Tu estancia en mi vida ha traído recuerdos enterrados en el fango, recuerdos que no quería revivir, y sin embargo aquí están sin previo aviso en mi mente.

Extraño la profundidad del amor que te procesaba, la sinceridad con la que te lo transmitía. Extraño todos los momentos buenos que tuvimos, y lloro aún por saber que jamás volverán.

La herida en mí estaba cerrada porque se suponía que tu jamas ibas a volver, pero una vez mas me equivoque, tu vuelta reabrió una brecha en mi corazón, sentimientos que pensé que estaban muertos.

Aún te quiero, aunque ya no te ame, y puede que una parte de mi desee con total franqueza un futuro juntos. Uno mejor, uno nuevo, uniéndonos con el pasado y siendo una versión mejor de nosotros en el futuro.

Pero todo ello son esperanzas vanas porque tu has dejado de ser quien eras, y yo solo mantengo de ti un recuerdo de quien fuiste.

Gabriela