Capítulo 21: El dolor de Kelly
Camila:
Mi sangre se congela cuando la puerta se abre con brusquedad. La excitación se me esfuma a la velocidad de un rayo. Chase se aparta rápidamente y yo, instintivamente, cierro las piernas.
—¡Mierda, jefe, discúlpeme! —exclama Mabel, avergonzada y con sus mejillas tornándose rojas.
Nos da la espalda, pero no se marcha.
Mi pecho sube y baja con intensidad. Que maldito susto nos ha metido.
—¡Mierda, casi me cago! —grita Chase. —¿Sabes lo que hubiera pasado si en vez de ser tu quién abrió la puerta, hubiese sido Mazón?
Muerte segura, sin dudarlo.
—¡Lo lamento! —vuelve a disculparse. —Es solo que los chicos están esperando por usted. Me enviaron a buscarlo, pero no pensé que fuera a interrumpir una situación demasiado intima.
—¡Que te jodan si vuelves a asustarme así! —exclama.
Quiero reírme de la situación, porque jamás lo había visto así. Chase parecía alguien que no le temía a nada, pero ahora me doy cuenta de que le asusta ser descubierto por mi padre.
—Salgamos de aquí antes de que el siguiente que venga a buscarnos sea Mazón. —bajo del escritorio en el que Chase me había montado.
Paso por su lado y acaricio ligeramente su brazo, con las yemas de mis dedos. Salgo de la oficina sin mirar a la chica.
Cuando salgo del edificio, logro apreciar a todos esperando a Chase, recargando sus cuerpos contra el auto.
Holly me observa. Me lanza una mirada llena de desprecio, pero no me inmuto, por mi se puede ir al diablo.
Me monto en el auto y arranco a toda velocidad.
Llegar a casa es algo que me hubiese gustado posponer, pero debía enfrentar las consecuencias de mis actos, y ocultarle cosas a Kelly, es algo con lo que debía lidiar.
No quería estresarme antes de llegar a casa, así que traslado mis pensamientos a otro asunto.
Chase y yo nos estábamos arriesgando demasiado. Sé que mi padre no me haría nada, pero a él sí.
Sí hubiese sido él quién nos hubiera encontrado en esa situación tan comprometedora, podría dar por sentado que, ahora mismo, Chase estaría en una fosa común, con una bala entre ceja y ceja.
Espero que Mabel no abra la boca respecto a lo que miró cuando abrió aquella puerta.
Después, mi mente viaja a la pelea con Holly.
Intenté controlar mis impulsos lo mas que pude, pero mis emociones me ganaron. Sus palabras fueron duras; dolieron lo suficiente para hacerme explotar como una bomba de tiempo.
Y, por último, recuerdos repentimos de las palabras de ese hombre se instalan en mi mente.
A usted la follaré con mi boca, sin derecho a correrse.
Recordar aquellas palabras, me hace tragar saliva con fuerza. ¿Cómo es qué una simple frase podía encender mi cuerpo con tanta intensidad? Aún siento sus grandes manos en mis piernas, enviando vibraciones a mi zona más sensible. Tenso los muslos, con la esperanza de aliviar la sensación.
Mierda, antes de conocer a Chase, jamás había experimentado está clase de emociones, y aunque no me molestaba en absoluto sentirlas, me resultaba bastante incómodo no saber qué hacer para apaciguarlas.
Llego a casa y el auto de Kelly no se encuentra. ¿Salió? Reviso mi móvil y no hay ningún mensaje de texto. Me planteo la idea de darle su espacio.
Bajo del auto y observo la casa de a lado. Aún no han llegado.
Me adentro a mi casa. Me apresuro a buscar una botella de vino. Encuentro mi favorita: "El casillero del diablo." Tomo una copa y vierto un poco del vino en ella, agito con sutileza y bebo un sorbo.
Después de unos minutos, escucho el sonido de un auto detenerse en la cochera. Un par de minutos más y la puerta principal se abre.
Kelly aparece en mi campo de visión. Me mira fijamente; está tensa, pero a su vez, un destello de dolor se refleja en su mirar.
