XXXVI
Me desperté en medio de la noche tenía la respiración agitada, habían vuelto las pesadillas después de tanto tiempo.
Me levanté despacio para ir al baño, teniendo en cuenta que tenía a dos personas más en mi cama, se veían demasiado tiernos.
Entre al baño, me moje la cara y en cuanto salí vi la lámpara en la mesita de noche prendida, vi hacia la cama y Alejandra estaba despierta.
—Perdon si te desperté linda.
—No, tranquilo.
Me senté en la orilla de la cama y una idea loca y que sabía me iba a traer problemas paso por mi mente.
—Princesa, vámonos, lejos de aquí, no tengo nada que ofrecerte, pero puedo trabajar para ti y para Mateo, dejemos todo y a todos, tú a tu familia y yo al clero —tome sus manos entre las mías y las empecé a besar.
—Yo... —no deje que terminara.
—Vámonos ya, hoy ve y alista tus cosas y yo lo poco que tengo, nos vamos a algún lugar lejano, no importa si es al mar o a otro sitio, por favor princesa.
—Erick, me estás asustando, estás bien?.
—Mejor que nunca.
La abrace y metí mi cara en el hueco de su cuello, empecé a esparcir besos.
—Mi vida di que sí, por favor.
—Erick, yo quiero irme contigo, pero antes hablemos con mis papás, a lo mejor ellos nos van a apoyar.
Tome aire y la solté, vi sus ojos, que podía perder.
—Esta bien, mañana mismo, ahora a dormir y si ellos dicen que si nos vamos en la noche si?.
Ella asintió y yo la bese mientras nos volvíamos a acostar.
Solo rogaba a Dios que todo saliera bien por el bien de ella no por el mío.
--------------
Eran las 8 de la mañana, había bañado y cambiado a Mateo, yo también, Alejandra se había ido primero pera hablar con don Marcos y doña Elizabeth, respire profundo y toque la puerta, está se abrió de inmediato.
Don Marcos con cara de pocos amigos había abierto, Nicolás me pidió que bajara a Mateo y se lo llevó, yo entre con la poca confianza que tenía ya.
—Buenos días, don Marcos y doña Elizabeth —Alejandra se paró a mi lado y me dio la mano.
Al ver esto don Marcos se puso más furioso de lo que estaba y doña Elizabeth sonreía, ya sabía que esta niña le había contado todo.
—Erick, ya hablé con mis papás —Alejandra me apretó la mano dándome fuerza.
—Don Marcos, yo mejor que nadie se que este mismo instante está con ganas de matarme y lo entiendo.
—Eso es poco señor, usted está sacando a mi hija de mi casa, está aprovechando que es mayor que ella, que tiene poder y quién sabe que más, usted no merece tener eso que lleva en el cuello —dijo apretando los puños.
—Señores, por favor yo sé que no merezco nada, pero entiendan una sola cosa, sobre el corazón nadie manda, toda la vida he estado condenado a seguir lo que los demás quieren, por favor, solo por esta vez quiero vivir como me parezca, no vivir bajo la sombra de nadie, no trabajar para llevar lo que no había en mi casa, no entrar al clero porque no tenía que comer, por favor, don Marcos, entiendame yo quiero vivir una vida con su hija, no puedo esperar más, el obispo me quiere quitar a Mateo, porque según el eso no va con mi labor.
—Marcos, por favor, si el vino a dar la cara es por algo, no creo que diga mentiras —doña Elizabeth le había cogido la mano o en este momento el puño.
—Papá, el no es malo, solo ha vivido cosas malas, por favor.
—Pa... Perdón Erick, vamos a hablar en la sala, y me va a explicar muchas cosas, si le voy a entregar a mi niña quiero saber quién es usted.
Yo solo asentí, el salió primero y antes de seguirlo Alejandra me dio un beso y me abrazó, mientras doña Elizabeth bajaba la mirada ante la escena.
______________________________
Comentarios.
Que esperan que le diga Marcos a Erick después de saber toda su vida?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro