Al llegar a la capilla, empaque maletas, tanto de Mateo como las mías, no era mucho pero aún así no podía dejar nada, pronto alguien llegaría a ocupar está lugar.

Entre a la oficina y empecé a escribir la carta más importante en mi vida.

Poblado de San Judas Tadeo.
Año de nuestro señor.

Obispado de la region.
A quien corresponda.

Haciendo uso de mis facultades mentales, me dirijo a usted, pidiendo que me sea concedido, dejar los hábitos, teniendo mi palabra de seguir bajos las leyes de nuestro señor.

Es bien sabido señor obispo que mi entrada al seminario fue por razones de peso y obligado por factores más allá de mis capacidades.

Pido a nuestro señor que su obispo dure mucho más, anexo todos mis servicios hasta el momento, seguramente el ex-obispo le podrá hablar sobre mi trabajo en la iglesia.

Sin más Dios y la virgen, bendigan a su persona y al Papa.

Erick

Al terminar de escribir esta carta, anexe los papeles correspondientes, salí rumbo a la oficina de correo y la envíe, en ella iban todas mis esperanzas.

Fui hasta la casa de Alejandra para hablar con don Marcos.

—Don Marcos la carta ya la envíe, solo falta que me respondan.

—Listo, mijo traiga las maletas y nos vamos cuanto antes.

Yo asentí y salí rumbo a la iglesia, cogí las maletas, cerré todo con llave y caminé hasta la casa donde todo iba a empezar, al llegar don Marcos estaba abriendo el maletero del auto, Alejandra bajaba con las maletas, al verme me regaló una sonrisa, doña Elizabeth, tenía a Mateo en brazos, y Nicolás también estaba listo, al dejar las maletas, nos subimos al coche.

Doña Elizabeth y don Marcos iban en la parte de adelante, Nicolás iba con nosotros en la parte de atrás, Mateo iba en las piernas de Alejandra.

---------------

Después de 4 horas llegamos a una finca, la casa era bonita, pero un poco abandonada, el calor de una familia cambiaría eso, nos bajamos y cargué a Mateo que se había quedado dormido, doña Elizabeth me pidió a Mateo y yo ayude a bajar las maletas.

En cuanto todo estuvo en la casa, ellos se fueron, prometiendo traer pronto la respuesta a la carta y más comida.

Dejamos a Mateo dormido en una silla mientras quitabamos las sábanas de cada mueble, abrimos las ventanas, poco a poco la casa iba cambiando, era verdad que tenía que arreglar cosas, como cortar el prado, cortar algunas enredaderas, pintar, poner vidrios nuevos en algunas partes, limpiar y lavar no le iba a poner problema a eso.

Al terminar de abrir las ventanas, Alejandra subió y yo también con el niño aún dormido, habían varias habitaciones, la principal tenía un balcón y la cama estaba solo el colchón, seguro no había sábanas ni nada pero eso no importaba, deja a mi pequeña con el niño y baje por las cosas.

Subí y las dejé en la recámara, la que había al lado, la abrí y dejé a las cosas de Mateo mientras abría la ventana, lo único bueno es que si había cortinas, la cama estaba igual pero está era individual, tenía barandas como si hubiera sido de un niño pequeño, habían algunas repisas, ya había subido la escoba, empecé a limpiar y a barrer, le di la vuelta al colchón, le puse sábanas a la cama y los juguetes que le habían regalado en las repisas, doble bien su ropa y la guarde en el armario, en cuanto estuvo lista fui a la habitación principal.

—Ale, amor, ya está el cuarto de Mateo, lo voy a llevar y vengo a arreglar esto, para poder descansar si?.

—Espera, yo te acompaño.

Salimos dejamos a Mateo en su cama, fui y arregle nuestra ahora nueva habitación, guarde la ropa y tendi la cama.

Alejandra entro y se empezó a cambiar, ya era tarde, habíamos comido en el camino, así que no teníamos que preparar nada, me quite la camisa y el pantalón.

Me acosté, y por primera vez en mi vida, me sentí libre y un hombre de verdad, Alejandra se acostó en mi pecho y empezó a jugar con sus dedos.

—Pequeña estás bien?.

—Sip, sabes que te amo verdad?.

—Sip y yo más a ti.

Le di un beso en la boca y nos quedamos profundamente dormidos, a partir de mañana empezaba una nueva vida para los tres y para mí un trabajo nuevo pero esta vez sería libre de cumplir con mis obligaciones.

______________________________

Que tal?
Erick, Alejandra y Mateo se merecían está vida o otra distinta?