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Capítulo 18: Discusiones

Camila:

Sentir sus labios moviéndose sobre los míos, era la menor de mis preocupaciones en este momento. El problema mayor era que la barrera entre nosotros se había derrumbado por completo. Estábamos jodidos.

Lo peor, es que no quería que se detuviera, quería más, mi cuerpo ansiaba su calor, anhelaba que me tocará como él sabía hacerlo, porque podía apostar que nadie en mi caótica existencia, jamás iba a poder tocarme como él lo hacía.

El beso era lento, pero profundo... Y aunque nunca había besado a nadie, intentaba mantener el ritmo para no parecer una completa novata.

Aunque si lo era.

Mis manos viajan hacia su cabello. Él se aferra a mi cintura con fuerza y puedo sentir su dureza.

Era muy tarde para detener lo que jamás debió empezar, porque las llamas ya nos estaban consumiendo y cuando todo terminará, no quedarían ni las cenizas.

El fuego que nos envolvía era tan poderoso que podía sentirse incluso a la distancia. Kelly tenía razón, la tensión que había entre nosotros era abismal.

Cuando el aire nos falta, él se separa unos centímetros apegando su frente con la mía, y posa una de sus manos en mi mejilla.

Bambi, apostaría toda mi fortuna por otro maldito beso. —roza mi labio inferior con su pulgar. Una corriente eléctrica invade mi cuerpo entero y se instala con más fuerza en mi vientre. —Vendería mi alma al diablo por una puta noche contigo. Me complacería ir al infierno, por hacerte gritar mi nombre una y otra vez.

Cada palabra que salía de su boca me hacía vibrar con deseo.

Odio que mi cuerpo reaccione a él.

—Sabes que eso no será posible...—aclaro, conectando mi mirada con la suya.

—Lo haré posible, bambi, y nadie lo podrá evitar, ni siquiera la puta muerte que tengo asegurada. —responde sin más.

Idiota, no sabe lo que dice. Mazón le arrancará la cabeza si se entera de esto.

—¡Camila y Chase, el desayuno se va a enfriar, maldición! —grita Kelly desde la cocina.

—Vamos a desayunar. —me alejo de él.

Salgo de la sala de estar sin esperar una respuesta. No quería pasar más tiempo a solas con él; era peligroso. Él tenía un gran poder sobre mí y no quería que lo utilizará, porque sabía que, si cedía, más allá de simples caricias y besos, después me arrepentiría.

En la mesa, 3 platos de comida servidos; era extraño. Usualmente, éramos solo Kelly y yo, y ver un tercer plato me resultaba irreal, porque no invitaba a nadie a casa que no fuera mi padre.

Me siento a lado de mi hermana y ella me observa en silencio, con una sonrisa discreta.

—Lo que sea que estes pensando...No, absolutamente no. —aclaro, mientras me deleito con el olor de unos ricos panqueques.

—¡Madre mía santa! Esa maldita tensión entre ustedes se siente hasta China, ¿y me dices que no pasó nada? Eres una mentirosa sumamente descarada. —exclama, dramatizando la situación.

—¿Hablando sobre mí? —Chase hace su aparición, ya vestido. Se sienta frente a mí y lo miro con los ojos entrecerrados. —¿Por qué me miras así? ¿Tengo que enseñarte modales, bambi?

Lo pateo por debajo de la mesa y hace una mueca de dolor.

Odiaba que usará ese estúpido apodo cuando había personas presentes, más, sabiendo el contexto del cual nació ese apodo.

—Sigo con la curiosidad de saber, ¿Por qué la apodaste bambi? —Kelly lanza la pregunta y Chase ríe con picardia.

No te atrevas a decirlo.

—Cuando Bambi nace e intenta caminar, sus patas tiemblan como gelatinas. —se burla.

—¡Dios, santo! —exclama Kelly, para después proceder a reír a carcajadas.

Mi rostro es invadido por un calor intenso, que se concentra en la mayor parte de mis mejillas.

Este idiota se quiere morir.

En medio de nuestro desayuno, se escucha sonar un teléfono. Chase saca su móvil del bolsillo de su pantalón y atiende.

—Comente, jefe. —responde al llamado con formalidad. Observo cautelosa como su rostro se torna serio, mientras del otro lado de la línea Mazón habla. —Enterado. En 30 minutos estamos ahí.

Cuelga la llamada y se pone de pie, dejando su desayuno a medias.

No lo digas... No frente a mi hermana.

—Te necesito lista en 15 minutos, tenemos que presentarnos al despacho con urgencia.

Y lo ha dicho.

—Espera, espera, espera... ¿No se supone que estabas encargada de la mercancía? —cuestiona mi hermana, molesta. —¿Me mentiste?

—No. —respondo de manera inmediata. —Ese era mi trabajo inicialmente, pero mantenerlo implicaba estar fuera de casa por días, y no quería dejarte sola.

—¿En qué momento te uniste a ellos? —pregunta. Sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas. Mi corazón empieza a latir con intensidad al ver lo dolida que está Kelly.

—Hace un par de días...—respondo en un susurro.

—¡Maldita sea, Camila! —explota. Me quedo estática en mi lugar, sin poder decir una palabra. —Te acabo de recuperar y ahora tengo que vivir con el constante miedo de volver a perderte... Y está vez para siempre. —golpea la mesa con la palma de su mano, y se levanta con rapidez.

—No tenía idea de que ella no sabía. —interfiere Chase. —Lo lamento... Las dejaré a solas para que resuelvan su disputa. Puedes ir por tu cuenta, no olvides estar a tiempo.

Lo observo salir del comedor y cuando se ha marchado, me concentro en Kelly.

Una mezcla de furia y tristeza adornan la mirada de mi hermana.

¡Maldición!

—Kelly...No vas a perderme... Lo juro. —mi voz sale en un hilo.

—No quiero verte en este momento.

Camina hacia el pasillo y desaparece de mi visión.

—¡Maldición! —golpeo la mesa con fuerza.

Esa mesa no iba a durar mucho si seguíamos utilizándola como saco de boxeo.

Ella tenía derecho de estar molesta, le había ocultado la verdad, porque sabía que no iba a aceptarlo. Pero ¿Quién podría aceptar que su hermana fuera un intento de asesina? Porque sí, aún no he matado a nadie, pero llegará el día en que tendré que hacerlo.

Las cosas estaban marchando demasiado bien para mi gusto. Había bajado la guardia y ese fue el maldito problema.

          ************************

Me encontraba estacionando mi auto fuera del despacho de mi padre.

Mi animo estaba por el suelo, pero debía atender mis obligaciones.

¡Joder! Nada de esto era parte del puto plan.

Bajo del auto y camino hacía el interior del edificio.

Mientras espero en el ascensor a llegar al piso del despacho, recuerdos golpean mi mente. Aquí es donde empezó todo...En este maldito ascensor fue donde el idiota de Chase comenzó a traspasar todas las malditas barreras que se nos interponían.

Cuando el ascensor se detiene, salgo y camino por el pasillo. Desde mi lugar aprecio a Seth, Holly y Kryan esperando afuera. Al parecer, Chase era el único en el interior, con Mazón.

Cuando los alcanzo, no puedo resistir mi curiosidad.

—¿Por qué están aquí? ¿Chase está ahí dentro a solas con mi padre?

Nuestro padre, quería hablar a solas con él. —menciona Holly. —Posiblemente está en problemas por tu culpa.

—Holly. —advierte Seth.

—Desde que apareciste solo has sido un puto problema para todos nosotros. —espeta con rabia.

—Para mi no. —interfiere Seth.

—Para mi tampoco. —lo apoya Kryan.

Ella gira a verlos y los fulmina con la mirada.

—Lo único que has hecho es confundir a Chase... Él debería alejarse de ti. Eres una puta carga para todo el equipo.

Entonces, exploto.

Un golpe a puño se impacta en su mejilla derecha, haciendo girar su rostro. Ella posa su mano sobre el área afectada, después me mira con rabia. La tomo del cabello con fuerza y estrello su rostro sobre la pared, para después someterla al suelo. Me monto sobre ella y comienzo a golpearla.

Mi sangre hierve en furia, quería que sintiera lo que ella me hacía sentir con sus denigrantes palabras. Quería que sintiera dolor, quería que suplicara para que me detuviera.

—¡Te voy a matar! —grito, mientras sigo golpeando su rostro. Ella intenta defenderse, pero no le estoy dando oportunidad. En estos momentos, estoy en mi estado más salvaje. —¡Maldita perra! ¡púdrete, arpía de mierda!

En este momento me desconocía. Estaba actuando por impulso, pero no me arrepentía.

—¿No harás nada, Seth? —logro escuchar al hermano de la rubia.

—Me estoy divirtiendo. —responde el castaño.

—¡Suéltame, maldita ramera! —chilla Holly.

Tomo su cabeza y la estrello contra el suelo.

Entonces, la puerta del despacho se abre y siento unos fuertes brazos tomarme de la cintura, alejándome de la rubia.

—¡Suéltame! ¡Suéltame, que la mato! —grito con fuerza.

Mazón levanta a Holly del suelo y ella me observa con desprecio mientras me arrastran lejos del lugar, no sin antes gritarle: —¡La próxima vez, te mato, maldita puta!

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POR FIN PONEN EN SU LUGAR A LA PERRA DE HOLLYYYYYYY.

Muchas gracias por la paciencia, a veces demoro un poco en actualizar porque mi tiempo es limitado, pero aquí estamos.

Gracias por seguir apoyando este proyecto, significa mucho para mi.

Chicas, quería preguntarles. Si hago una dinámica para conocerlas y ustedes conozcan más de mi, ¿participarían? Háganmelo saber.

Preguntas preguntosas.

¿Qué creen que estaban hablando en privado Chase y Mazon? ¿Qué creen que vaya a pasar entre Kelly y Camila? ¿Qué creen que vaya a suceder a partir de aquí?

¡Las leo en comentarios!

No olviden apoyar con su voto y comentario.

Les quiere:

-Dari ♡.

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