Narra Thianna

- Thianna...

Deje el celular de Juan para ver que pasaba. La mujer rubia, creo que mamá de Juan, me miraba con una sonrisa.

- Hola...

Me quede intentando recordar su nombre.

- Marlli -Sonrió de nuevo- Juan me dijo que te trajera esto.

Se acercó y me dio una taza. Esta tenia el chocolate caliente que le pedí hoy.

- Gracias Marlli...

- No es nada.

Se quedó viéndome.

- Thianna -La miré mientras tomaba el contenido de la taza- Yo se la historia de Juan, conmigo no es necesario fingir.

Me sonroje.

- Si es... Una historia extraña.

- Lo se. Quiero decirte que él es un poco extraño a veces - La mire sin entender- Él tiene un problema con las chicas.

- Me comentó algo mas o menos.

- A veces se comportará agresivo, o estará distraído. Será extraño en cosas así, quizás no te preste atención o cosas así.

Asentí.

- Hay que tenerle mucha paciencia... Es raro que hasta ahora no haya peleado contigo.

Las dos reímos.

- Por ahora ha sido tranquilo conmigo.

- Ante cualquier actitud extraña que tenga, puedes ir a mi casa o hablar conmigo... Es por el bien de los tres.

Sonreí.

- Aun es un pequeño esperma.

- Pero pronto sera un gran bebé.

- Lo se -Reí bajo- Aún así no quiero intervenir en su familia... En poco tiempo deberé dejarlos y no será fácil.

Se sentó delante de mi.

- Mira... Por como es mi hijo, se que se va a enamorar de ti y no dejara que te vayas.

- No creo.

- Yo creo que Si. Le costará, pero va a hacerlo. Y estoy segura que a ti también te gustará

- Es lindo -Me sonroje- Pero no creo que me enamore fuertemente de él.

Sonrió.

- Bueno, iré a seguir trabajando. Nos vemos.

- Okey, nos vemos.

Se levantó y se fue. Al rato entró Juan

- Perdón que tardé, es que mi hermana me retuvo y mi papá me dio unas cosas. Ni llegue a tomar un café.

Se sentó en el escritorio y bufo mientras tomaba papeles de las carpetas. Me levante y salí de la oficina. Di vueltas hasta encontrar la máquina de café. Serví uno para Juan, y me serví chocolate caliente otra vez. Agarre azúcar y edulcorante y lo lleve a la oficina.

- ¿Donde fuiste?

- Toma.

Me miro. Deje el vasito con café y los sobres de azúcar y edulcorante en el escritorio.

- No se que le pones así que por las dudas traje las dos cosas.

Sonrió.

- Gracias, en serio. Estoy tapado de trabajo.

- ¿Te ayudo?

- Si. Yo firmo esto y tu ordenalos por fecha. ¿Si? Cuando termines ponlos en la carpeta negra.

Asentí y me puse a ayudarlo.

*-*-*-*.

- Estoy cansadisimo.

- Me imagino...

Dejo sus cosas sobre el sofá y se dejó caer en él.

- Ahora cocino algo...

- No, deja. Voy a pedir pizza.

- Puedo cocinar...

- Quiero pizza comprada -Rió- Es que hoy pasamos por una pizzería y me dieron ganas de comer eso.

- Okey.

Me senté al lado de él. Me miro y sonrió.

- ¿Mañana quieres ayudarme de nuevo?

- No hay problema...

Sonreí y suspire.

- Si no quieres aburrirte, puedes ir conmigo siempre. Claro está que va a llegar un momento del embarazo donde tendrás que dejar de ir.

- Si, esta bien.

Se levantó del sofá.

- Voy a pedir la comida, ya vuelvo.

Asentí mientras lo veía alejarse.