Subi a su auto. Fue inevitable contener la sonrisa que le dedique. El me miro con sus ojos marrones llenos de una profundidad intensa y un brillo único, también me sonrió...

Tenia una sonrisa hermosa y  deslumbrante que iluminaba su rostro.

Sumergida en mis pensamientos estaba cuando de repente escucho el sonido de su voz.

-¿Como te llamas? Quiso saber.

-Blake -Respondí De modo cortante, con las intenciones de que no note que yo estaba loca por el.-

En ese momento me hizo pensar lo mucho que me gustaba el significado de mi nombre...

-Asi que Blake ¿Ah? Chica a la que le gusta saltarse las reglas y dejarse guiar por su instinto. Eligieron un buen nombre para ti.

¿Como diablos sabia eso? ¿Acaso este sujeto lee mentes? Lo ignore.

-¿No vas a preguntarme mi nombre? Dijo con cierta expresión de  desconcierto.

-No me interesa saber tu nombre (moría por saberlo) Solo llevame al colegio. Estoy llegando tarde.

-Bien, si así lo deseas... parecias amable. No creí que fueras tan ruda y descortés.
De todos modos te lo diré. Soy Alexander.

Me dieron ganas de darle una piña en su maldita cara perfecta cuando me tildó de ruda y descortés. ¿Quien se cree?

-Ah , pero que interesante... -Dije con tono sarcastico-
¿Asi que te parezco Ruda y descortés? Bien, frena el auto Alex. Me bajo aquí.

-No lo creo lindura... Cambio de planes. No iras al colegio, agárrate fuerte. 

Senti un temor que invadió mi cuerpo y me paralizó. Estaba en el auto de un completo perfecto desconocido yendo hacia cualquier lugar que no conocía. Recién ahora me doy cuenta que tome una irresistible mala decisión.