amable con todos -

Tweek lo ve a los ojos avergonzado, estaba sufriendo demasiado por un chico del cual nisiquiera sabía si seguía queriendolo de la misma forma que antes.

-Tus gustos no haran que me aleje de ti, tweek, eres mi mejor amigo, y lo seguirás siendo- Christophe le sonríe y el rubio también lo hace aliviado. Poco a poco empezaba a sentir menos peso sobre el.

-Gracias chris... En verdad que eres un excelente amigo... -

-No me agradezcas... - dice tranquilo- ¿Porque mejor no me sigues hablando sobre ese tal craig?-

-... Ahh.. - suelta otro suspiro lleno de tristeza-... Bueno...  Nosotros teníamos la misma edad, Siempre solía ir a jugar en las tardes con el y su amigo clyde, y pues... Los tres eramos inseparables... -

-Ya veo... ¿Y ustedes desde que edad se conocían?- pregunta curioso, quería saber más sobre su historia.

-Desde los diez... -

-Wow... Prácticamente estuvieron juntos toda su niñez..  - comenta chris curioso.

-Si... Hasta la adolescencia... Fue ahí cuando mis padres decidieron llevarme a estudiar a Italia, sin importarles mi opinión o si deseaba quedarme... Siempre fue asi... A ellos nunca les importo lo que yo quería- tweek se pone algo serio y Christophe nota su pequeño rencor.

-... Eran bastante exigentes entonces... ¿Pero les dijiste que no querías dejar a tus mejores amigos?-

Tweek se apena y baja la mirada, sus padres jamás supieron de la existencia de sus dos mejores amigos.

-No... Pero si se los hubiera dicho tampoco hubiera podido cambiar el destino que me tenían preparado-

-... Entiendo, debió ser demasiado difícil para ti... - le dice apenado.

-Si, lo fue... Ahora ya sabes la razón de mi tristeza chris-

Christophe se le queda viendo pensativo, el rubio se sujetaba la mejilla con su mano y seguía con esa expresión vacía y decaída, este sin duda extrañaba a sus amigos más que a nada.

-Es esa la razón por la que quieres volver a Estados Unidos ¿verdad? Para poder verlos de nuevo-

Tweek abre sus ojos y lo ve con sorpresa.

-Pero más que todo para volver a ver a ese chico craig...-

-... Creo que... -el rubio lo ve triste y luego sonríe un poco- en el fondo es lo que deseo Chris, sin embargo ya han pasado muchos años y... Nose que habrá sido de sus vidas.. -

-Bueno... Eso sólo lo sabrás cuando regreses allá ¿no?-

-... Si... Eso si tengo el valor de volver a verlos a la cara después de que los abandone así-

-Oh vamos, sabes que no fue tu culpa-

-... - tweek duda sobre eso y de repente escucha su teléfono sonar, este sólo lo saca de su chaqueta y luego contesta la Llamada- hola... - dice el rubio sin mucho ánimo.

Denuevo era pete en el teléfono, este lo había llamado para darle las buenas noches y desearle un feliz sueño. Tweek sólo agradeció tranquilo y fue algo cortante pues no tenía muchas ganas de hablar, luego colgó la llamada.

-... Como molesta - comenta christophe después de que su amigo colgará.

-Creo que sólo trata de ser amable... - le dice tweek dejando el teléfono sobre el cojín.

-Demasiado diría yo... -

-... -

-Lo vi abrazarte en la fiesta... -

-Ngh ¿nos estabas viendo?- pregunta tweek con vergüenza.

-Si, así es... Y se ve que el lo disfruta bastante- insinúa Christophe serio.

-... ¿Que quieres decir? Pete es un amigo y aliado, no tiene nada de extraño que nos demos un abrazo-

-¡Amigo te veías muy incomodo!-

Tweek se queda callado y luego pensativo, en cierto modo si le incómodo ese abrazo, y extrañamente fue lo que causo que sintiera esa molesta ansiedad, no entendía el porque, pero se sintió mucho más sólo y deprimido después de eso, como si su cuerpo le estuviera avisando que estaba con la persona equivocada.

-Yo... Bueno, creo que si me tomo por sorpresa ese abrazo... Sabes que Pete no es muy afectuoso- le dice viéndolo, Christophe voltea sus ojos.

