Un par de pelinegros se encontraban juntos en medio de un escenario tomados de la mano platicando.

Lo harás bien mi niña, lo harás bien, no tienes que preocuparte, eres muy talentosa, es más se me está ocurriendo algo para que se te quite la tensión, decía Gokú con dulzura mientras besaba las manos de su novia.

¿Qué?, ¿qué se te está ocurriendo?, dijo Milk dulcemente con una bella sonrisa en su rostro.

Pedirle permiso al señor Bills para ir a caminar por el pueblo, respondió Gokú mirando tiernamente a la pelinegra.

Es una grandiosa idea, dijo Milk feliz.

Pues voy a pedirle permiso al señor Bills, respondió Gokú dándole un beso en la mejilla a su amada.

Sí, dijo Milk con dulzura suspirando.

¡Te amo¡ acoto Gokú con una bella sonrisa antes de alejarse de la pelinegra.

Yo también te amo, dijo Milk en voz baja, mientras veía alejarse a su amado.

En tanto:

En otro de los ambientes del circo, un joven de tres ojos y una rubia de cabello ondulado discutían tras su último ensayo.

No salió bien por tú culpa, no sé qué te pasa, pero por tú culpa casi me lesiono, decía molesta Lunch.

Pero si yo no hice nada, decía Ten.

Claro ahora resulta que yo soy la única culpable de que el número no nos salga, respondió molesta Lunch, al tiempo que un grupo de jóvenes se acercaban a ellos.

Lunch, no te estoy echando la culpa, es solo que andas un tanto distraída, tal vez sea mejor que nos tomemos un descanso,....., decía Ten, mientras el grupo de jóvenes llegaron junto a ellos.

Lunch, tienes un tiempo, dijo uno de ellos, mientras el joven de tres ojos los miraba.

¿Qué quieren?, respondió con molestia la rubia.

Queremos proponerte algo, dijo otro de los jóvenes.

¿Qué?, ¿qué quieren proponerle a Lunch?, pregunto intrigado Ten.

Algo que no es de tú interés querido amigo, dijo otro de los jóvenes.

No le respondas así Majim boo, dijo el joven de cabello verde, haciendo una pausa para decir: Ten aprecia mucho a Lunch, por ello la preocupación, pero déjame decirte algo amigo, lo que diremos a Lunch es algo que le favorecerá a ella y por ende dejará de estar tan distraída en los ensayos que tengan.

Es cierto, ya no te andará echando la culpa de sus errores, acoto Dodoria, ganándose una mirada de molestia de la rubia.

Pues Dodoria solo dijo la verdad, a veces me compadezco de Ten, el pobre te tiene mucha paciencia, debe ser porque,...., decía Dabura, quedándose callado repentinamente tras la mirada suplicante del joven de tres ojos.

¿Qué ibas a decir?, pregunto molesta la rubia, haciendo una pausa para decir con firmeza: No les permito que anden hablando de mí, ni de Ten, lo que tuvimos, fue algo fugaz, y ello acabo, ahora solo somos compañeros de trabajo, ¿no Ten?.

¡Eh¡ si, si, así es, acoto el mencionado.

Bueno, en fin, con la que queremos hablar es contigo Lunch, dijo Majim boo.

Está bien, ¿se puede saber de qué?, respondió Lunch con molestia.

Solo contigo Lunch, no nos tomara mucho tiempo, luego regresas a tu ensayo, dijo Cell.

Está bien, vamos, dijo la rubia caminando hacia otra dirección.

Mientras la rubia caminaba junto a los jóvenes en dirección contraria al joven de tres ojos, en otro de los ambientes del circo, un apuesto jovencito de cabello alborotado platicaba con su jefe.

Al pueblo, decía Bills, mirando detenidamente al apuesto jovencito de cabello alborotado.

Sí, dijo Gokú con una encantadora sonrisa.

Señor Bills, no sea malo, es la primera vez que Gokusito le pide un favor, creo que él merece que usted le conceda unas horitas para que salga a caminar con Milk, decía Whis sonriendo.

Señor Bills, le prometo que solo estaremos fuera un par de horas, acoto Gokú.

¿Y tienes con que ir y venir?, pregunto Bills.

Sí, tengo ahorrado el dinerito que nos da por nuestro trabajo, quiero que Milk y yo tengamos una cita en el pueblo, quiero que comamos helado, caminemos por el parque, miremos tiendas, decía Gokú con una amplia sonrisa en su rostro.

Está bien, les daré el permiso, pero solo tres horas, dijo Bills con calma.

Dirá dos, corrigió Gokú.

Yo dije tres horas, por lo tanto, te tomas las tres horas, ¿a poco crees que dos horas te alcanzaran para hacer todo lo que tienes pensado?, respondió Bills con calma.

El señor Bills, es muy inteligente y a pesar de todo tiene su corazoncito, decía riendo Whis.

Whis, ¿podrías callarte? o harás que me arrepienta, acoto Bills.

Me cayó, dijo Whis con una amplia sonrisa.

¡Gracias señor Bills¡ ¡gracias¡ dijo Gokú.

Ve, ve, de una vez, antes de que me arrepienta, decía Bills mientras movía su mano, como dándole a indicar que se vaya.

Nos vemos, ¡gracias¡ dijo el joven de cabello alborotado saliendo a la velocidad de un rayo del lugar.

Tras la carpa:

Un grupo de jóvenes se encontraban reunidos, mientras uno de ellos hablaba y los demás lo escuchaban.

Y ese es el plan, por ello necesitamos saber, si te nos unes, decía Majim boo.

¿Y creen que en verdad resulte?, respondió Lunch.

Por supuesto que resultara, claro si todos hacemos lo que nos corresponde, dijo Majim boo.

Ya sabes que conmigo cuentas amigo, respondió Cell.

Conmigo también, acoto Dabura

Y conmigo, agrego Dodoria.

Entonces, solo faltas tú Lunch, ¿qué dices?, dijo Majim boo.

Sí, no hay riesgo de ser descubiertos, me apunto, acoto la rubia.

No, no lo hay, pero como ya les dije, que el plan resulte al 100 por ciento dependerá de cada uno de nosotros, añadió Majim boo.

Sí, eso ya nos quedó claro, respondieron los jóvenes.

¿Y cuándo daríamos inicio al plan?, dijo Lunch.

Cuanto antes, respondió Majim boo.

Mientras tanto:

Un apuesto jovencito de cabello alborotado platicaba con su novia, junto a la habitación rodante de uno de ellos.

Entonces, si lo permitió, decía Milk feliz.

Sí, tenemos que salir ahora mismo, nos dio tres horas, respondió Gokú con una amplia sonrisa en su rostro.

Entonces vamos, dijo Milk feliz.

El joven de cabello alborotado tomo la mano de su amada y camino con ella hacia la salida del circo.

Tiempo después:

Un par de pelinegros tomados de la mano caminaban por un pequeño pueblo mientras miraban a su alrededor.

Es muy lindo, dijo Milk.

Sí, es cierto, acoto Gokú, haciendo una pausa para decir: ¿gustas un helado?

Si, respondió la pelinegra mirando a todos lados.

¿Qué sucede?, dijo Gokú sonriendo.

Busco algún lugar donde los vendan, acoto Milk con dulzura.

Krilín me dijo que cerca del parque principal hay una heladería, la mejor de este pueblo, Dieciocho vino con él a ella, respondió Gokú.

¿Ah, sí?, dijo Milk sonriendo.

Si, vinieron hace dos días, cuando recién llegamos a este pueblo, respondió Gokú.

Pues, entonces vamos a ella, dijo Milk feliz.

Vamos mi niña, respondió Gokú, soltando la mano de la joven para pasar su brazo el hombro de su amada y caminar con esta abrazados.

Luego de varios minutos de caminata, Gokú y Milk, llegaron a la heladería, entraron a esta y se sentaron en una de las mesas, mientras una mesera se acercó a entregarle las cartas.

Tengan un buen día, dijo la mujer mientras les entregaba las cartas.

¡Gracias¡ dijeron el par de pelinegros.

Gokú y Milk eligieron sus helados, la mesera, tomo las cartas y se retiró por el pedido dejando solos al par de jovencitos.

Se siente distinto, dijo Milk sonriendo.

¿Qué?, respondió Gokú intrigado.

Estar así contigo, dijo Milk con dulzura.

¿Estar así?, respondió Gokú sonriendo.

Como novios, compartiendo un helado, dijo Milk sonriendo, haciendo una pausa para decir: Desde que noté mis sentimientos hacia ti, soñé con este momento.

Yo también, acoto Gokú tomando las manos de su amada sobre la mesa, al tiempo que la mesera se acercaba con el par de copas.

Su pedido, dijo la mujer.

¡Gracias¡ dijeron Milk y Gokú deshaciendo su tomada de manos.

La mesera se retiró, dejando nuevamente al par de jovencitos que miraban sus copas de helado, mientras sonreían.

Se ve delicioso, dijo Milk sonriendo.

Si es cierto, pero pruébalo mi niña, yo haré lo mismo, respondió Gokú mirándola embelesado, al tiempo que tomaba con una cucharita una porción de su helado.