—Sigo más que molesta contigo. —dice, en un hilo de voz. —Pero necesito un hombro para llorar.
Dejo mi copa de vino a un lado y me acerco a ella rápidamente. La envuelvo en mis brazos y me estruja con fuerza, liberando un sollozo desgarrador.
¿Qué ha pasado? Mi corazón se hace pequeño al escuchar como su mundo se viene abajo. Quería preguntar por qué estaba llorando con tanto dolor, pero sabía que no tendría una respuesta coherente. Así que tendría que esperar a que se tranquilizara.
Después de largos minutos, en los que se deshizo en mis brazos por el llanto, se ha relajado un poco.
La guío a la sala de estar y toma asiento en un sofá, me siento a su lado preparada para iniciar el interrogatorio.
—¿Qué está pasando? —cuestiono suavemente.
—Cami...—susurra. Esconde su rostro entre sus manos y de nuevo otro sollozo. —Ay, Cami...
—¿Qué pasa? —mi voz se rompe.
—Hoy me reuní con algunas chicas con las que vivía en la mansión. —comienza, mientras sorbe su nariz. —Milena también estaba ahí...Cami... El día que abandoné la mansión, en el preciso momento en el que estaba poniendo un pie afuera, llegó una nueva para el área restringida.
—¿El área restringida? —pregunto confundida.
—Ahí es a donde llevan a las chicas que son secuestradas para ser esclavas sexuales. —responde rápidamente. —Como sea... Me acabo de enterar que la subastaron una semana después de haberme marchado, y cuando intentó huir de su dueño...—las lágrimas nuevamente inundan sus mejillas. —Cami... Tenía solo 14 años.
Mi corazón se hace añicos al escuchar sus palabras. 14 años...Tenía toda una vida por delante y se la arrebataron como si no valiera nada.
Una furia incesante se instala en mi pecho y se esparce hasta mi estómago.
—Eso no es todo. —dice, cuando logra tranquilizarse nuevamente. —Milena nos ha comentado que se está planeando secuestrar a una chica para un cliente muy importante... Solo no quiso entrar en detalles porque podrían estar vigilándola. Esa mujer no puede salir desprotegida. —me mira directamente a los ojos. —Ella insiste en que la entregue, junto a su marido... Pero no tengo el corazón para hacerlo.
Esa chica podría ser salvada del tráfico de personas si mi hermana entregará a está gente. Si esa mujer ha insistido tanto para que lo haga, es porque debe estar exhausta de toda esa mierda.
—Kelly, ¿Sabes cuantas vidas podrías salvar si los entregas? —tomo su mano y doy un apretón.
—Lo sé... Créeme que lo sé, pero no estoy lista para hacerlo.
—Entiendo... Solo piénsalo. —insisto.
Ella asiente, sin decir nada más. Limpia sus lagrimas y toma grandes bocanadas de aire.
—Perdóname por haberte ocultado lo de mi nuevo puesto. —susurro, cabizbaja.
—No quiero perderte, Camila. No quiero tener que buscar tu cuerpo en alguna fosa común, o peor, no encontrarlo nunca. —se estremece al decir aquellas palabras.
Me produce un intenso escalofrío.
Jamás había pensado en como iba a morir, pero hacerlo de una manera atroz no estaba en mis planes.
Ahora que una guerra se iba a desatar, no podía darme el lujo de perder la vida.
—No me perderás. —digo con tanta seguridad. —La única razón por la que me adentre en esto es porque quiero aprovechar mis últimos meses a tu lado, antes de marcharme a Cambridge.
—¿Te irás? —pregunta con tristeza. —¿Me dejarás sola?
—Te dejaré está casa. —una sonrisa triste se forma en mi rostro. —Tengo mi entrada asegurada a la universidad de Harvard. Así que solo me iré por 3 años. Tenemos 6 meses antes de que me marche.
—Solo te dejaré ir porque tienes un futuro brillante. —sonríe tristemente.
La abrazo nuevamente.
Por mi mente pasaba la idea de notificar a Mazón sobre lo que Kelly me había contado, pero, no sabía hasta qué punto podría ayudar.
Me jodía la idea de pensar que una chica de 14 años había sido subastada como sí de un objeto se tratase, y peor aún, ser asesinada por su comprador.
Yo, más que nadie, sabía el terror que se apodera de las víctimas. En el momento en que huí, recé como nunca, con la esperanza de lograr escapar ilesa, y tuve éxito. Me pregunto a mi misma si ella también rezó con fe mientras intentaba huir...
Después de un rato, intentamos despejar la mente viendo una serie. Continuamos con la segunda temporada de "The end of the fucking world".
Necesitaba saber como iba a culminar la historia entre Alyssa y James.
Kelly se encontraba recostada sobre mi regazo, más relajada. Mientras, yo bebía otra copa de vino.
El sonido del timbre resuena por toda la casa, interrumpiendo nuestro momento de paz. Y, aunque no esperábamos a nadie, teníamos la clara idea de quién era.
Kelly se incorpora para permitirme levantarme del sofá. Me apresuro a la puerta principal. Al abrirla, observo a Chase y Seth.
Bendita dupla.
—¿Ahora vienen en combo? —pregunto, enarcando una ceja.
—Mucho gusto de verla también, vecina. ¿Nos va a dejar pasar o nos cerrará la puerta en la cara? —bromea el castaño.
—No lo sé. ¿Por qué no le preguntas a Chase? Él tiene experiencia en ello. —respondo con una sonrisa divertida.
Me aparto para que puedan adentrarse. Cierro la puerta y los guío hasta la sala de estar, donde Kelly se encuentra viendo fijamente la televisión.
—¿Qué los trae a nuestra humilde morada? —pregunto curiosa.
—Está noche tenemos una fiesta de iniciación. —comenta Seth, entusiasmado. —Es una fiesta para los nuevos miembros del equipo.
Recuerdos se instalan en mi mente con intensidad. Aquel tipo, tocándome sin mi consentimiento... Me estremezco.
No quería volver a pasar por algo así. No quería tentar a la suerte.
Creo que mi rostro reflejaba mis pensamientos, porque todos me estaban mirando.
—Sé que la primera vez que te presentaste a una de nuestras fiestas fue una situación demasiado traumática. —declara Chase, con voz suave. —Pero, prometo que eso no volverá a pasar. Que me condenen si permito que alguien te vuelva a tocar un solo cabello.
—No lo sé...—divago ante la idea de asistir. —Las cosas entre Holly y yo también están un poco tensas.
—No te preocupes por eso. Holly y yo ya entablamos una seria conversación. —responde serio.
Giro para ver a Kelly, ella se encoge de hombros, pero en sus ojos puedo ver ese brillo que la caracteriza cuando algo la emociona.
Un largo suspiro me abandona.
—Está bien. —respondo de mala gana.
—Te veo está noche, bambi. —Chase me guiña el ojo.
—Espero bailar contigo está noche, Kel. —habla el castaño.
—Con una condición. —responde mi hermana.
—¿Cuál?
Chase y yo nos miramos, con una sonrisa de complicidad, al notar el sutil coqueteo entre estos dos.
—Te lo haré saber en la fiesta. —finaliza mi hermana.
Cuando se marchan, nos ponemos manos a la obra.
Accedí a esto únicamente porque necesitábamos distraernos de toda está mierda; aunque no me traía buenos recuerdos, algo me decía que esta noche seria inolvidable.
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CAPÍTULO 21 RECIÉN SALIDO DEL HORNO.
Este capítulo fue un poco más relajado, necesitaba balancear las cosas, ya que demasiada intensidad me las estaba volviendo loquitas y a mí también, JAJAJAJAJA.
¡Espero les haya gustado este capítulo! ♡
Muchas gracias por seguir apoyando está historia, significa mucho para mí.
Preguntas, preguntosas.
¿Qué creen que vaya a suceder en la fiesta? ¿Qué creen que vaya a suceder en el futuro? Porque claro, ya sé que final le daré a la historia. ¿Cuál creen que sea la condición de Kelly para Seth? ¿Qué creen que Chase le haya dicho a Holly?
¡Las leo en comentarios!
Si la historia sigue siendo de su agrado, no olviden votar y comentar.
Les quiere:
-Dari <3.
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