-Claro que no lo es ¡nunca lo ha sido con nadie! Tu eres el único a quien siempre busca, tweek ¿no se te hace un poco raro? -

-Ehh... No, digo... Somos aliados y...

-Y el sabe que tus padres son dueños de varias empresas importantes en Estados Unidos... - interrumpe Christophe a su amigo sabiendo las malas intenciones del pelinegro.

-Si, lo sabe, pero no creo que sea por eso que le interese ser mi amigo, el sabe perfectamente que el convenio que tenemos es únicamente entre nuestras dos empresas, mis padres no tienen nada que ver en eso- aclara el rubio.

-Tweek, no puedo creer que a estas alturas aun no sepas el tipo de persona que es Pete, es obvio que el busca más de ti-

-... - tweek se queda serio y luego se levanta del sofá, Christophe se le queda viendo.

-Ehh.. ¿A donde vas? - pregunta Christophe al ver cómo se alejaba.

-A la cocina - le contesta de forma rápida y clara, su día había sido extremadamente cansado y ahora sólo quería descansar.

-Oye, perdón ¿si? No quiero causarte más estrés... - se disculpa Christophe mientras lo ve.

El rubio llenaba una pequeña olla con agua potable y luego encendía la cocina para calentarla.

-Se que con el trabajo y tus tristes recuerdos ya es más que suficiente, pero es que eres mi amigo y no quisiera que te vieran la cara-

-... Eso no pasará, deja de preocuparte... - dice el rubio mientras espera a que hierva el agua.

-Mm... Bien, al menos si algo me alivia es que eres un chico inteligente- comenta Christophe recostado sus codos en la barra de cerámica- espero que estés alerta... -

Tweek sólo se quedo en silencio mientras que Christophe le hablaba sobre temas que no pudieran estresarlo más. Después de que el agua hirvio este preparo su té y se sirvió en una taza.

Mientras ambos amigos hablaban en la sala, el rubio bebió su te con tranquilidad, el líquido había logrado calmarlo un poco y se sentía menos estresado, luego de eso Christophe decidió irse a su apartamento Para poder descansar, claro, después de asegurarse de que tweek estuviera completamente bien.

Tweek sólo le dijo que fuera tranquilo, que lo vería al día siguiente para seguir trabajando en los contratos pendientes de esa semana. Christophe asintió con una sonrisa y se despidió retirándose del apartamento.

Cuando el rubio quedó completamente sólo, camino hasta la cocina cansado y dejó la taza vacía en el fregadero, luego fue hasta su habitación y cuando entró se quedó observando la cama por varios segundos en silencio.

-... Tan sólo... - dice el blondo en voz baja y decaída mientras da varios pasos hacia el  escaparate empieza a buscar su pijama para dormir. Al encontrarla la deja sobre la cama y se va en dirección al baño con una toalla en su mano, ahora una ducha caliente y relajante era lo último que necesitaba para poder dormir.

Al día siguiente, a primera hora del día, tweek ya tenía dos citas pautadas para antes del medio día, ambas reuniones para tratar sobre el tema de los proyectos arquitectónicos de esa semana. El rubio como siempre fue claro y conciso al dar las indicaciones y explicarles como se llevaría a cabo el trabajo, y al final del día, tweek había logrado cerrar los contratos, ahora debía hablar con su sub-gerente e informarle todo.

En el resto de la semana tweek cerró los otros dos contratos y volvió a informar a su sub-gerente, también le conto sobre su plan de dejar Italia y dejarlo a cargo de la empresa en su ausencia, le dijo que fuera lo más cuidadoso y responsable posible ya que era un cargo importante el que iba a desempeñar, el sub-gerente fiable sólo asintió de acuerdo y le prometió al rubio manejar bien su negocio.

Varios días después , el rubio contacto a sus padres para darles la noticia de que volvería a estados unidos y crearía una nueva sucursal allá, los padres confusos sólo le exigieron una buena explicación, pero tweek  supo manejar muy bien la situación, conocía a sus padres, y ahora sabía cómo tranquilizarlos, les explico que el sabía perfectamente lo que estaba haciendo y muestra de eso era la empresa que había hecho crecer en Italia. Los tweak no tardaron en confiar en su hijo y apoyarlo nuevamente en su nuevo objetivo, pero el rubio sólo les dio el aviso para que estos estuvieran enterados de su llegada, total, no era como si necesitará la aprobación de sus padres, era su propia decisión.

Y tres semanas después tweek se hallaba en el aeropuerto junto a su amigo christophe , ambos esperando el próximo vuelo a Estados Unidos con sus maletas hechas.

Fue un viaje de nueve horas y antes del anochecer ya habían aterrizado y llegado al aeropuerto de denvel. Apenas tweek bajo del avión y se encontró en ese ambiente tan frío de colorado, se le vinieron un montón de recuerdos a su mente, este sonreia alegre y se sentía emocionado, ya que finalmente había regresado a casa.

Al salir del aeropuertos se quedaron esperando afuera.

-Y... ¿Tomaremos un bus o alguien vendrá a buscarnos? - pregunta Christophe acomodandose la bufanda. Tweek lo ve y sonríe.

-Vendrán por nosotros, así que no te preocupes por eso... - dice el rubio tranquilo.

-Joder, que frío hace aquí... - comenta el de cabello café mientras busca algo en el bolsillo de su chaqueta.

Tweek se le queda viendo y levanta una ceja al ver cómo su amigo se llevaba un cigarrillo a la boca, este lo escendia e inhalaba y luego soltaba humo por la boca.

-Aghh... ¿Hasta cuando seguirás fumando? Te he dicho miles de veces que podría matarte- le dice cansado y preocupado.

-No seas tan exagerado... - contesta tranquilo y sin dejar de fumar.

-Ngh ¿y así te gusta criticar a pete?... ¿Cuando ambos hacen exactamente lo mismo?-

El francés se le queda viendo con expresión ofendida y se saca un momento el cigarro.

-No me compares con ese tipo, me enferma-

Tweek sólo ignora eso y de la nada ve llegar un auto blanco bastante conocido. De repente su corazón latió fuerte y sonrio con emoción, no podía creer quien era, su amigo de confianza y viejo aliado quien aún trabajaba para sus padres. Dejando a su amigo a un lado el rubio corre rápidamente hasta el auto sin soltar su maleta.

-¡Tweek, espera! - lo llama el castaño siguiéndolo de inmediato.

Antes de llegar el rubio se detiene y ve bajar al chófer del auto. Un hombre alto con pocas canas en su cabello (a causa de los años) y su carácteristico traje de chófer. Este al verlo también sonríe contento aunque no tan emocionado como tweek quien sin poder contener su alegría corre a abrazarlo.

Sin duda esos seis años afuera lo habían hecho extrañar de sobremanera a su chófer personal, o más bien, a su fiel amigo Sebastián.

-Sebastián... Ughh .. Te extrañe tanto - dice tweek abrazando y soltando pequeños sollozos de felicidad. Sebastián sólo correspondía al abrazo y reía un poco.

-Yo también lo extrañe... Joven tweek, o más bien... Señor tweek.. - dice el hombre sonriendo.

Tweek se separa y se limpia las pequeñas lágrimas traicioneras de sus ojos.

-Ngh, jeje, yo aún soy joven ¿no? No seas tan formal - le pide sonriente.

Christophe veía la escena un poco alejado, mientras sostenía su maleta y suponía que era el chófer que los llevaría.

-Pero si ya eres todo un hombre... - comenta el chófer viéndolo de pies a cabeza- ha crecido mucho joven tweek, muy apuesto usted-

El blondo ríe apenado y luego ve en dirección a christophe.

-Chris ¿que haces ahí parado? ven- dice tweek viendo como su amigo se acercaba a ellos- mira, el es Sebastián, ha sido mi chófer personal prácticamente desde que tengo memoria-

-Es un gusto- dice christophe saludando al chófer con un apretón de manos.

-El gusto es mío joven, ahora entren al auto mientras yo guardo sus maletas, los llevare de inmediato a la mansión-

-Tranquilo Sebastián, nosotros mismos las pondremos en la maleta- habla tweek viendo a su amigo y caminando hasta la parte trasera del auto.

El chófer sólo suspira relajado mientras sonríe, le alegraba mucho volver a ver al joven rubio que una vez vio crecer.

