Capítulo 60
Narra Juan.
- Mi amor... Bebé... Despierta.
Abrí mis ojos de a poco. Sonreí y acaricie la mejilla de Thianna.
- Buenos días...
- Buenos días hermosa.
Se acercó y dejo un beso en mi boca.
- Arriba. Ya tengo el desayuno listo.
- Ya voy...
Me quedé viéndola y reí.
- ¿En que momento te peinas?
Carcajeó.
- Cuando tu no me ves.
- Aun así me sigues gustando. De hecho, me gustas mas así que peinada.
Sonrió y salio de la habitación.
Me levante, me vestí y fui a la pequeña cocina.
- Hola hermosas.
- Hola pa
Bese la mejilla de Beth y volví con Thianna. La besé y abracé. Después de eso, nos.pusimos a desayunar.
- ¿Que vamos a hacer hoy?
Levante mis hombros. Mire a Thianna y luego a Beth.
- ¿Que quieres hacer hija?
- Ir al cine y después quiero un helado de limón.
Hice una mueca de asco.
- ¿Limon?
- Si. Quiero eso.
- Mmm.. Esta bien.
Terminamos de desayunar. Beth se fue a bañar, Thianna se cambiaría de ropa y yo me quede limpiando. Después si me duche y arregle un poco.
Salimos. Íbamos caminando, ya que había un centro comercial cerca y además para recorrer un poco la ciudad.
- Primero demos algunas vueltas, después comemos, vamos al cine y por último vamos por un helado ¿Si?
- Esta bien.
Entramos al centro comercial y nos pusimos a mirar tiendas. Hubo cosas que no se pudieron evitar y... Tuve que volver al hotel con varias bolsas y cajas mientras Thianna y Beth buscaban algún lugar para almorzar y compraban las entradas de cine.
Fui a buscarlas mientras también veía alguna que otra tienda de ropa. En un momento, me tuve que quedar quieto mirando a dos personas que estaban de espaldas. Al voltearse, me quedé helado.
Natalia y Chris.
Narra Chris.
- ¿Que tan seguro estas de que están aquí?
- Ella tenia la puta ubicación prendida. Están en este lugar.
Seguí buscando a la perra de Thianna. Se que no está sola, no se con quien está pero se que no esta sola.
¿Como se atreve a dejarme plantado en plena iglesia? Es una zorra. Seguramente anda con ese cornudo de Londoño.
A lo lejos logre verla. Estaba con la mugrosa de la hija. A Nat le dio tanto odio que me miró y asintió.
- Si la piojosa esa esta con ella, entonces Juan Luis está con ella.
Segundos después, apareció él y la besó. El odio se apoderó de mi.
- Ya tengo una idea, y les dolerá tanto que desearan alejarse para siempre. Es el único vínculo que los une.
Ella sonrió.
- ¿Ahora o cuando vuelvan a Estados Unidos?
- Allá en EE.UU. Mientras tanto vayamos a observarlos. Esto no durará mucho.
Sonreímos y nos fuimos acercando a ellos. A una distancia prudente para que no nos vieran.
Hijos de mil puta.
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