Narra Thianna.

Poco a poco fue llegando el fin de semana.

Ya estoy en mi casa de la playa, esperando que Juan llegue junto con Beth.

La semana pasó normal. No lo he vuelto a ver, pero si hablamos por lo de hoy. Estar dos días con él siento que será una tortura.

Estaba aburrida así que decidí ir a la playa un rato. O sea, al agua. Además el calor era insoportable.

Apenas tocar la arena, vi que Juan se acercaba a mi. Me avergoncé bastante, ya que mi bikini era algo... Extraña. No se. Dejaba ver mucho de lo poco que tengo.

- ¡Thianna!

Beth me abrazó. Sonreí y besé su frente.

- Hola hermosa.

Sonrió.

- Hola Juan.

- Hola... Linda

Me acerque y besé su mejilla.

- ¿Quieren cambiarse e ir al agua conmigo.

- Ya vinimos cambiados -Sonrió Beth- ¿Me ayudas a sacarme esto?

Le saque los zapatos y su vestido. Sonrió de nuevo.

- ¿Que es eso?

Beth señaló mi cicatriz. Miré a Juan, él asintió y se agacho a su lado.

- ¿Recuerdas que papá te había contado que pidió prestada a una chica para que tu pudieras nacer? -Beth asintió- Es ella.

Me agache delante de ella.

- Yo... Yo soy tu mamá Beth...

Sus ojos se llenaron de lágrimas y me abrazó fuerte. No evite derramar lágrimas yo también.

- Yo sabia que iba a encontrar a Mi mamá en mi lugar feliz...

Sonreí y me separe de ella.

- Te quiero mami...

- Yo tambien... Hija.

Sonreí más.

- Bien... ¿Vamos al agua?

- ¡Si!

Salio corriendo. Reí y fui tras ella. Obviamente no nos metimos muy al fondo, sino que quedamos en la orilla. Juan nos miraba desde la arena y sonreía.

- ¿Puedo decirte mamá cierto?

- Claro que si. Ma, mamá, mami, Thianna, como quieras princesa.

Sonrió.

- Bueno, Ma... ¿Te gusta papá?

Me sonroje.

- No le digas nada. Pero si.

Sonrió y se sentó en la arena.

- Creo que también le gustas a él.

- No. -Reí- Por algo esta Natalia.

- Siempre pelean por algo -Levantó sus hombros- Creo que ya no se gustan más.

- Aunque peleen si se gustan. A mi me pasó.

Juan se acerco a nosotras.

- ¿Que hablan?

- Cosas de chicas -Beth le saco la lengua- Lo siento papá.

- ¡Hey! No se vale.

Juan la levantó y se metió al mar con ella. Se volteo, e hizo un 2x1. Me levanto a mi también

- ¡Nos vamos a matar!

- Shh...

- ¡Bajame Juan!

Golpee sus nalgas.

¿Por que tiene mas que yo? Es una injusticia.

- Ah no, eso si que no.

Me bajó. Estaba profundo, por eso me sostuve.

- Bueno... Creo que Beth tendrá que salir.

Empezó a retroceder. Lo mire raro. Al llegar a la orilla vi que empezó a reírse.

- Hace calor ¿No?

- Juan me estas asustando.

- ¡Respira profundo!

No llegue a hacerlo que estaba tapada de agua salada. La misma ola me arrastró a la orilla. Cuando pude salir, me levante y corrí a él. Lo empuje, haciendo que deje de reírse y se entierre en la misma arena. Llegaron las olas y lo taparon a él también.

- Maldito.

Se levantó.

- Milditi -Rió- Dios... Eso es insuperable.

Siguió ríendose.

- Amm... Creo que dormiras en el suelo.

- ¿Por?

Reí.

- Mi casa no es tan grande... Tiene dos habitaciones solamente, la cocina, un baño grande, uno en cada habitación y el living. Pero pensé que podrías dormir conmigo y Beth en otra de las habitaciones.

Mentira. Él dormiría en mi habitación y yo en la otra.

O quizás no...
Además la casa es grandisima. Solo le mentía para ver su reacción.

- Si... También puedo dormir con Beth y tú sola o no se. Pero me agrada la idea.

Sonreí.

- ¿Me das un beso?

- No. Beth nos ve y tu novia se puede enterar.

Rodó los ojos.

- Un piquito.

- No Juan.

- Ella odia a Natalia.

- De todas formas no voy a besarte.

Me metí al mar de nuevo. Él se quedo Con Beth en la orilla.

Después de un rato, fui a casa y me puse a preparar algo para merendar. Al terminar, lo lleve en una bandeja hasta donde estaban Juan y  Beth.

- No era necesario que lo hicieras, menos que lo trajeras

- Es lo menos que puedo hacer.

Sonreí y me senté en la arena con ellos.

- Gracias ma.

- De nada amor.

Sonrió y tomó su leche con chocolate. Juan y yo tomamos unos batidos bien fríos y comimos galletas. Luego de eso, nos quedamos los tres viendo el atardecer.