Después de que guardaron las maletas, ambos jóvenes se adentraron al auto y Sebastián empezó a conducir.

-Todo sigue tan igual a como lo recuerdo- 

Tweek veía por la ventana del auto y sonreía nostálgico, ver la nieve caer del cielo y crear capas blancas sobre los autos, árboles y casas le traían muchos recuerdos de su infancia. 

Al llegar a la mansión tweak, el chófer se estaciono enfrente y los chicos bajaron del auto segundos después. Ya dentro de la mansión, tweek fue recibido por las mismas sirvientas de su niñez, quienes al verlo de nuevo se alegraron de igual manera que el rubio. Tweek siempre los vio como parte de su familia, así que en ningún momento dudo en darles un abrazo cariñoso.

Todo era alegría, paz y risas hasta que apareció una mujer castaña con vestido largo celeste y sandalias de cristal, está estaba en el segundo piso y cuando vio llegar a su hijo comenzó a bajar las escaleras.

Todos los empleados guardaron silencio y se veían un poco nerviosos al ver llegar a la mujer. A tweek no le extrañaba para nada esa reacción en ellos, pues siempre había sido así desde que era solo un niño.

Hellen vio con seriedad a todos sus empleados, posiblemente le molesto su reacción exagerada y feliz al ver llegar a su hijo, todos eran demasiado corrientes, eso siempre la sacaba de quicio.

-Retirense y vuelvan al trabajo- ordena la castaña y estos obedecen de inmediato, luego observa detalladamente a su hijo y se acerca más- cariño... - le dice con una sonrisa.

-Mamá... - tweek también sonríe y siente como su madre le da un beso en la mejilla antes de abrazarlo.

Christophe quien sólo veía la escena en silencio detalla a la madre de su amigo, a simple vista parecía ser una mujer bastante elegante, pero también bastante seria.

-Es Bueno tenerte acá de nuevo, hijo...-sonríe la madre mientras sujeta las manos del rubio.

-Gracias mamá... También me da gusto verte otra vez, pero... ¿En donde esta papá?- pregunta tweek con duda.

-El se encuentra en una reunión importante ahora mismo cariño... Pero dijo que llegaría en unas dos horas a más tardar para cenar con nosotros-

-Ya veo... Bueno... - tweek ve a su amigo el cual no decía nada y se lo presenta a su madre- ah, mamá, el es Christophe...-

Christophe observa a la mujer con una sonrisa amable y se acerca más a ella. La castaña lo veía fijo.

-Un gusto conocerla señora tweak... - saluda con la mano extendída.

Hellen le sonríe un poco y luego corresponde a su saludo.

-¿Y quien eres Christophe?... - pregunta interesada. Tweek los ve cruzado de brazos.

-¿Yo? Bueno, yo soy la mano derecha de su hijo, somos compañeros de trabajo, y grandes amigos.. - le explica con detalle.

-Entiendo Christophe ¿pero cual es tu cargo en la reconocída empresa de mi hijo?-

-... Soy su arquitecto, y sub-gerente... - se explica mejor y la mujer sonríe.

-Así es mamá... Christophe es mi mano derecha y un gran amigo, ambos nos conocimos en la universidad así que lo conozco bastante bien- le dice el rubio riendo un poco.

-Bueno... Pues bienvenidos sean, estan en su casa- les dice tranquila- y... Hijo...- lo llama un momento.

Tweek se acerca más a su madre y la escucha decir en voz baja que quiere hablar con el a solas.

-Ngh... Está bien, christophe, esperame un momento aquí ¿si?-

Su amigo asiente sin problema y toma asiento en el elegante sofá de cuero. Mientras tweek hablaba a solas con su madre este observaba con detalle la hermosa mansión, sin duda los tweak era gente de dinero y buenos lujos, con todas las comodidades posibles y sirvientes haciendo lo que estos le pidan, el rubio debió de tener una buena vida, bueno, la sigue teniendo, sólo que a diferencia de los tweak al blondo no le interesaba mucho gastar grandes cifras de dinero en objetos tan costosos, decía que no era necesario.

En la vieja habitación de tweek la madre le preguntaba interesada cual era su nuevo objetivo ahora que estaba en estados unidos, y que claro, le dijera que iba a necesitar para poder lograrlo. Tweek tuvo que explicarle nuevamente sus planes a la mujer, al parecer por teléfono las cosas no habían quedado demasiado claras.

