Capítulo 3: "Los sentimientos van cambiando"
Una bella jovencita pelinegra de aproximadamente 11 años, que estaba vestida con un leotardo de color rojo, hacia que su listón del mismo color de su vestuario girara alrededor de su cuerpo mientras ella realizaba movimientos rítmicos al compás de la música que sonaba en el pequeño ambiente donde se encontraba realizando uno de sus ensayos bajo la mirada de su mejor amigo.
¿Qué tal lo estoy haciendo Gokú?, preguntaba dulcemente la jovencita con una bella sonrisa en su labios.
Bien, lo haces muy bien, creo que ahora el señor Bills ya no te pondrá como antesala al espectáculo principal sino te dejara para el final, respondió con una hermosa sonrisa, un bello niño de cabello alborotado de su misma edad que estaba vestido con un polo tipo dividí color azul y short del mismo color.
¿En verdad crees ello?, pregunto la jovencita ilusionada deteniendo sus movimientos para caminar al lugar donde estaba su amigo y sentarse junto a él.
Si Milk, creo que en la función que tendremos en este nuevo pueblo ya no serás telonera sino una de las figuras principales, ya vez que nadie puede hacer esos movimientos que tú haces con el listón, solo tú, por ello nadie a querido suplantar a tú madre, me imagino que es por el talento que llevas en las venas, tú madre fue la mejor con el listón, en realidad fue la única que hacia uso de la gimnasia rítmica para el espectáculo que daba, aunque no me acuerdo mucho de ello, eso dicen todos los que la conocieron, dijo Gokú.
Si, es cierto, yo también lo he escuchado, traga fuegos como mi padre si hubieron otros dos que tomaron su lugar pero nadie pudo hacer lo que mi madre hacía con el listón así como nadie se atreve a trabajar con los felinos, solo tú, después de la muerte de tus padres, solo tú tomaste el control de ellos, y la verdad lo has hecho muy bien, eres el domador de tigres de bengala más joven del país, además el señor Bills siempre pone tú presentación como una de las principales del espectáculo, y ello es, porque es muy buena, acoto la pelinegra mientras colocaba su cabecita sobre el hombro de su amigo que dirigió su mirada a ella.
Milk, cada día te haces más hermosa, pensaba Gokú mientras recorría con su mirada cada rasgo del rostro de su bella amiga.
En cuanto el señor Bills vea lo buena que te has vuelto con el listón también te pondrá como parte principal del espectáculo, es más se me ocurre algo, dijo Gokú tras romper su silencio.
¿Qué?, pregunto la pelinegra mientras levantaba su cabecita del hombro de su amigo.
Vamos ahora mismo con el señor Bills para pedirle que vea tú progreso, dijo Gokú poniéndose de pie.
No como crees, él es una persona muy ocupada, mejor que lo vea en la presentación, decía temerosa la pelinegra.
No Milk, no, eres demasiado buena para seguir de telonera, vamos con él, respondió Gokú tomando la mano de su pequeña amiga pero al hacerlo sintió una extraña electricidad recorrer su cuerpo, pero no fue el único que lo sintió la pelinegra también lo hizo y desvío su mirada mientras sus mejillas se tornaron de un color carmín.
¿Qué me sucede?, nunca antes me había dado vergüenza que tome mi mano, pero desde que empezamos a crecer siento como si ello me incomodara y no es porque no me guste que lo haga sino que me hace sentir extraña, pensaba la pelinegra.
Vamos Milk, dijo Gokú no dándole más importancia a ese extraño cosquilleo que había sentido.
Bien, vamos, respondió la bella pelinegra empezando a caminar con él.
El par de jovencitos fueron caminaron hacia el lugar donde se encontraba el dueño del circo cuando en su camino se interpuso una rubia de cabello ondulado.
¿A dónde van?, dijo La rubia mirando con molestia las manos entrelazadas del par de jovencitos.
Con el señor Bills, respondió Gokú.
¿Y para qué?, dijo Lunch fingiendo una sonrisa.
Es que quiero que vea mi ensayo, respondió Milk.
El señor Bills anda muy ocupado como para andar viendo ensayos Milk, dijo Lunch de forma irónica mientras la pelinegra bajaba la mirada.
Creo que unos minutos no le quitaran su tiempo Lunch, respondió Gokú.
Mejor que les parece si me acompañan a mi camerino, mi madre a preparado un pastel delicioso, dijo la rubia.
Vamos con Lunch, Gokú, no tiene caso que vayamos con el señor Bills, debe andar ocupado viendo cual será el próximo pueblo que visitaremos, respondió la pelinegra.
Así es linda, añadió la rubia con ironía.
