Capítulo dedicado a EscarletTejada Gracias por tus comentarios 😊😊
Quién quiera que le dedique el próximo capítulo diga yooo

Bianca

Vincent había pasado la tarde y noche en la casa bien, sin complicaciones. Eso sí, era un paciente muy difícil, me desesperaba ese hombre.

Me dirigí a su cuarto con una bandeja de desayuno, era simple, café, tostadas y jugo.

—¿Quién? —Habló una vos extraña , al parecer Vincent no está solo . Mejor vuelvo en otro momento

<< O puedes quedarte y saber >> — ese fue el diablillo de mi conciencia.
Eso estaría mal ¿verdad?

—El segundo de Alberto , el hermano de Levia — reconocí a Gonzalo.

—¿Qué tiene contra tí? — volvió el desconocido.

—Le rechacé una oferta para sacarlos de la quiebra primo.

¿Dijo primo ?

—Avisamos a la policía ¿O nos encargamos nosotros?

¿ Perdón ?¿encargarse de qué,  Gonzalo ? —me pregunté.

—No se metan déjamelo  a mí primo.

—Andrés ya tienes suficientes problemas.

—De eso nada. Si hablas de que me exigen que me case para seguir al mando de la familia , los negocios y como Capo ya encontré la solución. Nadie se mete con un D' Angelo y la cuenta primo.

La bandeja se me calló haciendo el mayor ruido posible ¡ Mierda !

En cuestiones de minutos Gonzalo abría la puerta.

—¿Se ha hecho costumbre eh? — su tono tenía diversión pero también advertencia.

—N.. No. Vine a ver al enfermo , pero me di cuenta que tenía visitas y decidí volver abajo , cuando me giré , tropecé y se me cayó todo . — me justifiqué tan rápido me salió la mentira.

—Dicho todo , me retiro, primo —el extraño pasó a mí lado, me dio una  sonrisa y salió.

—El enfermo ya está disponible — dijo saliendo también Gonzalo.

—Yo mejor traigo un nuevo desayuno.

—No, espera, Bianca.

Levanté la mirada y casi maldigo , Vincent estaba sin camisa y eso no sé porqué me alteraba. Sin contar el hecho de que me dejó muy nerviosa eso de encargarse de un hombre, pero no podía preguntar , se suponía que yo no sabía.

—¿Te quedaste muda rubia?

—No, usted me dijo que esperara.¿ Va a decirme ?

—Si, Mis padres están de camino , se entraron en contra de mi voluntad, voy a comer con ellos cuando lleguen.

—Es normal que se preocupen pero tiene que guardar responso.

—Si, si. Ya estoy harto de que me obligues a estar en cama. A esta hora haría mi rutina de ejercicios.

—¿Qué comida les gusta a tus padres? — ignoré sus quejas.

—¿Quieres impresionarlos?

—No, me gusta hacer bien mi trabajo.

—Te noto nerviosa, tal parece que vienen tus suegros.

—Ellos no son y no serán nunca mis suegros —si era un monumento de hombre, pero éramos el agua y el aceite,  con lo que escuché , sabrá dios en  que líos estará, mejor no estar metida.

—Mariscos, les gusta el marisco.

Dos horas después abría la puerta a los padres del amargado.

—Bienvenidos.