Capítulo 4 : "Sentimientos que crecen más"
Una bella jovencita pelinegra recibía una noticia que la llenaba de alegría.
¿En verdad señor Bills?, repítalo de nuevo, ¡por favor¡ decía Milk con dulzura.
Hay niña, ya te lo dije una vez, me da flojera decirlo de nuevo, decía Bills.
¡Por favor¡ solo quiero volver a oír para saber que no estoy soñando, dijo Milk con voz entrecortada.
Señor Bills, no sea cruel con la niña, que le cuesta volver a decirlo, dijo Whiss sonriendo.
Que flojera, respondió Bills.
Señor Bills, dijo Whiss, mientras la pelinegra lo miraba con ilusión.
Está bien, está bien, solo para que te vayas de una vez de aquí, respondió Bills haciendo una pausa para decir con firmeza: A partir de ahora dejas de ser telonera, serás una de las figuras principales del elenco,...., bueno, ya lo dije, ahora vete.
Señor Bills, no sea tan grosero, dijo Whiss riendo mientras su jefe hacia un movimiento de manos como indicándole a la pelinegra que se fuera.
¡Gracias¡ ¡muchas gracias¡ decía Milk mientras abrazaba al hombre.
Niña, no hagas eso, dijo Bills tratando de alejar a la pelinegra de él, mientras Whiss reía de manera disimulada.
Voy a decirle a Gokú, dijo Milk al romper el abrazo.
Ve, ve niña, respondió Bills mientras Whiss sonreía.
Hay señor Bills, ¿por qué se resiste?, reconózcalo, es adorable, dijo Whiss riendo mientras la pelinegra salía del lugar.
¿A poco te gusta?, respondió Bills mirando de manera inquisidora al otro hombre.
Es muy chica para mí, pero no se puede negar lo innegable, es una niña muy bella y cada día que pasa se hace más hermosa, tanto como Gokú, es más yo creo que ella y él hacen una pareja muy bella y son de la misma edad,......., decía Whiss sonriendo.
Whiss, te prohíbo que andes diciendo ello y ni se te ocurra andarles metiendo esas ideas en la cabeza a los chicos, yo los quiero concentrados para las funciones, ellos son los sucesores de sus padres, las próximas estrellas del circo, con su belleza y talento, nuestras funciones tendrán mayor acogida, respondió Bills con firmeza.
Hay señor Bills usted solo piensa en lo económico, además es muy poco romántico, si por usted fuera, prohíbe los romances entre los chicos del elenco, pero ello como una vez le dije es inevitable, la convivencia te hace desarrollar sentimientos pero no se preocupe, yo no haré nada para forzar un romance entre esos chicos, los romances que nacen bajo está carpa se dan solitos y son muy hermosos, y si ellos están destinados, nada ni nadie podrá evitarlo, como sucedió con los padres de ellos, dijo Whiss riendo.
Entonces déjalo al tiempo y empecemos a ver lo de las presentaciones y no andes perdiendo el tiempo pensando en otras cosas, respondió Bills con firmeza.
Está bien señor Bills, dijo Whiss con resignación.
En tanto:
Milk llegaba corriendo al lugar donde estaba su amigo de cabello alborotado junto a otros jovencitos platicando.
¡Gokú¡ ¡Gokú¡ dijo Milk con el rostro lleno de alegría.
¿Qué te pasa Milk?, respondió Gokú alejándose de su grupo de amigos para caminar al lugar donde estaba su bella amiga mientras los demás jovencitos se miraban entre sí y sonreían.
Lo logre, dijo Milk con voz llena de alegría.
¿Lo lograste?, respondió Gokú sonriendo.
Sí, dijo Milk sonriendo.
¿Qué?, ¿acaso algún movimiento nuevo con tú listón?, respondió Gokú con una bella sonrisa en su rostro haciendo una pausa para decir: Te felicito Milk, eres increíble, siempre estás innovando.
No, no me refería a ello, dijo Milk con calma.
¿Ah, no?, ¿entonces?, respondió Gokú.
El señor Bills, dijo Milk con sus ojitos brillosos.
¿El señor Bills?, respondió Gokú.
Sí, dijo Milk.
¿No me digas qué...? decía Gokú con una bella sonrisa en sus labios.
Si, ya no seré telonera, ya soy parte del elenco principal, dijo Milk feliz mientras miraba a su amigo.
¡Felicitaciones Milk¡ sabía que el señor Bills en algún momento terminaría reconociendo lo buena que eres y te promovería, respondió Gokú acercándose a abrazar a la pelinegra.
¡Gracias¡ Gokú, soy tan feliz, dijo Milk.
Lo imagino, yo también sentí esa felicidad cuando me promovió, respondió Gokú mientras la abrazaba, al tiempo que los demás jovencitos se acercaron a ellos.
¿Qué sucede?, dijo uno de ellos.
