Capítulo 12
Narra Samanta: hoy es uno de esos días en los que no quiero salir para ninguna parte, es uno de esos domingos que son "PESADOS", yo aún sigo en casa de Yeray, me iré en la noche, me quedaría hoy también pero mañana hay clase y no podemos faltar.
En sí, soy una chica muy perezosa en lo que respecta "Quehaceres" del hogar, en cambio Gleifer Yeray, es un chico muy dado a eso, lo mismo que mi cuñada "Perlys" (Quién se había ido también con mis suegros), muy poco se consiguen muchachos que hacen ese tipo de cosas, la mayoría deja ese trabajo a las mujeres...
... Pero por amor a Yeray hoy hice una excepción...
¡Créanme!, era un completo desastre, yo decía en mi mente: "mira lo que le va a tocar al pobre Yeray como esposa, ¡Una Floja como yo!", Yeray solo me observaba hasta que por fin me dijo:
Así no amor – Me enseñaba – Debes hacerlo de esta manera.
¿Sabes algo Yeray? – Decía – Me siento un poco extraña.
¿Por qué? – Preguntó.
Porque eres tú el que me está explicando estas cosas – Respondí y me reí un poco.
Yeray se ríe – ¿Y eso que tiene que ver?, la cuestión es que aprendas.
Ambos nos reímos.
Bueno – Decía Yeray – Terminemos de arreglar esto para irte a llevar.
Si – Dije con una sonrisa.
Dicho y hecho, apenas terminamos me subí en la camioneta y me llevó hasta mi casa, donde mis padres me esperaban con una triste noticia...
¿Qué sucede mamá? – Pregunté algo preocupada.
Cherufa llamó... Para avisarnos que pasado mañana se irán a Chile – Contestó.
¡No! – Dije y se me aguaron los ojos – P-pero, ¿Cómo es posible?, si él me dijo que estudiaría medicina aquí.
Bueno – Decía – A lo mejor sus padres cambiaron de opinión y decidieron irse a Chile con él.
Subí a mi habitación, no aguantaba las ganas de llorar, mi mejor amigo se va a ir del país pasado mañana, ¡No puede estar pasándome esto!, apenas y acaba de llegar aquí, ¡No es justo!, yo que estaba tan contenta porque tendría a mi mejor amigo cerca y ¡Mira lo que me deparó el destino!, Yeray se devolvió a traerme algo que había olvidado en su casa, subió a mi habitación, yo tenía las luces apagadas, y todo cerrado, en señal de luto, David no se había muerto, pero, "Luto" no es solamente "Muerte", sino también "Tristeza"
¿Samanta? – Dijo Yeray.
¡Déjame sola! – Contesté.
¿Qué te sucede? – Pregunto con preocupación – ¿Qué pasó?
¡No es nada! – Dije – Solo déjame sola, ¡Ya se me pasará!
Mira José – Dijo y se acercó a mí – ¿Acaso no me tienes confianza?, no solamente soy tu novio para hacerte el amor y para darte obsequios, estoy aquí para ayudarte y apoyarte en todo mi amor y si no confías en mí entonces allí no sé.
Sabes que sí confío en ti Gleifer Yeray – Decía – Solo que ahorita no quiero hablar con nadie ¿Entiendes?
Él se acercó a mí y me rodeó con el brazo, luego me dijo al oído:
<<No sé qué tienes, o que te está afectando Samanta, pero... Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea princesa>>
Yo, me volteé y terminé de abrazarlo y con voz llorosa le dije:
De verdad que no quiero hablar sobre eso en este momento Yeray – Decía –Pero, en cuanto me calme, te cuento todo con detalles.
Está bien – Asintió Yeray – Oye preciosa, dejaste tu teléfono en mi casa, por eso vine hasta aquí.
Gracias por devolvérmelo amor – Dije – Con razón lo buscaba y no lo encontraba.
