XXXV
Más tarde ese día, después de pasar un gran rato hablando con los papás de Alejandra, tanto Mateo como Nicolás se estaban quedando dormidos, ya era tarde, así que me despedí, les agradecí y quedé de volver un día con el niño a un almuerzo que doña Elizabeth había prometido, para celebrar la llegada de Mateo a mi vida.
Ja! Irónico, yo que pensé morir solo ahora tenía a un niño pequeño, del cual tenía que hacerme cargo el resto de mi vida.
Cuando llegamos a la soledad de la capilla, acosté a Mateo en la cuna, me cambié por una playera blanca y una pantaloneta negra, así dormía de vez en cuando.
Estaba meditando muchas cosas en la cocina mientras, preparaba algo de leche para Mateo y algo de comida para mí, cuando sentí que el portón central se abría, me pareció extraño pero no le puse atención, a lo mejor y solo era mi imaginación jugando conmigo por el cansancio.
Salí de la cocina con un biberón para Mateo y un sándwich para mí, llegue a mi habitación, le di la leche al niño que ya se había despertado y me senté a comer mientras él se tomaba la leche.
Después de un rato sentí unos brazos en mi abdomen, creo que eso sí no fue mi imaginación.
—Hola, pensé que estabas en el despacho? —dijo una linda voz contra mi oído.
—Hola pequeña, no, estaba haciéndole algo de leche a Mateo.
Me di la vuelta y le di un beso, por fin después de mucho tiempo la podía besar, sin tener que aparentar, es ese beso le expresaba todos mis sentimientos.
Nos separamos por falta de aire, nos dimos la vuelta y Mateo estaba parado contra la baranda de la cuna, Alejandra lo cargo y llevo a la cama.
—Te parece si dormimos los tres?, Cómo algo parecido a una familia.
Me empecé a reír por las ocurrencias de esa niña, cuando me di cuánta que se había puesto sería me calme.
—Claro, solo pequeña la cama es muy estrecha para los tres.
—No importa.
Quito las sábanas y acostó a Mateo, se quitó la sudadera y se acostó solo en ropa interior, me pareció lo más sexy del caso, y solo con eso ya estaba teniendo problemas en los pantalones.
—Oye, no seas pervertido.
Se empezó a reír y le puso a Mateo dos almohadas, empezó a caminar hasta acercarse a mi.
—Ahora si, ya que Mateo está dormido, que te parece si vamos a otro lugar y nos pones al corriente con muchas cosas?.
Pase saliva con dificultad, que de malo tenía tener relaciones con ella de nuevo?.
Mejor no, al fin y al cabo no teniamos protección y no quería dejarla con un problema, le di un beso en la frente y la cargué hasta la cama.
—Linda no es que no quiera, más bien después princesa no hay protección y mejor dejemos así.
—Okey, pero me quedas debiendo lo que quiero.
Nos dimos un beso y nos acostamos a dormir, definitivamente la vida te presenta cosas buenas, pero cada uno sabrá escoger lo que más le guste, si esto era tener una familia, entonces estoy pensando dejar a Dios por vivir una vida normal con Mateo y Alejandra.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro