Ohne dich kann ich nicht sein
Ohne dich

Ohne dich
Ohne dich zähl ich die Stunden ohne dich

Rammstein fragmento de Ohne Dich

Al día siguiente, como su jefa nunca le llamo para confirmar si trabajaría ese día, confirmo con Coralys verse para algo importante, nuestra joven se levanto de su cama, ya que había pasado media hora aun acostada mientras su Cora le confirmaba si podían verse, al confirmar esta, Rosa se levanto, eligió con mucho cuidado que ropa debía ponerse, opto por ponerse unas zapatillas con diseño de enrejado, eran muy frescas, cómodas y hacían lucir sus lindos pies, para elegir lo demás si se demoro bastante, se decidió por un vestido corto sin mangas color vino, en combinación de mangas largas del mismo color sostenidas mediante listones, se coloco una ligera y apenas perceptible capa de maquillaje, un toque de labial color durazno, y con eso ella quedo, en palabras suyas, vestida para noquear, ya teniendo su ropa lista, aseo su hogar, se preparo un almuerzo y finalmente a las 10:00 de la mañana comenzó a prepararse para su cita, se baño, actividad que la demoro algo de tiempo pues intentaba encontrar las palabras adecuadas, tras una hora de pensamientos, finalmente estaba arreglada, pero en cuanto a lo que debía decir, no tenia ni la mas mínima idea, saliendo de su casa se decidió a seguir el consejo de Cesar, el novio de su profesora de álgebra hace tantos años "deja que tu corazón hable".

Rosa llego al pequeño café acordado con Coralys, la cual ya la esperaba sentada en una mesa del balcón, a la sombra pues ese día el calor decidió visitar el lugar y no daba señales de querer irse pronto, Cora al ver a su "amiga" se le cayo la mandíbula, "es tan hermosa" pensó ella y algunos chicos que estaban ahí en ese momento platicando con sus novias, pero se guardaron de delatar esos comentarios con sus acompañantes, Rosa por otra parte quedo boquiabierta pues Cora se había vestido bastante femenina, un moño rojo adornaba su cabello, unos jeans negros ajustados destacaban sus hermosas, largas y torneadas piernas, a juego con unas botas altas color marrón ligeramente taconeadas, y como cereza del pastel, vestía una blusa corta sin mangas, que dejaba ver sus hombros y bastante de su abdomen plano.

Cuando Rosa saludo a Cora se saludaron con un beso en la mejilla y charlaron sobre lo que hacían mientras esperaban hacer el examen de ingreso (solo Coralys pues Rosa solo haría uno general al día siguiente), estaban platicando sobre eso cuando llego la camarera con dos menús, pidiéndoles que apenas estuvieran listas para ordenar le llamaran con una señal, en el lugar tenían buenos platillos y una mejor selección de bebidas, gran surtido de te, algunos con nombres tan exóticos que no podían ni pronunciarlos, ambas pidieron el mismo te que su profesora Kitsune pidió en el café de Rosa, anécdota en la que Coralys estuvo muy interesada, tanto que se alegro (y se sorprendió mucho) por la mujer, eso llevo a lo que Rosa no pudo planear toda esa mañana, empezó diciéndole que lo que mas extraño en Europa fue a ella, a Coralys, su Coralys, la pobre chica se sonrojo al oír eso y admitió que aunque estar con las chicas era divertido, también la extraño mucho, divagaron un poco mas ambas chicas hasta que Rosa llego al punto que quería llegar

-Mira Cora, quizás esto pueda parecerte extraño, pero desde que te conocí, al estar a tu lado siento cosas que no siento al estar con nadie mas, al principio créeme, estaba aterrada y muy confundida al mismo tiempo, si debo serte honesta, te diré también que desde que volví a verte te veo en mis sueños, y cuando te sueño al despertarme, estoy de mucho mejor humor, creo que lo que quiero decirte es que, Coralys, creo que estoy enamorada de ti- en varios puntos de su discurso, Rosa sentía claramente y cada vez con mayor fuerza, como se le formaba un nudo en la garganta que amenazaba con volverse un llanto de impotencia, pues su interlocutora solo la veía fijamente sin mover los labios siquiera.

De poder leer las mentes Rosa, sabría el porque del silencio de su amada, el cual no se debía a, como ella pensaba, que le rechazaría o peor, Cora estaba en shock puesto que al fin descubría porque sentía mariposas cuando estaba con ella, finalmente entendía porque no sentía lo mismo estando con otras personas, la razón era tan simple y a la vez tan complicada, nunca pensó que a ella precisamente le pasara algo así, ella enamorarse de una chica, la chica que fue nominada en su ciudad natal a tantos concursos de belleza, de los cuales ninguno gano por corrupción y envidias de las otras participantes

-Creo fue un error decírtelo perdóname- dijo Rosa mientras se alejaba lo mas rápido que sus piernas le permitían, todo para que la dueña de su corazón no la viera llorar, Cora salio rápido de del shock, dejo el dinero de la cuenta y una generosa propina a la cajera y salio corriendo, mientras con la mirada buscaba a Rosa, la diviso a por lo menos ciento cincuenta metros de donde ella estaba parada, "si que es rápida pensó", nunca fue demasiado atlética, pero empezó a correr a un ritmo constante, al cabo de diez minutos logro darle alcance, se "encerró" en los juegos infantiles de un pequeño parque, se tomo un minuto para recuperar el aliento y se le acerco

-Con que aquí estabas, me asustaste mucho- Dijo la chica de ojos rasgados a Rosa, quien estaba sentada, abrazando sus propias piernas, y ocultaba su cara en ellas para que la chica que le hablaba no viera sus lagrimas

.Soy una tonta, pensé que al menos me rechazarías- finalmente musito

-Jamas te rechace- 

-Entonces, ¿porque te quedaste callada? Al menos hubieras dicho algo-

-Solo me tomaste por sorpresa- 

-No pongas excusas-

-¿Que quieres de mi, entonces?-

-Una respuesta clara, ¿Es demasiado pedirte eso?- A cada palabra de Rosa, esta sentía como volvían a formarse nudos en su garganta, los cuales al decir esto ultimo inundaron otra vez los ojos de la artista.

Cora solo podía pensar que no quería volver a verla llorar, no, no solo eso, quería ser la razón de su sonrisa cada día del resto de sus vidas; al pensar esto, actuó por instinto, con su mano derecha tomo delicadamente su rostro y lo forzó a verla a los ojos, aun seguía llorando, con la otra mano limpio esas lagrimas, entonces paso, rápida pero delicada, Cora finalmente probo los labios de las hermosa de las flores, Rosa por su parte no podía creer lo que estaba pasando, el llanto cambio de tristeza a alegría, un poco mas experimentada que su amada, Rosa tomo el bello rostro de la chica frente a ella con ambas manos mientras continuaba el beso, sentía la lujuria y la pasión desbordando en su ser, y lo mismo pasaba con la otra chica, cuando ambas sentían que su deseo, pasión y lujuria se desbordarían, el beso se rompió, las amantes se vieron una a la otra a los ojos, en ambas había un encantador brillo en sus ojos, era el brillo del amor verdadero.

-¿Eso fue lo bastante claro?- pregunto Cora intentando recuperar un poco de aliento

-Creo que si- Fue lo único que Rosa pudo decir

-Ven, te llevo a casa- Cora salio del juego donde estaban y ayudo a Rosa a salir y a ponerse de pie, tomadas de las manos, al caminar ambas sentían que alguien puso al universo en cámara lenta, sintieron que caminaron por horas, un trayecto de a lo mucho minutos, se despidieron con un beso rápido en la puerta de la casa de Rosa, prometiendo verse al día siguiente, después de terminar el examen de la universidad (de ingreso para Cora, mero tramite para Rosa), Rosa entro rápidamente a su casa, una gran sonrisa y un muy notorio sonrojo adornaban su cara, en esos momentos realmente parecía una colegiala enamorada, fue al baño a refrescarse el rostro con agua fria, cuando al fin se calmo, reviso sus mensajes, acababa de recibir mensaje de sus padres, llegaron perfectamente a Francia, y ahora se dirigían en autobús a París, hablo un poco con su mama, diciéndole que sentía algo por alguien, "¿no sera la chica que llego a tu escuela poco antes de que enviaran a Europa?" pregunto su madre

-"¡¿Como lo adivinaste?!"- pregunto Rosa incrédula

-"Soy tu madre, se lo que te pasa incluso aunque tu no lo sepas"- decía el mensaje de su madre y agrego un segundo mensaje -"Déjame a mi darle la noticia a tu padre"- -"Gracias mami, diviertan-ce"- -"Tu también tesoro"- con ese mensaje concluyo la conversación, Rosa se cambio rápidamente por algo mas cómodo y escucho música el resto del día mientras aseaba su hogar, comió y ceno cereal, cerca de las diez de la noche su teléfono sonó, era un mensaje de su amada, sugiriéndole donde y a que hora verse, ademas, le informo que sus amigas también irían, pues merecían saberlo,

-"Creo que solo Mera no me ha confirmado"- decia Cora

-"Ni modo, en fin descansa hermosa, te quiere tu Rosa"-

"Tu también descansa, sueña conmigo, te amo"- concluyo Cora, tras de lo cual Rosa se fue a acostar, no sin antes cerrar las puertas y ventanas de su casa, al parecer ni ella misma sabia cuan cansada estaba físicamente, puesto que apenas su cuerpo toco la cama, esta se durmió al instante. 

A la manaña siguiente...