Capítulo 4: Noche mágica
Aún estoy tratando de comprender cómo terminé aquí, en el campamento de Rin, junto a ella y Nadeshiko. Se siente como si estuviera atrapado en algún tipo de sueño extraño, pero un pellizco rápido me aseguró que estoy despierto.
La situación es tan incómoda para mí como parece serlo para Rin. Solo Nadeshiko parece estar disfrutando el momento sin preocupaciones.
Nadeshiko: Espero que no les moleste si el estofado sale un poco picante -dice con alegría-
Me pregunto cómo no nota la tensión en el aire.
Mientras la observo, me pregunto qué estoy haciendo aquí en primer lugar. ¿Será mejor irme? No quiero ser una molestia para ninguna de ellas.
~No te preocupes por mí, de hecho, ya me iba a mi campamento -digo mientras me levanto-
Nadeshiko: ¿No te vas a quedar a comer? -pregunta preocupada-
~No es como que no quisiera, pero no quiero que coman menos por mi culpa.
Nadeshiko: No te preocupes, voy a preparar lo suficiente para los tres.
~No es solo eso, es que, ya sabes, no me gustaría molestarlas con mi presencia, no soy fanatico de ser un mal tercio.
Nadeshiko: No nos molesta tu presencia, nos agrada de hecho, ¿verdad Rin?
Por favor, déjame escapar de aquí, Nadeshiko, pensé. Pero en ese momento sucedió algo que no esperaba.
Rin: Sí, a mí tampoco me molesta, quédate si quieres -dice nerviosa, con un ligero sonrojo en su rostro-
No podía creer que Rin realmente quisiera que me quedara. Sé que tal vez solo lo dijo por compromiso, pero escucharla decir eso me hizo muy feliz.
~Está bien, me voy a quedar, pero antes necesito ir por unas cosas en mi campamento.
Nadeshiko: Está bien -dice con una sonrisa triunfante en el rostro-
Esta chica es irremediable, pensé mientras me dirigía a mi campamento y después de un corto periodo de tiempo, regresé con las chicas con mi silla de acampar, un soporte para fogata y algo de leña.
~Ya está empezando a anochecer, ¿les parece bien si enciendo una fogata?
Nadeshiko: Me parece bien, ¿tú qué opinas, Rin?
Rin: Está bien.
Tras su confirmación, me puse manos a la obra y comencé a encender la fogata. Pero mientras lo hacía, recordé algo.
~Por cierto, Nadeshiko, si quieres puedes utilizar mi silla.
Nadeshiko: ¿Pero dónde te vas a sentar tú?
~En el suelo, no importa mucho. Prefiero que estés cómoda.
Nadeshiko: Tan amable como siempre, Midori, está bien, muchas gracias -dijo mientras sonreía-
~No te preocupes -respondí con una sonrisa devuelta-
En ese momento, Rin nos miró a ambos con algo de curiosidad.
Rin: No sabía que se llevaban tan bien, ¿acaso se conocían desde antes de que llegaras aquí, Nadeshiko?
Nadeshiko: No, también conocí a Midori el día que me mudé. Lo que pasa es que somos vecinos.
Rin: Con que, vecinos, ¿eh?
Nadeshiko: De hecho, algo curioso es que gracias a Midori te conocí a ti también, Rin.
En ese momento, ambos la miramos sorprendidos.
Rin: ¿En serio?
Nadeshiko: Sí, él fue quien me dio las indicaciones para ver el monte Fuji, en el lago Motosu.
En ese instante, Rin clavó su mirada en mí con un aire de juicio.
Rin: Así que tú fuiste el culpable.
~En mi defensa, pensé que me estaba preguntando cómo ir en un caso hipotético, demás, intenté detenerla, pero se fue antes de que pudiera hacerlo y creí que se cansaría a mitad del camino y regresaría a casa. Nunca imaginé que realmente lo lograría.
Rin: Bueno, no te culpo, yo tampoco imaginaba a alguien haciendo ese trayecto en bicicleta, hasta que conocí a Nadeshiko -dice con alegría-
Tras escucharla, suelto un suspiro de alivio, por un momento, pensé que la chica que me gusta me iba a regañar.
Rin: Por cierto, Nadeshiko, ¿cómo llegaste aquí hoy? No me digas que de nuevo lo hiciste en bici.
Nadeshiko: No, mi hermana me trajo.
Rin: Ah, la de los kiwis.
Al escucharla me pregunto por qué se refiere así a la hermana de Nadeshiko.
Nadeshiko: Esta vez, acamparé como se debe y me quedaré toda la noche, aunque no tengo una tienda, así que me quedaré en el auto.
~Si no tienes tienda, la próxima vez que acampes me puedes pedir prestada una, tengo algunas por el trabajo.
Rin: ¿Por qué del trabajo? -pregunta con curiosidad-
~Trabajo en una tienda de artículos para actividades al aire libre y a veces compro cosas en descuento o de remate. También, en algunas ocasiones, me prestan equipo nuevo para probar o tengo acceso a artículos que van a ser descontinuados.
Rin: Suena como el trabajo de ensueño.
Nadeshiko: Verdad que sí.
~No estaría tan seguro.
Tras decir eso, terminé de encender la fogata.
~Ya está listo.
Nadeshiko: No pensé que fueras tan hábil, Midori. ¿Aprendiste todo lo necesario para acampar por tu trabajo?
~Algunas cosas sí, pero mi familia solía acampar antes, pero desde que él se fue... ya no hemos vuelto a hacerlo -digo con tristeza en la voz-
En ese instante, una oleada de recuerdos nostálgicos inunda mi mente, sumiéndome en un estado de melancolía, pero antes de que pueda dejarme llevar por la tristeza, una voz amable me saca de mis pensamientos.
Nadeshiko: Midori, ¿estás bien? -pregunta con preocupación-
~Sí, no te preocupes, solo estaba perdido en mis pensamientos por un momento, gracias por preocuparte.
Nadeshiko: No hay de qué.
En ese momento intentó cambiar rápidamente de tema.
~Por cierto, ¿cómo va el estofado?
Nadeshiko: Jejeje, sé paciente, aún se está cocinando, ¿tan desesperado estás por probar mi comida?
~¿Y ahora por qué estás actuando como una abuela?
Después de eso, escuché algo que nunca esperé: la risa de Rin, al escucharla, volteó sorprendido hacia ella.
Rin: Disculpa, es que yo también pensé lo mismo -dijo mientras trataba de contener su risa-
En ese momento, sentí una sensación agradable, hay algo increíble en hacer reír a la chica que me gusta y tras esto, continuamos conversando sobre cualquier cosa hasta que, por fin, estuvo lista la comida.
~Luce delicioso.
Con una sonrisa triunfante, Nadeshiko me entrega una porción mientras dice:
Nadeshiko: Espero que te guste, pequeño.
Rin: Parece que la abuela ha vuelto.
En ese momento, también le entregan su porción a Rin y los tres empezamos a comer, mientras probaba el estofado, me sorprendió gratamente lo delicioso que estaba. Nadeshiko enserio que resultó ser una excelente cocinera.
~Está delicioso.
Nadeshiko: Me alegra que te guste -dice con una gran sonrisa en su rostro, aparentemente feliz por mi comentario-
Mientras continuamos disfrutando de la comida, empecé a sentir mucho calor debido al estofado. Parece que no fui el único, ya que los tres nos vemos obligados a quitarnos nuestros abrigos mientras exclamamos al unísono:
~/Nadeshiko/Rin: ¡Qué calor!
Pero a pesar del calor, ninguno de los tres dejamos de comer. Sin embargo, en un momento durante la comida, para mi sorpresa, Rin me hizo un gesto para que me acercara, totalmente nervioso pero expectante, me acerqué a ella.
En ese instante, millones de posibilidades cruzaron por mi mente sobre lo que me diría, pero mis expectativas rápidamente se derrumbaron al escucharla.
Rin: Observa un minuto a Nadeshiko, ¿no te parece que al comer hace que todo parezca más delicioso?
A pesar de mi leve decepción porque no se cumplieron mis expectativas, no pude evitar coincidir con Rin. De verdad, Nadeshiko hace que todo parezca más delicioso al comer.
Mientras la observaba, acabé mi porción y me acerqué al recipiente para servirme más, pero para mi sorpresa, el estofado ya se había acabado.
No puede ser, ¿se lo comió todo ella? ¡Cuánto come esta chica!
Nadeshiko: Perdón, Midori, pero si aún tienes hambre, traje algunas papas, podemos compartirlas si quieres.
Aún quiere seguir comiendo, pensé asombrado.
Nadeshiko: Aunque siento que hizo falta algo dulce.
~Si quieres, traje unos bombones, están en mi campamento.
Nadeshiko: ¡Sí, muchas gracias, Midori!
Tras eso, me dirigí a mi campamento, preguntándome si el estómago de Nadeshiko tenía fondo.
Cuando por fin encontré los bombones, me disponía a regresar, pero vi a Nadeshiko y Rin conversando. Parecía algo serio, así que decidí darles un tiempo y me hice el tonto hasta que Nadeshiko vino a buscarme.
Nadeshiko: ¿Qué estás haciendo, Midori?
~Perdón, es que no encontraba los bombones, pero ya los tengo, así que mejor regresemos.
Estábamos a punto de irnos, pero Nadeshiko notó algo en mi campamento.
Nadeshiko: ¡No puede ser, esa no es una guitarra! -exclamó, llena de emoción-
~Sí, es mía, a veces la traigo cuando vengo a acampar.
Nadeshiko: ¡Qué genial! ¿Puedo verla?
~Claro, adelante.
En ese momento, Nadeshiko sacó mi guitarra de su estuche con una rapidez sorprendente.
Nadeshiko: ¡Qué genial! -dijo mientras la sostenía con cuidado-
Después de unos momentos de admiración, Nadeshiko intentó tocarla, pero solo produjo un sonido desafinado de las cuerdas.
Nadeshiko: Pensé que sería más fácil de tocar -comentó entre risas-
~Si no es tan fácil como parece, se necesita mucha práctica.
Nadeshiko: ¿Qué tal si tú me enseñas cómo tocas? -preguntó, devolviéndome la guitarra con una sonrisa expectante-
La sugerencia de Nadeshiko me tomó por sorpresa, y mi falta de confianza en mis habilidades me hizo dudar, por lo que invente una rápida excusa.
~Bueno, es un poco tarde, y además no soy muy bueno -respondí con voz nerviosa-
Nadeshiko: Vamos, seguramente eres mejor de lo que crees y en serio quiero escucharte.
Aunque admitía que su entusiasmo era contagioso, aun así yo me sentía inseguro y nuevamente estaba a punto de encontrar una excusa para esquivar la situación cuando Nadeshiko irrumpió de nuevo, esta vez involucrando a Rin.
Nadeshiko: Oye, Rin, ¿tú también quieres escuchar a Midori tocar la guitarra?
Aquella propuesta me dejó sin aliento, temiendo por la posible reacción de Rin, pero para mi sorpresa, ella respondió afirmativamente.
Rin: Está bien.
Su consentimiento me tomó por sorpresa, dejándome sin excusas para huir de la situación. Nadeshiko, siempre radiante, aprovechó el momento para reforzar la idea.
Nadeshiko: Entonces, sí lo vas a hacer, Midori -dijo con una gran sonrisa-
Esta chica tenía un extraño poder sobre mí. Por más que quiera rechazar una petición suya, parece que nunca podré hacerlo.
~Está bien.
Tras eso ambos regresamos al campamento y Nadeshiko se sentó con una sonrisa triunfante en su rostro, mientras yo me acomodaba para tocar.
~Oye, Rin, ¿en serio no te molesta que toque algo?
Rin: No, de hecho, me quedé con ganas de escucharte tocar más.
Sus palabras me llenaron de alegría y motivación, saber que la chica que me gusta le interesaba escucharme tocar aumentó mi confianza. Con un impulso renovado, comencé a tocar la guitarra con más determinación que nunca.
Toqué una melodía suave y relajante que había compuesto hace mucho tiempo. Con el calor reconfortante de la fogata, el cielo estrellado como telón de fondo y la sonrisa cálida de ambas chicas, sentí como si estuviera atrapado en un momento mágico que no quería que terminara.
https://youtu.be/GbKB-BR5VJI
Continué tocando varias melodías a lo largo de la noche, y en algunas ocasiones, Nadeshiko se unió a mí con su dulce voz cuando reconocía alguna canción. Incluso juraría que en ciertos momentos escuché a Rin tararear junto a nosotros. Así seguimos, perdidos en la música y el ambiente, hasta que finalmente me cansé de tocar.
Después de eso, los tres nos quedamos simplemente admirando el paisaje, inmersos en el silencio de la noche, hasta que el sueño se apoderó de nosotros.
Nadeshiko: El monte Fuji de noche es impresionante -dice antes de bostezar-
Rin: Esta área por las mañanas suele tener brisa, escuche que la vista del fuji es algo místico, aunque solo pasa en primavera y verano.
Nadeshiko: El monte fuji con niebla me gustaria verlo -añade, mientras bosteza nuevamente-
~Si estás cansada, deberías ir a descansar, Nadeshiko.
Nadeshiko: Tienes razón. ¿A qué hora amanece mañana?
Rin: Como a las seis de la mañana
Nadeshiko: ¿Quieren poner una alarma para ver el amanecer?
Rin: Yo paso, prefiero dormir y no ser despertada.
Nadeshiko: ¿Y tú, Midori?
~Yo me apunto.
Nadeshiko: Entonces está decidido, nos vemos mañana, yo ya me voy a dormir -dice somnolienta-
~¿Puedes llegar sola al auto de tu hermana?
Nadeshiko: Sí, no te preocupes, nos vemos mañana y buenas noches.
Después de su despedida, Nadeshiko se fue, dejándonos a Rin y a mí solos.
~Yo creo que es mejor que yo también me vaya -dije nervioso mientras me levantaba-
Sin embargo, antes de que pudiera marcharme, Rin me detuvo.
Rin: Oye, Suzuki, ¿te importaría quedarte hasta que se termine de consumir la fogata?
Esas palabras me dejaron sorprendido, no podía creer que ella quisiera que me quedara con ella; era como un sueño hecho realidad, así que incómodo pero también expectante, me senté, esperando ver qué pasaría y después de unos minutos de silencio, finalmente habló.
Rin: Oye, yo quería disculparme.
~Disculparte ¿por qué? -respondí sorprendido-
Rin: Ya sabes, por el día que te rechacé.
Nunca imaginé que ella quisiera hablar sobre eso. Creí que, al igual que yo, preferiría olvidar ese momento.
~No te preocupes, estabas en tu total derecho de hacerlo, además, fue culpa mía; lo hice de una manera muy espontánea.
Rin: No te voy a mentir, si fue demasiado espontáneo y no lamento haber rechazado tu propuesta, pero lo que realmente lamento es la manera en que lo hice. Fui muy cruel y yo realmente lo siento -dijo avergonzada-
Después de sus sinceras disculpas, me quedé en silencio por un momento, procesando sus palabras. No esperaba que esta noche tomará un giro tan inesperado, así que respiré hondo antes de responder.
~Aprecio mucho tus palabras, pero no creo que debas disculparte.
En ese momento, ella me mira fijamente, un leve rubor coloreando sus mejillas mientras comienza a hablar.
Rin: Verás, nunca he sido muy buena para hablar con chicos, ni siquiera con otras chicas. Por eso, nunca me imaginé el día en que alguien se me confesaría. Pensar en tener algo así como un novio parecía completamente imposible para mí. -Hizo una pausa, como si buscara las palabras adecuadas antes de continuar-
Rin: Realmente nunca me imaginé que dirías que yo te gustaba, para mí, tan solo eres un chico al que ayudé una vez y que, por casualidad, terminamos en la misma escuela.
En ese momento, me pongo en los zapatos de Rin. Debe ser incómodo que alguien a quien apenas has visto te confiese que le gustas.
Rin: No llegamos ni a ser amigos, pero si te soy sincera, no me desagradas, tan solo no te conozco lo suficiente, pero no se si realmente lo hiciera tal vez te podría dar una respuesta más apropiada.
En ese momento, mi corazón empezó a latir descontroladamente, no podía creer lo que estaba escuchando. Me esforcé por mantener la calma y procesar sus palabras.
~Entonces, ¿estás diciendo que si llegamos a conocernos más, podrías considerar darme una oportunidad? -respondí, lleno de ansiedad y esperanza-
Rin: No quiero que haya malentendidos, no estoy buscando una relación ni nada por el estilo, y tampoco saldría con alguien de quien no esté enamorada, de hecho, ni siquiera estoy segura de saber cómo es estar enamorada. Pero si llegara a conocerte mejor y a sentir algo así, podría considerarlo -dijo totalmente sonrojada-
Esas palabras fueron como música para mis oídos, no podía creer que aún hubiera una posibilidad de estar con ella.
Rin: Pero no te prometo nada, como mencioné, no estoy interesada en tener una relación amorosa en este momento. ¿Pero qué te parece si primero somos amigos? -dijo, con un ligero rubor en sus mejillas, mientras me miraba directamente a los ojos-
~Eso me encantaría -respondo con una cálida sonrisa-
En ese instante, la fogata finalmente se extinguió, dejándonos envueltos en la oscuridad de la noche.
Rin: Creo que es hora de irnos. Nos vemos mañana -dijo nerviosa mientras escapaba hacia su tienda de campaña-
Quedé solo, contemplando la tranquilidad de la noche, mientras intentaba asimilar todo lo ocurrido. No podía dejar de pensar en que yo aún tenía una oportunidad de estar con ella.
Con esos pensamientos rondando en mi mente, me retiré a mi tienda para intentar descansar, aunque la emoción del momento me mantuvo despierto durante gran parte de la noche.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Narra Nadeshiko:
Me desperté temprano en la mañana, o más bien fui despertada por mi hermana, quien me obligó a bajar del auto y me dejó sola mientras iba a buscar algo para el desayuno.
Aun medio dormida, me encaminé hacia donde estaban los demás, recordando que Rin había pedido que no la despertara, así que decidí ir directamente a la tienda de Midori, pero al llegar, no lo vi por ningún lado. ¿Estaría todavía dormido? Me pregunté, y sin más, comencé a llamarlo.
Nadeshiko: Midori, ¿estás ahí?
Al no obtener respuesta, entré en su tienda para comprobar si se encontraba dentro y para mi sorpresa, lo encontré profundamente dormido.
Nadeshiko: Midori, despierta, nos perderemos el amanecer.
A pesar de mis intentos, Midori no respondía, así que comencé a sacudirlo suavemente, pero entre el calor del lugar, la oscuridad previa al amanecer y el ronquido contagioso de Midori, me venció el sueño y caí dormida junto a él.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Fin del capítulo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro