Narra Thianna.

- ¿Estas seguro que quieres que entre?

- Si. Ven conmigo.

Suspire y entre a la empresa de Juan. Fuimos hasta el piso donde estaba la oficina, pero no fue buena idea. Natalia, Chris y otras tres personas.

- Hija de...

Natalia quiso tirarse encima mio, pero la empuje, sostuve sus brazos y la tironee hacia atrás.

- ¿Qué decías?

- ¡Sueltame!

La deje irse. Todos me miraban raro.

- Yo me defiendo -Levante mis manos- Mejor me voy -Le Murmuré a Juan- Hablamos después.

Lo último lo susurré. Mire mal a Natalia y me fui.

Apenas llegar a la empresa donde trabajo, me dispuse a acomodar las cosas y hacer lo que tenia acumulado.

En fin, trabaje todo el día y estoy agotasidisima.
Comi una pizza y, cuando iba a acostarme, me llamaron al celular. Contesté sin mirar y puse el altavoz.

- ¿Si?

El audio eran puros gemidos. Decidí mirar y vi que era Juan el que me llamaba.

- Eeh... ¿Juan?

Los gemidos eran cada vez mas fuertes.

- Oh Juan... Si... Sigue así bebé. Aah...

La voz era claramente la de Natalia. Mis ojos se llenaron de lágrimas y decidí cortar la llamada.

Ahora si lo odio.

Narra Natalia.

Vi que corto la llamada y reí amargamente.

- Puta.

Deje el celular de Juan en donde estaba. Me levante del sillón donde estaba y decidí salir. Apenas salir, lo encontré a él.

- Mas vale que me digas eso.

- Lo haré. Ya vete, no quiero verte.

Sonreí y salí de la empresa.

Fui hasta la casa de la zorra de Thianna y vi todo apagado.

- ¿Tan temprano duerme?

Me metí por una ligustrina rota y empecé a caminar en silencio hasta la casa. Todo estaba apagado, silencio total. Fui por detrás de la casa y vi una luz prendida. Me quedé quieta para escuchar que pasaba, pero solo era silencio. Estuve así un rato, todo estaba igual.

No pensaba perder mas tiempo.

Me fui hacia mi departamento y me acosté en la cama. Sonreí satisfactoriamente. Sólo queda que ella se aleje y Todo resuelto.

Narra Juan.

Lloré toda la maldita noche.

No podía entender lo que tenia que hacer. No quiero hacerlo tampoco. Pero Beth corre mas peligro así que con ella.

Thianna no me ha llamado. Tampoco quise hacerlo. No voy a partirle el corazón por celular. Prefiero decirle las cosas de frente, y aunque duela mucho.

No ha durado mi felicidad con ella. Apenas unos días..

Al día siguiente, fui a buscar a Beth al jardín. Le había prometido ir por un helado, ya que los ama y así también decirle lo que pasaba.

- ¿Qué?

Sus ojitos se llenaron de lágrimas.

- Lo... Lo siento -Sequé mis lágrimas. Odio llorar, mas delante de mi hija- Pero... Puede ser peor si seguimos como ahora... Yo solo te cuido..

Tape mi rostro y solloce. Me duele, me duele mucho.

- Papi.. Ya no llores.

Sentí los bracitos de Beth rodearme. Saque mis manos de mi rostro y la abrace también.

- Perdón hija... Yo se que eres feliz así pero... No se puede seguir.

Sequé sus mejillas.

- ¿Puedo morir si no haces eso?

- No bebé... No vas a morir. No pasará.

Me abrazó mas fuerte. No evite sollozar.

- ¿Puedo ir con el abuelo hoy?

- Le preguntaré. Pero creo que si.

Acomode su cabello y sonreí.

- Termina tu helado y vamos.

Se sentó delante de mi y siguió comiendo de su pote de helado.

Ahora se acerca la parte mas dolorosa...