Hay personas que aparecen en tu vida por arte de magia, del destino o de la misma suerte. Personas que te hacen sonreir, querer y disfrutar cada momento que pasamos a su lado, es inevitable, no lo podemos evitar, acabamos amandolas sin pensarlo. Acaban siendo parte de ti.

Han pasado ya casi tres meses desde que se fue y a pesar de que su recuerdo sigue rondando mi mente como un león en busca de su presa, ya no consigue devorarme. He conseguido dar batalla a la fiera y la tengo domada, ahora luchan otros besos y otras caricias contra ella. Lo siento pequeño salvaje, otros labios han marcado mi piel.

Llegó, llegó por fin quien me hace mirar a las estrellas e imaginarme un mundo paralelo a su lado , un mundo surrealista, fantasioso y maravilloso a su lado. Quizás sea efímero, quizás solo sea un amor pasajero, no lo sé.

Pero me gusta, me gusta la manera que tiene de mirarme como su reina, la manera en que besa mi cabeza mientras duermo, me gusta que me abraze, que me toque. Me apasiona ver la manera en que me necesita, y es imposible no quererlo, no desear sentirme asi el resto de mi vida.

Vio la belleza donde solo quedaban ruinas, dio la mejor de tus sonrisas y dijo el más sincero de sus "te quiero". Y sigue aquí despues de estos meses llenos de dolor recordandome lo única y especial que soy.

Aunque a mi el mundo me parecía gris y las personas crueles, viniste para recordarme los colores y la gran belleza que posee tu alma.

Soy el desastre del cual se ha enamorado y está dominando mi caos.

Gabriela