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Primer día

Yo era muy joven

Estaba avergonzado

Pero nunca me arrepentí

Rammstein Frühling in Paris

Rosa se levanto de bastante buen humor, ella pensó que se debía al entusiasmo de empezar algo nuevo en su vida, su primer empleo, la realidad, ignorada por todos e incluso por si misma, su buen humor se debía a que durante todo el tiempo que dormía soñó con cierta venezolana de ojos rasgados, mientras desayunaba revisaba sus mensajes, Jas le había confirmado que en cuanto tuviera al menos el nombre y dirección del profesional se lo haría saber, sumado a eso, Rosa estaba perdida en sus pensamientos cuando su propio teléfono la saco de su ensimismamiento, al revisar que hizo sonar su teléfono, se sorprendió gratamente al ver que Cora le envió un mensaje de buenos días, conversaron por un rato, prometiéndose que al salir ambas de sus trabajos se reunirían a ponerse al día sobre la vida de cada una, la idea de reunirse con Cora ("mi Cora" pensaba dentro de si) provoco en ella la mas encantadora de las sonrisas.

Como en su trabajo se le asigno un importante proyecto, le autorizaron retirarse por ese día, el padre de Rosa se ofreció a llevar a su hija a su primer día laboral. Ambos padres estaban muy orgullosos de ella, no cualquiera podía decir que su unigénita gano una beca para estudiar arte con viaje por Europa incluido y que esa beca le daba acceso garantizado a cualquier universidad que eligiera, ademas de obtener trabajo el primer día que decide buscar uno. Rosa se despidió de su madre con un abrazo y un beso, para después subir al auto de su padre, en el camino hablaron sobre trivialidades, cosas como el clima, deportes, etcétera, al llegar a la galería-cafetería se despidió de su padre del mismo modo que con su madre un beso y un abrazo.

Al entrar Rosa al local, Dulce la encargada y jefa de Rosa, se sorprendió gratamente al ver que llego temprano

-Llegas temprano, es un buen inicio jovencita- comento Dulce -bueno empecemos, tu trabajo sera atender a los clientes, si quieren ordenar algo les muestras nuestro menú, anotas lo que pidan, pero no lo prepararas, eso es trabajo de Francisco- continuo con su explicación y al mencionar a Francisco, con la cabeza señalo a un muchacho algo mayor que Rosa que estaba en lo que parecía la cocina, preparando la maquina cafetera e introduciendo suministros en el refrigerador -si ellos te preguntan de alguna obra les hablas del autor y todo a su respecto, hay una pequeña biblioteca, si están interesados en eso llamas Luna- siguió explicando Dulce, al mencionar a Luna con el mismo gesto de su cabeza apunto a una chica algo delgada cuyo rostro de blanca tez parecía enmarcado por los mechones de su propio cabello castaño claro, y que adornaba sus ojos negros con unos elegantes lentes de armazón metálico en color rosa, al cruzar sus miradas, la chica solo le dedico una tímida sonrisa.

Las explicaciones siguieron por otros diez minutos, en los cuales le recomendaba que sugiriera el consumo de cualquier cosa en el menú, y si lograba que alguien se interesara en comprar un cuadro, escultura o manualidad, recibiría comisiones por cada cosa vendida por ella, no seria mucho por cada venta, pero ver un poco mas de dinero cada día de pago nunca ha dañado a nadie,Dulce dejo a Francisco y a Luna a cargo mientras ella atendía algunos asuntos en su oficina, ambos muchachos aprovecharon para conocer un poco mas a su nueva compañera, en lo que llegaban los primeros clientes , Rosa les platico de su viaje por Europa, a lo que Luna comento que le encantaría conocer París, Rosa debatió dentro de si misma si debía darle aquello a esta chica, pero decidió que mejor le daría el uso que planeo desde que lo recibió aquella tarde, cuando faltaba tan solo una semana para que se graduara.

Su platica fue interrumpida cuando notaron que estaban llegando los primeros clientes del día, Francisco enseño rápidamente a Rosa que hacer, que no, para proporcionar un buen servicio, Rosa presto atención a todo, el medio día llego rápidamente y en la galería donde ahora trabaja nuestra adorable Rosa se hacia presente la variopinta clientela que suele atraer un lugar así, jóvenes universitarios, adultos mayores, parejas de enamorados, muchos de estos últimos eran habituales compradores tanto de las artesanías y manualidades ofrecidas por la pequeña galería, como de los libros de sus estantes, especialmente de poesía, mientras mas cursi fueran los versos mejor, el día pintaba bastante bien para este pequeño y prospero negocio, y mas aun para nuestra protagonista, quien ya había recibido considerables propinas, sobre todo de los adultos mayores y parejas, la gerente Dulce no podía estar mas contenta, pues incluso ayudaba en la cocina a preparar las ordenes mientras Francisco ayudaba a Rosa a atender las mesas y cuando podía ayudaba a Luna en la librería.

Caía la tarde en la ciudad, la puesta del sol ofrecía un incomparablemente romántico fin (o principio) a la cita de todas y cada una de las parejas que paseaban por la ciudad, en nuestra galería vemos entrar a una de esas parejas, elijen una de las mesas de la terraza, desde donde se puede apreciar perfectamente la puesta del sol, el hombre, de mediana edad con los primeros fantasmas de las canas asomando en sus sienes, ayuda a su acompañante a sentarse, para posteriormente sentarse el, la acompañante parece también de mediana edad a lo mucho de la misma edad que su pareja, posee rasgos orientales que la hacen ver sofisticada, bella y refinada; la encantadora pareja esta charlando sobre trivialidades cuando la mujer mira de reojo que una joven de cabello azabache, largo y ondulado se acerca a su mesa, lleva el uniforme de camarera y un par de menús en sus manos, la mujer no recuerda haberla visto antes, al parecer los celos amenazan peligrosamente su aparición en la mujer, pero la razón se impone en su cerebro, rememorando cada vez que alguna exuberante se le insinuaba y el solo tenia ojos para ella

-Buenas tardes, soy Rosa seré su camarera, aquí tienen los menús, hoy tenemos ofert...- Rosa repitió el ensayado saludo que todo ese día repitió mas veces de las que quisiera recordar, la voz de la chica saco a la mujer de sus pensamientos y vio a su pareja mirándola mientras preguntaba a la camarera sugerencias para ordenar, el hombre ordeno crepas dulces y un capuchino frío sabor moka, ella pidió te helado de Gyokuro* y galletas, Rosa se retiro para regresar con sus ordenes, en cuanto se fue, la mujer tuvo la noción de que a esa chica la había visto en algún lado, pero no podía recordar donde

-¿Dices que la chica te parece familiar, pero no recuerdas de donde?- le pregunto su pareja

-Pues si, no me alegra sentir eso- comento ella, mientras veía discretamente a su camarera, en el momento que la veía ella estornudo, basto ese pequeño estornudo para que ella recordara que la chica fue su alumna en clases de Álgebra hace casi tres años, poco le falto para pararse, ir directamente donde la chica y abrazarla, pero prefirió esperar a que regresara con sus ordenes

-¿Así que la chica fue alumna tuya, eh?, que pequeño es el mundo- comento el hombre

-Vaya que si- agrego Katsumi -Ahí viene de regreso belleza**- agrego el hombre

Cuando la chica ponía en la mesa lo pedido por la pareja Katsumi le hablo

-¿Ya no recuerdas a tu profesora favorita Rosita?- pregunto Katsumi fingiendo tristeza y un pequeño puchero

-N-no puede ser, u-u-us-ust-ted es...- tartamudeo Rosa -¿Profesora Kimura?- al fin pudo formular la pobre chica a punto de romper en llanto

-Niña siempre fuiste muy sentimental- le hablo la mujer a la joven casi como si fuera un regaño

-Que sorpresa volverla a ver- comento Rosa -si no es grosero preguntar ¿quien es el apuesto hombre que la acompaña?- le susurro Rosa al oído a su ex-profesora

-No es ninguna indiscreción, el es Cesar, fuimos pareja cuando yo cursaba la universidad- dijo Katsumi sonrojándose mientras tomaba la mano de su amado

-Mientras yo estaba en mis primeros años como profesional- agrego Cesar

-¿Profesional en que?-pregunto Rosa -Psicología- contesto Cesar

-Debo volver al trabajo me dio gusto verla de nuevo profesora, felicidades es un lindo anillo- comento Rosa evidenciando que Katsumi llevaba un anillo que dado su tamaño y lujo no podía ser de otra cosa que no fuera matrimonio

La pareja paso un encantador rato, salieron para cuando ya había oscurecido, Rosa ayudo a limpiar, y en menos de media hora todo quedo limpio, entre Rosa, Francisco y Luna se repartieron las propinas ganadas del día, se despidió de sus compañeros y jefa, y se dirigió a unos cuantos metros de su lugar de trabajo a una pequeña y muy inda cafetería donde quedo de verse con su amiga Coralys, la cual hacia no mucho había llegado, vestía unos jeans ajustados que hacían aun mas notorio el atractivo de sus largas piernas, combinado con eso llevaba un top corto algo sexy color rosa mexicano y encima una chaqueta de mezclilla, al verla Rosa se sintió algo tonta por ir vestida tan sencilla, unos jeans holgados y cómodos, una blusa blanca y una chamarra, lo que no sabia era que su amiga se sintió igual de impactada que ella, hablaron y bebieron te por cerca de cuarenta minutos en los que Cora le confeso que planeaba estudiar derecho, ademas que este año no iría de viaje en las vacaciones pues quería pasar todo el tiempo posible con Rosa (su Rosita, pensaba siempre suspirando romántica mente), se despidieron besando cada una la mejilla de la otra y prometieron verse otro día, Rosa pidió un taxi poco antes de terminar su platica con Cora y ya le estaba esperando, lo abordo y el viaje le pareció muy rápido, le pago al chófer, se metió en su casa, mientras cenaba, le contó a sus padres como fue su primer día, y les revelo que en Europa una persona le estaba tan agradecida por un favor que se lo retribuyo regalando-le un viaje a París para dos personas, al principio les contó no pensó aceptarlo, pero la persona insistió tanto que termino cediendo, desde ese momento decidió que ese viaje seria el regalo perfecto para sus padres por su aniversario de bodas numero veinte, al saber esto su madre estaba entre romper en llanto enternecida o desmayarse de la emoción, llego la hora de dormir al fin, en su cama Rosa...

* Gyokuro es un tipo de te verde japones, a diferencia de otras variedades este crece en la sombra

** Recordemos que ambos nombres de la profesora Kimura significan "belleza"

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