Después de eso, hellen suspiro y lo vio un poco seria.

-Hijo, tu padre y yo siempre supimos que serías una persona exitosa desde que eras sólo un niño, también confiamos en que estés tomando una buena decisión... Sin embargo también queríamos decirte algo importante ya que estas de nuevo con nosotros- la mujer se pasa un mechón de su cabello por detrás de la oreja y se le queda viendo. Tweek se queda callado y espera que su mamá siga hablando- pero creo que es mejor esperar a que llegue tu padre... -

-... ¿Es algo delicado? Mamá... ¿Se trata de sus empresas o algo? - pregunta tweek un poco preocupado. La mujer niega la con la cabeza.

-No es nada grave... Pero creemos que ya es hora de que asumas aunque sea una parte de tu futura herencia- explica la madre y tweek parpadea varias veces, luego baja su mirada pensativo. ¿Acaso sus padres ya querían darles más responsabilidades en cuanto el poder de sus empresas?

El rubio suspiro y se quedó viendo los ojos serios de su madre, ahora creía que regresar a Estados Unidos también le traería consecuencias y más estrés.

Al salir de la habitación, ambos regresaron a la sala. Christophe los vio y pensó el levantarse del sofá pero su amigo que se quedara ahí, ya que estarían un rato en la mansión mientras esperaban a su padre. Dos horas después llegó el mencionado, richard tweak, quien después de su tan larga reunión de negocios finalmente pudo llegar a la mansión. El castaño saludo a su hijo y al amigo de este, luego todos permanecieron en la sala mientras esperaban la cena, en ese tiempo Richard le pregunto a su hijo como le había ido en su negocio de Italia, tweek sólo respondío que bien, que su empresa estaba completamente estable y generaba muy buenos ingresos, cosa que lleno de orgullo a su padre.

Durante la cena Richard y su esposa decidieron decirle esa noticia tan importante a su hijo. Ambos le dirigieron esa mirada sería de la cual el rubio  estaba tan acostumbrado y luego empezó a hablar el hombre.

-Hijo... Sabemos que buscas hacer crecer tu negocio y estamos totalmente de acuerdo contigo, de hecho ya sabes que cuentas con toda nuestra ayuda- dice Richard viéndolo.

Tweek lo veía serio-... Gracias papá, pero puedo manejar esta situación sin su ayuda-

-Tweek, cariño, eso también lo sabemos, pero recuerda que eres un tweak, y quieras o no siempre tendrás que recibir ayuda de tu familia para poder hacer crecer tus negocios, es ese el legado que debes seguir- termina de decir hellen.

-Tu madre tiene razón, es tu legado... Y es precisamente por eso que queremos que desde mañana mismo empieces a dirigir el negocio de la cafetería - dice richard con total tranquilidad, mientras tweek abre sus ojos con sorpresa, aunque en el fondo ya sabía que pasaría algún día, sólo que no tan pronto.

-Ngh ¿que? Pero es uno de tus sub-gerentes el que se encarga de administrarlo, papá-

Christophe sólo los escuchaba tranquilo y sin decir nada, aunque era una situación difícil para a su amigo, pensó que era mejor no interrumpir la conversación.

-Al parecer el sub-gerente de Richard no era tan confiable como creíamos... - comenta la castaña algo molesta.

-¿Porque lo dices mamá? ¿Que hizo mal? - pregunta inquieto el rubio.

-El hizo una mala inversión... Empezó a comprar mercancía barata y de peor calidad con el fin de poder ganar más, el resultado, muchos clientes notaron el repentino cambio del sabor de nuestro café y dejaron de venir a nuestra cafetería... -

-Ngh... - tweek baja su mirada preocupado.

-Tuve que despedirlo apenas le eche un ojo al inventario... Ese hombre nos vio la cara, y ahora no tenemos a alguien de confianza que se haga cargo- explica richard.

Tweek estaba pensativo y algo preocupado, no tenía ni un día de haber regresado y sus padres ya querían darle más responsabilidad, pero si nisiquiera había logrado instalarse con totalidad, además lo primordial para el era su empresa personal.