No Milk, no, de aquí no nos vamos sin que el señor Bills vea lo fabulosa que eres, dijo Gokú tomando la mano de la pelinegra con mayor fuerza y se la llevo con él bajo la mirada de molestia de la rubia de cabello ondulado.
No me agrada para nada la amistad que ellos dos tienen, cada día que pasa crecen más, se hacen más bellos y ya no son unos niños, su pensamiento ira cambiando así como su sentir, pensaba la rubia mientras veía alejarse al par de jovencitos.
Minutos después:
Un par de jovencitos se encontraban dentro de la oficina de un hombre de rostro serió.
Díganme, ¿qué los trae por aquí?, pregunto con firmeza Bills.
Hay señor, no sea tan grosero, los va a asustar, decía un hombre risueño que estaba junto a él.
No te metas Whis, yo se como tratar a mi gente, respondió Bills.
Como diga, dijo el hombre risueño mientras dirigía su mirada a unos documentos.
Haber, díganme, ¿qué se les ofrece?, no tengo mucho tiempo para perderlo escuchando la queja de una par de niños, porque de seguro vienen a darme alguna queja, ¿verdad?, respondió Bills.
No, no, solo venimos a pedirle una oportunidad, dijo Gokú.
¿Una oportunidad?, respondió Bills.
Si, una oportunidad para Milk, dijo Gokú.
Para Milk, respondió Bills.
Si para ella, dijo Gokú.
Haber, se claro niño, ¿qué oportunidad necesita Milk?, respondió Bills.
Quiero que vea mi mejora, dijo Milk con dulzura haciendo que el hombre pose sus ojos en ella.
Milk, ya hemos hablado de ello, respondió Bills.
Pero está vez ya sincronizo mejor mis movimientos con el lazó, dijo Milk con dulzura.
Sincronizar mejor no es la perfección, yo quiero que todos tus movimientos sean perfectos, además recuerda que tú madre no solo era una gimnasta que daba un espectáculo con su listón, ella hacia acrobacias con su cuerpo, ¿ya has logrado ello?, respondió Bills mientras miraba con firmeza a la pelinegra.
No, aún no señor Bills, dijo Milk con nostalgia.
Entonces aún no estás lista, ensaya más linda, respondió Bills.
Pero señor Bills, al menos ponga el espectáculo que Milk hace dentro de la función, ella ha mejorado mucho, creo muchas personas pagarían una entrada por ver lo que ella puede hacer con el listón, decía Gokú.
Gokú el que promueve a los artistas de teloneros a los artistas principales de mi espectáculo soy yo, no tú, si exijo a Milk es porque se que ella puede darme más, dijo Bills haciendo una pausa para decir mirando a la pelinegra: ¿Lo comprendes linda, verdad?.
Si, respondió la pelinegra ocultando su dolor.
Entonces ¡por favor¡ salgan de mi oficina y vayan a ensayar más, quiero que el espectáculo de mañana sea fenomenal, dijo Bills haciendo una pausa para decir: Gokú quiero que ensayes con tigres el salto por los aros de fuego, ¿puedes hacerlo verdad?.
Si, si puedo, respondió Gokú.
Bien, ahora retírense, dijo Bills.
Si, dijeron el par de jovencitos mientras se dirigían a la salida de la oficina.
Señor Bills, no tuvo que ser tan duro, yo creo que Milk, ya está lista para ser incluida dentro del espectáculo principal, acoto Whis.
Ella puede dar más, lo sé, es una niña muy talentosa y yo quiero que ella llegue hacer mucho mejor que su madre por ello la presiono más, dijo Bills.
¿Y por qué con Gokú no hizo lo mismo?, a ese pobre niño lo hizo dar la función principal con los felinos desde que sus padres fallecieron, respondió Whis mientras miraba expectante la respuesta de su jefe.
Nadie quería entrar a esa jaula, solo él lo hacía y siendo los felinos uno de los número principales de nuestras funciones no podíamos perderlo, además Gokú los domina muy bien, ese niño me sorprendió mucho cuando lo vi hacer su espectáculo con ellos por primera vez y cada día me sorprende más, no le teme a los retos y ello es bueno pues nunca se frustra si algo no le sale como lo tenía planeado, es más sigue perseverando en ello, en cambió Milk es muy delicada, un tanto temerosa, siento que si algo le va mal en la función podría frustrarse por ello aún no la pongo como figura principal, la quiero más segura, dijo Bills.
Claro, ahora lo comprendo, después de todo usted si tiene su corazoncito señor Bills, pues siempre se está preocupando por el bienestar de ese par de niños, respondió Whis sonriendo.
En tanto:
Fuera de la oficina la pelinegra sollozaba en los brazos de su amigo mientras este le acariciaba sus cabellos mientras le decía: No llores, no llores mi niña, ya sabes que no me gusta verte llorar.
Es que me siento inútil, nunca podré ser tan buena como mi madre, decía Milk mientras sollozaba.
Claro que lo serás Milk, lo serás, yo te apoyare en cada uno de tus ensayos, ¿te parece?, pregunto Gokú.
¿En verdad harás eso?, respondió Milk con voz entrecortada.
Si, claro que lo haré hermanita, dijo Gokú mientras depositaba un calido beso en los cabellos de la niña.
¡Gracias hermanito¡ respondió Milk mientras abrazaba con mayor fuerza el cuerpo de su amigo.
¡Te quiero Milk¡ dijo Gokú de manera inconciente.
¡Yo también te quiero¡ respondió Milk con dulzura al tiempo que un calvo llegaba junto a ellos.
¿Qué sucede?, dijo el calvo al ver a la pelinegra sollozar.
El señor Bills no quiere promoverla aún, respondió Gokú con nostalgia mientras rompía el abrazo con su amiga.
No te pongas triste Milk, el señor Bills es un tanto especial, de seguro uno de estos días te promueve, dijo Krilín.
Si, yo pienso igual, respondió Gokú.
Mejor vamos al camerino de Lunch, su mamá hizo un pastel delicioso y está compartiéndolo con todos, dijo el calvo.
¿Vamos Milk?; dijo Gokú mirando a la pelinegra.
Vamos, respondió la jovencita mientras se secaba las lágrimas que habían caído en sus mejillas.
Tiempo después:
Un grupo de jovencitos degustaban de un delicioso pastel mientras estaban sentados sobre la arena de un descampado en medio de la oscuridad de la noche.
Mañana será un nuevo espectáculo, escuche que todos presentaran nuevos números, decía una rubia de cabello corto.
Si es cierto, mis padres han preparado algo sorprendente en los trapecios y yo en la cama elástica, dijo Lunch.
Pues Dieciocho y yo también, dijo el gemelo de la rubia de cabello ondulado.
¿Y tú Krilín, qué preparaste?, dijo Dieciocho sonriendo.
Ya lo verán mañana, no sean ansiosos, respondió el calvo sonriendo.
¿Es cierto Gokú que mañana usaras fuego para tú presentación?, dijo Lunch mirando al apuesto jovencito de cabello alborotado.
Si, es cierto, respondió Gokú.
¿Y eso no es un tanto peligroso para un niño?, dijo el calvo preocupado.
Si no lo intento, nunca sabre si puedo hacerlo, además los tigres antes ya lo han hecho y yo confío en ellos, respondió Gokú con firmeza.
Y tú Milk, ¿has preparado algo para mañana o por ser telonera el señor Bills no te lo pidió?, dijo Lunch tratando de ocultar su ironía.
El señor Bills no me ha pedido nada especial pero yo si he preparado algo nuevo para mi función, respondió Milk con cierta nostalgia en su voz.
Y lo que preparaste es grandioso Milk, mañana cuando el señor Bills lo vea lamentara por no haberte puesto como una de las estrellas de la función, decía Gokú mientras sonreía.
¡Gracias Gokú por siempre darme ánimos¡ dijo Milk.
No hay nada que agradecer, yo solo digo la verdad, respondió el apuesto jovencito para molestia de la rubia de cabello ondulado.
Entonces abra que ver tú espectáculo mañana, dijo ocultando su molestia Lunch mientras los demás jóvenes asentían.
Pues si, tienen que verlo, el espectáculo que Milk ha preparado es extraordinario y no lo digo porque sea mi amiga, sino porque es la verdad, respondió Gokú.
¿Ya no la llamas hermana?, dijo Lunch con cierta molestia en su voz.
No tendría porque llamarla así, no son hermanos, respondió Dieciocho.
Pero así se decían de más niños, dijo Lunch mirando al par de pelinegros.
Si es cierto pero ahora preferimos decir que somos amigos, los mejores amigos, dijeron a la vez el par de pelinegros al tiempo que se miraron y sonrieron.
Al día siguiente: "Por la noche"
Una bella niña de letargo color rosa se encontraba en medio de un escenario alumbrada por unas tenues luces haciendo unas piruetas con ayuda de su listón.
Bien Milk, sigue así, lo están haciendo muy bien,..., te vez tan bella haciendo todas esas piruetas, pensaba un apuesto niño de cabello alborotado mientras miraba a su bella amiga al tiempo que sentía ese extraño cosquilleo dentro de él, cosquilleo que se incremento más al encontrase con la mirada de su amiga.
¡Gokú¡ pensaba la pelinegra mientras sentía mayor confianza en si misma al ver a su apuesto amigo verla hacer su espectáculo.
Sorprendente, decían los presentes mientras el jefe del circo la miraba y sonreía con satisfacción.
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