Sí, dijo Milk, tomando una porción de su helado con una pequeña cucharita.

Eres tan bella, dijo Gokú con dulzura, mientras llevaba su cucharita a su boca.

Tú también eres bello, respondió Milk sonriendo.

Gokú se puso de pie y tomo el rostro de su novia en sus manos para darle un dulce beso que la jovencita correspondió inmediatamente.

Circo:

Una rubia de cabello ondulado se sacaba unos guantes que llevaba puesta mientras decía: Creo que al fin terminamos.

Sí, es cierto, ahora si nos salió bien el número que presentaremos, respondió Ten, haciendo una pausa para decir: Lunch, ¿qué querían los chicos?.

Es algo que no es de tú incumbencia querido Ten, respondió la rubia de cabello ondulado.

Lunch, pensé que éramos amigos, dijo el joven de tres ojos con nostalgia.

Lo somos, pero no por ello tienes que saber todo las cosas de mí, ahora si me disculpas, me retiro, voy con la señora Uranai para que me arregle uno de mis vestuarios, respondió la rubia de cabello ondulado, al tiempo que un calvo y un par de gemelos ingresaban al lugar.

¿Ya se va?, dijo el calvo mirando a Ten, al ver a Lunch, tomar un pequeño maletín.

Si, ya terminamos el ensayo, respondió Ten.

Una vez que la rubia de cabello ondulado se alejó, la otra rubia dijo: No sé cómo la aguantas, su conducta cada día se vuelve más insoportable.

Cierto, acoto su gemelo.

Ella es un tanto caprichosa, por ello cuando las cosas no salen como quiere se molesta, pero no es mala persona, respondió Ten.

Si, tú lo dices, así debe ser amigo, después de todo tú la has tratado más que nosotros, pues a pesar de que somos parte del elenco de circo, ella siempre ha tenido sus preferencias por sus amistades, no a todos nos ha considerado amigos, agrego el calvo.

Cierto, es más desde chicos a pesar de ser mayor que Gokú, siempre ha tenido un interés especial en él, creo que por ello está así, dijo Diecisiete.

¿Así?, respondió Ten haciéndose el desentendido.

Sí, no te hagas, también lo has notado, tú la conoces mejor que nosotros, ella está celosa de Milk, Lunch hubiera deseado ser ella la que este en lugar de la hermosa Milk, dijo Diecisiete.

Cierto, acoto Krilín.

Sí, ello es muy cierto, Lunch siempre le ha tenido envidia a Milk, y no solo es por la belleza de mi amiguita, sino por él, yo creo que Lunch noto el interés de Gokusito por Milk desde hace mucho, por ello a veces parecía detestar a mi pequeña amiga, dijo Dieciocho.

Pues Lunch, no es mala persona, tal vez haya sentido celos de Milk, pero solo eso celos, respondió Ten, haciendo una pausa para decir: ¿Necesitan el espacio?

Sí, tenemos que ensayar por última vez.

Bueno, el espacio, ya está despejado, voy a darme un baño y luego a descansar, dijo Ten antes de alejarse de los demás chicos.

Pobre, aún la ama, por ello la defiende siempre, dijo Dieciocho, mientras los demás jóvenes asentían.

Pueblo:

Tras tomar su helado un par de pelinegros se encontraban tomados de la mano, mirando en una tienda de joyas.

Esa, ¿qué te parece?, dijo Gokú señalando una sencilla pero hermosa cadenita de color plateada.

Está linda, pero ya te dije que no es necesario que me compres nada, decía Milk con dulzura.

Quiero dártela mi amor, ya que el señor Bills, nos dio permiso para venir al pueblo, quiero aprovechar ello para darte un detallito, además no te preocupes por el costo, está a mi alcance, estuve juntando para algún día comprarte una cadenita, respondió Gokú con dulzura, mientras la vendedora se acercaba a ellos.

¿Cuál van a llevar?, dijo la mujer.

Esa, respondió Gokú señalando la cadenita que había elegido.

¿Desean que le pongamos sus iniciales dentro del corazón?, dijo la vendedora.

El joven de cabello alborotado miro a la pelinegra y está asintió, entonces dijo: Sí, póngalas.

Bien, respondió la mujer para luego dirigirse a tomar la cadenita de la vitrina, mientras el joven de cabello alborotado rodeaba de la cintura a su amada para acercarla a él, mientras decía: Siempre soñé, con darte una cadenita así.

Yo también soñé con este momento, respondió con dulzura la pelinegra, antes de sentir los labios de su amado sobre los de ella.