Ya habían pasado 6 meses desde aquel pequeño distanciamiento entre Milk y Gokú, debido a uno de los pretendientes de la bella jovencita pelinegra que había causado confusión y temor en el apuesto jovencito de cabello alborotado que pensó que Vegueta le robaría a su mejor amiga, a quien él ya había descubierto que amaba; 6 meses desde el accidente de Milk con telas, accidente que fue preparado por Lunch para vengarse de la jovencita pues la enviada, este accidente si bien la lesiono del tobillo sirvió para que ella y su mejor amigo retomaran su amistad, una amistad que para ellos era lo más valioso que tenían pues con nadie podían sentirse tan bien como cuando estaban los dos juntos; 6 meses desde que Vegueta partió al extranjero, más a pesar de ello, él siempre se las ingeniaba para saber en qué lugar estaba la pelinegra para hacerle llegar algún detalle que a veces causaba incomodidad en Gokú pero que tenía que disimular su molestia para que nadie note sus sentimientos hacia su amiga; 6 meses desde que Milk había decidido también aceptar la amistad de Broly, quien siempre la acompañaba en cada espectáculo que daba en el pueblo que sea, claro, siempre y cuando no tenga alguna actividad con su padre, pues al ser el hijo del alcalde, él tenía que apoyarlo, está amistad incomodaba también al joven de cabello alborotado que para no ser descubierto tenía que tragarse sus celos cada vez que veía al hijo del alcalde cerca de su mejor amiga; 6 meses desde que el par de pelinegros habían vuelto a retomar su amistad con mayor fuerza, a pesar de que ambos tenían a su alrededor a sus pretendientes, pues no solo Milk, los tenía, Gokú también tenía a muchas chicas que lo seguían en sus funciones y que incluso bajaban a tomarse alguna foto con él al término de la misma, provocando incomodidad en una pelinegra que tenía que fingir sonreír cada vez que veía a su amigo rodeado de chicas, pero la fans más obstinada que tenía Gokú se llamaba Lunch, y era una compañera del elenco del circo, quien a pesar de ser tres años mayor que él estaba obsesionada con el jovencito y había sido la primera en notar los sentimientos de este hacia la pelinegra, motivo por el cual ella ya había intentado vengarse de ella, haciendo que Milk se lastimara el tobillo con unas telas por hacer unas acrobacias, a pesar de ello nadie supo que ella había sido la causante de la lesión de la pelinegra, pues Dieciocho que había sido la única que lo sospechaba para evitar que hayan conflictos entre compañeros prefirió callar, aunque antes le advirtió a la rubia de cabello ondulado que si ella volvía a intentar hacerle algún tipo de daño a Milk, se lo informaría al señor Bills.

6 meses pasaron, 6 meses durante los cuales los sentimientos del par de pelinegros crecieron más en sus corazones, a pesar de que ninguno lo manifestaba por temor a la reacción del otro y a destruir su bella amistad, una amistad que, si bien seguía creciendo más y más, más crecía el amor que ambos sentían por el otro, un amor que uno de ellos ya lo había aceptado a pesar de no tener el valor aún de confesarlo, un amor que para uno de ellos era algo que aún no lograba comprender del todo, a pesar, de que sabía que lo que sentía no era para nada parecido a lo que sus demás amigos despertaban en ella, que este era un sentimiento especial que la llenaba de felicidad. Lo que ambos jovencitos si tenían claro ya en esos meses era que ellos no podían corresponder a nadie, porque su corazón y cada uno de sus pensamientos ya tenían un dueño o dueña, aunque aún no hayan podido aceptar o confesarlo.

Con lo que respecta a su vida en el circo seguía con la misma rutina, ellos cada día se perfeccionaban más, eran las figuras principales de cada función y ello llenaba de alegría al dueño del circo, quien cada día veía que sus ingresos iban aumentando más y más, ingresos que él compartía con su elenco.

Carpa:

Una bella pelinegra platicaba con un apuesto joven, mientras a la distancia otro apuesto jovencito miraba la escena con cierto malestar.

Gokusito, el señor Bills, dice que vayas con él, decía Whis.

Ya voy, respondió Gokú lo más calmado que pudo.

Ese muchacho sí que es insistente, ¿verdad?, mira que seguir a nuestra hermosa Milk por cada pueblo al que vamos, habla mucho del interés que él tiene con ella, aunque el multimillonario no se queda atrás,....., decía Whis mientras el apuesto jovencito de cabello alborotado parecía prestarle la menor atención.

¿De qué estarán hablando?, Milk dice que solo son amigos, pero a mí la verdad me incomoda y me da temor cada vez que lo veo cerca de ella, al menos el multimillonario está bien lejos, aunque siempre se las ingenia para hacerle llegar sus presentitos, pensaba Gokú mientras su rostro se tornaba serio.

Hay Gokusito, no te portes como el hermanito mayor celoso que cuida a su hermanita, deja que Milk platique con gusto con su amigo, mejor vamos con el señor Bills, antes de que se moleste, decía Whis dándole una palmada en la espalda al joven de cabello alborotado haciéndolo reaccionar.

¡Eh¡ respondió Gokú que para nada había prestado atención a las palabras del risueño hombre.

Hay muchachito, últimamente andas muy distraído, sino te conociera tan bien diría que andas enamorado, dijo riendo Whis, haciendo sonrojar al joven de cabello alborotado.

Señor Whis, como dice esas cosas, respondió nervioso Gokú.

No tiene nada de malo el amor Gokusito, y más si este es correspondido, dijo Whis con calma, haciendo que el joven de cabello alborotado entristeciera.

Vamos con el señor Bills, respondió Gokú, empezando a caminar en dirección contraria al lugar donde estaba su bella amiga.

Dije algo malo, te pusiste triste, dijo Whis mientras caminaba junto al apuesto jovencito.

No, claro que no, y yo no estoy triste, no hay motivo para estar triste, respondió Gokú con una sonrisa forzada.

Sabes, a veces no es bueno callar lo que se siente, dijo Whis.

¿Qué?, respondió Gokú.

Si uno calla, nunca se podrá saber qué opina el otro, el sentir de la otra parte, dijo Whis.

No comprendo, respondió Gokú.

Olvídalo, mejor vamos con el señor Bills, dijo Whis mientras pensaba: Gokusito está enamorado de nuestra hermosa Milk, que romántico, lo malo es que él no lo quiere aceptar aún, pero en algún momento lo hará, no creo que soporte tanto tiempo con el temor a perderla, ella tiene muchos pretendientes, y él tiene que aceptar que la ama si no la quiere perder, aunque pensándolo bien, creo que es difícil que la pierda pues Milk también corresponde a sus sentimientos, yo soy muy intuitivo, sé que ella le corresponde, ojala pronto estos dos niños acepten su amor y tengamos una nueva parejita en el circo.

Sí, vamos, dijo Gokú.

En tanto:

Una bella pelinegra platicaba con un apuesto joven.

¡Gracias Broly¡ pero no debes preocuparte, yo estoy bien, cómoda, no necesito nada, decía Milk.

Milk hermosa, acepta al menos algo de mí, sé que a Ouji le recibes sus presentes, ¿por qué a mí no?, respondió Broly con cierta nostalgia en su voz.

Vegueta no busca más que amistad conmigo, el aprecia mi talento, en cambio tú no solo quieres mi amistad, tú...., decía Milk siendo interrumpida por el joven.

Eso te dijo, respondió Broly confundido.

Si, él ya tiene novia, es una multimillonaria como él, dice que la conoció en una de las funciones del circo y que el destino hizo que ambos se volvieran a encontrar en el extranjero, estuvieron saliendo por unos meses, hubo química entre ambos e iniciaron un noviazgo hace un mes, él volverá en unas semanas pues ya concluyo el curso que fue hacer al extranjero, vendrá con su novia para presentármela, dijo Milk.

Vaya, no me esperaba ello, entonces quiere decir que tengo el camino libre, ¿no?, aunque tienes muchos pretendientes, te puedo garantizar hermosa que nadie podrá hacerte más feliz que yo, decía Broly, siendo interrumpido por la pelinegra.

Broly, ya lo hemos hablado, dijo Milk con calma.

Milk, yo te amo, no rechaces mi amor, respondió Broly.

Ya te dije que....., decía Milk.

No hermosa, no me pienso dar por vencido, si al menos me dijeras que estas enamorada sería distinto, pero no es así, comprendo que aún no quieras tener novio, ello lo comprendo, por ello seré muy paciente contigo, pero al menos acepta mis presentes, como tu amigo, respondió Broly dándole una bolsa de papel a la pelinegra.

Está bien, gracias, pero ya no me compres nada más, dijo Milk, haciendo una pausa para decir: Ya tengo ir a ensayar.

Bien, ve, nos vemos en la función de la noche, respondió Broly acercándose a besar la mejilla de la pelinegra al tiempo que un joven de cicatriz y una rubia de cabello ondulado miraban la escena.

Coqueta, dijo Lunch.

No te expreses así de ella, yo no vi que Milk se le insinuara, fue él quien beso su mejilla, respondió Yamcha.

Esas mosquitas muertas, son las peores, dijo Lunch.

Ya Lunch, párale a tú envidia, Milk no tiene la culpa de ser tan bella, respondió Yamcha ganándose una mirada de odio de la rubia.

Mientras tanto:

No se preocupe señor Bills, añadiré lo que me pidió a mi presentación, decía Gokú.

Bien muchacho, entonces ya puedes marcharte, respondió Bills.

Gokú solo asintió antes de salir del lugar dejando a su jefe con su asistente.

¿Qué tiene?, lo note extraño, dijo Bills mirando a Whis, al ver salir al apuesto jovencito

Mal de amor, respondió Whis.

Nuevamente con lo mismo Whis, dijo Bills con reproche.

Hay señor Bills, no me diga que no lo ha notado, usted es muy observador como yo, respondió Whis riendo.

Ya te he dicho que no nos metamos en asuntos emocionales, dijo Bills.

Si no me estoy metiendo, solo le estoy respondiendo, acoto Whis sonriendo.

Mejor ve a ver que todo esté en orden y seguro en la carpa, dijo Bills.

Si señor Bills, respondió Whis antes de ir al lugar que su jefe le indicaba.

Mal de amor, dijo Bills al ver alejarse a su asistente haciendo una pausa para decir: Es muy jovencito al igual que ella, pero es un hecho que estén hechos el uno para el otro, pero no es mi asunto, es algo que los dos resolverán juntos, ya son amigos, los mejores amigos, de seguro pronto darán el siguiente paso, solo es cuestión de tiempo.

Bills tomo su bolígrafo, unas hojas y empezó y mirar en ellas.

Horas después:

Un grupo de jóvenes esperaban su turno para presentar los números que habían preparados mientras en el escenario una pelinegra era recibida por aplausos mientras su amiga rubia abandonaba el lugar, llevando unos obsequios que había recibido tras su espectáculo en la mano.

Milk, tus fans te esperan, decía una hermosa rubia de cabello corto que vestía un enterizo color rojo y estaba descalza.

Si, respondió la pelinegra mientras se dirigía al centro del escenario, al tiempo que un calvo se acercaba a la rubia de cabello corto para ayudarla con sus presentes.

¡Gracias cariño¡ decía la rubia al calvo.

De nada rubiecita linda, dijo el calvo, haciendo una pausa para decir: ¿Qué nos abra preparado Milk hoy?, ella siempre nos sorprende con algo nuevo.

Si es cierto, añadió la rubia.

El par de jóvenes colocaron los presentes en una caja y luego se acercaron al lugar donde estaba un apuesto jovencito de cabello alborotado mirando embelesado a su bella amiga.

Vaya, no solo usara un listón, sino dos, dijo sorprendida Dieciocho.

Si, respondió el calvo.

Milk, es grandiosa, dijo Gokú mientras no despegaba la mirada de su bella amiga.

Sí, eso es cierto, respondió Dieciocho.

Tras algunos minutos el número presentado por la pelinegra concluyo, haciendo que todos los presentes estallaran en aplausos, rosas fueran arrojadas al escenario, así como peluches, al tiempo que un joven desde las graderías gritaba con todas sus fuerzas: Eres maravillosa hermosa Milk.

La pelinegra solo sonreía ante los halagos que recibía mientras el apuesto jovencito de cabello alborotado la miraba.

Amigo, sigues tú, vamos a ayudarla a recoger sus presentes, ve por tus felinos, dijo un joven de pañoleta en la cabeza.

¡Eh¡ si, si, respondió Gokú.

El joven de cabello alborotado salió del lugar, al hacerlo vio un moderno auto detenerse cerca de la carpa.

No, no puede ser él, ¿o sí?, pensaba Gokú mientras veía el auto.

A los pocos minutos, un joven de cabello de flama, que estaba elegantemente vestido bajo del mismo, el joven tenía una cajita de regalo en la mano. Gokú al verlo sintió su sangre arder, mientras pensaba: No, de nuevo él, ya suficiente tenía con el hijo del alcalde.

Gokú, tú número, escucho el joven de cabello alborotado, haciéndolo reaccionar.

¡Eh¡ si, si, ahora voy Ten, ahora voy, dijo Gokú echando a correr hacia el lugar donde estaba la jaula de sus felinos, al tiempo que el joven cabello de flama se dirigía a abrir la puerta de su auto. Tras algunos minutos, una hermosa peli azul bajo de este, se tomó del brazo del joven y juntos entraron a la carpa.

Minutos después:

Un joven de cabello alborotado realizaba su presentación con sus amigos felinos, por suerte de él, sus felinos estaban tan bien amaestrados que solos llevaban a cabo el número, haciendo no notar lo distraído que estaba el apuesto jovencito de cabello alborotado.

El multimillonario está nuevamente aquí, con sus regalitos costosos, ya suficiente tenía con el hijo del alcalde que se la pasa siguiéndote en cada lugar que vamos, poniendo en riesgo nuestra amistad, a veces tengo miedo de que termines cansándote de nuestra vida, aunque tú dices que esta es la vida que deseas, que aquí está tú familia, ellos con sus regalitos, con sus invitaciones costosas podrían hacerte cambiar de opinión en algún momento, de solo pensarlo me da temor, y ahora con la presencia de ese mi temor de perderte se incrementa pues hasta donde sé a pesar de que ese ha estado en el exterior, tú y él han seguido manteniendo contacto, pensaba Gokú cuando unos aplausos lo hicieron reaccionar.

Gokú poso su mirada en sus felinos que alineados se sentaban en el suelo de jaula agradeciendo los aplausos. El joven de cabello alborotado al ver ello, solo se inclinó mientras los gritos de sus fans diciendo lo atractivo que era no se hicieron esperar.

¿Qué le sucedió?, lo note distraído, por suerte esos felinos, están tan bien entrenados que salvaron el espectáculo, dijo Bills molesto.

No lo sé señor, a lo mejor es el...., decía Whis.

Cállate Bills, habla con él y dile que esta es la última vez que le perdono que no haya estado concentrado en su trabajo, dijo Bills.

Sí señor Bills, respondió Whis, mientras veía al apuesto jovencito sacar su jaula del escenario.