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Bajo aquel cerezo

—Vaya, Edgar no lo sabia, perdona por hacerte recordar algo así. Se disculpo Victor por su anterior comentario, pero Edgar no se sintió aludido, por lo que le respondió

—No hay nada que perdonar, nos amamos con gran pasión y de ese amor nació mi pequeña, solo espero haberla criado como ella lo hubiera hecho. Al escuchar aquello Cora no pudo evitar levantarse a abrazar a su padre luchando por evitar llorar.

—Vamos cariño, no es para tanto. Dijo Edgar mientras abrazaba a su hija con ambos brazos protegiéndola completamente, mientras realizaba aquella maniobra, Edgar vio, fugaz como un relámpago, el rostro de su esposa, la imagen era del día en que la conoció; "Por todos los cielos", pensó el hombre, "nuestra pequeña es su vivo retrato". Y en ese momento recordó la maravillosa aventura que vivió junto a aquella mujer.

Edgar Fernandez  tuvo su primer empleo en el rubro publicitario a los 17 años, en ese momento cumplía los 19 y acababa de ingresar a la carrera de publicidad en la universidad de Caracas, en su natal Venezuela, apenas unos meses atrás logro su primer gran triunfo como publicista, vendió una idea respecto a la venta de cosméticos a un cliente extranjero de la pequeña y modesta empresa donde lo contrataron; sobra decir que su jefe estaba que no cabía en si de alegría; a Mario, quien lo había recomendado para el puesto, no podia ocultar lo hinchado que tenia el pecho de orgullo por ese chico; el cliente Soichiro Toriyama, siguiendo el consejo que una tarotista le dio, encargaba publicidad a pequeñas empresas, con resultados le mayoría de las veces sin pena ni gloria, algunos si fueron un fracaso, pero en comparación sus fracasos eran mucho menores que los grandes publicistas de su país natal; como muchos de sus compatriotas, Soichiro era supersticioso, de ahí la razón de consultar tarotistas, los contados pero contundentes éxitos obtenidos del consejo de aquella mujer justificaban con creces la decision del hombre, en caso contrario habría buscado en todo oriente una predicción mejor.

A los pocos días de la venta, reapareció Soichiro en aquel negocio con una petición simple, que la persona responsable del proyecto comprado -Edgar- viajara con él a Japón para dar una pequeña conferencia a los inversionistas responsables de la campaña. Edgar siempre fue hombre decidido, con una gran determinación, solo le pidió al hombre unos meses para aprender lo básico de su idioma -japonés- o de perdida mejorar su ingles a un nivel decente, Edgar nunca había estudiado tanto en su vida. Tan solo dos meses después ya tenia sus documentos en regla y podia partir a aquellas exóticas tierras. 

Los inversionistas quedaron muy impresionados con la idea del joven latino que se presento aquel día en su sala de conferencias, en una mezcla de buen ingles y un japonés pasable, Edgar volvió a vender su idea, esta vez a auténticos peces gordos, los cuales de quedar satisfechos con sus servicios lo recomendarían con otros peces tan gordos o mas gordos aun que ellos. Las siguientes semanas fueron para Edgar una vorágine donde todo parecía ocurrir con demasiada rapidez. Primeramente mandaron imprimir cientos de miles de panfletos con su idea, para los millones de anuncios, tanto carteles como comerciales en television y anuncios en periódicos e internet contrataron a una modelo cuya carrera recién ascendía, para los estándares nipones, la chica era bastante bonita, tenia marcas de belleza bajo el ojo izquierdo, su cuerpo tenia la típica fisionomía causada por la gastronomía local y hábitos saludables, su nombre: Haru Sakura, a sus apenas 15 años -casi 16- se había hecho un nombre por cuenta y méritos propios en el competitivo mundo del modelaje, en varias entrevistas confeso a los medios que su inspiración era Junko Furuta. Esa respuesta no dejo a nadie indiferente, pues la tragedia ocurrida a esa pobre chica era conocida por la gran mayoría de civiles mayores de edad.

Se conocieron en el set de fotografía, a donde los inversores y su cliente insistieron que debía estar presente, para que todo se hiciera bien. Al ingresar aquella mujer en el edificio Edgar realmente la creyó un angel de hermosos rizos castaño oscuro, apenas fueron presentados el único pensamiento en su cabeza era descubrir a toda costa el sabor que tendrían esos delgados y delicados labios, así como descubrir si tocar su piel seria como acariciar la seda mas fina del mundo. Por petición de su cliente y los inversionistas de este, Haru sirvió de guía a Edgar durante el tiempo que duro la preparación de la campaña, la joven en cada encuentro con él, quedaba cada vez mas fascinada con la personalidad del hombre, su inteligencia e ingenio, al cabo del mes de plazo, Haru hizo algo que no creyó posible hacer antes de ese día, tomo la iniciativa en el día mas afortunado y especial para ella, el primer día de primavera, esa noche Edgar debia decir adios, Haru se decidió y aprovechando que daban un paseo nocturno bajo los cerezos recién brotados, unió su alma con la del hombre que se adueño de su corazón, mediante un apasionado pero tierno beso...

Los pensamientos de Edgar son interrumpidos por su querida hija Coralys, la pobre, junto con las visitas, trataba infructuosamente de sacarlo de sus pensamientos, pues temían que algo se quemase en la cocina.

—Papa, ¿En que pensabas?— le cuestiono su hija con los ojos ligeramente vidriosos —temía te pasara algo y... Cora no pudo terminar la oración pues su padre la abrazo con gran ternura

—Pensaba en tu madre. Le dijo al oído mientras la abrazaba y reconfortaba.

—Traeré la cena y les cuento al terminar en que pensaba ¿De acuerdo? Edgar obtuvo por respuesta un movimiento de cabeza afirmativo hecho por todos (Rosa, sus padres y Cora) realizado en perfecta e inconsciente sincronía.
Edgar sólo tardó unos minutos dentro de la cocina, cuándo regreso, traía en sus manos verdaderos manjares dignos de un restaurante cinco estrellas, una curiosa mezcla de cocina; gastronomía mexicana mezclada con venezolana, arepas rellenas con un poco de mole negro y carne de res cocida en su punto, pisca andina sazonada con sal de chile, empanadas de flor de calabaza, eran solo algunos de los platillos del menu.

—Te luciste esta noche, Edgar, aquí debe haber comida para todo un regimiento. Expreso asombrada Alessandra

—Estoy de acuerdo, todo esto parece sacado de un restaurante de esos de cinco estrellas. Agrego Victor igual de asombrado que su cónyuge.

—No creo que sea para tanto, me dan demasiado crédito. Contesto Edgar mientras se rascaba con la mano derecha su nuca.

—Tu papa es demasiado modesto. Le comento Rosa a Cora casi en un susurro

—Suele ser así, es un gran chef pero se avergüenza si alguien halaga su cocina. Contesto Cora a su novia.

Antes de que los reclamos por la excesiva modestia del anfitrión tomaran mayores proporciones Rosa salvo a su suegro preguntando si después de comer continuaría el relato pendiente, Con una mirada que prácticamente le gritaba "gracias", Edgar realizo un movimiento afirmativo con su cabeza como única respuesta. Victor y Alessandra dieron por caso perdido seguir las lisonjas y en silencio siguieron degustando tan exotica comida, tanto Victor como su hija comían y charlaban con su respectiva pareja en voz baja, mientras tanto el anfitrión camino hacia un pequeño estante en donde, además de algunos libros de Paulo Coehlo, había un curioso bulto cubierto con un enorme pedazo de tela, al retirarlo el bulto se revelo como un estéreo de moderadas dimensiones, rápidamente reviso que todos los componentes estuviesen debidamente conectados, para acto seguido conectarlo a la corriente eléctrica y, unos momentos después de haberlo encendido, en las manos de Edgar yacía un CD de misterioso contenido, puesto que el empaque que lo contiene no tiene portada ni nada que de pista alguna de su contenido.

—Espero Victor, Ale que les guste la música de los años 1980's. Hablo Edgar con una sonrisa dirigida hacia sus consuegros, quienes, como respuesta afirmaron moviendo su cabeza, un momento despues, Edgar colocaba el CD en el reproductor y un momento despues el apareto comenzo a reproducir musica, se escucharon temas como Last train to London, Stayin' alive, Thriller, The way you make me feel, Can't take my eyes off you, esta ultima interpretada por Gloria Gainor, la pequeña fiesta fue bien recibida por ambas parejas, de las cuales la mayor no habia escuchado esos temas hace varios años, y la pareja mas joven solo habia escuchado esas canciones de boca de terceros. Ya con el estomago lleno y con los oidos endulzados con buena musica, Edgar cumplio su promesa de concluir el relato sobre la madre de Coralys.

Tras aquel indescriptiblemente maravilloso beso, Edgar solo pudo abrazar a Haru como nunca antes habia abrazado a otra persona, en esos momentos el joven sentia un tsunami de emociones, literalmente. El abrazo duro varios minutos, tras separarse se vieron a los ojos, la sonrisa de la joven era tan dulce que se quedo grabada para siempre en la memoria de Edgar, él solo pudo hacer lo que le indicaba algun tipo de instinto pues la marejada de emociones dentro de si aun no menguaba, lo cual fue tomar delicadamente su bello rostro con ambas manos y volverla a besar, en esta ocasion la escena fue como de novela, una suave brisa comenzo a soplar exactamente un segundo antes del segundo beso, con la intensidad suficiente para desprender miles de flores de cerezo, las cuales tapizaron todo el camino, inclusive varios petalos cayeron en el pelo de Haru, y no se desprendieron hasta mucho despues.

Tras el segundo beso Haru sintió que su corazón explotaba de felicidad, por casualidad vio la hora y su felicidad fue abruptamente sustituida por la conmoción, hace ya tiempo debió regresar a su casa, su padre estaría preocupado y enojado a la vez, en cuanto este notara su llegada le esperaba una buena reprimenda; todas las preocupaciones de la chica desaparecieron con su sonrisa

—¿Pasa algo, hime* chan**?

—Hace horas que debí llegar a mi casa dārin/, temo que  Otōsan" me regañe. Contesto ella apenada y temerosa a la vez, como única respuesta, Edgar tomo del brazo a Haru y con un gesto de su mano libre le pidió que lo guiara hasta su hogar, para la joven aquella noche quedara grabada de manera irreversible en su memoria y en su corazon como la mas romantica y la mas vergonzosa de toda su vida, lo primero se debe a lo descrito anteriormente, mientras que lo segundo se debe a que al llegar a casa de Haru, el padre de esta, Akira Sakura (apellido de soltero Takahashi), estaba esperandola en la entrada de su casa, con la armadura samurai de sus ancestros puesta y la katana familiar desenvainada y recien afilada, sobra decir que el hombre se lanzo sobre el pobre Edgar apenas distinguio la silueta de su pequeña princesa comodamente sujeta del brazo del pobre joven...

Esta parte del relato provoco algunas risas mas bien discretas por parte de Rosa y sus padres, y una rara mezcla de curiosidad y vergüenza en Coralys, la cual fue la única que pudo formular la pregunta que todos los oyentes de Edgar querían pronunciar

—Papi, ¿Entonces que paso?.

—Tu abuelo creyó haberme asustado correteándome blandiendo esa espada como loco, pero solo logro hacer que tu madre quisiera morirse de la pena, finalmente tras un mes de rabietas y la intervención de tu abuela Kumiko, Akira acepto (a regañadientes) que su pequeña saliera conmigo, sin embargo yo ya me habia ido del pais para cuando eso paso...

Aproximadamente seis semanas después de irse del pais del sol naciente, Edgar regresaba como un hombre de cierto estatus, él fue el cerebro detras de la gran campaña cuya estrella, Haru, alcanzo un nuevo nivel de fama, regresaba pues, los mismos peces gordos a los que impresiono en su primer viaje, querian (casi exigian) su intervencion en las campañas de sus productos , él obviamente acepto gustoso volver al país, aquellos hombres no podian estar mas contentos con su decision.

Haru, en una muestra de gran astucia, logro obtener el numero telefónico de Edgar, no es necesario describir lo sorprendido que estaba él la primera vez que le llamo, por dicho medio ella se entero de su regreso, y esta vez iria a recibirlo como lo que era en su corazon, su marido. Kumiko insistio en acompañar a su hija a conocer a su futuro nuero, esto angustio un poco a la pobre chica, pero fue su propia madre quien calmo su corazon, al recordarle su aportacion en lo que se refiere a calmar a su padre; al recordarlo la joven solo sonrio y acepto de muy buena gana la compañia materna. De sobra es decir que Haru no le dijo ni media palabra al respecto a Edgar.

La llegada de Edgar a tierras niponas fue una sorpresa tras otra, pues lo primero que vio al bajar del avión fue a su novia con una colorida pancarta (la traducción del japonés seria "comité de recepción para esposo-kun, presidenta: Hime-chan) con caracteres pintados con igual colorido, la siguiente sorpresa fue que Haru le presento a Edgar a su madre tras un efusivo abrazo de ambos amantes...

—Lo siguiente que supe fue que nos dirigíamos en taxi a la casa de tu madre, fui formalmente presentado a tu abuelo, quien me hizo un interrogatorio peor que el FBI o la CIA, solo recuerdo haberle dicho que no me casaría con ella hasta tener algún patrimonio que ofrecerle— explica Edgar a su hija, a su novia (de ella) y a los padres de esta—, mi respuesta pareció ablandarlo, pues su trato para conmigo cambio drásticamente, hasta insistió en que le podia decir "padre"...

Poco mas de un año habia pasado, en la residencia Sakura podia escucharse un enorme alboroto, provocado por el evento del año, en aquel barrio de Naha (capital de Okinawa), la boda de la chica mas bella de la prefectura, y modelo del año tres años seguidos: Haru Sakura; se eligio como fecha de la boda los primeros dias del mes de abril, una vez mas, una tarotista indico que esas eran las fechas mas propicias para que el matrimonio fuera prospero, y durase muchos años, sin embargo Akira y Kumiko compraron varios amuletos para Haru, pues de acuerdo a las tradiciones japonesas, el año en que una mujer cumple 18 años de edad puede ser un año muy malo, en el peor caso hasta mortal. Edgar siempre considero que las tradiciones y costumbres de otros deben respetarse,  con su nueva familia politica cumplio esa regla a rajatabla.

—La boda fue digna del final de una telenovela, Haru llevo puesto un hermoso kimono de inmaculada blancura, confeccionado con la mas fina seda que pudo comprarse— al contar esto, Coralys inconcientemente penso en el retrato del pasillo, aquella foto es de su madre, del dia en que se caso con su padre —Los amuletos de buena suerte los llevaba incrustados en su hermoso y sedoso cabello, los petalos de los cerezos tapizaron el camino a las afueras del registro civil, y seguian cayendo como una suave lluvia cuando abordamos el auto que compre para la ocasion.

Victor solto algunas lagrimas, mientras su esposa e hija lloraban copiosamente.

—Dos meses después supimos que esperábamos tu nacimiento Coralys, tu madre era la mas ilusionada, se moría de ganas de arroparte, comprarte juguetes y tenerte entre sus brazos...— Al rememorar aquellos agridulces recuerdos, a Edgar se le formo un enorme nudo en su garganta...

Notas

* Princesa en japonés

** Siendo mas una cuestión cultural que del idioma en si, en Japón al hablar con una persona se usan honoríficos, que varían dependiendo de si se habla con un amigo, padre, un superior, etc.

/ Cariño en japones

" Papá en japones

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