
Te extraño
Se me hace imposible olvidar cada una de sus miradas que me veían como el centro del mundo, cada uno de sus besos que me llevaban al cielo o simplemente cuando me susurraba te quiero.
Le extraño, cada sonrisa, cada gesto o cada broma.
Le recuerdo, a él y sus manías. Recuerdo cómo me abrazaba y metía la cabeza entre mi pelo, siempre fuerte para que no me fuera; recuerdo cómo me besaba y me tomaba del rostro, sintiendole con intensidad y adoración, recuerdo cada una de sus costumbres incluso cuando hacíamos el amor, o follabamos con pasión - aunque según él era lo mismo - cómo me miraba a los ojos, escondía su cabeza apretando mis caderas, lo echo de menos, cómo sus manos mimaban mi piel, y que me caiga un rayo si miento pero no había mejor sensación que cuando me acariciaba la espalda para hacerme dormir.
Echo de menos incluso cuando descansaba a mi lado, o en mi pecho, con su carita de ángel me abrazaba, aunque no se diera cuenta. Y aunque muchas veces me burlaba de él cuando abría su boca y roncaba, también lo amaba. Me quejaba de las vueltas que daba en la cama, y ahora por las noches es cuando más lo extraño, podía estar recto, mirándome o dándome la espalda, pero dejadme deciros que incluso así era bello.
Para mí - aunque si el lo leyera me refutaría - era hermoso de todas las posturas y en todo momento del día - jamás se lo creyó cuando se lo decía - y me arrepiento de no haberselo dicho más veces.
No engaño al decirle que le extraño y no miento al decirle que le espero. A pesar de que me llamen tonta, ilusa y palurda por esperar a un hombre que se marchó sin importarle las consecuencias, sé con total seguridad que jamás existió un amor tan puro, una complicidad tan estrecha y una pasión tan desbordante como la que él y yo nos teníamos.
Gabriela
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro