capítulo 16
Un poco enferma pero les traigo cap. Denle mucho amor y muchos comentarios profa.🥺
Bianca
Esto no era una buena idea.En un movimiento rápido Vincent nos giró , quedé debajo de él. Nunca me había fijado en la cadena que llevaba en el cuello. Ahora esta chocaba contra mi metón. Una fina cuerda de oro con un dije consistente en la unión de sus iniciales V D.
— Vincent . — llamé su atención, un poco nerviosa e intimidada por lo intenso de sus ojos miel al observarme.
No puedo negar que el cuerpo se me estremeció de deseo, hiperventilaba con las mejillas rojas.
— ¿ Qué ? ¿Ya no es tan divertido el juego verdad ? — me provocó.
Quería reaccionar, pero lo más impuro de mi ser me frenaba y controlaba.
Nos separaron unos disparos que se escucharon afuera.
Los perros empezaron a ladrar y salieron corriendo. Vincent se separó de mi en cuestión de segundos.
Salí corriendo detrás del jefe. La caseta de empleados estaba rodeada por hombres de seguridad. En el piso estaba Óscar sujetándose el brazo lleno de sangre, hablándole a una Graciela que lloraba ruidosa y desconsoladamente. Me resultó curioso que ella estuviera aquí con Óscar, a ella no le tocaba trabajar hoy.
— ¡ AA! — chillé acercándome a Óscar que estaba herido —. ¡Vamos al médico , llamen una ambulancia ¡
— Eso dije yo. ¡Pero no quiere;
— Esto no es nada Graciela — aseguró Óscar.
— ¿ Qué pasó ? —se hizo presente Vincent.
— Intentaron entrar por la casita de empleados, forzaron la puerta , pero logramos evitar que avanzaran. El problema es que eliminamos casi toda la amenaza pero dos escaparon — Informó Gonzalo.
— ¡Mierda¡ Llamen al médico para que atienda a Óscar.
Yo estaba anonadada, sin saber que hacer entre tanta conmoción.Tres meses aquí y he escuchado hablar de asesinatos , intentaron robar y matar a Vincent. ¿ Que mierda De vida es esta ?
De repente Cucho y Chacha tomaron una postura defensiva y le ladraron a unos arbustos.Gonzalo y Vincent corrieron hacia allá. Vincent evito que los perros mordieran a un hombre con pasamontañas que sacó Gonzalo de los arbustos. El encargado de seguridad con la parte posterior de su pistola le propinó un golpe en el craneo al desconocido que lo desmayó—Ah— solté un jadeo producto de la situación.
Gonzalo y Andy se llevaron el hombre a saber donde. Minutos después , Gonzalo y Vincent se acercaron a Graciela y a mí que intentábamos curar a Óscar. La mencionada seguía llorando pero en silencio.
— ¿Cómo quieres proceder ?— quiso saber Gonzalo.
Me quedé en silencio espectante y muy temerosa de su respuesta. Mi interior era una mezcla de muchas emociones y no necesariamente bonitas.
— Llamemos a la policía que se encargue de este mierdero.
— ¿ De verdad? Digo ¿ Estás seguro jefe?
— ¿ De qué otra forma lo iba a manejar ? — no aguanté más, se instauró tal silencio que podías escuchar tu propia respiración.
— Ya hablé Gonzalo. Llama a la policía. Y tú , Binca , no te puedes quedar aquí. Recoge tus cosas, te vas a quedar en el cuarto de invitados de la mansión.
— Pero...
— No fue una sugerencia. O no eres consciente de lo que acaba de pasar. No quiero que estes llevándome la contraria.
Le hubiera dado la respuesta que se merece el troglodita pero Andy pasó corriendo avisando la llegada del doctor.
— Vamos te acompaño— casi olvidaba a la pobre Graciela.
⌛⌛⌛
El doctor comentó qué la bala solo rozó el antebrazo de Óscar . ¡ Gracias a Dios. Este pronunció su deseo de incorporarse al trabajo mañana mismo y lo dejé discutiendo con Graciela sobre lo mismo. Es verdad tiene que reposar.
Otro que me dio la lata fue Vincent. Así que finalmente recogí mis cositas y me trasladé.
— Te enseño tu cuarto — me recibió con mala cara.
Subimos las escaleras al segundo piso y abrió la segunda puerta de la derecha.
— Te quedarás aquí.Tiene baño propio y es espaciosa. En el clóset hay sábanas y otras cosas. Si necesitas algo puedes decirme.
— Si, necesito que me dejes sola — y con eso salió Don cara de limón ácido.
Al otro día.
