Capitulo 36
Narra Juan
Cerré la puerta con seguro y la miré.
- ¿Que se supone que haces aquí?
- Te espero mi amor. Ya que no fuiste a casa he venido a buscarte. Si la puerta de atrás la dejan abierta entra cualquiera.
Se levantó de la cama y se acercó a mi.
- Respóndeme.
- Si, pienso que tienes a otro. ¿Y?
- ¿Y tu andas con ella?
- ¿Como voy a andar con ella si tengo a mi novia? ¿Estas loca?
- Lo siento por desconfiar de ti -Me besó- Y te demostraré que sólo soy para ti.
Empezó a sacarme la ropa. Me sentí asqueado en ese momento, como si quisiera violarme.
- No, basta.
La aleje de mi y me vestí.
- Pero...
- Dije que no, se terminó.
Acomodo su ropa y se fue hechando humo. Salí tras ella para verificar que no se cruzara con Thianna. Cosa que no pasó y me sentí aliviado.
- ¿Como entro?
Salté del susto y voltee.
- Me asustaste. Y dijo que por la puerta trasera.
- Ah si. Nunca la cierro -Levantó su hombro- ¿Paso algo?
- No, nada. Quiso que hagamos Eso pero... Tuve una sensación rara y no se... No quise. Le dije que se fuera.
- Igual a la primera que escuche algo yo misma término con eso. Una porque no sabia que ella estaba aquí, y otra porque es desagradable.
- Y estas celosa.
- Muy celosa.
Solté una carcajada.
- Iré a dormir mejor.
Sonrió. Cuando se estaba yendo, la sostuve y tironee hacia mi.
- Quiere que te quede claro algo. A ella la quiero y a ti... -Me acerque mas a su boca- Te amo.
La bese lentamente. Respondió el beso, pasando sus brazos por mi cuello y hombros. Mis manos fueron a su cintura mientras nuestras lenguas jugaban. Fui caminando hacia las escaleras. Al llegar, la levante en brazos y subí a estas. Nos separamos para respirar.
- ¿Sigues así o ya se te fue?
- Ya se fue. No me dura mucho por suerte.
Me dio un beso corto.
- ¿Que habitación?
- Cualquiera menos la de Beth.
Rió. Volvió a besarme mientras me dirigía a mi habitación. Entré, cerre la puerta con mi pierna y la lleve a la cama.
- ¿Estas segura?
- Si. Ya te lo dije.
- Seré cuidadoso contigo.
Sonrió. Mis besos bajaron a su cuello. Quite su pijama lentamente. Ella fue sacando mi ropa al mismo ritmo que yo con ella. Poco a poco fuimos aumentando el ritmo de nuestros besos y caricias.
Quite su brassier y, cuando iba a tocar sus pechos, escuche un golpe en la puerta.
- Papi ¿Estas despierto?
Me quede helado al igual que Thianna.
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