Capítulo 15
Narra Yeray: estoy seguro de que a Samanta le sucedió algo grave, desde ayer en casa de Alejandro ella estaba en ese estado, esto me lleva a pensar que él tiene algo que ver en todo esto, solo espero que no, porque no sé de lo que sea capaz si él se volvió a atrever a tocar a mi amor. Llegué a mi casa y Perlys me dijo que me había estado esperando, se me hizo raro porque mi hermana y yo casi no hablamos así que después de cambiarme, fui a su cuarto y le dije:
¿Qué es lo que quieres Perlys? – Pregunté.
Ayer, noté algo extraño en casa de Alejandro – Contestó.
¿Cómo así? – Dije – Explícate mejor.
Cuando venía para acá – Decía ella – Pasé por el frente de su casa, y paré a descansar un momento, y escuché como si estuviera peleando con alguien, pero no le presté atención, porque qué sé yo si era en la casa de al lado.
Espero que no sea lo que me estoy imaginando – Dije entre los dientes.
Yo espero que Samanta esté bien – Dijo mi hermana.
Gracias por la información hermanita – Dije.
De nada ridículo – Contestó.
Eso me puso inquieto, llevo desde antier temiéndome lo peor, espero que Perlys esté equivocada porque si llega a ser verdad ¡LO MANDARÉ AL INFIERNO! Con mis propias manos.
Al día siguiente, en el liceo, cuando estábamos en receso, busqué a Alejandro para hablar con él de hombre a hombre, a ver si él tenía las agallas para decirme lo que hizo.
Confiesa Alejandro – Decía – ¿Tu tocaste a Samanta otra vez?
<< Esa maldita me las va a pagar >> Pensaba Alejandro.
¿Yo? – Dijo algo nervioso – ¡Nada que ver!, no la veo desde el lunes.
Más te vale que sea así – Lo amenacé – Porque esta vez no tendré consideración, así se trate de mi propio primo.
¡Cómo digas! – Dijo y se marchó.
Después del despacho, me dirigí a casa de Samanta puesto que habíamos quedado en que iría para allá, mientras caminaba me percaté de que Alejandro también se dirigía hacia allá, así que lo seguí sigilosamente, y vi que se metió por la ventana << ¿Qué pretende hacer este desgraciado? >> Pensaba.
Samanta, me había dado una copia de la llave de su casa, (ya que siempre estoy entra y sale de allí), y en cuanto la encontré corrí hasta allá...
Mientras tanto:
¡Te dije que si abrías la boca te iba a ir mal desgraciada! – Gritaba Alejandro.
¡Alejandro!, ¡Yo no he dicho nada!, ¡Te lo juro! – Decía Samanta entre lágrimas.
¡MENTIRA!, ¡Ahora vas a ver! – Decía Alejandro mientras se bajaba el pantalón – Te voy a enseñar que conmigo no se juega muchachita.
¡ALEJANDRO POR FAVOR DÉJAME EN PAZ! – Gritaba Samanta ya casi sin voz.
No te vas a salvar esta vez preciosa – Decía Alejandro – Ya verás que te gustará.
¡NO!, Déjame ¡ALEJANDRO!, ¡Piedad! – Gritaba.
Volviendo a Yeray:
Llegue por fin a casa de Samanta, después de correr casi 2 cuadras, saqué la llave y abrí la puerta, apenas entré escuché unos gritos << ¡SAMANTA! >> Pensé. Corrí hasta su cuarto, pero la puerta estaba con seguro.
¡ALEJANDRO!, ¡Déjala en paz o te arrepentirás! – Grité mientras buscaba la forma de abrir la puerta.
¡YERAY AYÚDAME POR FAVOR! – Gritó Samanta.
¡Cállate! – Gritó Alejandro.
De la angustia que tenía por salvar a mi novia, saqué mi billetera y tomé la tarjeta de débito de mi mamá y dije en mi mente << Espero que esto no solo funcione en las películas >>, así que intenté abrir la puerta, los primeros dos intentos fueron fallidos pero a la tercera... ¡Funcionó! Y entré.
¡Te dije que si la volvías a tocar te mataría desgraciado! – Grité mientras lo bataqueaba en el piso.
¡Llegas tarde Yeray! – Dijo Alejandro con cinismo.
No me contuve y lo caí a golpes, ¡SIN PIEDAD!, solo quería acabar con él a toda costa por lo que le estaba haciendo a Samanta.
¡YERAY, PARA POR FAVOR!, ¡NO TE ENSUCIES LAS MANOS CON ESTE DESGRACIADO! – Gritaba Samanta.
Lo saqué fuera de la casa y le dije:
De esta no pasa Alejandro del Jesús, Mi tía se va a enterar ahorita mismo y te va a pesar, porque con lo mío nadie se mete.
¡Haz lo que quieras! – Dijo, tomó sus cosas y se largó.
Subí a donde estaba Samanta y abrazándola fuerte intenté tranquilizarla:
Discúlpame Samanta – Dije con lágrimas de la impotencia que sentía – Otra vez llegué tarde...
No amor – Dijo mientras secaba mis lágrimas – Llegaste a tiempo.
¿Eh? – Dije confundido – ¿Cómo así?
Si no hubieras llegado, ¡Me hubiese matado! – Contestó – Eso era lo que él quería, violarme para luego matarme...
<< Alejandro no vivirá para contarlo>> Pensaba.
No volveré a dejarte sola mi amor – Dije.
Mi amor, ya no sé qué hacer – Decía Ella – De la angustia que tenía me enfermé, hasta llegar a este punto...
Dime algo mi amor – Dije con curiosidad – ¿Qué fue lo que paso en casa de Alejandro el otro día?
Ella, bajó la mirada y con la voz triste contestó:
Lo... Lo que viste A... Aquí Yeray... Aunque, la de hoy fue peor que las anteriores.
Así que ese día también te violó – Dije mientras tronaba mis dedos con rabia – De verdad que no vivirá para contarlo.
Yeray, te pido POR FAVOR que no cometas una locura – Dijo mientras tocaba mi mejilla.
Trataré mi amor – Decía – Es que, ¡NO PUEDO ESTAR TRANQUILO!
Ha... Habla con T... Tu tía – Dijo – Para que lo manden a la cárcel de una sola vez.
<< ¡CIERTO!, había olvidado ese pequeño detalle, así me evito de caer preso yo también... Porque... ¡Ganas de matarte no me faltan ALEJANDRO! >> Pensaba.
Está bien, lo haré – Dije – Es más iré ahorita mismo.
¡NO! – Gritó Samanta – ¡NO ME DEJES SOLA!, ¡TE LO PIDO!
Me dio dolor verla así... Ni cuando ese desgraciado la violó por primera vez estaba tan así, tan demacrada, él estaba acabando con ella, y yo de estúpido se lo estoy permitiendo, ¡ESTOY DECEPCIONADO DE MÍ MISMO! Por haberme confiado, de verdad.
Me quedé con ella, casi me imploraba que me quedara con ella hasta que llegaran sus padres... Además quién sabe si el idiota ese de Alejandro está esperando a que yo salga de aquí para volverse a meter aquí, y ¡QUE VA!, no le voy a dar ese gusto de nuevo.
Bajé a la cocina a ver que le hacía a mi novia para tranquilizarla un poco... Cuando supe que iba a preparar, tomé mi teléfono e hice un video llamada grupal:
~Video llamada~
Xavier: no puedo creer el descaro de Alejandro, ¡NO ME LO ESPERABA!
Fiorella: desde hace tiempo vi a Alejandro sospechoso, pero... Me negué a aceptarlo...
David: Rayos... Y justo cuando estoy lejos es que pasan estas cosas, ¡Cuando ella necesita de mi apoyo!
Yeray: supieran ustedes que... ¡ME SIENTO CULPABLE!, porque... ¡NO DEBÍ CONFIARME! Y de una forma u otra, tuve la culpa... Al dejar que ella estuviera sola con Alejandro.
Fiorella: Sabes que no es verdad lo que dices, tu no sabías que Alejandro la había citado a esa hora... ¿O sí?, además tu no fuiste el único que confió en ese descarado... Yo... Fui otra mongola más que cayó en ese cuento.
Xavier: todos sabemos que después de Samanta, tú también sufres demasiado Fiorella... Porque todos sabemos que tú te mueres por Alejandro desde primer año...
Todos: ¡Estamos claros!
Fiorella: no... Sé cómo sacarlo de mi corazón... No se merece lo que siento por él.
David: Pues fíjate en otra persona, que de verdad te valore...
Yeray: bueno, estoy en total acuerdo con Cherufa... Los dejo, voy a terminar esto para consentir a mi princesa, Xavier, ¡Saludos a María!
Xavier: ¡VALE!
Los demás: ¡HASTA LUEGO!
~Fin de la video llamada~
Le hice a Samanta unas panquecas con queso... No es por presumir pero... Quedaron fue ¡CRIMINALES OYÓ!, subí a su cuarto a llevárselas...
No te vayas a envenenar – Decía para buscar pleito.
Pues si las hiciste tú – Decía – Me enveneno con gusto.
¿Y bien? – Dije – ¿Cómo quedaron?
Igual que tú – Contestó.
¿Igual que yo? – Dije algo confundido.
Si – Dijo riendo – ¡De rico!
Nos reímos – Así me gusta verte princesa – Le dije – Sonriendo a pesar de todo.
Es que a pesar de todo lo que está pasando – Decía – A tu lado no puedo estar triste, ya que estando a tu lado ¡SOY FELIZ!
Te amo preciosa – Dije.
Yo te amo más – Dijo ella.
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