-Papá, mamá ... Entiendo que soy su hijo y por eso debo de asumir parte de sus negocios en la ciudad, pero acabo de llegar, así que por favor déjenme primero empezar a levantar la nueva sucursal y luego de eso podré ver como hago para manejar ambas empresas- les pide tweek con notable estrés en el.

Ambos padres se dan una mirada pensativa y vuelven a ver a su hijo, este tenía una expresión seria y al mismo tiempo nerviosa, probablemente sabiendo ya que tan intensos se pondrían sus padres con tal de que este cumpliera con su legado.

-Está bien... - decide el padre.

-... -

-Dejaremos que te enfoques en tu nuevo proyecto, pero no olvides que la cafetería también será tu responsabilidad-

-... No- responde el blondo viendo su comida, no podía creer que ahora tuviera doble responsabilidad, quizás su padre manejará bien la presión pero el era un desastre en eso- aunque... ¿Que hubieran hecho si yo no estuviera aquí en Estados Unidos? ¿A quien habrían puesto a cargo?- les pregunta curioso y Richard suspira cansado.

-Yo me hubiera hecho cargo... hijo, tu llegaste a Estados Unidos en un buen momento, porque tu madre y yo ya teníamos pensado hacerte regresar antes de que nos contaras tu decisión de venir... - revela el castaño y tweek se queda callado.

El silencio se adueñó del lugar por varios minutos hasta que finalmente terminaron de comer. Luego de eso tweek decidío dejar la mansión junto a su amigo. Hellen insistió en que se quedaran y pasaran la noche ahí, pero tweek prefirió irse a un apartamento, por suerte ya le había dicho a su chófer personal que lo ayudara en eso mientras esté hablaba con sus padres.

-Gracias Sebastián - agradece tweek en el momento que el chófer se estaciona frente al apartamento.

-Descuide joven... Ya me imagino más o menos porque no quiso quedarse en la mansión... - le dice.

Tweek suspiro cansado y le dijo a christophe que se adelantara y fuera buscando las llaves del apartamento, mientras el aún platicaba un poco con el chófer.

-Sebastián...  ¿Crees que el aún... Bueno... - el rubio baja su mirada apenado y el hombre le da una pequeña sonrisa tranquila.

-¿Quiere que lo lleve allá mañana?- pregunta este sabiendo muy bien la respuesta, aunque en vez de escuchar un si, sólo hubo un largo silencio- ¿joven tweek?-

-... Creo que... Primero esperare unos cuantos días para instalarme bien aquí ¿sabes? en estos momentos estoy algo estresado y aunque en verdad muero de curiosidad por saber como están ellos, prefiero esperar a estar más desahogado... -

-Lo entiendo perfectamente joven... -

-Además... Debo reunir... El suficiente valor.. - dice tweek en partes mientras respira profundo.

Sebastián le da una sonrisa tranquilizadora y luego se despide de este abandonando el lugar. El blondo necesitaba relajarse y estar bastante desocupado para ir a ver a sus viejos amigos, eso si se armaba de valor.

Al entrar al apartamento Christophe ya se encontraba relajado en el sofá. Este al ver al rubio sonríe un poco.

-¿Que tanto hablabas con el chófer?- pregunta curioso pues ya llevaba bastante tiempo esperándolo.

-... Es que el también sabe lo que quiero- tweek sigue caminando y se detiene a observar un bello jarrón con flores  que se encontraba sobre la mesita de vidrio.

-Ehh... ¿Que? ... - le dice sin entender.

Tweek suspira y ve a su amigo-... Chris, quiero saber como están mis viejos amigos -

-... Ohh ¿y como es que el chófer sabe eso? -

En eso el blondo toma asiento en el sofá y baja la mirada.

-El lo sabe porque fue mi cómplice durante todos los años que iba a verlos... - le dice y Christophe se extraña un poco.

-¿Cómplice? ¿Que quieres decir?-

-... Si, es que veras... Craig y clyde no eran precisamente unos niños ricos, nisiquiera clase media... - confiesa tweek y su amigo lo escucha atento-... Y creo que ya notaste como son mis padres, ellos... Se creen superiores y denigran a la gente pobre-

-Bueno, si se nota que son bastante exigentes... Entonces... ¿Tus padres no querían que te vieras con ellos y ese chófer te llevaba a escondidas a verlos?-

-Exacto Chris, sólo que mis padres jamás supieron de su existencia, porque si se enteraban... Jamás me iban a permitir que fuera su amigo-

Christophe lo ve tranquilo y entiende mejor la situación del rubio, esos amigos tan especiales eran pobres, era por eso que ni siquiera se los presento a sus padres.

