Narra Thianna.

- Cuida a Beth con tu vida.

Manuela rió.

- Esta bien.

Ambas se fueron. Me saqué los zapatos y suspire.

- ¿Amor?

- Estoy en la cocina amor.

Fui hasta ahí. Convengamos que me perdí, pero llegue. Abracé a Juan y besé su espalda.

- ¿Que haces?

- Quería tomar café.. ¿Tu quieres?

- Como querer, quiero. No debo.

- Ah... ¿Estas haciendo dieta no?

- Si... Y no incluye café. Sólo té y prácticamente amargo. Duh.

Rió y volteo.

- Entonces te haré un té... Luego a dormir.

Beso mi frente.

- Ahora te hare las preguntas... Empezando ¿Como hiciste para llegar hasta el coche?

Sonrió.

- Bien... Es fácil. Pague la universidad de la hija del chofer que te llevaría y además un viaje al destino que quiera todo pago... Con eso lo convencí.

- Lo extorsionaste -Rei, asintió- Bien... ¿Quien o quienes te ayudaron?

- Mi hermana, Chloé y tuve ayuda de Beth.

Sonreí.

- ¿Y como sabias que me iba a casar con Chris?

- Chloé me dio detalle por detalle... Y también me ayudo con el lugar y decoración.

Asentí mientras me preparaba un té.

- ¿Por que se te ocurrió hacer eso?

- En realidad fue ocurrencia de Manuela. Ella me lo dijo y de ahí saque conclusiones. No quería que te cases con él, sino conmigo. Dicho y hecho.

Le di un beso.

- Te amo. Y gracias por todo.

- Te amo... Y de nada, no deberías agradecerme. Solo quiero ser feliz contigo mi amor.

Lo abracé con fuerza.

- Te amo demasiado...

- Yo te amo demasiado. Me tienes hecho un imbécil.

Reí y lo besé nuevamente. Respondió al beso, levantandome de las piernas y volteando para que yo quede sobre la encimera. Acaricio mis piernas y sonrió en .medio del beso.

- ¿Podriamos dejar el té y el café para después?

Sonreí.

- Mejor para mañana.

Me beso otra vez.

- Sólo te digo una cosa -Me aleje de él- Ten mucho cuidado con lo que harás, aun tengo mi cuerpo frágil.

- De todas formas no iba a ser brusco contigo... Quería algo diferente.

Acaricie su brazo.

- Te amo tanto...

- Te amo princesa.

Me levantó nuevamente y comenzó a caminar. Me sostuve para no caer y empecé a besar tranquilamente su cuello y mandíbula.

- No hagas eso. Me provocas.

Reí.

- Esta bien...

Me apoye en su hombro. Entramos a la habitación y me bajo. Quitó mi vestido con cuidado, dejando ver mi lencería blanca. Era normal, no era incómodo. Aunque eso no duró demasiado.

- Te amo, no lo olvides nunca.

Lo abracé mientras sentía su calor sobre mi cuerpo. Iba lento y la combinación de besos que él dejaba sobre mi cuerpo era algo magnífico.

Habremos estado así toda la noche o casi toda la noche. Después de tantos besos y caricias, me quede dormida.

Narra Juan.

No hay nada mas hermoso que despertar y lo primero que ves es a la persona que amas a tu lado.

Ella todavía esta durmiendo. Pero yo solo me limito a verla. No quiero despertarla.
Al final todo salio mejor de lo planeado. Ahora puedo decir que estoy Feliz...

Decidí levantarme para hacer el desayuno. Apenas llegar a la planta baja, tocaron el timbre. Fui a abrir tranquilamente, pero lo unico que logró fue ponerme nervioso.
 
- ¿No me extrañaste Cariño?