Si, cuenten, no se lo guarden solo para ustedes, acoto una linda rubia de cabello corto.
Milk, fue promovida, ahora ella es parte del elenco principal, dijo Gokú con una bella sonrisa en su rostro.
¡Felicidades Milk¡ dijeron los demás jovencitos uniéndose al abrazo mientras a lo lejos una rubia de cabello ondulado miraba la escena con celos.
Será parte del elenco principal, lo consiguió, finalmente lo consiguió, pensaba Lunch.
Esto hay que festejarlo, voy por unos refrescos y galletas, dijo un jovencito calvo.
Si, dijeron los demás.
Minutos después:
El grupo de jovencitos bebían sus refrescos al tiempo que una rubia de cabello ondulado se acercaba al grupo.
¿Qué festejan?, dijo Lunch fingiendo una sonrisa.
Promovieron a Milk, dijo un joven de pañoleta blanca.
¿Te promovieron?, pregunto Lunch mirando a la pelinegra fingiendo desconocimiento.
Si, dijo Milk.
Es que Milk es muy buena, no podía seguir siendo telonera, respondió Gokú mientras miraba a su bella amiga sintiendo un extraño escalofrío recorrer su cuerpo.
Pero él no fue él único que sintió esa extraña sensación, la pelinegra también lo sintió mientras le regalaba una tímida sonrisa a su amigo.
Claro, te felicito, dijo ocultando su molestia la rubia mientras se acercaba a abrazar a la pelinegra.
¡Gracias¡ respondió Milk.
Y cambiando de tema, ¿Ya saben dónde será nuestro próximo destino?, dijo Lunch al romper el abrazo.
Creo que la Capital Central, respondió un jovencito de tres ojos.
Entonces prepárate Milk, dijo Lunch con cierta molestia en su voz.
¿Prepararme?, respondió la pelinegra.
Si, para recibir muchos presentes, dijo Lunch ocultando su envidia.
Es cierto, cada vez que vamos a la Capital Central, el hijo del magnate, te envía muchos presentes, acoto Dieciocho sin ninguna mala intención.
Y eso que solo era telonera, ¿cómo será ahora qué será parte del elenco principal?, además no te olvides del hijo del alcalde, él la sigue por la mayoría de pueblos donde vamos, dijo Lunch con ironía en su voz.
Milk, no tiene culpa de ser tan bella, acoto el gemelo de la rubia de cabello corto haciendo sonrojar a la pelinegra, quien para evitar ponerse incomoda se puso de pie.
Iré a ensayar, dijo Milk, haciendo una pausa para decir: ¿Gokú me puedes ayudar con mi ensayo?.
Claro, respondió el apuesto jovencito de cabello alborotado.
¿Qué?, ¿Ya se van?, dijo Lunch ocultando su molestia.
Sí, dijeron los pelinegros a la vez.
Pero aún hay muchas galletas, dijo el joven de pañoleta blanca viendo un tazón.
¡Gracias por las galletas y refrescos¡ pero ya estoy satisfecha con lo que comí, ahora tengo que ensayar para no desilusionar al señor Bills, respondió Milk.
Tú no lo vas a decepcionar Milk, sino todo lo contrario, lo vas a sorprender aun más, acoto Gokú con una cálida sonrisa.
¡Gracias¡ dijo Milk.
Vámonos Milk, respondió Gokú tomando la mano de su amiga.
Sí, dijo la pelinegra al tiempo que sentía una extraña felicidad en su interior, la misma que sentía su amigo cada vez que ambos se tomaban de las manos.
Luego de ello el par de jovencitos se retiraron del grupo bajo la mirada de los demás jovencitos que empezaban a murmurar acerca de la amistad del par de pelinegros.
Hacen una bella pareja, dijo Dieciocho.
Que dices hermana, aún están muy chicos para andar pensando en romanticismos, respondió su gemelo.
Lo dices por que no eres tú el que va de su mano en vez de Gokú, dijo la rubia de cabello corto riendo, haciendo reír a los demás jovencitos excepto a una que miraba alejarse al par de jovencitos con cierta molestia.
El par de pelinegros mientras iban caminando de la mano, iban platicaban de los comentarios de sus amigos.
Lo que ellas dijeron es cierto, tienes muchos admiradores Milk, decía Gokú con una cálida sonrisa en su rostro a pesar de que por dentro sentía un ligero malestar que no lograba aún entender.
Me da gusto que aprecien mi talento, ello me hace feliz, respondió Milk haciendo una pausa para decir: Tú también tienes a muchas personas que admiran tú trabajo y te dan obsequios.
Si, es cierto, pero no tengo a alguien que me sigue a cada pueblo que voy, de hecho ese chico tiene mucho dinero, dijo Gokú mirando a la pelinegra mientras sentía que su corazón se aceleraba más, al tiempo que pensaba: ¿Qué me está pasando?, ¿de seguro me cayo mal algo?.
¡Gokú¡ respondió Milk.
Olvídalo, no se porque lo dije, mejor apresurémonos para que empieces con tú entrenamiento.
Sí, respondió Milk.
Tiempo después:
Gokú observaba con detenimiento a su bella amiguita pelinegra hacer unas piruetas con su listón mientras pensaba: Milk, no solo eres talentosa sino además eres muy hermosa.....no, no, no, que estoy pensando, no puedo decir ello, aunque no tiene nada de malo, los chicos dicen que ella es hermosa, y ello es la verdad, parece una muñequita.
¿Qué tal lo estoy haciendo Gokú?, dijo de repente la bella pelinegra con dulzura sacando de sus pensamientos a su amigo.
Bien, lo estás haciendo bien Milk, respondió Gokú con la mayor calma posible.
Entonces diez minutos más y te ayudo a ti, aunque de lejitos, ya sabes que me da pavor entrar a esa jaula, decía Milk con una cálida sonrisa que hacía que el corazón de su amigo se acelerara más.
Claro Milk, aunque ya te he dicho que mis amigos son inofensivos, respondió Gokú llevando sus manos a la altura de su corazón.
Eso lo dices porque a ti no te hacen nada, dijo Milk dejando de mover su listón al ver a su amigo llevar las manos a su corazón.
¿Por qué te detienes?, pregunto Gokú confundido.
¿Estás bien?, dijo Milk, sin responder a su pregunta mientras se acercaba al lugar donde estaba su amigo.
Si, respondió Gokú.
Disculpa, pensé que te sentías mal, dijo Milk.
No, claro que no Milk, yo estoy bien, respondió Gokú poniéndose de pie.
¿Ya quieres ir con tus amigos?, pregunto la pelinegra.
Si, dijo Gokú.
Entonces vamos, creo que ya fue suficiente por hoy, respondió Milk.
Como digas, dijo Gokú.
Días después: "Capital"
Una pequeña mujer llevaba en sus manos algunas bolsas y flores, cuando de repente su camino fue interrumpido por un jovencito de cabello alborotado.
¿A dónde va señora Uranai?, ¿le ayudo?, dijo Gokú con amabilidad.
¡Gracias hijo¡ voy al camerino de Milk, respondió la mujer.
¿Todo eso es para Milk?, dijo Gokú mirando la cantidad de bolsas de papel que llevaba la mujer en su mano.
Si, son para ella, las tuyas las deje con Krilín pues no te encontré en tú camerino, respondió la mujer.
¿Y quien se las envía?, dijo Gokú con cierta molestia en su voz.
El hijo del magnate y el hijo del alcalde, es más querían verla para felicitarla por su ascenso y presentación personalmente, pero el señor Bills no dio su autorización, respondió la mujer.
Que bueno, dijo Gokú.
¿Qué?, respondió la pequeña mujer con una sonrisa en su rostro.
¡Eh¡ que, que bueno que la encontré, son muchas bolsas y se notan muy pesadas, que le parece si yo le llevo todos sus obsequios a Milk, usted debe tener muchas cosas que hacer y yo soy muy fuerte, decía Gokú sonriendo.
Si, es cierto, para ser tan jovencito, eres muy fuerte y valiente, dijo la pequeña mujer haciendo una pausa para decir: ¿En verdad me harías el favor de llevarle sus presentes a Milk?.
Por supuesto señora Uranai, respondió Gokú con una amplia sonrisa en su rostro.
Entonces toma, dijo la pequeña mujer.
Bien, respondió Gokú.
Gokú recibió las bolsas y flores y se dirigió al camerino de su amiga.
Minutos después:
Una bella pelinegra recibía sus presentes mientras decía: No comprendo, ¿por qué gastan su dinero en mí?, decía Milk.
Es una manera de demostrar su aprecio, respondió Gokú con calma.
Si, eso dice Dieciocho, dijo Milk.
¿Y que te enviaron esta vez?, pregunto Gokú con curiosidad, mientras acercaba su rostro hacia las bolsas.
Son letardos, peluches, flores y chocolates, decía Milk mientras sacaba sus presentes de su bolsa.
Vaya, entonces ya tienes trajes nuevos y se ven muy finos, respondió Gokú mientras miraba los mismos.
Si, pero me gustan más los que no hace la señora Uranai, dijo Milk.
A mi también, respondió Gokú.
¿Gustas chocolate?, dijo Milk tomando uno de los chocolates de una caja.
Si, respondió Gokú recibiéndolo para luego tomar asiento en el piso del lugar.
La pelinegra se sentó junto a su amigo, coloco su cabecita en su hombro como siempre lo hacía cada vez que se sentaban juntos cuando estaban solos, y allí se quedaron por algunas horas, platicando sobre sus futuras presentaciones.
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