-Ya entiendo... Es una pena, enserio- dice apenado.

-... A veces me gustaría que no pensaran de esa forma, pero supongo que nunca cambiaran... -

-Se acostumbraron a tenerlo todo y ser viciosos amigo-

-¿Y? Yo también crecí entre sirvientes y mayordomos, lo tenía todo Chris, y nunca fui ni seré como ellos-

-Bien, bien, entonces creo que nadie piensa igual... Y tu amigo, se ve que tienes un enorme corazón-

Tweek se sujeta el collar al escuchar la palabra corazón y lo acaricia con una pequeña sonrisa.

-Si, lose... -

-Así que... ¿Cuando iras a verlos?-

Tweek se queda pensativo y deja su collar-... Cuando ya tengamos todo preparado para empezar a trabajar aquí... -

-Bueno, pues yo diría que como en una o dos semanas ya deberíamos de tener todo en orden... - comenta Chris viéndolo. Tweek sólo asiente tranquilo y luego de eso se quedan platicando un rato más.

Después de varios días, discutiendo cuál sería la ubicación de su nueva sucursal, los terrenos en los cuales invirtirian, y por supuesto contratando a su nuevo personal, el rubio finalmente logró levantar su empresa de nuevo. Christophe siempre estaba a su lado y lo ayudaba y acompañaba en todas sus reuniones importantes, así que eso le facilito un poco más las cosas a tweek. 

En cuanto a la cafetería, tweek fue a ver el local y estuvo arreglando su papeleo ahi, haciendo así que en un par de días más el negocio estuviera completamente en su poder. El personal seguía siendo el mismo ya que el único problema había sido el sub-gerente de su padre, por lo que se pudo ahorrar el tedioso trabajo de preparar las entrevistas para contratar personal nuevo.

Ahora el joven rubio se encargaba de administrar esos dos negocios importantes, y sabia perfectamente que sería un poco más estresante, pero debía hacerlo de cualquier forma y quizás algún día aprender el estrés, aunque dudaba demasiado de eso.

Una semana y media había pasado desde el regreso de tweek, y después de tanto dudar y sentir su corazón latir de nervios, el rubio decidió armarse de valor y acercarse al basurero.

Este le había dicho a su amigo chris que lo cubriera en la empresa mientras que este era llevado por su chófer sebastián al lugar del cual fue demasiadas veces en su niñes, y adolescencia claro.

Tweek aun se encontraba dentro del auto y veía desde la ventana las grandes montañas de basura y chatarra, el rubio tenía una expresión entre nerviosa y preocupada.

-¿Va a bajar joven tweek?- pregunta el chófer al ver al joven tan indeciso. Tweek sólo se queda en silencio varios minutos, traga saliva fuerte, y armandose de decisión abre la puerta del auto. Al bajar lo primero que nota es el olor a basura  quemada, luego cierra la puerta del auto detrás de él y ve preocupado al chófer, el hombre sólo le sonríe tranquilo y le desea suerte.

-Ngh... - el blondo se adentraba al basurero y mientras caminaba veía a su alrededor, en esos seis años casi todo seguía igual, bueno, obviamente la basura sería otra nueva, pero al fin a cabo seguia siendo basura.

Uno que otro perro callejero pasaba por su lado y también personas con ropas sucias y rasgadas, posiblemente habitantes de ese lugar. Varios de estos se le quedaban viendo y luego seguían su camino, tweek solo los ignoraba y seguía caminando con expresión inquieta.

Y llegó. La casa que conocía bastante bien ahora se veía mucho más arreglada y limpia que antes, eso lo sorprendió un poco, pero sin prestarle mucha atención a la mejorada casa este sólo se acerco a la puerta y se le quedó viendo varios segundos.

-... - tweek elevó un poco su puño y toco un par de veces, pero nadie salió. Luego volvió a intentarlo, tocando más de dos veces, pero nada aún. El rubio se impaciento y sin importarle mucho empezó a decir el nombre de sus amigos- ngh... ¡Clyde! ¡Craig! ¡Señor donovan! ¡Están ahí! - dijo el blondo esperando respuesta, sin embargo no hubo señales de que alguno de ellos se Encontrara ahí.

Pasaron varios minutos y tweek decidió buscar en las montañas de basurero, los chicos solían estar más allí que en su propia casa, así que fue a ver. El rubio busco y busco, hasta se asomo por la ventana del viejo auto que aun se conservaba ahí, pero aún así no vio a ninguno de sus amigos, estos posiblemente ya nisiquiera vivían en el basurero, o eso fue lo que quiso creer.

Cansado de buscar, el desanimado rubio bajo la mirada triste y decidió abandonar el lugar. Ni craig, ni clyde, ni el señor donovan, ninguno de ellos estaba ahí, además tampoco los vio cerca de la carretera vendiendo sus collares, todo eso dando a entender que se habían ido.

Tweek sentía su corazón doler y también un gran vacío, este mantenía la mirada gacha e ignoraba más la extraña mirada de los habitantes que pasaban a su lado. Todo era tristeza y depresión hasta que por poco choca con alguien al estar tan sumido en sus pensamientos.

-Ngh, perdón, yo.. - tweek ve a la persona frente a él y se queda en shock. Sus ojos se abrieron como platos y sintió su corazón y cuerpo paralizarse.

Un chico con cabello azabache, bueno al menos se podía ver su fleco ya que traía puesto su típico chullo azul, alto, y con cuerpo delgado pero pronunciado lo veía de la misma sorprendida forma. Este traía una bolsa en su mano, ya que había al parecer venía de haber hecho algunas compras y luego cambiaba su expresión a una más tranquila, aunque aún seguía un poco confundído.

-... C.. Craig... - pronuncia apenas tweek por la sorpresa- eres tu... - el rubio lo veía al rostro y su corazón latía con fuerza.

Craig se le queda viéndo en silencio por varios segundos y no dice nada. No podía creer a quien tenía enfrente, después de tantos años por fin había regresado.

-... -

-Craig... - tweek sonríe, sentía mucha felicidad y nervios al mismo tiempo.

Sin embargo algo no estaba del todo bien. El momento se sentía tenso y algo incomodo, era extraño, como si fueran unos simples conocidos y ya, conocidos que nunca habían tenido una relación tan especial.

-... Regresaste... - comenta craig con voz tranquila, sin nada de felicidad ni emoción.

-Yo.. Si... - le responde algo nervioso.

-... Y... ¿Que haces aquí?-

Tweek se sorprende un poco por la pregunta y baja su mirada apenado.

-Yo... Bueno... Yo sólo quería... Verlos - confiesa avergonzado.

El azabache lo veía con expresión seria y no decía nada, nisiquiera hallaba las palabras correctas para iniciar una conservación, era todo tan incomodo.

-... Ya veo-

-Y... ¿Donde esta clyde? Fui a buscarlos en su casa pero al parecer no hay nadie ahí- pregunta el rubio por su otro amigo y craig ve en dirección a la casa- ¿acaso salio? ¿El y su padre...

-Clyde se fue con su padre del basurero hace cinco años... - dice craig sin sentimiento alguno.

Tweek se sorprende al escuchar eso y se queda sin palabras, clyde, su amigo ¿se había ido?

-Clyde... ¿Se fue?- tweek lo veía triste y craig asiente- oh... Eso es... -

-Si, se fue... Ahora vivo sólo-

-Desde hace cinco años... - dice tweek en voz baja y apenado.

En eso craig rodea al rubio dando pequeños pasos y tweek se le queda viendo con tristeza.

-Tengo que... Bueno, llevar esto a casa... - le explica craig dándole a entender que ya no quería hablar con él.

-... Ngh, esta bien... Pero... - tweek pensaba en decirle que quería estar con el un rato, pero la mirada fría y nada feliz de craig se lo impedía.

-Voy a preparar el almuerzo... Y luego creo que dormiré un rato... Fue.. Fue bueno verte, adiós... - se despide craig mientras empieza a caminar.

Tweek sólo se queda ahí parado sin decir nada, completamente confundido y con un vacío en el corazón...

Continuará...



































































































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