Mitad de año en la academia Ozaru, un ambiente otoñal nos cubre envolviendo de hojas los tejados de distintas casas y edificios. El clima se encuentra agradable, a excepción de ciertas tormentas de arena que surgen por la tarde. 

Ocho treinta de la mañana, el profesor extrañamente no a llegado.

Una vibra misteriosa cubre el salón.

Ser una estudiante transferida nunca se sintió tan raro, todos en la preparatoria parecen comportarse alterados el día de hoy.

Sus rostros están inquietos, las aglomeraciones que se veían habitualmente junto a los casilleros o el patio desaparecieron.

El salón está mas sigiloso que nunca, el chico de los rizos que siempre hace escandalo o bromea, se encuentra con su vista pegada en el celular. ¿Debería tomar esto como un mal augurio?.

Muevo mis pies debajo del asiento individual en el que me encuentro, tengo la tonta manía de comportarme inquieta cuando estoy curiosa.

No lo resisto mas y decido recurrir a mi única fuente de información: mis nuevas compañeras de clase y actuales amigas.

Las busco entre todos mis compañeros de salón, hasta que finalmente compartimos una mirada cómplice.
Ellas me ven, inmediatamente reconocen mi mirada de "Ilumíname". Saben que hay algo que desconozco y por eso mismo es que a un ritmo casi igual, ellas sostienen sus celulares entre los dedos.

Verifico el mensaje que acabo de textear.

La primera en responder es Chirai.

Tengo un presentimiento, mi conciencia no duda en pensar por un segundo "la cagaste". Según los mensajes de Bulma y con las advertencias de Fasha, este tema a tratar es delicado.

Me carcome la ansiedad, mi espíritu curioso me pide a gritos que busque cuanto antes el posteo al que bulma se refiere.

Mis dedos se deslizan con agilidad en la pequeña pantalla del dispositivo y finalmente lo encuentro.

Cubro mi boca con sorpresa.

Lo que adjunta junto a la foto me da un mal sabor de boca. Me siento la persona mas insulsa del mundo por preguntar y entiendo la preocupación de todos, ni bien comienzo a ver los detalles.

Los comentarios junto con la situación son muy duros.

Apenas logro procesar la información que veo, todo esto me forma un horrible nudo en la garganta.

Su preocupación se vuelve la mía.

Casi dejo caer el celular que tenía en mis manos, cuando oigo un par de gritos provenir de la entrada.

El profesor entra en el salón.

Y el está ahí.

El sujeto de la publicación.

El asesino del ex presidente de la clase.