Me levanté temprano. Lo primero que hice fue darle los buenos días a mis padres por mensajes. Me bañé , cepillé y cambié por un vestido veraniego blanco con mariposas azules. Mi calzado fueron unas zapatillas celestes.
Me dirigí abajo y ni rastro de Vincent. Fui al refrigerador y tomé el pedido.
Nunca escuché de una despedida de soltera en la mañana pero bueno , el cliente siempre tiene la razón.
En la meseta había una nota.
Ayer no estuvimos en la mejor circunstancia. Perdón.
Salí al trabajo. Después entreno y en la noche tengo la boda de mi primo. Llevo todo lo necesario conmigo, hoy no pasó por casa hasta tarde. No te preocupes por mí. Tienes el día libre.
Una vez fuera me encontré con Sonny. Cuando llamó me expliqué que no era necesario que me viniera a buscar pero insistió.
— Hola — saludé.
— Hola linda. Dichosos los ojos.
— Pero qué dices.
— Ya tienes tiempo para los amigos.
— Trabajo todo el día , además de tener que revisar cómo va la construcción y entregó pedidos Sonny.
— Trabajas en casa de tu jefe. Eso no es algo incómodo.
— Normal — espero no se notara mi inseguridad.
— Dame la dirección anda.
⌛⌛⌛
El lugar era rarísimo. Una casa que no tenía pinta de habitable pero la fachada estaba decorada para una fiesta. La gente es más rara.
Sonny se bajo del carro, abrió el maletero y tomé el dulce de tres leches y las donas.
— Camina.
— No hace falta — lo paré.
— ¿Viste el lugar?
—¿ Y tú la decoración? . Es una fiesta de mujeres. Yo puedo.
Caminé hacia la entrada y toqué la puerta.Me abrieron al tercer intento.
Era un hombre flaquito y narigón, castaño.Parecia un fideo.
— Creo que me equivoqué de lugar — emprendí retirada al ver el interior de la casa oscuro.
—¿ Vienes por la despedida de soltera de Lux? — expresó con voz nasal.
— ¿ Si?
— Pasa , están en el patio. Yo soy stripper.
Pase de largo , mirándolo de pies a cabeza. Yo no lo contrataría como stripper, pero viendo la decoración, será el gusto de Lux . ¿ Quiénes somos nosotros para juzgar?
Llegué al patio, al aire libre. Había claridad y una mesa.Agradecí internamente.Esa sensación duró poco cuando divisé a Levia.
— Que pequeño es el mundo.— afirmó acercándome.
— ¿ Qué quieres ? — hablé brusco.
Normalmente no soy tan antipátia , es esta mujer que me pone de los pelos y lo que más me alteró estaba sola.
— Me voy.
— Espera. Luz es una amiga. Canceló todo por mi duelo. Lamentablemente mi hermano ya no está con nosotros.
— ¿ Y estás aquí por ?
— No pudo cancelar el pastel y le estoy haciendo el favor.
— Está cancelado tranquila — me giré para desaparecer de aquel lugar.
— Si, llévate el pastel, imagino que son tu adición. ¡ Gorda !. Debe ser triste tener que ahogar tus penas en azúcar porque nadie piensa en tocarte ni con palo.
Sus palabras me lastimaron más no lloraría ni lo demostraría. Dejé el pastel en la mesa, puse recta mi espalda y caminé. La prioridad era salir de este lugar del infierno que bien lejos quedaba.
Emprendí el camino tan rápido que ni vi a Don fideo acercarse y tirarme el pastel. Abrí mi boca y brazos en sorpresa.
— ¡Bianca ¡ — grito Sonny empujando la puerta — . ¿ Que te pasó? — continúo — Venga vámonos — me tomó de la mano sin dejarme reaccionar y me sacó de la casa.
En la calle , comencé a llorar de impotencia, decidiendo irme caminado.
— Sube al carro Bianca.
— Ahora no quiero. ¡ Me voy sola ! — saqué mi sentir y lágrimas.
— No puedes ir en ese estado.
— ¡ Qué no !
— Bian...
— ¿Todo bien? — Me asustó cantidad ver a Óscar y Andy a mí lado, matando con la mirada a mi amigo.
— ¿ Que hacen aquí ? — pregunté extrañada.
Se quedaron sin saber que decir hasta que Andy habló.— Le dieron el día a Óscar por lo de ayer y caminábamos.
— ¿ En esta zona ? — indagó Sonny
— No sabías que eras dueño de la calle — habló con burla pero una seriedad impresionante Óscar.
— Ya volvíamos, te llevamos Bianca.— sugirió Andy entregándome un pañuelo para limpiarme.
No sé si fue el coraje, la vergüenza o no poder cantarle las 40 a los dos desgraciados. Algo me dejó en silencio y seguí a los de seguridad.
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