Después de eso, Yeray salió de mi habitación y fue a despedirse de mis padres, él por curiosidad les preguntó si ellos sabían porque yo estaba llorando en mi habitación, mi madre, lo acompañó afuera y le dijo:
Ella anda triste porque se enteró de que David se irá del país pasado mañana – Le contaba.
<<Con que era eso ¿No? >> Pensó.
Ah, bueno – Dijo Yeray – Gracias por la información, así ya sabré cómo animarla.
Eso espero Yeray – Dijo mi madre – No me gustaría verla deprimida otra vez.
A mí tampoco – Decía Yeray – Bueno, quizás venga mañana en la tarde, le dicen a Samanta que estaremos juntos en el taller de castellano.
Yo le diré – Dijo mi madre y entró a la casa.
Con la tristeza que tenía se me había olvidado que tenía que estudiar, así que me paré a ver si podía memorizar algo, pero, fue inútil.
Narra Yeray: a veces me molesta un poco la actitud de Samanta, le entiendo que esté deprimida por lo que está pasando, pero, aunque sea pudo medio explicarme lo que pasaba, como si yo la fuera a juzgar porque su mejor amigo esté por irse del país. Sinceramente me sentí un poco mal porque, soy su novio, y me preocupo por ella, por lo que le pase, además no me gusta verla triste... Bueno, le daré espacio para que se desahogue, lo que no entiendo es porqué de repente David se marcha a Chile, si antier me dijo que estaba contento aquí y que planeaba quedarse para convivir más con Samanta... Como su abuela vive por la vía principal de Playa Grande, me fui para allá a hablar con él para que me explicara eso.
Él me recibió y con ojos tristes me empezó a contar lo que pasaba:
Cherufa: Yeray, ¡Yo no quiero irme de aquí!, ya que aquí... ¡SOY FELIZ!, me divierto, además que aquí tengo a la mejor amiga del mundo mundial, ¿Qué más podría pedir?, esto fue decisión de mis padres, tú dirás... ¿Por qué no te quedas con tu abuela?, pues porque mi abuela también se irá con nosotros, primero regresaremos a Caracas por unos días para buscar unas cosas, después es que nos iremos a Chile.
Yeray: digo que es algo un poco injusto de parte de tus padres al hacer eso, porque no les está importando tu felicidad, ciertamente para nadie es un secreto que la cosa aquí en el país está fuerte, pero... No creo que deban obligarte a irte si no quieres.
Cherufa: es que así me quede aquí, ¿Dónde me quedaría a vivir?, no quiero ser carga para nadie Yeray...
Yeray: Si yo no tuviera a Perlys en mi casa, te dijera que te quedaras conmigo.
¿Tus padres no te dirían nada? – Preguntó Cherufa.
Ellos casi no se la pasan allí – Contesté – Perlys y yo vivimos prácticamente solos.
Ah okey – Dijo.
Samanta está destrozada – Comentaba.
Supuse que así tenía que estar – Dijo – Me acaba de volver a ver después de tantos años y me va a dejar de ver, hasta quién sabe cuándo.
Por eso más que nunca debes de luchar para quedarte – Le aconsejaba.
¿Por qué el interés en que yo me quede? – Preguntó.
Porque si tú te vas, Samanta entrará en depresión y no quiero eso – Contesté.
<<Samanta >> Pensaba Cherufa.
Bueno Yeray – Decía David – Vamos a ver que se puede hacer en estos 2 días que me quedan aquí.
Algo se tiene que hacer – Dije – No puedo permitir que te vayas.
Tú de verdad que AMAS a Samanta – Decía él.
Por ella estoy dispuesto a hacer cualquier cosa – Le dije.
No podía permitir que David se marchara, primero porque él me cae muy bien, aunque sé que él está enamorado de Samanta, pero igual me cae bien, segundo, porque quiero que Samanta esté bien, quiero que ella sea feliz, no sé cómo lo haré pero, de que David se queda, ¡SE QUEDA!, ya verán; cuando yo me propongo algo, no paro hasta conseguirlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro