Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12: Cambio de planes

Camila:

Podía describir a la perfección la sensación que se había instalado en mi interior después del suceso en el ascensor. Era extraño. Un calor que quemaba como el fuego y se expandía en todas direcciones sin control, solamente que no dolía, pero, me provocaba un cosquilleo en zonas prohibidas.

En aquella acción, brusca, pero íntima; sutil, pero amenazante...Había una fina línea que podía romperse. Esa pequeña línea que separaba nuestros cuerpos, en ese momento. Esa misma que no debía romperse jamás.

Idiota. Te odio.

Me encontraba ya vestida para la ocasión con algo cómodo por sí necesitaba accionar con rapidez.

Por alguna razón, me sentía nerviosa. Admito que jamás he matado a nadie. No sé qué me pasaba por la cabeza al solicitar un ascenso de puesto, y peor aún, aceptar el trabajo de sicaria.

Había comentado con Mazón que necesitaba estar mas tiempo en casa, para no dejar sola a mi hermana. No esperaba estar metida en este lío y mucho menos que aquel patán fuera mi jefe.

—Esto me pasa por estúpida. —hablo para mí misma.

Observo la hora en mi móvil. 4:00 pm.

¿Será prudente ir en este momento? Ni siquiera acordamos horario. Menuda mierda.

Camino de un lado a otro en la sala de estar, intentando decidir qué hacer.

Kelly se adentra y se sienta en un sofá individual.

—¿Qué pasa? Desde que volviste a casa has estado actuando de manera extraña.

—Metí la pata, Kelly, la metí hasta el fondo. —respondo dramáticamente.

—¿De qué hablas? —pregunta, confundida.

—Son cosas laborales, pero ¡Mierda!

Ella rueda los ojos ante mi drama y se relaja en su lugar.

Quisiera ser así de despreocupada, pero lastimosamente, me tocó ser explosiva y ansiosa. Cualquier cosa fuera de mi zona de confort me altera.

Tomo la decisión de ir de una vez por todas a dar la cara. Está es la segunda vez que me sentía así de nerviosa, la primera fue cuando me disculpé con el idiota de Chase, para que finalmente me terminará mandando a la mierda.

Estúpido.

—No sé a qué hora pueda volver, así que, por favor, cierra bien puertas y ventanas. —le recuerdo las medidas de seguridad que habíamos estipulado para cuando yo estuviera ausente.

Me despido de ella con un beso en la frente y salgo de casa con los nervios a flor de piel.

Frente a la casa de Chase, me quedo estática por largos minutos. Se sentía como revivir el día que me humillé ante ese tipo.

Toco el timbre. Pasan unos minutos y nadie abre, así que repito la acción. Después de unos minutos, la puerta se abre y mi corazón se encoge de los nervios.

—Ugh, eres tú. —la rubia me recibe disgustada. —Llegas tarde, Chase ya nos ha explicado todos los detalles.

—¿Tu no ibas a tomar mi puesto? —pregunto, confundida.

—Hubo un pequeño cambio de planes. Chase te explicará. —aclara, de mala gana.

Se hace a un lado para dejarme pasar. Cuando me adentro, cierra la puerta y me hace un ademan para que la siga.

Atravesamos un largo pasillo y al final de este, había una puerta de metal. La abre y observo que hay escaleras que dirigen hacia una clase de sótano. Ahí, se encontraban todos, rodeando una pequeña mesa.

—Llegas tarde. —recrimina Chase, serio.

—Bueno, gracias por pactar horario, jefe. —respondo, haciendo énfasis en la última palabra.

Sus ojos grisáceos se clavan en mi y tensa la mandíbula.

Esto no será nada fácil.

—¿Cuál es el cambio de planes? —cuestiono, recordando las palabras de la rubia.

—Llamé a Mazón y resulta que no tienes experiencia en nuestra área. Nunca has matado. ¿Sabes lo qué eso significa? No puedo adentrarte a la boca del lobo sin que entiendas a lo que te enfrentas.

—Es verdad, nunca he matado, pero recibí entrenamiento.

—Entrenamiento de combate cuerpo a cuerpo, uso de armas y distribución de mercancía no te va a servir de mucho con nosotros. —responde en seco. —Puede que lo tengas que utilizar en ciertas circunstancias, pero, hay mas que eso que necesitas aprender.

—Directo al grano, por favor. —escupo aquellas palabras con desdén.

—Yo voy a entrenarte. —espeta con amargura. —Holly seguirá siendo parte del equipo hasta que tu puedas suplirla.

Observo a la rubia, quien sonríe victoriosa. Nuestras miradas chocan y esa sonrisa se vuelve una de burla.

—Sigue sonriéndome así y verás como te borro esa expresión a golpes. —amenazo.

Estoy cabreada. Odio que me alteren los planes sin siquiera notificarme. Aunque,  muy en el fondo, tiene razón. Estoy entrando a la boca del lobo sin armas para luchar, y eso es una gran desventaja para todos.

El saber que Chase me va a entrenar me causa conflicto. Él lo había dejado muy claro en el elevador, debíamos separar lo personal con lo laboral, pero era tan terriblemente difícil. No soportaba la presencia de los suyos, ni la de él.

—Holly, compórtate. —la reprende mi nuevo "jefe".

El rostro de la rubia se torna serio.

—¿Qué pasará con la distribución de mercancía? —pregunto preocupada. No se podía quedar desatendida.

—Ambas se encargarán de ese puesto. Se van a dividir los días de trabajo.

—¿Estás hablando en serio? —cuestiono sus palabras anteriores.

—Si tienes alguna queja, puedes ir a hablarlo con tu papi. —indica de manera burlona.

Bufo frustrada. ¿Qué mas da? No puedo hacer nada al respecto y aunque tuviera una queja, si esas fueron las órdenes de Mazón, tengo que seguirlas al pie de la letra, porque además de ser mi padre, es el líder de mi jefe.

—El día de hoy, Holly, Seth y Kryan se encargarán de hacer el trabajo inicial. —comienza a citar. —Camila, tu y yo los esperaremos en el matadero. Hoy será tu primer día de entrenamiento, así que te necesito fuerte.

¿Él y yo a solas en el matadero? No se escucha como una buena idea.

—Manos a la obra. —dice Chase. Toma las llaves del auto y se las lanza a la rubia. —Recuerden que el objetivo sale de su oficina en 1 hora.

Los 3 salen a toda prisa.

—¿Tienes las llaves de tu auto contigo? —pregunta serio.

Nunca dejaba las llaves de mi auto, ya que las usaba como llavero de las de mi casa.

Las saco del bolsillo y se las muestro. Me las arrebata e intento recuperarlas.

—Yo manejo. Tu no sabes el camino al infierno. —dice, sosteniendo las llaves a lo alto para que no pueda alcanzarlas.

—Bien. —resoplo, resignada.

Salimos del sótano y lo sigo por detrás hasta salir de su casa.

Frente a mi auto, me monto de copiloto y él de conductor. Por primera vez, alguien además de mi iba a conducir mi preciosidad.

Pone en marcha el motor y arranca metiendo el acelerador hasta el fondo.

El camino es silencioso e incómodo. Yo no tengo nada que decir, y él está demasiado concentrado en el tramo peligroso ante nosotros.

Observo por la ventana, intentado evadir la incomodidad del momento.

Sumida en mis pensamientos, en mi mente se instala el suceso en el ascensor. La manera en que sus brazos se aferraban a mi cintura, con tal fuerza que podía sentir lo duro que estaba; como nuestras respiraciones se mezclaban por la cercanía de nuestros rostros y esos ojos grisáceos que me quemaban como llamas fugaces.

—¿En qué piensas? —pregunta, desviando ligeramente la vista a mis piernas.

—No pienso en nada. —respondo a su interrogativa.

—¿Entonces por qué aprietas las piernas? —una sonrisa ladina se asoma en sus labios.

—No estaba haciendo eso. —me defiendo, nerviosa.

—Claro que sí. —dice divertido. —¿Recordando algo?

—Nada interesante.

—Fingiré que te creo. —comenta de manera burlesca.

Por un instante, siento que me he sonrojado. ¡Dios, que vergüenza!

No debo pensar en esas cosas, no son relevantes. Él no es relevante. Él es odioso y jodidamente estúpido.

Después de un rato, estamos en medio de la nada, frente a una bodega. Al adentrarnos, observo a mi alrededor innumerables almacenes; del techo cuelgan cadenas y en una esquina hay una mesa de metal con objetos punzantes. El lugar esta deteriorado, pero es sumamente espacioso.

—Aquí es el matadero. Es la puerta directo al infierno. —rompe el silencio que se había formado, una vez más.

Observo atenta las cadenas que están colgando y procedo a tocarlas. Están algo oxidadas.

—Como primera lección, quiero hacerte una demostración. —se acerca a mi lentamente.

Toma una de mis muñecas y la encadena. Lo observo por un momento, mientras repite la misma acción con mi otra mano libre.

Ajusta un poco las cadenas de los extremos, haciendo que mis brazos queden por encima de mi cabeza.

¿Qué clase de demostración es está? Intento liberarme, pero es inútil, en vez de lograrlo solo obtengo lastimar un poco mis muñecas, lo cual me hace soltar un chillido.

—Suéltame, Chase.

Desde su lugar me observa y sonríe de lado. Un escalofrío me recorre por toda la columna vertebral.

¿Qué carajo está pensando hacer?

♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤

CAPÍTULO 12 VIENE CON TODO Y EL SIGUIENTE CAPÍTULO VENDRÁ CON MÁS.

Espero les haya gustado este capítulo.

Preguntas, preguntosas.

¿Qué piensan que hará Chase con Camila? ¿Creen que Camila estará a la altura para formar parte del equipo? ¿Qué opinan de la historia en general?

Los leo en comentarios.

Muchas gracias por seguir apoyando está obra, ya estamos por llegar a las 2k de lecturas. Muchísimas gracias por ello y por sus votos.

Si la historia sigue siendo de tu agrado, no olvides votar y comentar.

Nos leemos en el siguiente apartado.

Les quiere:

-Dari ♡.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro